Monitoreo de políticas públicas

Introducción

La Comisión Nacional de Seguimiento de los Compromisos de Beijing es una red de 55 organizaciones de mujeres de todo el país. Fue creada en 1996 en una Asamblea Nacional realizada en Montevideo, para generar un espacio de articulación permanente entre diferentes organizaciones de mujeres, con el objetivo de promover el cumplimiento en Uruguay del Plan de Acción surgido de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, convocada por las Naciones Unidas en 1995. 

Desde el período de reconstrucción democrática y más concretamente en la Concertación Programática de 1984, múltiples organizaciones de mujeres trabajaron para colocar en la agenda política las desigualdades de género y elaborar diagnósticos y propuestas para superarlas. Este proceso generó una identidad colectiva nueva que puso en debate la necesidad de ampliar el campo de los derechos y la pugna por hacerlos efectivos. Si no existe un tejido social capaz de sentir y repudiar la discriminación de las mujeres, los derechos serán sólo declarativos. Si no existe un colectivo que se exprese como identidad social desde la cual formular necesidades y demandas, los espacios de ejercicio efectivo de la ciudadanía se limitan. 

En el contexto de los profundos cambios, económicos, sociales y culturales del Uruguay posdictadura, el desarrollo de nuevas identidades colectivas y personales ha generado cambios en la sensibilidad y los temas de preocupación de la sociedad y las personas concretas que la componen, mujeres, hombres, homosexuales, jóvenes, niñas y niños, personas con discapacidad, adultos mayores, minorías étnico raciales, etc. Estas diversidades debaten y cuestionan el concepto de ciudadano universal, reclaman el reconocimiento de sus identidades y pretenden ejercer sus derechos de ciudadanía a partir de ellas. 

Para las mujeres este proceso tuvo fracasos y frustraciones pero también logros. Las subjetividades colectivas y culturales de la sociedad uruguaya de hoy, comienzan a incorporar las desigualdades de género como una dimensión importante a la hora de entender las realidades sociales. Desde diferentes espacios del acontecer nacional las mujeres organizadas han contribuido a este cambio, transformando su disconformidad y sus críticas en propuestas y acciones. Se organizaron las mujeres rurales, las sindicalistas, las feministas, las mujeres de los barrios y las políticas y de ellas surgieron diagnósticos, demandas, cuestionamientos y soluciones. Después de años de trabajo muchos de esos espacios de organización decidieron agruparse para actuar en conjunto y aunar sus propuestas en una agenda común. Así surge la Comisión Nacional de Seguimiento. 

¿Por qué monitorear? 

Las acciones de Seguimiento y monitoreo tienden a fortalecer la capacidad de propuesta de la sociedad civil organizada para participar en el diseño de políticas públicas y desarrollar una nueva cultura ciudadana que signifique el reconocimiento de la diversidad y pluralidad de actores que participan de ella. 

La articulación entre "gobernabilidad" y participación y control ciudadano de la gestión gubernamental es a menudo planteada como incompatible, tanto por los gobiernos como por los propios actores sociales. Pero en los últimos años, y en particular en contextos internacionales, se ha enfatizado la necesidad de articulación de múltiples actores para enfrentar los problemas más graves del mundo: la erradicación de la pobreza, la destrucción ambiental, la equidad de género y la paz. 

La construcción democrática requiere de la articulación de ambos aspectos: una sociedad civil activa y espacios institucionales receptivos a buscar soluciones más eficaces y más participativas. Es así que las acciones de seguimiento y monitoreo establecen nuevos roles de control y fiscalización por parte de la sociedad civil, los gobiernos y la comunidad internacional, tendientes a hacer más transparentes las políticas públicas, haciéndolas también más eficaces y operativas en la resolución de problemas acuciantes para la calidad de vida de las personas. 

Desde el punto de vista temático los compromisos emanados de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en 1995 en la ciudad de Beijing, abarcan las principales áreas de preocupación detectadas como obstáculo para el avance de las mujeres en el mundo, y definen un Plan de Acción Mundial y objetivos estratégicos para cada área, estableciendo acciones tendientes a modificar la situación descripta y los obstáculos identificados. Estas acciones incluyen planes y programas, creación de organismos, previsión de presupuestos, realización de estudios, etc. 

La decisión de monitorear algunas áreas de las políticas públicas en Uruguay se orientó en primera instancia a conocer y medir los avances realizados en el país a nivel gubernamental y estatal, en torno a las áreas críticas de preocupación para el avance de las mujeres. Emprendimos esta tarea con enormes limitaciones en la medida en que no existen mecanismos institucionales adecuados en el Estado para que cualquier ciudadano o ciudadana acceda a la información de los diferentes organismos públicos. 

¿Cómo cumplir una acción de vigilancia si hay pocas estructuras institucionales nacionales o internacionales que ofrezcan un espacio para ese papel de fiscalización? 1 

El Sistema de Naciones Unidas, FNUAP, UNICEF, UNIFEM, en cumplimiento de la Plataforma de Beijing y de los compromisos de la Conferencia de El Cairo, han brindado su apoyo a las organizaciones no gubernamentales uruguayas "en su esfuerzo por crear redes para coordinar actividades de promoción y divulgación de información sobre la Plataforma para la Acción." 2 Surge así el proyecto de la Comisión Nacional "Contribución a la aplicación y seguimiento de los compromisos de Beijing" apoyado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas( FNUAP), en cuyo marco se han desarrollado actividades de monitoreo de las políticas públicas, seminarios , talleres de capacitación y publicaciones. 

Hemos asumido el desafío de evaluar las acciones emprendidas a nivel gubernamental, pero también de conocer, dialogar y apoyar a aquellos/as actores/as institucionales que impulsan la equidad de género desde su función. 

Nuestro trabajo se propuso salir del mero diagnóstico y avanzar un paso más, elaborando para ello un conjunto de indicadores para monitorear la Voluntad Política del Estado en el cumplimiento de los compromisos emanados del Plan de Acción definido en la IV Conferencia. Hemos llamado "voluntad política" al conjunto de acciones gubernamentales programadas y ejecutadas con el objetivo de repensar las políticas públicas considerando las diferencias de género de sus beneficiarios. 

El trabajo que presentamos fue elaborado en 1998 por un equipo de consultoras elegidas por su idoneidad en cada una de las áreas estudiadas: Educación, Salud, Trabajo, Violencia, Participación Política y Medios de Comunicación. El capítulo primero recoge la síntesis elaborada por la socióloga María Bonino, que coordinó los trabajos de cada consultora en el relevamiento de los programas y acciones gubernamentales, evaluando la voluntad política del Estado uruguayo para cumplir con las Conferencias de El Cairo y Beijing. Los siguientes capítulos abordan las áreas temáticas trabajadas por cada consultora, a partir de un conjunto de indicadores que permiten recopilar información estadística básica, y de entrevistas con los/as actores/as, a los efectos de ofrecer un diagnóstico de las acciones emprendidas a nivel gubernamental. 

Es necesario puntualizar que el trabajo contenido en esta publicación es un relevamiento y no una investigación de las políticas públicas en nuestro país. Creemos que el conjunto del documento ofrece un punto de partida necesario para la elaboración de propuestas concretas hacia el futuro a la vez que fortalece y califica la intervención de las mujeres de todo el país que, desde diferentes espacios de organización (político-partidario, social, sindical, feminista), están decididas a participar en la elaboración de las políticas públicas que aporten un cambio efectivo a la situación de las mujeres uruguayas. 

Como expresa el documento emanado de la IV Conferencia sobre la Mujer de ONU, "la creciente influencia del sector no gubernamental, en particular las organizaciones de mujeres y los grupos feministas, ha pasado a ser un motor importante del cambio". 

Lilian Celiberti 
Coordinadora de la Comisión Nacional 
de Seguimiento a los Compromisos de Beijing 

1 Gita Sen, Los desafíos de la Globalización , DAWN/REPEM, 1998. 
2 Plataforma de Acción de Beijing, Art.305.