Presentación de La Agenda
Presentación: Lilián Abracinskas
Tengo el enorme placer de ser la persona encargada de compartir
con todos y todas ustedes la alegría y el entusiasmo que
sentimos las organizaciones de mujeres integrantes de la
Comisión Nacional de Seguimiento y de las Redes con las que esta
comisión articula, de compartir y presentarles la agenda de las
mujeres.
Esta agenda es
expresión de nuestro compromiso para generar los cambios
sociales, políticos, económicos y culturales que nuestro país
necesita.
Con la presentación y con el contenido de esta Agenda estamos
ejerciendo nuestro derecho a la participación activa en un año
como este año electoral donde los partidos políticos en
contienda preparan sus posibles próximos gobiernos, pero donde
la ciudadanía tiene el enorme poder en las manos de decidir
quien gobernará.
Las mujeres organizadas, desde hace mucho tiempo, que estamos
decididas a cambiar el curso de una historia que ha tratado de
silenciarnos, que nos ha discriminado, pero que no ha podido
acallarnos.
La revolución de las mujeres que muchas y muchos ubican como una
de las manifestaciones más fuertes del siglo xx, ha generado
cambios y ha puesto en el debate público y en la esfera política
situaciones de injusticias promovidas desde patrones culturales
que han generado y generan profundas injusticias y han ocultado
la discriminación de género a los ojos de nuestras sociedades y
al interno de nuestras familias. Las relaciones de poder que
impregnan todos las formas de vinculación entre seres humanos y
entre la civilización humana y el planeta han probado ser
inequitativas, subordinantes, opresivas, desgastantes y
destructivas. Por eso, esas relaciones de poder autoritarias
deben ser transformadas, deben ser democratizadas y deben estar
orientadas a generar una convivencia más respetuosa de los
derechos humanos de todas las personas, sin discriminaciones de
ningún tipo.
Se deben democratizar las relaciones de poder a nivel de las
relaciones interpersonales, a nivel de las parejas, de los
núcleos familiares, de la vida comunitaria y barrial, al interno
de las organizaciones sociales, a nivel de las estructuras
religiosas, a nivel de los partidos políticos, a nivel de los
sindicatos. En las instituciones del estado, en las
instituciones educativas, en el ejercicio del gobierno nacional,
departamental y local.
Esta agenda de las mujeres en una propuesta política que se ha
elaborado desde la convicción que el respeto y las garantías
para el ejercicio de los derechos humanos debe ser el cometido
orientador de la transformación política.
Queremos que todas las personas, desde las diversas edades,
razas, etnias, culturas, géneros, idiomas, orientaciones
sexuales, capacidades, creencias y sea donde sea que les haya
tocado o hayan elegido vivir, tengan las mismas oportunidades
para desarrollarse. Lo que no quiere decir que se desarrollen de
la misma manera.
La diversidad, esta rica y vasta posibilidad de ser hoy una
persona, es un nuevo desafío para nuestras democracias porque
significa aprender entre todos y todas, a convivir con el otro
desde la constatación y aceptación de que somos diferentes,
pensamos distintos, creemos en distintas cosas, sentimos y
vivimos de múltiples maneras. Pero muchos y muchas queremos lo
mismo, una sociedad en la que todos podamos vivir de forma más
justa, equitativa y solidaria.
Es muy difícil ya hoy tratar de sostener que si se logra
resolver una sola dimensión de la desigualdad, se superarán, por
efecto dominó, todas las otras formas de desigualdad.
Si la realidad es compleja, y las injusticias se manifiestan de
forma múltiple e intervinculada, las acciones para
transformarlas deben ser, integrales y deben estar integradas.
El contenido de esta Agenda esta ordenado bajo 7 grandes temas,
como una forma de presentar las ideas. Aunque los contenidos
están altamente vinculados y las propuestas están pensadas de
forma integral.
Ciudadanía, Participación y Representación política, es el tema
que abre la serie de propuestas porque desde una concepción de
democracia participativa es que entendemos y ubicamos nuestras
propuestas en cada uno de los otros temas. Para nosotras la
democracia es un sistema perfectible y mejorable que dista mucho
de ser completo cuando más de la mitad de la población no tiene
igualdad de condiciones para decidir. Y debe enfrentar todos los
obstáculos en el camino para alcanzar una representación
equitativa en los cargos de dirección, de poder y de toma de
decisiones.
Pobreza y exclusión, es el segundo gran tema. La pobreza y la
exclusión es la situación que sintetiza todas las formas de
discriminación a la que se somete, a cada vez más personas,
convirtiéndola en una de las manifestaciones más flagrantes de
atentado a los derechos humanos. Esa situación de pobreza y
exclusión, sin duda, podrá ir revirtiéndose en la medida que se
garanticen formas de distribución más justa y equitativa de la
riqueza pero sólo será superada cuando todos los niños y niñas,
mujeres y hombres puedan ejercer libremente sus derechos. Todos
sus derechos.
Los derechos humanos son universales, indivisibles e
inalienables. Por ello, nuestras propuestas apuntan a que:
El derecho al trabajo, El derecho a la educación, El derecho a
la salud, El derecho a una vida libre de violencia, El derecho
al ejercicio de la sexualidad de forma libre y placentera, El
derecho a decidir sobre la capacidad reproductiva de todas las
personas, estén garantizados.
Esto se logra con la voluntad política de los futuros
gobernantes con políticas integrales que atiendan la múltiples
demandas y necesidades que, desde distintos espacios de la
sociedad estamos reclamando.
También se logra con una ciudadanía activa y con capacidad de
propuestas.
Nuestro aporte tiende a hacer recordar a los y las futuros/as
decisoras políticos que esas acciones y políticas deben
incorporar la dimensión de género, de lo contrario no estarán
abordado toda la complejidad de la situación social, política y
económica del país.
En ese sentido hemos elaborado propuestas sobre los mecanismos
estatales necesarios para avanzar en el logro de la equidad de
género.
Desde la agenda de las mujeres estamos planteando qué es lo que
queremos, y cómo pensamos que podría conseguirse.
Sentimos la responsabilidad política -en tanto mujeres
organizadas- de trasmitir los frutos de todos estos años de
experiencias y conocimientos acumulados.
De poner a disposición las sabidurías que hemos heredado de
antecesoras y compañeras que hoy ya no están con nosotras.
De aportar los aprendizajes acumulados y de hacer públicas
aquellas propuestas que consideramos indispensables para
alcanzar los objetivos deseados.
Queremos ser parte y participar en la construcción de un país
libre de injusticias, libre de pobreza, libre de violencias,
libre de discriminación
Pero también ...
Libre de sexismo, libre de homo y lesbofobia, libre de racismo,
libre de intolerancia, libre de fundamentalismos.
Queremos un país que garantice libertad y justicia para toda su
ciudadanía.
Y queremos construirlo con todos y todas ustedes. A eso nos
comprometemos.
Gracias
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