Nunca es fácil sintetizar un debate y se hace más
dificil cuando quienes lo hacemos, provenimos de diversas experiencias y países.
Esta, entonces, no es una síntesis, sino algunos de los puntos planteados para abordar
un tema de profundas controversias en el movimiento feminista de los últimos años: su
relación con los estados, los organismos internacionales y la banca multilateral.
Habernos dado un espacio para abordar esta discusión indica que queremos meternos más
a fondo en los debates económicos y políticos que están en el centro de los desafíos
de las sociedades de hoy.
La institucionalización de la perspectiva de género, supone la capacidad de elaborar
propuestas, articular estrategias de negociación y presión política sobre la base de
nuestra experiencia, de nuestro saber acumulado como mujeres y feministas. Hicimos este
debate, desde perspectivas diferentes, con dudas e interrogantes, pero concientes de
nuestra voluntad de incidir en la realidad de nuestros países.
Para algunas de las participantes del taller, la revisión de los proyectos del Banco
Mundial es un ejercicio que posibilita ciertos espacios de incidencia para el cambio de
políticas.
"Estas políticas están ya diseñadas, pero dejan fisuras donde las mujeres
podemos introducir nuestros temas . El Banco es un posible aliado en ciertas políticas
que nosotras queremos impulsar en los países . En El Salvador, por ejemplo, el gobierno
financió la investigación sobre estereotipos en los libros de texto. Nosotras podemos
argumentar ante las reformas de la educación- que en América Latina la calidad de
la educación no se puede alcanzar si no se revisan los estereotipos de género.
Nuestro interlocutor es siempre el gobierno de cada país. Aprendimos que como sociedad
civil y como pueblo tenemos el deber y el derecho de pedir cuentas a los bancos y
reivindicar espacios de incidencia. Cuando el Banco establece que el CAS (Country
Assistence Strategy: Estrategia de Asistencia para el País) es un documento propiedad del
Banco, ¿quién es el interlocutor? ¿El gobierno o el Banco? Por eso es necesario
involucrar a los tres actores. En el contexto de las multilaterales, en relación a los
préstamos y en relación al CAS hay tres actores. Ya sea el BID, la sociedad civil y el
gobierno. O el Banco Mundial, la sociedad civil y el gobierno, o el FMI, la sociedad civil
y el gobierno. Hay que exigir la interlocución."
Para otras mujeres este es un terreno lleno de dificultades. " Queremos entrar
al debate, pero no se sabe muy bien cómo ni por dónde. Es necesario un proceso que
permita identificar los ejes y definir criterios. Poder armar un equipo técnico que
genere insumo y que se apoye en una articulación política. Construir las instancias a
nivel nacional que puedan hacer que este esfuerzo tenga impacto.
Cuando decimos que en Centro América y México tenemos un avance en la perspectiva de
género en los programas, ¿cómo medimos esto? ¿En relación a qué indicador ?
Debemos hacer una aproximación más cuidadosa y requiere y ajustar criterios."
" El tema es de gran conflicto político. En Nicaragua acabamos de tener una
experiencia con relación al diálogo nacional. Una parte de las organizaciones decidieron
participar. Cuando llegó la hora de discutir la estrategia de ajuste estructural de
Nicaragua, las compañeras que estaban ahí se fueron. Dijeron que no estaban ahí para
avalar el desastre. Sin embargo, al mismo tiempo estábamos pidiendo discutir con el Fondo
y hablar con el Banco Mundial. Y éramos más o menos las mismas. Va a ser necesario
profundizar más la discusión sobre cómo podemos entrarle a estos temas. Hasta dónde es
cooptación y hasta dónde podemos estar. La vieja discusión. Cuando hablamos del Banco
Mundial es más evidente, porque estamos hablando de lo que van a ser las políticas
económicas del país durante 5 ó 6 años. En Nicaragua significa recorte de los gastos
del Estado y a 15.000 personas a la calle. ¿Somos o no somos parte de eso?
Es cierto que necesitamos un grupo de gente que se dedique a realizar el seguimienmto
de los bancos, pero sin grupos que presionen no vamos a ningún lado. De alguna manera
hace años que discutimos las políticas de los Bancos. En estos momentos estamos haciendo
propuestas más concretas, más articuladas. La diferencia es que ahora nos están oyendo.
Es el punto que nos obliga a hacer propuestas de más calidad y más globales.
Todo debate sobre estrategias de los movimientos de mujeres llevan a definir el sujeto
del que estamos hablando, la diversidad y pluralidad del movimiento de mujeres aparece a
la vez como riqueza y como debilidad .
Cuando hablamos del movimiento de mujeres habría que hablar en plural, no hay un
sujeto único. Esto supone que habrá estrategias en función de las identidades. Lo cual
no quiere decir que no podamos discutir.También inciden las diferencias geo políticas en
América Latina, procesos políticos diferentes, Estados diferentes y diferencias en la
percepción que la ciudadanía tiene sobre el rol de estos Bancos. Las organizaciones
vecinales de Montevideo con un gobierno de izquierda, presionaron para que la aprobación
de un préstamo del BID para el saneamiento de Montevideo.
El problema es que "nuestros temas" no tienen la suficiente legitimidad
para generar ese tipo de movilización. En América Latina estamos cada vez más
débiles en los niveles de articulación de la sociedad civil, el Estado, las mujeres."
Además, se agrega " es necesario establecer un nivel de concertación interna, para
validar nuestras organizaciones. Entrar en este debate exige mucho tacto y compromiso
político, a la vez que representatividad para garantizar nuestra tarea institucional.
Para algunas, la discusión se ubica en un plano muy operativo. "Estoy
preocupada con el tema de la educación. El Banco Mundial dijo que la educación de las
personas adultas es muy cara, mientras que, la Unión Europea dedica mucho dinero para la
educación de personas adultas, porque el conocimiento es la clave del siglo XXI, nosotros
estamos condenados a educación básica. Me parece importante incidir en el Banco Mundial.
Yo no sé cómo incidir en el Banco, pero creo en las articulaciones. Las mujeres
articuladas tenemos fuerza. Tenemos que confiar y articular con las mujeres que se han
dedicado a este tema. Si hay gente como la Red de Bancos y La campaña "El banco en
la mira de las mujeres" hay que articular con estas instancias.
Para otras mujeres, las cosas no son tan sencillas : articular cómo, para
qué :
" Es útil aprovechar el conocimiento y los contactos de todo el mundo. Fue con
ese criterio que comenzamos a trabajar en las Conferencias de las Naciones Unidas, que
fuimos a las cumbres y conferencias. El proceso de Beijing y de alguna de estas cumbres
revitalizó al movimiento a nivel nacional. Pero, ¿qué pasa? También en todo esto hay
peligros. Me preocupa si así estamos potenciando el trabajo de todas en los
países o ayudando a desdibujarlo.. Cuando hablamos en términos de "somos la
Artilculación, somos La campaña del Banco en la mira, somos la Red de no sé
qué..." ¿Dónde están esas mujeres de carne y hueso, que son las que en sus
países están luchando y haciendo las cosas?
En esta globalización: ¿Quién es la Red de Salud? ¿Quién es la campaña El Banco
en la Mira? ¿Dónde está el tema de la representatividad? Es un tema muy importante para
el movimiento. El trabajo de las mujeres de cada uno de esos países puede quedar
desdibujado, porque quien atrapa la atención y termina hablando con el Banco es tal o
cual Red.
Creo que eso es un peligro. "
" En México hay una coordinación de mujeres y organizaciones mixtas, de la
cual estamos muy orgullosas. Hay feministas, organizaciones de mujeres, partidos,
sindicatos. El objetivo era acordar una agenda y ponerla en la reforma del Estado. Puede
haber mucha diferencia entre los grupos de mujeres, pero logramos hacer esa agenda. Se
pueden hacer acuerdos a nivel micro. Los talleres de capacitación en cabildeo nos han
sido muy beneficiosos.
La salud y la educación: Cobertura vs calidad?
"No se trata solamente de decir "estamos de acuerdo con esto o con
aquello". Eso sería fragmentar la discusión. Tratar de ver las relaciones entre las
políticas internacionales y locales, es fundamental para nosotras.
Como ejemplo quiero abordar el tema de planificación familiar, las políticas
nacionales e internacionales. Es un elemento clave en la reforma del Estado y también los
Bancos han intervenido. Parte del tema de la reforma estatal es la privatización de la
salud y toda la pugna que hay por el recorte presupuestal en ese sentido. Por otro lado se
acentúa una tendencia de interés por parte de los Ministerios de Salud en cuanto a la
salud sexual y reproductiva de las mujeres o de las parejas, como quieran llamarle. Para
esos programas hay dinero, en el mismo momento que se ha privatizado y desmantelado el
sistema de salud. Entonces el tema para mí no es blanco o negro. Es fundamental, más que
sacar una declaración, tener este ejercicio y análisis colectivo comparado, que es
altamente enriquecedor en sí mismo."
Se aportan elementos de preocupación desde otras experiencias.
" En el caso concreto de los servicios de planificación familiar y control de
la poblaciónl ¿realmente está mejorando la condición de vida de las mujeres? O ¿
nos estamos haciendo cómplices de ciertas políticas con las que no queremos tener nada
que ver ? Cuando hacíamos la campaña sobre calidad de atención en los servicios de
salud de las mujeres tratamos de ver cómo se podían vincular las políticas macro con
nuestros intereses pero, en cada país se reducen los servicios públicos y se amplían a
la vez los servicios anticonceptivos para mujeres jóvenes. Entonces nosotras tratemos de
emparchar, y que esos servicios tengan una dimensión integral. Pero por otro lado ves que
esas políticas tienden a reducir la población pobre, a través de controlar la capacidad
reproductiva de las mujeres. ¿Dónde queda nuestro margen de autonomía?
" En el caso de la salud, la perspectiva del Banco no se centra en la calidad, se
centra en el acceso. Nosotras queremos analizar, desde la perspectiva de género cada una
de estas políticas, pero estrategicamente vamos a promover un cambio, seguimos teniendo
nuestra propia perspectiva, nuestra propia crítica. Porque para atender la salud
reproductiva, la política del Banco es acceder a las políticas de planificación
familiar. Ahí es donde vamos a hacer el cuestionamiento sobre calidad. Va a ser un
proceso largo, pero la idea es incidir desde nuestra perspectiva."
"Dar visibilidad a las mujeres y que tengan acceso a servicios es válido. Sé que
está relacionado con la política de ajuste. Concretamente en lo relacionado con el
crédito para mujeres, está asociado con el desempleo formal, con el cierre de empresas.
Pero nosotras nunca podríamos ponernos en contra que se les esté dando a mujeres el 50%
de los créditos. ¿Con qué cara o con qué derecho? Lo mismo en cuanto al acceso de los
servicios de salud. Aunque sabemos que abrir consultorios de servicios de salud no
necesariamente redunda en un empoderamiento de las mujeres, en una mayor autonomía, sin
embargo también sabemos que la existencia de esos servicios en zonas que no existían,
para las mujeres es un avance. La perspectiva de género es más que eso, pero no sé si a
nivel de los Bancos o quienes diseñan estas políticas saben que implicaría más
recursos. Acompañar estas políticas de salud o crédito, para que las mujeres crezcan en
poder, significa más recursos.
"En el caso de educación es interesante ver cómo intervienen todos los actores.
La educación es un tema socialmente muy importante. Nosotras podríamos hablar con el
Banco sobre las políticas de género en la educación, pero si los actores que tienen que
ver con la educación no son consultados, qué representatividad tenemos ? Los
actores son los maestros, los padres, los alumnos. Si hay una revisión sectorial de las
políticas del Banco a nivel de educación es necesario involucrar a los verdaderos
actores. El puente principal no está trazado y es el que se refiere a la legitimidad
social de nuestras utopías para que sean recogidas otoras sectores o actores. Nosotras
somos un actor secundario en términos directos."
Es una dinámica bastante compleja. Los organismos mixtos son aliados en ciertos temas.
En otros jamás nos van a acompañar. En el tema del aborto nadie nos acompañó. En la
campaña del Banco en la mira, vamos a monitorear el tema de la educación. A partir de la
propuesta elaborada por el Banco, estamos haciendo el análisis de los estereotipos en la
formación profesional. Me sirve para incidir en el Instituto Salvadoreño de Formación
Profesional, con el Ministerio de Trabajo.
Habría que ver si las políticas de género pueden darse de una manera absoluta,
radical. Si puede darse un cambio de la nada al todo. Yo no creo que sea posible. Porque
nosotras no somos monolíticas como organizaciones, ni tampoco lo es el Banco ni
los Estados. Hay fisuras que nos permiten incidir".
¿ Nuestra agenda en la agenda de los bancos?
" Aunque se haya avanzado en el movimiento de mujeres, la desigualdad de poderes
con los Bancos es tan grande que me cuesta un esfuerzo ver esto como prioridad en el
movimiento. La agenda se ha aplicado desde afuera. Ciertos temas que siempre nos
preocuparon están ahora en la agenda de organismos de crédito. Por lo tanto nos
convocan, pero con el sesgo o con el tipo de énfasis de esas agencias. ¿Será posible
que el movimiento de mujeres pueda intentar algún tipo de globalización desde nuestras
necesidades? Porque la vigilancia es un concepto que no implica solamente al movimiento de
mujeres sino a muchas organizaciones de la sociedad civil. Pero en el caso de los Bancos
la vigilancia es doble. Una es la política general de los Bancos, que después se
traslada a las políticas de los gobiernos. Ahí, hay que ver qué contradicción nos
plantea a nosotras en cuanto a las propuestas o las concepciones del desarrollo o el
encare social. Por otro lado está el seguimiento de las cosas puntuales que los Bancos.
¿Qué prioridad le damos al seguimiento de este tipo de proyecto, que se instrumentan
desde la óptica de los Bancos y que a su vez es mediado por los gobiernos de turno, donde
la forma en que se implementan dependen de los intereses de ese gobierno?
Dos cuestiones que tienen que ver con el tiempo y la energía que tenemos y la
posibilidad de tener un marco de referencia independiente o autónomo. Hay un
tercer punto que creo es el más espinoso, las políticas de estos Bancos están siendo
cada vez más importantes para definir la posible sobrevivencia de más de una
organización, no sólo de mujeres sino otras organizaciones de la sociedad civil. No es
tan claro que se pueda descartar ese tipo de apoyo ni que seamos capaces de definir los
términos en que queremos llevar adelante nuestros proyectos¨.
"Discutir el tema de los Bancos en América Latina significa discutir política
feminista. En este momento, el feminismo ha entrado en una gran nebulosa acerca de su
propuesta política. Este tema divide las aguas del feminismo en América Latina, como se
vio claramente en Cartagena. Cuando hacemos análisis acerca del tema de los Bancos, no
podemos olvidarnos en nuestro contexto- de lo que significan los Bancos para el
movimiento feminista y cómo nos posiciona a cada una de nosotras frente al movimiento.
Durante mucho tiempo el feminismo fue un lugar donde se delinearon utopías y alternativas
de cambio. Hoy no lo es. Hoy estamos en una especie de impasse, y nuevo posicionamiento
frente a este marco político globalizador. ¿Qué es lo que pensamos de la contradicción
que significa querer que haya más mujeres en el Banco Mundial y por otro lado saber que
de allí provienen los lineamientos `para las políticas de ajuste estructural que llevan
a la miseria a miles y miles de mujere?"
"Discutir sobre alternativa económica desde las mujeres no significa pensar que
las mujeres tenemos que tener una posición unívoca sobre eso. No sé si eso
cuestionaría o no su condición de militante feminista o su pensamiento. Lo que une al
feminismo son otras cosas, no necesariamente el posicionamiento ante el modelo económico.
Habemos feministas para las que es indispensable cuestionar el modelo económico, sin
embargo habrá alguna que diga: "hay un pacto diferenciado por género en el
modelo". Una posición uniforme no la podemos tener entre nosotras . Luego tenemos la
discusión de Chile, donde las institucionalistas serían más favorables a alistarse en
una campaña con el Banco Mundial, las autónomas nada que ver y hay otras que están con
un pie acá y otro allá.
Entonces tampoco podemos pedir que haya una clara política de género dentro del
Banco. Porque ¿ cuántas concepciones de género tenemos aquí, entre nosotras ?
Hay mujeres que asumen una lucha feminista desde otro plano. No debemos pensar que
solamente hay una única concepción del desarrollo. La concepción imperante ahora es el
capitalismo mundializado. Pero también hay una serie de movimientos a nivel mundial que
tienen que ver con las economías solidarias o sociales, que se alimentan con mutua
experiencia. Hay una propuesta inicial alternativa, donde los valores éticos de la
economía son severamente cuestionados, donde se plantea que frente al valor del mercado
se comiencen a desarrollar otros valores que tienen que ver con el esfuerzo cooperativo,
etc. Es necesario desarrollar ese pensamiento alternativo. Nuestro grupo se para en dos
patas: una pata son los cambios en las políticas existentes, buscando mejoras en las
políticas económicas que benefician a las mujeres, en una estrategia con el Banco
Mundial o con un monitoreo al Estado. Pero por otro lado está también la búsqueda de
alternativas. Porque la mayoría de nosotras trabajamos en proyectos. Queremos que esas
alternativas en economías, en las cuales las mujeres tienen un valor protagónico, se
desarrollen en redes, donde nos vamos a encontrar con esas feministas que están tratando
de hacer esa simbiosis.
Acerca de la "institucionalización" de la perspectiva de género
"En la política de los Bancos se ha comenzado a ver la importancia que tiene la
participación social para evitar los peores resultados de las políticas arbitradas.. Por
ejemplo, que esos organismos -que siguen siendo absolutamente burocráticos, con
determinadas políticas propias- por lo menos pongan en sus documentos que la
participación social es importante, y es importante para dos o tres temas que aparecen:
la equidad, la distribución de la riqueza... Incluso saliendo del tema de quiénes son
los responsables de las políticas y la relación que existe. En relación a la
institucionalización de la perspectiva de género en los documentos de los bancos, nos
pasa lo mismo que con los gobiernos, sin embargo es un camino que asumimos. Sin partir de
una posición ingenua, sin creerse todo lo que dicen o está escrito, ese es un camino que
da buenos resultados. El matiz es desde dónde nos colocamos nosotras. Lo que nos
problematiza a nosotras, es un problema en parte de terminología, en parte de concepción
y en parte también semántico. Cuando hablamos de "institucionalizar la perspectiva
de género", las latinoamericanas, las de habla castellana, pagamos tributo al
desarrollo intelectual del norte. Porque la palabra género no quiere decir nada. En
inglés quiere decir cosas. Acá no, acá es una palabra construida, una categoría en la
cual cualquiera hace una gráfica y pone: "tantas mujeres desocupadas, tantos hombres
desocupados..."y te dicen que es un índice de desempleo "por género".
Cuando hablamos de perspectiva de género, deberíamos ser cuidadosas en cómo lo usamos.
Cuando se habla de equidad y género, se alude a la equidad en los resultados y el acceso
a los recursos de los hombres y las mujeres. Avanzar hacia eso, mejorar la situación de
las mujeres con relación a los hombres en términos políticos, sociales. Tal vez los
pasos que podamos dar en los próximos cinco o diez años, o en un año, se relacionen a
que las mujeres sean consideradas, que no lo están siendo, tan simple como eso. En las
revisiones de proyectos que se han hecho no están consideradas las mujeres, no es que no
tengan perspectiva de género, sino que simplemente no existen, todavía son invisibles,
si nosotras nos proponemos ir caminando hacia eso y no nos creemos otra cosa, si no
tenemos una posición ingenua o exitista, es una buena base para discutir.. "
"Pensamos que los Bancos no tienen perspectiva de género. Pero sí sabemos dónde
están los vacíos de esos proyectos, desde la perspectiva étnica, ambiental, de clase y
de las mujeres. Tener un proyecto ahí o poderlo conocer, es una oportunidad grande.
Tenemos que fomentar más alianza entre nosotras, enriquecimiento. La campaña tiene en
cada país su situación, lo que le da flexibilidad en muchas cosas. Encontramos que es un
espacio para construir, lo que da muchas posibilidades."
Monitoreo, dialogo ¿negociación?
"Ni monitorear ni dialogar tienen que significar complicidad, sobre todo si lo
hacemos en calidad de dialogantes informales. Cuando hacemos propuestas u observaciones,
tenemos elementos para decir que " en este programa, aunque el Banco se comprometió
a esto, lo que está haciendo es esto". Como en el caso de planificación familiar,
que no tiene ningún beneficio para las mujeres. Siento que entrar en esas discusiones no
nos tiene que hacer cómplices, o aceptar cualquier cosa que proponga el Banco.
Monitoreamos porque queremos que haya un cambio".
"En el tema de los Bancos, el reto fundamental es lograr la sinergia de los
movimientos para el cambio social. Si no te interesa el trabajo de cabildeo hacia las
instancias multilaterales, muy bien. Te puede interesar el fortalecimiento de las
organizaciones nacionales, de las organizaciones de mujeres. La lógica del cabildeo no es
suficiente, pero lo otro tampoco lo es. En la medida que no logremos acompañar los
procesos de incidencia con los procesos organizativos que nos ayuden a ver dónde está la
realidad, cómo está avanzando el impacto".
"Mi preocupación en el caso del Banco, es esta tentativa fantástica de masificar
lo que les interesa. Entonces nosotras tenemos que tener metas globales. Pero según la
globalización hegemónica, hay solamente un camino a seguir.
La vida de las mujeres pasa por tantos tipos de espacios de políticas de desarrollo,
que tenemos un aporte especial para dar sobre qué significaría el desarrollo para
nosotras. Nosotras tenemos que hacer la síntesis propositiva más allá de la eficiencia
o eficacia de los proyectos y los programas. Porque es interesante la concepción de
aportar distintas visiones que hay en el mundo. El crack de la bolsa ha mostrado la
fragilidad de los sistemas.
En el caso de Brasil, estamos convencidas que hay cosas importantes que obtener del
Estado, porque es el espacio de representación democrática. y también es una cuestión
de soberanía. ¿Quién regula este gran mercado? El banco como accionista?
La organización civil refuerza los procesos de democratización. Somos más eficaces
cuando conseguimos estimular estrategias nacionales con demandas concretas, con políticas
públicas apropiadas. Queremos hacer los instrumentos reguladores nacionales. Lo más
importante para nosotras es fortalecer las organizaciones de mujeres".
"Acerca de cúando la negociación debe ser con el Banco o con los gobiernos, es
muy importante entender cuál es el papel del Banco dentro de esa negociación. Porque a
veces con el Estado no se logra nada si todo el poder de negociación está en el Banco.
Cada proyecto es diferente. No se puede perder de vista que hay que saber cuándo hay que
negociar con el gobierno y cuándo con el Banco. Por ejemplo, en Nicaragua se apruebó un
proyecto de 40 millones, del BID, para pequeños proyectos. Dentro de este préstamo hay
una línea de requisitos sociales y ambientales, que todos los proyectos productivos
tienen que cumplir. Lo interesante es conocer los requisitos, los criterios, porque ahí
también hay un corte de género. Los grupos de mujeres, los ambientalistas y otros están
muy interesados y ellos pueden hacer un monitoreo para ver hacia dónde va el dinero Sin
esa presión el gobierno de Nicaragua no va a usar el dinero según estos criterios,
posiblemente lo usen para aumentar su poder político.
Si la sociedad civil controla, el BID exige cumplir con los requisitos estipulados,
porque es un acuerdo legal. Según mi experiencia ni la mitad de los acuerdos han sido
cumplidos por los gobiernos. Si la sociedad civil no está presente el gobierno hace lo
que quiere."
"Tenemos varios planos, el de las multilaterales, otro a nivel del Estado y otro a
nivel del movimiento social. La estrategia que debemos seguir tiene que considerar esos
diferentes planos para identificar las alianzas o las posibilidades. Con respecto al Banco
Mundial y al BID, las alianzas tienen que ser desde la consideración de los distintos
grupos sociales. Porque no sólo nosotras nos estamos planteando los temas del ajuste. No
sé hasta qué punto tenemos posibilidades de intervenir es esa política. Por ejemplo
develar las contradicciones que hay entre la propuesta de alivio a la pobreza y la
pauperización de la población. Hasta dónde el proceso de democratización, enfrentada a
la exclusión.
Estas contradicciones nos convocan a participar en estos espacios, para ver qué
hacemos frente al Banco Mundial y el BID. La discusión no es si nos involucramos o no,
sino cómo nos vamos a involucrar. Será un proceso lento, en función a las fortalezas
que tengamos dentro de nuestros países, y a los temas que nos estén convocando como
movimiento de mujeres".