ALMAS FRAGMENTADAS (8)

- ALMAS DE VISITA PARA COMPARTIR
- ALMAS ORIGINALES, FRAGMENTADAS, MULTIPLICADAS



Montevideo, 20/02/88

ALMAS DE VISITA PARA COMPARTIR

Veinte de febrero de 1988, casi las siete menos cuarto de la tarde.

Mi Señor..... Bien...

Anuncios y profecías como preparación que es,
anuncios y profecías, mis hijos,
las verificarán después.
Anuncios y profecías, sí almas mías,
así lo recibirán, con amor, con dolor,
pero con la alegría de toda la transformación
que luego se verificará.
Después de una noche tenebrosa,
al amanecer alumbra el sol
con los colores más divinos
en una aurora de bendición.
Así será almitas mías,
y ustedes preparados están,
tendrán la divina...

Mi Señor...

manifestación.
Como filamentos de luz
que de MI la recibieron
y pronto la irradiarán.
Benditos, capullitos de Cielo,
Benditos, pichones que anidan en mi corazón,
benditos, como plumitas de la Paloma,
que es el Divino Espíritu,
Paloma, Inmaculada, Espíritu Santo y Madre a la vez.
Pichoncitos que en esa Divina Alborada
todos se sentirán recobrar, renovar,
y rejuvenecer, sí, nueva fuerza
que en el Cielo reciben
en estos mismos cuerpos
con los que transitarán.
En nuevas palabras, ya la inspiración Divina
será tan patente, que a todos reconfortarán.
Irán por los caminos,
preparándolos estoy,
única Misión de todos los Tiempos,
es ésta, dice EL, que como Padre
los, voy guiando YO.
Unica Misión, no la hubo en los tiempos,
que cuando mi Jesús arribó,
anunció que vendría el Espíritu Santo
que daría testimonio de EL
y de EL hablaría también en su favor.
El Espíritu Santo como Paloma,
en un arrorró y arrullo,
arrullo de Paloma y arrorró maternal,
sentirán que con la dulzura infinita
les habla, los dirige, porque es el Espíritu de Gracia
de Justicia y de Verdad.
Pero la Justicia no es aniqui1ar,
la Justicia es la de amparar,
justicia para todos es por igual,
no piensen que una Paloma que tiene a sus pichones
y bajo sus alas los va a amparar,
pero alguno le dirá: no, no eres de aquí
al contrario, todos vengan aquí,
junto a mi corazón estarán.
Benditos, benditos del Cielo
que a la Tierra vinieron a sufrir.
Pidieron mayores tormentos
y los tuvieron en otros momentos,
porque no solo en éste el alma vino para compartir.
Vuestras almas que son de Eternidad,
vinieron en todos los tiempos a padecer,
padecieron el martirio, en hechos horrendos
y estando en un mismo cuerpo
se sintieron multiplicar.
Cuántos hombres estuvieron...

y veo las almas, mi Señor, las almas de los hombres también,

y a su pedido fue,
a compartir en los momentos
que una madre portaba en su vientre
al ser que debía dar a luz.
Y ese hombre quería conocer
los dolores de un parto,
como igualmente una mujer,
el alma de una mujer también,
en cuántos momentos se sintió multiplicar,
para estar en los cuerpos de tantos hombres
atados con cadenas, padeciendo y pereciendo a la vez,
en las más horrendas cadenas
y en las cárceles más tenebrosas,
durmiendo o comiendo entre ratas.
Sí, almas mías, así fue,
pero YO como Padre y Creador
junto a todos siempre estuve y estaré.
Jamás voy a abandonar a ningún hijo,
y mucho menos en su dolor.
No piensen que cuando sopla un viento
me voy donde un aire tibio pueda envolver,
no piensen que donde hay nieve
los dejo solos y me voy a una hermosa playa
a mecerme en las olas,
dejar que el mar me arrulle y me venga a cantar.
Jamás. Estoy en los mares también,
en los hijos que se ahogan me ahogo YO.
y en estos momentos les puedo anunciar,
están ocurriendo catástrofes tan horrendas,
me estoy despedazando en muchos sitios,
como ya he manifestado y en otros
me estoy ahogando también.
En otros azotado por vientos
y en otros arrastrado por lodo,
ahogándome en el lodo junto a mis hijos,
que a ninguno abandonaré,
multiplicado en cada uno.
y en los animalitos también.
En los árboles y en las plantas. que tienen vida.
ahí estoy YO también.

Mi Señor... me vuelves a recordar aquello, cuando yo quemaba el pasto, cuando arrancaba y decía, la gramilla es como un techo, Mi Señor para las plantas que no las dejan vivir. Las arrancaba y hacía enorme hoguera y me encantaba ver todo lo que el fuego iba dibujando, al quemar el pasto, pero me encantaba el chisporrotear de aquel fuego. Hasta aquel día que TU me aclaraste y me dijiste ¿sabes lo que es?
¿Qué es mi Señor? respondí. Cuando TU me dijiste, son los alaridos de las plantas. Son los alaridos de las plantas, con mi cuerpo hubiera apagado aquel fuego, qué desesperación Señor, nunca pude olvidar.
Es cuando comprendo que TU estás en todo, hasta en esa gramilla rastrera. Que cuando tengo que cruzar por un lugar y hay, pienso que te voy pisoteando a TI, mi Señor, y me desespero y te suplico que me perdones.

Estoy en todos los sitios -dice EL­
mas no se deben inquietar,
que cuando vuestros pies van caminando sobre MI,
no me pisotean, son como una caricia que recibo.
y YO en ese verde o marchitos o secos de los pastos
también beso los pies.
Respondo a vuestro paso,
y si alguien con fuerza un golpe me da,
no es un golpe en mi corazón,
con fuerza también le doy un beso,
porque son también parte de MI SER.
Jamás a ningún hijo abandonaré YO.
Almas mías, bienaventurados se pueden considerar,
han estado de tiempos en tiempo,
vuestra alma que es de Eternidad
pidió de venir tantas veces, una y otra y otra más
para compartir en todo
para a nadie poder juzgar.
Para haber pasado desde los villanos a los más santos,
desde el poderoso al mendigo que se va arrastrando,
que ni fuerza tiene para poderse levantar.
Han pasado por todas las razas,
han pasado por todos los tiempos,
llegando a los últimos momentos,
nadie a su hermano podrá reprochar.
Si en este tiempos se pueden ver,
uno en la opulencia y otro en el perecer,
Abundante su mesa donde puede compartir
con una sonrisa, el pan de cada día,
y piensa, y en otros lugares
de hambre muriendo están, cuántos niños
en estos instantes!
Sí, cuántos niños en estos también,
pero todos ustedes mis benditos hijos
en otros momentos han sido niños
que han muerto de hambre,
y con cada uno de ustedes he muerto YO también.

Mi Señor, TU nunca hablaste así en una reunión, nunca diste estas revelaciones, estos mensajes.

Llegó el momento de darlos y todos mis hijos deben comprender,
que han estado en todos los tiempos.

Mi Señor, ¿y si interpretan de otra manera?

Interpretarán tal como fue,
las almas son de eternidad,
desde el Cielo pidieron venir a padecer,
ya que han venido a pasar por todo,
por lo claro y por lo oscuro,
por lo sagrado y por lo tenebroso.
y así podrán comprender que nadie levantará un dedo
para a un hermano señalar,
Sino que dirá yo también he sido como él.
En el tiempo, no lo sé,
pero vuestras almas sí, lo saben.
Por lo tanto, suplicaron y dijeron:
si es necesario enlodarme
y en el lodo más repugnante hundirme,
me quiero hundir en él.
Esa es vuestra oferta del Cielo,
ángeles fueron allá.
Esa vuestra oferta que tanto amo y venero,
me glorifican a MI, como Padre y Dios que SOY.
Glorifican a vuestro hermano, a Jesús que es el Mayor,
glorifican al Espíritu Santo que es la Madre,
la Sagrada familia, pero cada uno es,
integrante de esa sagrada familia,
no lo deben olvidar,
que a mi imagen y semejanza a cada uno
en el Cielo los creé.
A imagen y semejanza nuestra,
de Padre y Madre a la vez,
cuando le dije: hagámoslos así.
Y así fueron, porque son en la Divinidad también.
Que unos son hijos y otros entenados, ¡jamás!
todos son hijos Míos y todos son sagrados,
benditos, benditos por siempre,
porque son bendecidos
desde y por toda la Eternidad.
Amén.



Montevideo, 20/02/88

ALMAS ORIGINALES, FRAGMENTADAS, MULTIPLICADAS

¿Qué tienes para esta bendita hija?

Tus inquietudes, tus dudas, tus temores,
todo se transformará en alegría,
ya no habrán sinsabores, sino divinos dulzores
que con tantos paladearás.
¿Recuerdas lo que mencioné? las almas son de eternidad,
además las almas tienen el Divino Poder
de sentirse también multiplicar.
Por lo tanto, es un sí, mi bien, es un sí,
presencia que es de Cielo, presencias de Divinidad,
las almas son eternas, se multiplican, no debes olvidar,
está la tuya como el original aquí,
pero cuántas partes de tu Ser, repartidos en el mundo
para compartir con otros hijos, están mi bien,
¿Entiendes mi bien? ¿entiendes? entiendes.
Y ahora comprenderás, cuando alguno de aquellos seres,
parta, que con él parto también,
aquella réplica pequeñita de tu alma
viene hacia ti, para darte más fuerza
darte más poder, porque el amor está todo
y la comprensión también.
Amén.


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