2º Congreso de Psicoanálisis y XII Jornadas Científicas

EL CUERPO EN PSICOANÁLISIS

Diálogos con la Biología y la Cultura

ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA DEL URUGUAY

10-12 de Mayo, 2002 -  Montevideo

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Conferencia:

 

“Neurociencias y psicoanálisis: aproximaciones posibles"

 

  Dr. Daniel Cibils   *

 

 

 

 

        

Cuando recibo la invitación de APU para participar como neurofisiólogo en un congreso sobre el

 cuerpo buscando un diálogo posible entre disciplinas distintas, me resulta un desafío interesante dado

 que son disciplinas que tienen un objeto de estudio diferente; para unos el inconsciente y para otros el

 cerebro y su funcionamiento, además de tener metodología y marco teórico propio.

 

Esto implicaría pensar si nuestras explicaciones del funcionamiento neural podrían o no tener un

 correlato con lo psíquico.

 

Nuestro encare entonces no será un intento de explicación de la psiquis desde las neurociencias

 sino buscar los puntos de contacto, adelantando desde ya que los fenómenos psicológicos tal vez sean

 de los mas difíciles de abordar para la neurofisiología.

 

 Partiremos de reconocer que no obstante el gran desarrollo tecnológico del ultimo siglo  ello no

 nos ha permitido desentrañar más que aspectos parciales de cómo funciona  el cerebro en alguna de

sus capacidades básicas como el percibir, planificar, aprender y recordar, además de mantener la atención

o dormir y dentro del dormir tener ensueños, etc.

 

Mirando la neurofisiología retrospectivamente, hace casi un siglo Hans Berger descubre las ondas

 cerebrales en el hombre.  Pensó que esto permitiría la comprensión del funcionamiento del cerebro

y contribuir al diagnóstico de las  enfermedades mentales.

 Podríamos decir, un siglo  después, que la actividad psíquica es la esfera donde el estudio de las

 ondas cerebrales  ha mostrado menor  utilidad. 

 Paralelamente su aplicación fue notable y se avanzó significativamente en el estudio de muchas

 enfermedades neurológicas como ser la epilepsia, las demencias, los trastornos del sueño, etc.

 

La neurofisiología clínica hasta  la década del 70 no se ocupó especialmente de la esfera cognitiva

 y es recién merced al desarrollo de técnicas como los Potenciales Evocados y la EEG-Computarizada que

 los aspectos cognitivos cobran relevancia en la investigación neurofisiológica.

 

Un siglo después del desarrollo de la visión localizacionista para explicar el funcionamiento del

cerebro, esta sigue teniendo una amplia aceptación en las neurociencias.

 

 Una de las razones de esta aceptación es su poderosa proyección en la terapéutica neurológica

 donde muchos procesos patológicos que alteran una determinada función tienen un asiento neural bien

 localizado.

 

La visión localizacionista del sistema nervioso central ha dificultado en cierta medida  el avance en

 la comprensión del funcionamiento global del cerebro, dado que  actualmente se considera que no existe

 un locus cerebral para cada aspecto neurológico o psíquico diferente.

Así en neurología se interpreta que una sintomatología dada, es debida a la suma de alteraciones

 locales, regionales, hemisféricas y de efectos a distancia. Las lesiones neurológicas afectan a la arquitectura

 cognitiva fundamentalmente por mecanismos de desconexión de vías, tal como desarrolló Geschwing.

 

 

REALIDAD Y ESPEJISMO DE LA TECNOLOGÍA

 

El fascinante progreso tecnológico en el campo de las neuro-imágenes, ya sea anatómicas :

tomografía axial computarizada (TAC), resonancia nuclear magnética (RNM); como también

neuroimágenes funcionales:  tomografía por emisión de positrones (PET), tomografía por emisión de

fotón único (SPECT),  resonancia magnética funcional (f-RNM), afianzan  nuestros desarrollos  en la

comprensión  del “donde” (locus) y nos distrae del encare del “como” (mecanismos).

 

La capacidad de estudio estructural del cerebro ha llegado con la RNM a fracciones de milímetro.

 A casi un siglo de los trabajos neurohistológicos de Ramón y Cajal, nos aproximamos a disponer de la

 histología del cerebro del hombre in vivo y en forma no invasiva.

 

Revisaremos sumariamente los avances tecnológicos en el estudio de las funciones cerebrales en

 relación al desarrollo de las neurociencias

 

 

 

 

 

Cuando observamos estas increíbles imágenes durante tareas cognitivas (SLIDES), no debemos olvidar

 que ellas reflejan fenómenos tan alejados de la psiquis como el aumento del consumo de glucosa o un

 cambio localizado del flujo sanguíneo capilar o de la oxigenación de la sangre en un determinado lugar

 de la corteza.

 

(scaneado de Mesulam Pag. 236b)

 

No tenemos hoy a nivel de los estudios neurofisiológicos un desarrollo tecnológico similar a las

 neuroimágenes anatómicas. Se podría decir que nuestra capacidad de estudio funcional del cerebro es:

 “de una función en algún lugar”.

 No disponemos de una neuroimagen funcional comparable a la información que en escala global nos

da la neuroimagen anatómica.

 

No sabemos cuál será el avance en la tecnología que nos permitirá estudiar funcionalmente el cerebro

 como un todo, de la misma manera que hoy podemos estudiar toda su estructura anatómica.

Algunos avances sugieren que este desarrollo estará basado, al igual que la RNM, en tecnologías

electromagnéticas.

 

Nuestro cerebro funciona con patrones dinámicos de conexión entre diferentes áreas, algunas

vinculadas fuertemente con el  nivel de los  receptores y otras con niveles de integración.

 

Se han encontrado nuevas estructuras funcionales denominadas “áreas de interrelación multimodal”.

 Estas áreas se ponen de manifiesto cuando hay simultaneidad de percepciones de diferente tipo.

Si se solicita realizar un reconocimiento de fotos de caras y asociar el nombre a cada foto, el correcto

 resultado de cara + nombre muestra actividad localizada en áreas diferentes. 

 

 

((SLIDE # 5) Consumo de oxígeno ( PET ) registrado simultáneamente con RNM. Tarea realizada: asociación correcta

 cara + nombre. Se observa actividad principal en amígdala e hipocampo derecho  + via occipitotemporal inferior + etc.)

Tomado de Mesulam, idem)

 

 Este “neo”-localizacionismo muestra áreas donde estarían estas integraciones multimodales.

 

A un nivel de más complejidad, la asociación perceptiva entre aportes sensoriales diversos, más rastros

mnésicos, más elementos emocionales, es de tal diversidad que escapa incluso a estas concepciónes neolocalizacionistas.

 

La red del cerebro la pensamos como dinámicas asociaciones multimodales sin un anclaje anatómico

único, cosa muy difícil de comprobar empíricamente por el momento.

 

Esto nos permitiría desarrollar la idea de un relacionamiento multimodal en niveles de complejidad

progresivos en el cuerpo neurobiológico hasta niveles neuropsicológicos.

 

 

EMOCIONES y MEMORIA

 

En la comprensión de la interrelación cerebro-psiquis tenemos una rica experiencia integrándonos

 como neurofisiólogos en la  Neuropsicología. Esto  ha contribuido notablemente al conocimiento en

campos como la memoria, el lenguaje, la percepción visual, etc.

Una de las mejores síntesis de esta integración son las redes del cerebro de Mesulam.

Esta reformulación de la actividad cerebral basada en datos anatómicos, neurofisiológicos, clínicos, psicológicos etc.; es una suma de un siglo de estudios sobre el cerebro/mente.

 

Por su vinculación con la psiquis he subrayado dentro de las redes de Mesulam, la red

hipocámpico-amígdalo-entorinal, que se relaciona especialmente con las emociones y la memoria.

 

Hay trabajos en animales que muestran un doble circuito neural vinculado con las emociones

que evidencia un doble archivado o inscripción de la experiencia emocional.

Este doble circuito está relacionado claramente a estructuras neurales diferentes dentro del complejo hipocámpico-amígdalo-entorinal.

 

Uno de estos circuitos es consciente y el otro inconsciente.

 

Mientras que el circuito consciente involucra principalmente  el hipocampo y la corteza  cerebral

relacionada,  el circuito inconsciente involucra la amígdala cerebral y sus conexiones con el hipotálamo.

La amígdala y el hipotálamo mediarían las respuestas neurovegetativas y conductuales inconscientes

y el hipocampo con su cortex relacionado, la memoria conciente, (Bechara y cols.).

 

 En el hombre se han encontrado similares respuestas vegetativas frente a estímulos de tipo

atemorizante previamente condicionados.

 Si por alguna razón el hipocampo se daña, el sujeto, aunque no tenga recuerdo consciente de

cual fue la causa atemorizante, presentará las respuestas vegetativas y conductuales frente al estímulo.

Hay experiencias en animales que muestran que las respuestas neurovegetativas y las conductas

de temor están presentes siempre que las amígdalas cerebrales no estén dañadas.

En las fronteras de la neurofisiología podríamos dejar abierta una pregunta sobre la vinculación de

esta doble memorización biológica con los hallazgos y las teorías del psicoanálisis.

 

 

MODELOS PARA ARMAR o MODELOS DENTRO DE NUESTRO CEREBRO

 

Dentro de las técnicas neurofisiológicas que disponemos para el análisis de cómo funciona  el cerebro,

nos referiremos a algunos aspectos de estudios realizados con Potenciales Evocados.

 

Los potenciales evocados  son una medida fisiológica que nos permite el estudio de las estructuras

receptoriales primarias, de niveles superiores de integración sensorial y también de procesos cognitivos.

 

Diferentes tareas cognitivas se asocian a especiales respuestas fisiológicas denominadas “potenciales

evocados cognitivos”.

 

Por ejemplo, a un sujeto se le da a escuchar dos tonos  diferentes, A y B que se presentan al azar en

muy diferente proporción (ejemplo 80 % del A y 20% del B) y se le instruye a que realice la suma menta

del tono menos frecuente, “B”.

El sujeto realiza una discriminación auditiva tonal (reconocer ambos tonos como diferentes) y además

un trabajo cognitivo, o sea contar los tonos “B”

 La percepción de los dos tonos A y B genera  potenciales evocados vinculados a las estructuras

sensoriales que son iguales para ambos tonos, pero genera otro tipo de respuestas denominadas

potenciales evocados cognitivos solamente frente al reconocimiento y procesamiento de suma  del tono B.

(Scaneado de Chiappa  K. , pag 533)

 

 Se genera un potencial cognitivo llamado onda P300.  Hay ciertas características de este potencial

que varían con la complejidad del trabajo mental solicitado.

 

Se ha encontrado que este potencial cognitivo P300 (estudios con  f-RNM ; Linden, 1999),tiene varios

orígenes anatómicos; áreas parietales, insula, región temporoparietal y frontal, lo que indica que la

generación de dicha respuesta cognitiva depende de la participación de diferentes estructuras.

Una tarea cognitiva como la que explicamos anteriormente requiere fundamentalmente procesamiento

auditivo. Pero otra tarea que sume otro tipo de información sensorial con  otra forma de respuesta

implicará otra configuración cognitiva diferente basada en una diferente asociación anátomo-funcional.

Hay otros potenciales cognitivos.

 

Si a un sujeto en forma inadvertida se le intercala un sonido no esperado, “C” entre los “A” y “B”,  se

genera otra respuesta que solamente aparece frente a lo inesperado del estímulo. A estos potenciales

cognitivos se los llama “potenciales de novedad”.

 

 Existen por lo tanto hallazgos neurofisiológicos de la actividad cognitiva expresados por ondas que

muestran la concordancia y la  discordancia entre  lo esperado y lo recibido.

 

Esto sugiere un procesamiento de la información proveniente del mundo externo en base a modelos

de percepciones que estarían en nuestro cerebro.

 

Con referencia al discurso, hay también  potenciales cognitivos especiales que se generan cuando

aparece una palabra no esperada en la oración, (onda cognitiva N400)

 

Si escuchamos la frase: “La madre le estaba dando de mamar al libro”,..... la palabra “libro”,

(inesperada en el contexto de lo que se estaba escuchando y que simultáneamente a la escucha atenta,

estaba previendo ya su contenido inmediato), genera un potencial cerebral que evidencia lo incoherente

en el discurso.

 

Estos supuestos modelos o representaciones serían no solo de lo que percibo como también ...

de lo que quiero hacer.

 

     Hay experiencias que sugieren que  habría también modelos internos de las respuestas, ya sea de

un simple gesto o de comportamientos más complejos.

La realización de una tarea motora implica un control de  los movimientos y la corrección instantánea

de los errores que se puedan producir.

 Se va ajustado permanentemente la ejecución a un modelo cerebral de la respuesta, en la medida

que se va percibiendo consciente/inconcientemente su propia ejecución.

Aquí también hay señales fisiológicas del cerebro a las “fallas” en la ejecución de la respuesta.

 Estas actividades neurales vinculadas a la detección de errores en la ejecución  se han descrito

por f-RNM en el cíngulo y corteza frontal izquierda. (Khiehl K. y cols. 2000)

Hay investigaciones que muestran que pacientes con lesiones cerebrales traumáticas no pueden

corregir los errores en la ejecución y no presentan en su cerebro estas señales de error.

 

Si la neurofisiología nos muestra este chequeo permanente de errores frente a modelos simples

de ejecución de conductas motoras, nos preguntamos:

 

¿ Existirán  modelos  para conductas más complejas o  estas se escaparían al dominio de

exploración neurofisiológica por la multideterminación que implica?

 

         Pregunta muy interesante pero de  difícil respuesta  actualmente ya que la instrumentación

experimental no es actualmente viable. Hay que decir que alguna de estas respuestas cerebrales de

error frente a esquemas de exploración simples se obtienen estudiando un sujeto dentro de un resonador

magnético.

 

 

LO CONSCIENTE  Y LO INCONSCIENTE en NEUROFISIOLOGÍA

 

Mientras la neurofisiología en la  segunda mitad del siglo XX consideraba al sustrato neural de la conciencia como uno de sus temas más difíciles, no es hasta cerca de un par de décadas en que se empiezan a plantear correlatos neurofisiológicos relativos a los procesos inconscientes.

 

El estudio de “lo inconsciente” o “lo no-consciente”, es abordado desde las neurociencias como constituido por múltiples modalidades de: funcionamiento, de tipo de inscripción y de origen.

 

 En este punto merece citarse el artículo de  J. Kihltrom,1987, sobre la Cognición Inconsciente

(en sus aspectos subconciente, preconciente, etc.)

 

 En un reciente artículo de Bernat y cols. de 2001 sobre la evidencia neurofisiológica de

percepciones inconscientes es un trabajo sobre potenciales evocados cognitivos generados a partir de

estímulos  no conscientes.

 Esta investigación se hizo utilizando estímulos producidos por imágenes de muy  breve presentación

visual,  (microflashes de imágenes presentadas unos pocos milisegundos), que es una técnica usada en

la exploracion de percepciones inconscientes desde hace décadas.

Basados en las teorías de detección de señales  se demostró que los estímulos empleados eran

totalmente inconscientes.

Mediante registro del potencial cognitivo P300, sin ninguna participación del paciente se observó que

existía un reconocimiento discriminado del cerebro de los diferentes estímulos inconcientes.

 

Estas investigaciones aportan evidencia neurofisiológica de que se registra información en respuesta

a estímulos no conscientes para el sujeto.

 

Es razonable presumir que este procesamiento de la información inconciente pudiera ocurrir no

solamente con las imágenes sino también con otras informaciones sensoriales.

Hay otros estudios que muestran que hasta un condicionamiento de tipo evitativo puede ser realizado inconscientemente.

 

Pensando en estas experiencias sumamos interrogantes:

 

 ¿ Cómo participarían las percepciones inconscientes en la estructuración psíquica, en el desarrollo

de patología, etc. ?

 

                                                                       ------

 

La neurología nos muestra algunas experiencias que nos hacen pensar cómo el funcionamiento

del cerebro se integra con la conciencia y con las percepciones inconscientes

 

Diferentes estudios basados en la interrupción ya sea anatómica como funcional entre los

hemisferios cerebrales nos plantean el problema de percepciones inconscientes y cómo ellas se procesarían.

        

En el tratamiento de algunos tipos de epilepsia es necesario  recurrir a la separación quirúrgica de

los hemisferios cerebrales mediante la sección del cuerpo calloso.

         Una particularidad de esta nueva configuración anátomo-funcional del cerebro llamada “cerebro

hendido o dividido” es que las imágenes pueden llegar exclusivamente al hemisferio izquierdo o al derecho

 

 

Desde los estudios de Sperry y Gazzaniga en estos pacientes con cerebro dividido, se conoce que 

la imagen que llega al hemisferio izquierdo es consciente y la que llega al hemisferio derecho es inconsciente.

 

         No obstante ser inconsciente, la imagen que llega al hemisferio derecho puede provocar respuestas comportamentales en el individuo.

 

En un ejemplo clásico explorando estos pacientes, se  le proyectó a un sujeto la foto de una mujer

desnuda en una actitud ridícula. Cuando la información llega al hemisferio izquierdo el sujeto se ríe y es

consciente del contenido de la foto.

 

 Si la misma foto se proyecta en el hemisferio derecho, se consigue que el sujeto, aunque no sea

conciente de la imagen, también se ría.

 

         Interrogado en ése momento de por qué se está riendo el sujeto dice: “esta máquina es graciosa”, (refiriéndose a la máquina que le proyecta las imágenes)

 

         Obviamente esta respuesta se podría interpretar como una racionalización, producto de la

autoobservación de que se está riendo y de la necesidad de una explicación de risa a los demás.

 

Esto ha llevado a plantear que el hemisferio izquierdo tendría una función de  “dar sentido  e

interpretar las percepciones  inconscientes”.

 

 Ello indicaría una permanente construcción del mundo exterior por nuestra psiquis, ya sea con

la información consciente como con la inconsciente

 

 Shallice (1988) propone que la conciencia es el resultado de la actividad integrada de diversos

sistemas distribuidos (no hay un “órgano” de la conciencia, ni una topografía a donde poder referirla).

 

 

 

LA PALABRA: SU MEMORIZACION, SUS ARCHIVOS

 

 

El lenguaje, desde la percepción de los sonidos, su decodificación, la traducción a un código

fonémico, la búsqueda dentro de un lexicon fonológico y hasta el apareamiento y búsqueda dentro del

sistema semántico, son procesos que habitualmente ocurren de manera no consciente.

 

Se han encontrado que los componentes fonéticos y visuoespaciales del lenguaje son almacenados

con una  cierta selectividad en diferentes estructuras de ambos hemisferios.

 

Esto indicaría que la memoria tendría un anclaje distribuido en el cerebro.

 

Algunas piezas del trazo mnésico tendrían casilleros predeterminados. Mientras que los componentes visuoespaciales tienen un procesamiento y memorización fundamentalmente hemisférico derecho, el

análisis fonético y la memoria fonética se hace principalmente en el izquierdo.

 

En investigaciones realizadas por nuestro Grupo de Cirugía de Epilepsia del Instituto de Neurología,

(#) sobre la dominancia hemisférica del lenguaje y la memoria, se utiliza la abolición funcional de uno de

los hemisferios cerebrales por inyección de un anestésico barbitúrico de acción ultracorta. Este estudio,

denominado Test de Wada, bloquea funcionalmente  (entre otras estructuras) el hipocampo por unos

minutos.

 

La diferente inscripción en la memoria de los componentes fonemáticos y visuoespaciales del

lenguaje puede analizarse en la siguiente paciente estudiada en el Grupo.

 

Se anestesia el hemi-cerebro derecho a una paciente y se le muestra una hoja de papel que tiene

una imagen de un pescado.

Se le pregunta qué es, y la paciente denomina correctamente la imagen diciendo: “un pescado”.

Interrogada luego de finalizado el efecto del anestésico sobre qué objetos se le habían presentado,

 la paciente menciona haber dicho la palabra “pescado”, pero no recuerda haberlo visto.

Tiene un rastro de memoria fonético de la palabra “pescado” pero no recuerda la imagen del pescado.

Este caso, objetiva  claramente la memorización diferente de los componentes fonemáticos y visuales de

la imagen del  pescado. La anestesia del hipocampo derecho impide la memorización de los elementos

visuales de la imagen y solamente queda el recuerdo de lo fonético en el hipocampo izquierdo.

 

Podríamos seguir avanzando y aventurarnos teóricamente a una aproximación de los diferentes y

simultáneos registros mnésicos del mundo exterior y vislumbrar en qué medida se podrían integrar

elementos conscientes e inconscientes en nuestra aprehensión del mundo externo.

 

Basados en estas dos experiencias neurológicas previas podríamos plantear la siguiente posibilidad,

que teóricamente denominaremos: “el ejemplo del mate”.

 

Frente a un objeto que se presenta visualmente, ejemplo:  fotografía de un mate, la mente

automáticamente asocia una carga semántica y almacena al menos 3 registros más que la memoria

visual del objeto:

 

 

 

 

 

 

 

Se percibe una imagen y simultáneamente se le asocia una PALABRA + la FIGURA de ésa

palabra + el SONIDO de la palabra.

 

De estas (al menos) cuatro inscripciones mnésicas relacionadas, una tentativa de evocación podría

 recordar solamente alguna de estas inscripciones.

 

Recordando el ejemplo del test de Wada, podríamos plantear que frente a la visión de la

FIGURA MATE,

-         el hemisferio izquierdo podría recordar el SONIDO de la palabra asociada a la imagen

-         y el hemisferio derecho la FIGURA de la palabra asociada a la imagen mate.

 

Y como trazo diferido, aunque no se hubiera pronunciado ningún sonido frente a la imagen

proveniente del mundo exterior, podrían quedar en la memoria del sujeto solamente rastros mnésicos

de las asociaciones fonémicas y/o de la imagen de la palabra.

 

Esto nos lleva a pensar que  dicho “sonido” que solo existió en la psiquis frente a un silente objeto

visual, se podría asociar con percepciones reales o hasta con otros rastros mnésicos de otras imágenes

anteriores y/o con sus correspondientes transcripciones lexicales.

 

Desarrollando esta línea de pensamiento  podríamos a su vez sumar aspectos no-conscientes y

hasta culturales de la palabra MATE. Podríamos teorizar que la palabra “mate” tiene más de un significado

en nuestra cultura: un objeto, una bebida, es un sinónimo popular rioplatense de “la cabeza” y hasta con

diferente acentuación puede relacionarse con el verbo matar.

 

En este nivel ya intuimos los diferentes niveles de “lo real”, desde la imagen retiniana hasta el

símbolo.

 

Podríamos pensar que en la realidad, (¿ cuál realidad ?) el recuerdo podría ser el de las diferentes inscripciones pero no necesariamente de la imagen del objeto externo.

 

 Como mencionamos anteriormente, hasta una conducta podría ser la expresión de asociaciones

entre rastros inconscientes.

 

Esto nos sugiere, desde determinados hallazgos de las neurociencias, una creación psiquica del

mundo.

 

 Nos llevaría a pensar que nuestra mente trabaja conscientemente e inconcientemente con muchos

 registros, unos provenientes del exterior y otros generados por nuestro cerebro en asociación con otros

estímulos.

 

                                              

 

Para finalizar, estos aspectos tratados nos sugieren puntos de encuentro con el psicoanálisis y

podrían aportar una idea de cómo desde las neurociencias nos aproximamos a la relación cerebro-mente

en un salto muy difícil, quizás...  imposible.

 

Siendo el inconsciente el objeto de estudio del psicoanálisis hemos seleccionado dentro de la

neurofisiología algunos puentes multidisciplinarios, ya sea  desde las percepciones no concientes, desde

la diferente inscripción mnésica de la palabra o de las emociones hasta algunas ventanas neurofisiológicas

a la creación psíquica del mundo exterior.

 

Alguno de estos problemas entrelazan ambas disciplinas en una búsqueda conjunta construida desde

nuestra diferente teorización, metodologías y límites.

 

 

 

                                                           o-o-o-o-o-o-o

 

 

Este trabajo multidisciplinario puede ser objetivado en el siguiente SLIDE que muestra una nueva neuroimagen funcional

de la posible interdisciplina cerebro-inconsciente, producto de mis divanes, la amistad con APU  y sus integrantes.

 

 

(SLIDE-en broma)

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

BECHARA A. y cols. Double dissociation of conditioning and declarative knowledge relative to the

amygdala and hipocampus in humans. Science 269, 1115-1118, 1995

 

BERNAT E., y cols. Subliminal visual oddball stimuly evoked a P300 component.     

Clinical Neurophysiology 112: (1), 159-172, 2001

 

KIEHL K. Y COLS. Error proccesing and rostral anterior cingulate: an event-related fMRI study.

 Psychophysiology 37 (2) 216-23, 2000

 

KIHLSTROM J. The cognitive unconscious. Science, 237, 1445-1452, 1987

 

LINDEN y cols. Cerebral Cortex 9: 815-823, 1999

 

MESULAM M., Principles of Behavioral and Cognitive Neurology. 2º Edition.Oxford University Press,

 2000

 

NEUROSCIENCE OF EMOTION, J. of Clinical Neurophysiology, 15: (5) 1998

 

SHALLICE, T. 1988. From neurospychology to mental structure. Cambridge University Press:

 Massachusetts.

 

SHEVRIN H. Event-related markers of unconsious procceses. Int. J. Psychophysiol. 42, (2)

209-218, 2001

 

CHIAPA K., Evoked potentials in Clinical Medicine, 3º edición.Lippincott-Raven, 1997

 

(#) Estudios no publicados realizados en abril/2002 conjuntamente con los Dres. J.C.Alcántara y

Nora Rodríguez, Fga.N.Gonzalez, A. de Tenyi y neurólogos del Grupo de Cirugía de Epilepsia, Inst. de Neurología.

 

 

* Neurólogo. Profesor Agregado titular del Instituto de Neurología.

Jefe del Dpto. de Neurofisiología Clínica del Instituto de Neurología, Hospital de Clínicas, Ftad. de Medicina, UDELAR,  Montevideo/Uruguay. ( Sitio Web: www.chasque.apc.org/dcibils ).

              Dirección postal: Guipúzcoa 435, Montevideo CP 11300, Uruguay.

 Email: dcibils@chasque.apc.org

   Agradecimientos:

   El autor agradece la valiosa ayuda en la discusión de esta conferencia al Dr.Sergio Dansilio.