Lo inconciente, uno de los conceptos fundamentales en Freud, presenta
dificultades cuando se trata de establecer su definición.
Freud comenzó descubriendo el conflicto psíquico
y la represión como defensa patológica frente al
mismo. Para explicar el conflicto, la represión y las resistencias,
elaboró una representación del aparato psíquico
formada por diversos sistemas de inscripción de huellas
mnémicas, uno de los cuales era el sistema inconciente.
En 1923 definió las distintas instancias de la personalidad:
yo, ello y superyó, pasando el inconciente a calificar
tanto al ello como a una parte del yo y del superyó.
Consideraciones acerca de expresions de Freud que ofrecen matices o dificultades de comprensión o traducción.
La crítica general de la obra de arte (y sobre todo de
la pintura), se enfrenta a una doble posibilidad que da lugar
a dos canales paralelos. Se trata del criterio interpretativo
que viene determinado por el punto de vista del observador externo
al producto artístico (público, etc.) y se trata
de la actividad productiva o de las modalidades de producción.
Siguiendo un rasgo general de la tradición ilustrada, el pensamiento feminista ha tendido a presentar la emancipación o liberación de la mujer en el marco de una promesa de mayor felicidad para el género humano en su conjunto.
Muchas de las expresiones del arte prehistórico o del aborígen
actual presentan figuras con un alto grado de "irrealidad"
y escasa representatividad, y también aparecen diseños
geométricos que han resistido las valoraciones simbólicas.
Ello ahondó el interés en conocer la forma de producción
de estos diseños y se formuló la hipótesis
según la cual son producto de estados alterados de la conciencia
de sus creadores, logrados por ingestión o absorción
de alucinógenos.
Las preguntas por rasgos del desarrollo del pensamiento filosófico
en América Latina, por las posibilidades de una creación
filosófica original y por la dirección que ésta
debería tomar, constituyen hoy un "topos" en
los trabajos de los historiadores del pensamiento y de los filósofos
latinoamericanos mismos, quienes, en su afán cuestionador,
parecen prolongar pretensiones románticas del siglo XIX.
¿Qué es una sociedad buena o una sociedad justa? ¿Hace
falta para definirla hacer intervenir algo más que la felicidad
o el bienestar de sus miembros? ¿Es necesariamente igualitaria
una distribución justa o equitativa entre ellos? ¿Puede
haber conflicto entre los objetivos de bienestar, de libertad,
de igualdad? Y si es así, ¿Cómo puede resolverse
este conflicto?
El Preste Juan (Roberto Puig (h));
"Educación integradora (Luis Benavides);
De aquí para allá (Héctor Balsas);
Leos Carax (Eduardo Alvariza);
El intruso (Ana Luisa Valdés);
"Prolengómenos a una reflexión postergada" (Carlos Basilio Muñoz);
El tango nos espera a los 40 (Luciano Alvarez);
del número 16 al 30.
Dibujos: Rufino Tamayo
Portada | Revista al tema del hombre relacion@chasque.apc.org |