la palabra
Deck
Apareció el deck.
Es seguro que muchísima gente no ha oído nunca esta voz inglesa , pero, poco a poco, se va viendo y escribiendo por estos lugares. Aunque el objeto designado por tal sustantivo es fácil de nombrar en español, el anglicismo avanza. Que está en vías de imponerse no es exageración, pues nadie emplea el equivalente que tiene el español para nombrar lo mismo que nombra deck.
¿Qué es el deck? El observador, puesto delante del objeto, ve una superficie de acera (o acera y parte de calzada) cubierta por tablas unidas firmemente por yuxtaposición y colocadas sobre bases de unos veinte o treinta centímetros de altura. Generalmente hay barandas y un espacio abierto para el paso de las personas. No importa si está techado o no. En el deck se encuentran mesas que sirven para uso público, en las que hombres y mujeres beben o comen, según su preferencia. En resumen: el deck es una extensión –por lo general de madera- de un bar o restaurante, que hace más cómoda la recreación de los parroquianos, sobre todo de aquellos que están habituados a fumar o que quieren disfrutar de las temperaturas agradables de primavera y verano.
Es una novedad en el Uruguay. Hay decks desde hace pocos años y, según información de la Intendencia Municipal de Montevideo, el crecimiento de este tipo de construcciones aumenta considerablemente con el correr de los meses.
No hay que confundir con el clásico espacio de las aceras destinado a mesas y sillas para los clientes. Siempre hubo y nunca recibió un nombre particular o distintivo.
Conocido el objeto, hay que saber cuál es su denominación. Por supuesto, el anglicismo deck nada tiene que hacer. El Diccionario panhispánico de dudas no recoge la palabra; por lo tanto, no auxilia. El Diccionario de la lengua española (Real Academia Española. Madrid. 2001), en cambio, por vía indirecta soluciona el caso. Quien más, quien menos, cada hablante tiene en su archivo mental algún vocablo adecuado para decir deck. Si es útil o no, lo resuelve echando una mirada al DRAE.
El hablante A, por ejemplo, propone entarimado. Por las características del deck no hay oposición para considerar el nombre propuesto. El DRAE dice: "entarimado. m. Entablado del suelo". Y entablado, en su primera acepción: "entablado. m. Conjunto de tablas dispuestas y arregladas en una armazón".
El hablante B, por su parte, propone tarima, que es una palabra que no admite resistencia. El diccionario expone: "tarima. (Del árabe hisp. tarí, y este del persa taram, pabellón de madera). f. Zona del pavimento o entablado, superior en altura al resto".
Puede haber un hablante C que abogue por tablado. Esta voz lleva, en el Uruguay, a pensar en el Carnaval y sus festejos populares y callejeros. Todos saben que el tablado es un deck alto, de un metro de altura más o menos, donde los conjuntos carnavalescos cumplen su función específica. Aparte de esta definición, que no figura en el DRAE, el diccionario expresa en su segunda acepción: "tablado. Suelo de tablas formado en alto sobre una armazón."
Las tres propuestas parecen convincentes; más la tercera y la primera que la segunda. Esta deja al consultante dudando, pues al decir zona del pavimento o entablado no queda claro si es (a) "zona del pavimento o (del) entablado" o (b) "zona del (pavimento) o (entablado)". Es decir: no queda claro si se equiparan dos zonas (a) o dos clases de zonas (b).
En consecuencia, el deck, en español, es un entarimado, un entablado, un tablado. Tres contra uno. Es hora de que periodistas y comunicadores en general elijan y difundan.
Héctor Balsas
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