la palabra

Stock

Rompemos los precios. Debido al éxito continuamos hasta agotar stock.

Este anuncio y otros de tenor similar aparecen a menudo en la prensa o son dichos por radio y televisión. Se halla en ellos el sustantivo stock, palabra trasladada crudamente del inglés al español. Quizá, en un primer momento, se tomó en préstamo –como ocurre con frecuencia- por razones de comodidad: es muy corta, tiene sonoridad efectiva (Honoré de Balzac diría que suena como dos pistoletazos, tal como su propio apellido) y llama la atención de los lectores por su excentricidad ortográfica para ojos habituados a voces españolas.

Con estas características no es asombroso que haya hecho carrera entre los hablantes cómodos y cansinos, más amigos de decir que de expresar. Es decir: entre gran cantidad de hombres y mujeres que no reparan ni mucho ni poco en las voces que emplean en el intercambio diario de ideas y sentimientos. Tienen la suerte de no recibir, aunque más no sea, observación alguna y, en consecuencia, se mantienen en su hábito lingüístico.

Es posible que el lector de esta nota ya tenga en su mente el sustantivo español adecuado para sustituir a stock. Afortunadamente, alguna vez que otra se lo lee o escucha. Se trata de existencias, palabra que, para este uso, se utiliza siempre en plural; de ahí que, hasta agotar stock signifique hasta agotar las existencias. Así es, en efecto: en un comercio, sobre todo mayorista, se acumula el material de venta (por ejemplo, electrodomésticos) que debe distribuirse entre los negocios que solicitan determinadas cantidades para su venta. Ese material constituye un todo denominado en español existencias y en inglés stock. Basta la traducción para no caer en el uso de un extranjerismo innecesario, el que, precisamente, por innecesario es rechazable de plano.

Son, asimismo, reprobables términos formados con elementos compositivos del español, como estoquear, estoqueado y estoquero. Requieren la hispanización de stock en estoc (absolutamente inútil por todo lo expuesto) y luego la derivación con los sufijos –ear, -eador y –ero. Para estoquear se tienen los equivalentes almacenar y depositar y, para los otros dos vocablos, almacenador.

Héctor BALSAS

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