Considerada la evaluación como un
proceso amplio, presente a lo largo de todo el proceso de enseñanza,
entonces, fines y objetivos, la selección de los medios y métodos,
su organización y los mismos procedimientos de evaluación,
deben ser objeto de un juicio antes de la toma de decisiones.
Así, debe considerarse
a la evaluación como "un proceso continuo, que todo lo penetra
y que responde a la necesidad de formular juicios sobre y a cada nivel del
proceso educativo (curriculum)." (B. Maccario)
La Evaluación pedagógica presenta
según J. M. de Ketele los siguientes objetivos:
· Controlar el cumplimento de las normas,
o sea hacer un balance de los objetivos terminales.
· Clasificar dentro de los grupos.
· Hacer un balance de los objetivos intermedios.
· Hacer un diagnóstico, para permitir
tomar decisiones de ajuste de los programas.
· Elaborar subgrupos.
· Seleccionar.
· Predecir un resultado.
Así concebida la evaluación
permite verificar el cumplimiento de los objetivos, apreciar el rendimiento
de los alumnos, convalidar una estrategia pedagógica, un método
o un material. Esto significa que la evaluación no solo es un balance,
sino un sistema de regulación del acto pedagógico.
En el ámbito de la Educación física y el Deporte
la evaluación nos debe permitir:
· Conocer
el rendimiento de el o los alumnos. Esta parece ser la finalidad
tradicional de la evaluación, calificar y establecer si el nivel
alcanzado permite acceder al siguiente nivel.
· Diagnosticar.
Entendiendo esto como la determinación del nivel de una situación
o de un individuo con relación a determinados parámetros.
El diagnóstico debe manejar 3 niveles, uno general o de inicio que
permite conocer las características de la población, uno específico,
construido para la recolección de información previa a la
realización de determinado ciclo del proceso educativo o unidad didáctica
y un diagnóstico de los puntos débiles, que permite corregir
las deficiencias del proceso de aprendizaje.
· Valorar la
eficacia del sistema de enseñanza. La evaluación
permite al docente establecer si los objetivos han sido adecuados, si los
métodos son los más convenientes y si las condiciones han
sido las adecuadas. Recordemos que las deficiencias no son siempre del alumno;
que también pueden ser consecuencia de la situación educativa.
· Pronosticar
las posibilidades del alumno y orientar. Orientación del
alumno hacia la práctica de alguna o algunas actividades educativo-deportivas,
tomando como referencia datos objetivos, conociendo rendimientos, capacidades,
intereses, dificultades y la incidencia de factores personales, familiares
y ambientales.
· Motivar
e incentivar al alumno. Para el alumno saber de sus logros, conocer
sus fallas y sus éxitos constituye un importante estímulo,
mostrando al decente atento a sus resultados. El planteo de objetivos realizables
y su verificación representa una importante retroalimentación
del proceso educativo.
· Agrupar
o clasificar. La formación de grupos homogéneos,
es uno de los objetivos que el docente se plantea para el logro de una tarea
que respete el principio de individualización. Los criterios de agrupación
son flexibles ya que la homogeneidad constante no existe. Por lo cual la
reagrupación es un proceso constante. La evaluación nos aporta
los datos sobre los cuales se han de basar las agrupaciones y la organización
de los grupos.
· Calificar.
Dar a todos los niveles información objetiva sobre el proceso
de formación (alumno, padres, etc.)
· Obtener
datos para la investigación. El conocimiento y estandarización
de normas facilita la tarea docente, por lo cual la recolección de
datos y posterior procesamiento estadístico aporta información
que nos permite mejorar la enseñanza, haciéndola más
científica y eficiente.
· Detección,
orientación y selección de talentos. Puede considerarse
una profundización de los conceptos de orientación deportiva
ya descriptos, dirigida específicamente a una actividad deportiva
y competitiva.
· Control
e individualización del entrenamiento deportivo. Para
el logro fiel del principio de individualización en el deporte es
necesario conocer su grado de evolución y adaptación a las
cargas, con lo cual fortalecemos el proceso de planificación.
· Control
y prescripción de programas de acondicionamiento físico.
La evaluación de la condición física permite el establecimiento
de criterios similares a los expuestos para los deportistas en lo que refiere
a la planificación de los programas en función del nivel de
aptitud, potencialidades, deficiencias, intereses, necesidades y objetivos
propuestos individualmente. Destacando la importancia que presenta la evaluación
como factor de seguimiento y motivación.
Recopilación: Prof. Gabriel Molnar |