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Uno de los mayores problemas con el cual se tropieza dentro del desarrollo del entrenamiento moderno es poder cuantificar las cargas de trabajo. El cuánto y cómo constituye una verdadera interrogante para los conductores deportivos. Esto obviamente lleva a veces a una carencia de enfoque del entrenamiento: cargas demasiado livianas por un lado, o de exagerada magnitud, con verdadera agresión orgánica, por el otro. De todas maneras el conocimiento de la fisiología y bioquímica específicamente aplicada al deporte ha empezado arrojar claridad sobre estas distintas interrogantes. La cuantificación del entrenamiento ha posibilitado el gran avance del rendimiento en los últimos años, muy especialmente en los deportes cíclicos y medibles a través del cronometraje. Esto se ha hecho evidente en las carreras atléticas, natación y ciclismo. Básicamente el conocimiento de las áreas funcionales ha facilitado este cometido. AREAS FUNCIONALES ¿Qué es el entrenamiento por áreas funcionales? Por ello entendemos la aplicación de cargas determinadas de trabajo las cuales provocan modificaciones funcionales específicas. En realidad el concepto del área funcional no es nuevo. Hace aproximadamente unos 30 - 35 años el metodólogo alemán Toni Nett (1960) hablaba de "entrenamiento aeróbico" y "entrenamiento anaeróbico". Al respecto se enfatizaba que el entrenamiento aeróbico tenía ingerencia sobre las grandes funciones, especialmente el ámbito cardiovascular y respiratorio, mientras que el anaeróbico sobre la musculatura, y sin tener muy en cuenta a las grandes funciones. En la actualidad en cambio se reconoce la íntima conexión entre el ámbito cardiovascular - respiratorio con la musculatura: tanto el uno como el otro actúan aeróbica o anaeróbicamente, según el nivel de exigencia y en forma paralela. Sin embargo el reconocimiento de un área de trabajo, anaeróbica por un lado, o aeróbica por el otro, ya no es suficiente. Con posterioridad Hollmann (1976) efectuó una división categórica dentro del ámbito o área aeróbica: 1) bajo nivel, 2) mediano nivel, y 3) alto nivel aeróbico. Esta excelente división se justificó acertadamente en cuanto a las distintas demandas dentro de la propia área aeróbica y en las cuales se utilizan distintos porcentajes de sustratos energéticos. Areas Funcionales Aeróbicas Estas áreas es la que presenta mayores dificultades para su ordenamiento práctico dado que sus distintas características no se manifiestan de forma muy explícita. Recién a partir de ciertas magnitudes de trabajo las mismas comienzan a evidenciarse. ¿Cuándo se está trabajando dentro del área subaeróbica, superaeróbica y en el máximo consumo de oxígeno? En ese sentido existen distintas evidencias funcionales que se pueden constatar tanto a nivel de laboratorio como también en el campo práctico, las cuales pueden mancomunarse con bastante precisión entre el entrenador y el fisiólogo. Aquí existen manifestaciones funcionales cardiopulmonares como también hemomusculares. En las tres áreas aeróbicas estos valores se evidencian de manera particular, lo que responde a las distintas cargas de trabajo. Pasemos analizar a cada uno de los mismos. Area Subaeróbica (Nivel Aeróbico Bajo) Las variaciones cardiopulmonares como producto de la carga de trabajo a nivel aeróbico constituye los de mayor valor práctico y utilizable por parte del entrenador. Toma en cuenta tanto la frecuencia cardíaca como también la respiratoria (Mazza, 1995) en vías de ubicar los tres niveles de trabajo. Dentro de los valores hemomusculares se aprecia la medición de lactato (Keul, 1972; Mader y col., 1976; Stegmann y col.,1981) especialmente a nivel sanguíneo lo cual marca de manera indirecta la real magnitud de trabajo desarrollado. Cargas de trabajo con estas características permiten la realización de esfuerzos relativamente prolongados, con ciertas diferencias según se trate la técnica del entrenamiento. Trabajos contínuos o de duración permiten trabajar entre 45 min. y en casos extremos hasta unas 2 horas caso de las carreras atléticas, mientras que los entrenamientos fraccionados oscilan entre 30 y 45 minutos. La duración del trabajo (carga + recuperación) depende en cierta medida de la especialidad del deportista. Es obvio que el numero de repeticiones varía teniendo en cuenta las posibilidades de los deportistas. Si se toma en consideración el máximo rendimiento de los atletas en cada una de estas distancias, entonces sacamos en conclusión que aplicando los porcentajes a deportistas muy veloces ello posibilita efectuar mayor numero de repeticiones para la misma magnitud de tiempo. Con magnitudes de trabajo que oscilan entre los márgenes de 30 y 45 min. existen excelentes posibilidades para la utilización de los ácidos grasos libres y a la larga el consumo del tejido graso subcutáneo, estableciéndose una excelente relación entre la magnitud de este tejido con respecto a la masa muscular magra, y con la utilización relativamente baja de los reservorios de glucógeno. Sin embargo aún dentro del área de trabajo Subaeróbica conviene efectuar subdivisiones y teniendo en cuenta que se pueden obtener específicas variaciones funcionales, las cuales son muy importantes de acuerdo a los niveles de trabajo dentro de esta amplia zona de trabajo (Roces, 1993; Molnár, 1993). Area Superaeróbica (Nivel Aeróbico Medio) Dentro de esta área de trabajo existe un incremento de la demanda energética en la unidad de tiempo. Ello se evidencia a través de distintas manifestaciones funcionales, las cuales son de gran utilidad para el entrenador. Con entrenamientos que presentan estas variantes en relación al reposo se reduce la duración de los entrenamientos en relación al área anteriormente descripta. Así entonces en la realización de trabajos de duración o contínuos se llega hasta aproximadamente los 45 - 50 min. para los corredores fondistas, mientras que los de velocidad prolongada entre 30 y 40 min. En el caso del entrenamiento fraccionado entre 25 y 35 min. para los deportistas de larga distancia y entre 20 y 30 min. para los velocistas. Es evidente entonces que las modificaciones funcionales serán más intensas en algunos casos en relación a los trabajos del área subaeróbica, pero en otros aspectos ya serán inclusive diferentes. Los mismos los podremos apreciar de la siguiente forma: Aumento en la capacidad de producción - remoción de lactato (lactate turnover) intra y postesfuerzo. Incremento en la velocidad de metabolización del piruvato. Desplazamiento del umbral anaeróbica de lactato, estableciendo las bases para el aumento del máximo consumo de oxígeno. Aumento de la eficiencia metabólica glucolítica. Se entrena en forma prevalente la oxidación de los hidratos de carbono, con elevada capacidad de remoción de lactato durante las pausas del entrenamiento fraccionado. (autores varios, resumido por Molnár, 1993) El área de entrenamiento Superaeróbico constituye el pasaje entre las exigencias Subaeróbicas y el Máximo Consumo de Oxígeno. Por este motivo entonces se le debe de utilizar de manera sistemática dentro del plan de entrenamiento tanto en deportes cíclicos como en los acíclicos o de conjunto. Area del Máximo Consumo de Oxígeno (Nivel Aeróbico Alto) El área del Máximo Consumo de Oxígeno (VO2 máx.) impone elevadas exigencias a nivel oxidativo e inclusive la demanda de trabajo llega a magnitudes las cuales cruzan la zona del umbral anaeróbico. Desde el punto de vista global la estructura del entrenamiento se asienta sobre las siguientes normas funcionales: Dentro del área del Máximo Consumo es en donde se puede llegar a los mayores niveles de la combustión oxidativa (Hollmann, 1976; Shephard, Astrand, 1989) y es por dicha causa que las cargas de trabajo no se pueden sostener durante períodos muy prolongados. Así entonces los esfuerzos contínuos se pueden desplegar hasta unos 20 a 30 min., mientras que en el entrenamiento fraccionado se recomienda entre 15 a 20 min. Este abanico de esfuerzos se justifican por el hecho de que una carga de trabajo al Máximo Consumo de Oxígeno no necesariamente está situada en el 100% del consumo de dicho gas. Los investigadores manifiestan al respecto que la zona del Máximo Consumo se sitúa ya a partir del 90% de las máximas posibilidades (Hollmann, 1976, 1980, 1990). Una carga desplegada en el límite máximo del consumo de este gas se le puede desplegar solamente hasta unos 6 - 7 minutos de esfuerzo continuo. Un análisis de las características del entrenamiento situadas en dicha zona nos muestra los siguientes aspectos: a) Incremento en la potencia aeróbica, con aumento de la velocidad mitocondrial para oxidar las moléculas de piruvato. Se incrementa el consumo máximo de oxígeno tanto a nivel relativo como absoluto. b) Aumenta el potencial redox NAD/ NADH+ hasta las máximas posibilidades, con gran capacidad para captar el H+ a nivel mitocondrial en relación a su oxidación a nivel del ácido pirúvico. c) Se incrementa la velocidad de las reacciones oxidativas a nivel enzimático: malato deshidrogenasa, suscinato deshidrogenasa, citocromo oxidasa, etc. d) El incremento del potencial se produce tanto a nivel del ciclo de Krebs como en la cadena respiratoria. Aumenta la eficiencia del sistema de transporte y difusión del oxígeno con modificaciones centrales y periféricas. e) La combustión aeróbica de la glucosa se lleva a la máxima capacidad, mientras que la oxidación de los A.G.L. se reduce al mínimo. (autores varios, resumido por Molnár, 1993; Hegedüs, 1996)Estas constataciones a nivel biofuncional determinan paralelamente un enfoque práctico acorde a dichas características. Es importante el considerar la disciplina del entrenamiento dentro de las distintas áreas aeróbicas. En este caso específico entendemos el sujetarse en forma ordenada dentro del área funcional del trabajo programado. El entrenando tiene que entender que es lo que está haciendo, cuáles son los objetivos del entrenamiento aeróbico y la utilidad que proviene del mismo. Esto hay que enfatizarlo desde el momento en que se considera en forma habitual como "calidad de entrenamiento" solamente aquellos trabajos que son intensos. Esto constituye un grave error cuando se está en la búsqueda de determinados objetivos funcionales, los cuales no se obtienen con las cargas de entrenamiento de alta intensidad. Un entrenamiento situado dentro del área Subaeróbica no produce una sensación psicofuncional muy estresante, lo cual lleva a veces al deportista a pensar que el entrenamiento es "insuficiente". Por esta causa incrementa la intensidad de la carga y pasa a entrenar un objetivo distinto al programado. La persistente consideración de los objetivos del entrenamiento por parte del entrenador con sus dirigidos puede poner remedio a estos problemas.
Prof. Jorge de Hegedüs - Prof. Gabriel Molnar |
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Aspectos prioritarios en el desarrollo de las capacidades físicas Los Deportes Colectivos han sido clasificados de diferente manera, (como deportes de transición aeróbica-anaeróbica, aeróbico-anaeróbico intermitentes, etc.), pero todas las clasificaciones coinciden en la sucesión alternada y variable de esfuerzos anaeróbicos y aeróbicos. El modelo de rendimiento en el conjunto de los deportes colectivos, es el punto de partida para la metodología del entrenamiento de la resistencia especial en estos deportes, definida como &laqno;la capacidad de repetir esfuerzos breves de elevada intensidad y precisión, intervalados con pausas de diversa duración». La resistencia persigue entonces, el objetivo fundamental de permitir el mantenimiento de las propiedades fundamentales de juego. "El conjunto del Sistema Morfológico, Funcional y Metabólico, presenta respuestas de adaptación específicas para los distintos tipos de carga (estímulo), expresados en las diferencias de intensidad, volumen, densidad y periodización de la misma. Las cuales deben respetar prioritariamente las características específicas del deporte" Características motoras y cinemáticas de los Deportes Colectivos
Base neuromotriz de los Deportes Colectivos
Objetivos específicos
Orientación metabólico y funcional del Entrenamiento
Aspectos metodológicos · El desarrollo de métodos modernos de entrenamiento nos exige el conocimiento exacto de los perfiles metabólicos, funcionales y neuromotrices, tanto del deporte como de los individuos que lo practican. (Puede verse un modelo de Control de Entrenamiento aplicado al Fútbol en REALSoccer) · La intensidad de los esfuerzos esta regulada por la propia situación de juego y por su relación trabajo-pausa con un predominio de cargas que no superan los 10'' a 20". · La preparación muscular (Capacidades de Fuerza) presenta un rol prioritario, por el desarrollo de la Fuerza máxima, la potencia y la saltabilidad. (Alta velocidad de reclutamiento muscular, fuerza explosiva y alto control del modelo cinemático-técnico específico) · La resistencia específica debe respetar el contexto de alternancia de esfuerzos alácticos (altas intensidades) predominantes con alta restauración aeróbica y bajas tasas de lactato, con el objetivo de evitar las afectaciones producidas por la caída del pH muscular (Pérdida de la coordinación del gesto técnico específico). · El objetivo específico es metabolizar mejor el lactato y no solamente aumentar su tolerancia; entendiendo que altas tasas de lactato muscular y sanguíneo no representan la realidad específica en los deportes colectivos, lo que estaría representando cargas de niveles metabólicos muy por encima de los requerimientos de este deporte. · Esto exige una exacta valoración de la carga técnico-táctica y competitiva con el objetivo que esa &laqno;especificidad motriz» esté sustentada por una realidad metabólica también específica. · El Entrenamiento Aeróbico de Base, debe sustentarse en una conceptualización específica, y de alta transferencia hacia las características metabólicas, cinemáticas y biomecánicas de los deportes colectivos. Evitando en esta dirección el entrenamiento de muy larga duración y baja intensidad, que no estimulan la capacidad fundamental del juego. · No recurrir exclusivamente, ni abusivamente a cargas donde el control de la frecuencia cardíaca sea el determinante, como en los fondistas, en cuanto se desarrolla la componente lenta de la musculatura, siendo esto desventajoso para un deportista que necesita en la aceleración una componente cualitativamente muy importante (Alta Potencia Anaeróbica Aláctica.) · Los sistemas de entrenamiento de la resistencia específica mejoran la eficiencia del deportista, junto con su explosividad, aunque el mantenimiento de esta característica cualitativa en su máxima condición depende de la capacidad de recuperación y de la posibilidad de trabajar con altas potencias con niveles medios de lactato. · El Entrenamiento de la potencia aeróbica tiene como objetivo mejorar los costos aeróbicos de las carreras de alta intensidad, aumentar la velocidad de restitución de los fosfágenos y aumentar la velocidad de remoción del lactato. · La utilización de variaciones de los ejercicios competitivos, con mayor número de adversarios, o con número menor, con diferencias físicas, adversarios más rápidos o más lentos, variación en la amplitud de las dimensiones del terreno y de la duración del juego, son específicamente de alta transferencia. (Metodología de trabajo en Espacios Reducidos) · El deportista debe estar siempre en movimiento, a baja velocidad, y debe ser obligado a una mayor intensidad del gesto técnico aumentado la precisión, la velocidad o la oposición de un adversario, pero todo esto en tiempos limitados. (Relación entre la Potencia Aeróbica y la Potencia y Capacidad Anaeróbica aláctica) · El erróneo manejo de las relaciones trabajo-pausa, la escasa Base Aeróbica específica, el abuso de cargas técnico-tácticas o competitivas y el no uso de cargas Regenerativas produce niveles de la forma deportiva muy inestables, donde las posibilidades de adaptación del deportista se encuentran sobresolicitadas. · El abuso del entrenamiento de la resistencia a la velocidad, la capacidad láctica y la tolerancia al lactato generan, en el deportista una preparación inespecífica y desestructurante desde el punto de vista coordinativo y motriz y de alto riesgo lesional. · El impacto de adaptación metabólica y funcional debe surgir de la coordinación coherente entre los trabajos técnico-tácticos específicos y las cargas condicionales, en una correcta integración de la dinámica total del entrenamiento. (Unidad condicional y coordinativa) · El conjunto de estos elementos se asocia directamente a que el entrenamiento condicional de la resistencia, la fuerza o la velocidad esté al servicio exclusivo de la calidad técnica (individual y colectiva), o sea de las capacidades sensoperceptivas y coordinativas.
Recopilación: Prof. Gabriel Molnar |
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En el trabajo práctico los objetivos estarán centrados en provocar adecuados y estructuralmente correctos estados de tensión en el sistema muscular, manejando correctamente la intensidad de los estímulos y la entidad de la sobrecarga. Promoviendo el principio de la armonía, que garantice un desarrollo general de todo el organismo, sobre la base del respeto de los principios pedagógicos del entrenamiento. La especificidad del entrenamiento
Metodología General para el desarrollo de la fuerza
La fuerza es una capacidad motora condicional (Meinel) , definida fisiológicamente como la capacidad de una fibra o conjunto de fibras de producir tensión. Como concepto ampliatorios podríamos agregar: El concepto moderno del entrenamiento de la fuerza nos indica que es un concepto colectivo multilateral estrechamente ligado al resto de las capacidades condicionales (la velocidad y la resistencia) y a las capacidades coordinativas.
Factores Determinantes de la Fuerza Muscular
Intrínsecos: Extrínsecos: Condicionantes:
Factores Determinates de la Fuerza Muscular (V.N. Platonov)
La Coordinación Intra e Intermuscular El aumento de la intensidad del trabajo muscular selecciona el volumen necesario de unidades motoras e intensifica la estimulación de las fibras que ya están activas. La selección de las unidades motoras se da desde las motoneuronas más pequeñas hacia las mayores y de las unidades motoras más pequeñas también hacia las mayores. En la situación donde las necesidades de tensión son extremas desde un principio, las unidades motoras no se activan sucesivamente, sino que lo hacen en forma simultánea. El factor determinante de la cantidad y el tipo de fibra que son activadas es la magnitud de la carga. El SNC regula la actividad de acuerdo al nivel de fuerza que deba desarrollar el músculo y no según la velocidad de la contracción. De este modo en primer lugar se incorporan al trabajo las unidades motoras más pequeñas, las de las fibras tipo I. Cuando estas no son necesarias, se comienzan a reclutar fibras tipo II, inicialmente las tipo IIa y si los requerimientos son muy elevados se reclutan las fibras tipo IIb. Es importante entender la independencia en relación al factor velocidad, ya que por ejemplo un gesto con una carga muy submáxima realizado a elevada velocidad, activa predominantemente las fibras tipo I. A partir de una motoneurona pueden inervarse cientos de fibras musculares, y al mismo tiempo las fibras musculares pueden tener terminaciones tanto de la motoneurona propia como de motoneuronas mixtas. Por esta razón la capacidad de activar solo la cantidad indispensable de unidades motoras, es una de las adaptaciones más importantes del sistema neuromuscular, la coordinación intracelular. En los trabajos musculares prolongados se produce una alternancia de las distintas unidades motoras. Un importante efecto adaptativo en el entrenamiento de la fuerza máxima está determinado por el aumento del número de unidades motoras incorporadas al trabajo, que en una persona desentrenada no supera el 20 o 30 %, mientras en un individuo entrenado puede superar el 90%. Paralelamente el SNC desarrolla los procesos de coordinación intermuscular, a través del perfeccionamiento la labor de los grupos sinérgicos y antagonistas, factor indispensable para el logro de la eficiencia mecánica muscular. El cambio de las limitantes estructurales (articulares y musculares) es un factor determinante del desarrollo de la eficiencia. La efectiva coordinación intra e intermuscular determinante de la eficiencia muscular se observa en los electromiogramas integrados Mediante el conjunto de cambios morfológicos, bioquímicos y fisiológicos que integran los procesos de adaptación en el entrenamiento de la fuerza, esta puede aumentar entre 2 a 4 veces. Los distintos tipos de fibra muscular presentan umbrales de excitación diferentes. El umbral mínimo corresponde a la fibras tipo I (10 a 15 hz) que trabajan entre un 20 a 25 % de la fuerza máxima estática y cerca del 60% de la fuerza muscular estática trabajan las fibras tipo II entre 20 y 45 hz., mientras que para niveles tensionales máximos la frecuencia de estimulación alcanza los 45 a 60 hz. La magnitud y el tipo de fuerza que desarrolla un músculo depende de la proporción de los distintos tipo de fibra muscular. Las fibras tipo II proporcionarán las magnitudes de fuerza veloz y potencia, mientras las tipo I de la fuerza estática. Esto determina la posibilidad de hipertrofias selectivas de acuerdo al método de entrenamiento seleccionado. La fuerza que se logra mediante la utilización de ejercicios en altas velocidades (100º / seg) puede ser transferida a velocidades inferiores, situación que no se produce a la inversa, ya que los métodos de entrenamiento a bajas velocidades no transfieren los niveles de fuerza hacia las ejecuciones veloces. Las cargas destinadas a mejorar la velocidad o la coordinación deben ejecutarse en función de sus máximas posibilidades funcionales, para la construcción de estereotipos dinámicos positivos.
"Un ejercicio específico,
produce una respuesta específica en un individuo específico
y en un tiempo específico". Recop.: Prof. Gabriel Molnar |
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