puzzle
El Medioevo que golpea a nuestras puertas

Gabriel Eira

En el '59, Walter M. Miller Jr. edita por primera vez su "Cántico a San Leibowitz". Dicha novela puede considerarse un monumento fundacional en una suerte de género literario que podría describirse como anticipación apocalíptica post-nuclear. La abadía de San Leibowitz, después de la Gran Catástrofe, se convirtió en el refugio de los pocos ilustrados que pudieron salvarse. Sus monjes fueron los celosos guardianes de la Memorabiblia, única biblioteca sobreviviente, y protegieron -copiando y volviendo a copiar a lo largo de los siglos- el conocimiento a la espera de un nuevo Renacimiento que pudiera valorar el tesoro que se había guardado.

La literatura precedía a la especulación teórica. La profecía apocalíptica de un retroceso al medioevo se erigía como advertencia estética a lo que posteriormente pasó a considerarse posibilidad concreta por parte de algunos sectores de la academia.

En la frontera entre los '60 y los '70, Roberto Vacca elabora una tesis inquietante: se producirá una nueva Edad Media en un futuro casi inmediato. En ella el pensador italiano refiere a la degradación de los grandes sistemas de la era tecnológica; al ser éstos demasiado vastos y complejos como para que una autoridad central pueda controlarlos (e incluso como para que pueda hacerlo un aparato administrativo eficaz) están destinados al colapso y, como consecuencia de su interdependencia, a producir un retroceso de lo que se ha autonominado como civilización industrial.

¿Profecía milenarista o diagnóstico convincente?

En el '73, la Casa Editrice Valentino Bompiane de Milán publica una compilación de cuatro trabajos: "Documenti su il nuovo medioevo". Estos trabajos muestran una mayor preocupación por los análisis concretos que por las profecías apocalípticas. Umberto Ecco estudia los paralelismos contemporáneos con el medioevo: la inseguridad, las sectas marginales, el carácter visual de la cultura y el gusto por el formalismo en la reflexión intelectual. Furio Colombo describe las concentraciones tecnológicas que comienzan a disputar al Estado los atributos del poder y anticipa los caracteres de los territorios neo-feudales. Francesco Alberoni se encarga de analizar las perspectivas de la industrialización en decadencia y Giuseppe Sacco analiza la posibilidad de modificar las tendencias hacia la ruptura del consenso, la fragmentación social y la multiplicación de identidades culturales y códigos de conducta.

En los '90, ¿se ha cumplido la profecía? ¿El fin del milenio abre las puertas a un nuevo orden feudal? El breve lapso de la dispersión, el mundo fragmentado al que refiere Castoriadis (y al que muchos insisten en llamar Postmodernidad) ¿ha sido la bisagra que articula la Modernidad con la diagramática de una Nueva Edad Media? El medioevo describe un diagrama netamente europeo. Rectifico; europeo-occidental. El New Order mundial, la cyber-aldea planetaria, ¿ha capturado también los procesos de este lejano rincón cisplatino? No se ha producido (al menos por el momento) el desastre profetizado por Vacca que, por efecto dominó, conduzca a la fragmentación feudal. Pero sin embargo...

Al tiempo que el Mercosur colabora -en tanto diagrama mítico- con el estallido de las fronteras nacionales, otros son los territorios que se delimitan. A pocos kilómetros de Carrasco se instituye el feudo de Lomas, donde unos pocos privilegiados se refugian tras las murallas de un Country con todos los servicios. Un barrio privado con seguridad propia, golf, equitación... Un neo-ghetto comunicado períodicamente con un trasporte que lo acerca en pocos minutos a ese otro ghetto que pivotea en torno a Arocena y Shroeder. Diagrama similar al de la Marina que balconea a Santiago Vázques y a los múltiples emprendimientos que se conjugan en el departamento de Colonia.

Y ghettos de la exclusión: Rincón de la Bolsa, Cerro Norte, Jardines del autódromo, Casabó...

Cementerios privados, Empresas de Seguridad, Colegios plegados sobre sí mismos. En la era de la fragmentación los territorios encierran al afuera tras los barrotes de los guardias privados y las alarmas electrónicas.

En las fortalezas de los Shoppings uno puede transitar tranquilo, jugar al Primer Mundo y navegar en el cyber-café, protegido de los nómades marginales por la acción de los guardias, más allá del estacionamiento. Mientras tanto el Centro se constituye en la Tierra de Nadie, amenazando con el tugurio.

A la fábrica y el macroaparato de la era industrial le sucede el espacio virtual de la Empresa como modelo paradigmático. Y ésta se despliega como un colectivo de microempresas relacionadas entre sí por lazos de vasallaje. Al mejor estilo feudal, los Señores en un lado se constituyen en vasallos en otro. La única salvedad reside en que la riqueza se sustenta en la virtualidad de los Servicios en lugar de hacerlo en la propiedad de la tierra.

El Estado se desdibuja en beneficio de la relación empresarial; flexibilización laboral, privatizaciones compulsivas, zonas francas..., las funciones del aparato de Estado pasan a ser ejercidas por agentes privados (y locales) regulados por la acción del mercado. Desterritorialización estatal y territorialización feudal.

Y está la materialización de una nueva forma de gleba, eufemizada por el papo-aparato de la empresa unipersonal. Los excluidos, nómades miserables del siglo XXI, transhuman su sobrevida encerrados en el afuera, por efecto de los dispositivos del Capitalismo Global Integrado, durmiendo en las puertas de las iglesias y las galerías abandonadas, vendiendo boletas de estacionamiento y bagayo trucho.

La cyber-aldea planetaria conjuga la fragmentación y el contraste. La autopista de la información se articula con el desastre ecológico, los teléfonos celulares con la ausencia de saneamiento, el boom de los 0 km con los carros tracción a sangre, el auge de turismo de elite con la crisis de las aerolíneas, los seguros de salud con la pauperización de la Salud Pública...

Y el nuevo clero post-industrial rinde culto a la tecnocracia y el pragmatismo económico. La jerarkia eclesiástica se ha trasladado del Vaticano a las oficinas del Banco Mundial. Mientras el sectarismo fundamentalista invade las tribus urbanas, mixturando la New Age de supermercado con los cultos afro-americanos, la astrología china con la medicina "alternativa", el fenómeno OVNI con la reencarnación y el psicoanálisis.

Vale seguir en el tema.



Portada
©relaciones
Revista al tema del hombre
relacion@adinet.com.uy