12/02/94
EL PERDON A LA MALDAD
Susana pidió El lobo y el Cordero. Bien, mi Señor, tu Bendición
ahora.
Mi Bendición ahora -dice EL-
y Mi Bendición siempre,
porque soy el Padre que los estoy bendiciendo,
no sólo en determinado momento,
en diálogo con cada ser estoy,
porque vuestras almas son de Eternidad,
no son pasajeras,
vuestras almas son los ángeles
que del Cielo vinieron
a estar como humanos en estos cuerpos,
en diálogo constantemente.
Y muchos dicen: Dios ¿dónde está?
Dios no me escucha.
Sí, Dios, Dios está, soy vuestro Dios,
soy el Ser que escucha,
soy el Ser que comparte,
soy el Ser que ama,
porque desde el Cielo
YO soy el auténtico y el único Papá.
Cómo no los voy a amar,
cómo no los voy a bendecir,
como cada trozo de pan
y si prometo que pronto podrán sonreír,
es que pronto termina el sufrir.
Tiempo de los Tiempos como es,
Tiempo de los Tiempos
terminan los horrendos momentos
y comienza la total recuperación.
la total y maravillosa transformación.
Es la redención total,
cuántas veces les dije, hijos míos,
que YO no soy Padre de un grupo,
sino soy Padre de todos.
Y en aquel calvario, aquel Hijo,
tampoco se ofreció por algunos
y no dijo: por determinada iglesia vendré,
sino pidió perdón hasta por los que lo martirizaban,
no lo deben olvidar, así lo hizo El.
Confíen en lo que digo,
la obra es de Amor,
pronto terminan los temporales de las situaciones,
pronto terminan los momentos sombríos,
las dudas, las vacilaciones,
y mañana ¿qué haré?
o después y el próximo paso ¿cómo será?
¡No! sé cómo será el mañana,
el próximo paso con qué seguridad lo voy a dar,
que aunque sean....
y estás mostrando, mi Señor, un tembladeral...
aunque sean arenas movedizas
no se van a hundir ya jamás.
¡Adelante, hijos míos!
Pero... ¿qué mencioné hoy?
Me estás mostrando, mi Señor, ese Arbol de Navidad, todo cubierto
de nieve y la paloma. Pero me estás mostrando un cordero que se asoma
debajo del árbol, un lobo de la otra parte. El lobo está con las
fauces abiertas, listo, el pelaje muy negro. Pero los veo a ustedes que se van
acercando. Y están mirando al cordero como diciendo: Al fin ya está!
Y al fin ese Arbol anuncia la tan esperada Navidad. Pero ¿y ese hermano?
Y si aquel Francisco en Asís decía hermano al lobo... Y veo que
cada uno dice ¿cómo yo no lo voy a llamar
igual? Yo lo llamaré también así.
Vamos hermanito lobo,
vamos, me voy a acercar a ti,
y sé que no me vas a dar ningún zarpazo
ni me vas a clavar tus colmillos,
sino yo te ayudaré
a que tú también puedas ser feliz.
Y veo una serpiente que está enroscada en el Arbol y la serpiente escucha
y dice:
Y yo representé la maldad,
y a mi ¿qué me van a hacer?
Y veo que se van acercando
Y a ti ¿qué te dijo la Madre del Cielo?
que te transformará en Bondad,
que nada se va a destruir.
Vamos, vamos, vengan acá.
Y veo que van saliendo muchas fieras como de una selva y se van, no agazapando,
se vienen como temerosos.
Y ahora... después de todo el mal que hice,
¿qué me espera?
Y veo también un cetáceo, veo la orca. Orca, es ese cetáceo
que le tienen terror en los mares es la asesina de los mares, como le llaman
y veo que se asoma también y dice:
Yo hice mal pero no lo sabía,
yo creía que era en defensa mía,
creía que me tenía que alimentar.
¿Yo también podré tener un perdón?
Qué increible, mi Señor, todo lo que estás presentando.
Y veo que se acercan y dice:
Ven hermanita, tú también.
Y se viene acercando a la orilla, como temerosa y dice:
Vuelvo a repetir,
no sabía que yo era mala,
y ahora me lo han hecho comprender,
pero cómo puedo reparar todo lo que yo he hecho sufrir.
Y veo a la serpiente que se hace chiquita, chiquita, y dice:
Y yo hice igual,
enrosqué a la Tierra
hasta sentirla asfixiar.
Yo era la maldad,
y ahora ¿qué puedo hacer?
Y el lobo está ahí y el lobo dice:
Asustaba con mis gruñidos
y huían los pastores con sus corderitos
y atrapaba a los que podía
y los despedazaba y me los comía.
Y ahora ¿por qué no hacen lo mismo conmigo?
Si yo también hice tanto sufrir.
Pero veo que se acercan y veo que se lo quieren repartir y tomarlo en brazos
y acariciarlo, y comienza a transformarse. Y ya, el pelaje negro, como he visto
otras veces, esto sí lo vi otras veces, se va haciendo como lanita muy
blanca, muy blanca y comienza a lamer como un cachorrito, pero es como un corderito
también y dice:
Améeen, améeen.
¡Oh! -dice el lobo- yo estoy diciendo améen,
entonces....
¿no hay un espejo que me pueda mirar?
porque lo que veo no es lo que yo tenía.
Mírate en mis ojos -dice alguien-
¿Cómo te ves?
No soy lo que yo era,
yo me podía ver en las aguas de los ríos
cuando me acercaba,
y yo mismo me asustaba de mí mismo.
¡Yo me asustaba!
¿Y ahora?
Y ahora ¿qué?
De lobo te transformaste en cordero.
¡Vamos! a retozar con todos.
¿Y tú? -le dicen a la serpiente-
¿Qué es lo que vas a hacer?
Y ahora tratar de reparar el daño que hice,
si antes enrosqué a la Tierra,
ahora la quiero acariciar
y quiero que pueda ella también florecer.
Y se acercan a la orilla del océano y allí está y dice:
Si pudiera volver a echar a los mares
todos los pececitos que yo devoré
si pudiera volver a verlos felices
y le dicen: no te inquietes,
que ya serás feliz,
porque verás la felicidad por doquier.
Y me muestra otra vez el Padre al árbol y ahí está la Paloma.
Y la Paloma comienza a transformarse en la Madre, y dice Ella:
Este es el Tiempo de los Tiempos,
en el cual se prometió que YO vendría
y aquí estoy con todos mis hijos,
jamás me alejaría.
Estoy con todos.
Y al decir todos mira a todas las fieras que salieron de la selva y la rodean
todas las fieras. Y en esas fieras están representados tantos seres que
se sienten como he dicho: como el león rugiente, otros, como el elefante
que puede pisar fuerte. ¡No! ahí están como echaditos todos
alrededor de Ella y Ella los acaricia a todos.
Y Ella de pronto, con esas alas enormes de paloma, pero con esas manos tan tiernas
de Madre, ella como no puede con sus dos manos solo, no quiere tener más
brazos que dos, dos solamente, pero con las alas comienza a acariciarlos a todos,
todos, no queda nadie fuera sin sus caricias. Y ahora de pronto se incorpora,
y extiende las alas así, sobre ese césped. Y dice:
Bueno, a subir todos rapidito,
¡vamos! que voy a formar un nidito.
Y todos trepan, todos, todos. Y también las fieras y también las
aves y también salen de los mares los peces y todo trepa ahí.
Y Ella hace su nido maravilloso, ese nido que comienza a irradiar luces divinas,
divinas. Todo. Y Ella dice:
Y ahora es mi Bendición,
Y al tomarlos a todos entre las alas comienza a bendecir. Y ese árbol
que era tan blanco, tan blanco, se puede apreciar dentro de su blancura un verdor
como nunca vi nada igual. Y Ella les canta su arrorró en su bendición.
(Canto en lenguas)
Y es como si de pronto todos los peces de los mares surgieran sus cabecitas
y estaban cantando con Ella. No quisieron venir a las alas, quisieron quedarse
en las aguas para acompañarla como un Coro. Y otros pájaros tampoco
quisieron venir porque quieren rodearla a Ella. No están en ese nido,
porque saben que igual están, pero rodearla con todos sus trinos. Y ahí
están todos, está la hurraca, que es conocida porque se lleva
a su nido todo lo que puede, pero no! está devolviendo, se arranca las
plumas, como diciendo:
Todo lo que saqué, todo lo vuelvo a ofrecer.
Y dice el Padre:
Llega el momento de la gran Bendición
el compartir, el compartir todo con ese infinito Amor.
Así, como ahora lo pudieron sentir
y mis hijos vivir, no sólo están ustedes.
Estoy viendo cómo están las estrellas y cómo los ángeles
que descienden se reúnen todos y vienen también...... ¡Ay!
perdón, perdón. Mi Señor, no te pido que me cures esto,
no es justo, pero quiero trasmitir todas las maravillas que vienen de TI, no
importa la tos, no importa.
Y aquí están tus ángeles y se acercan y están proyectados,
pero uno de ellos dice:
Vinimos en nuestras estrellas
a recibir la Bendición también,
vinimos y pronto serán invitados,
ustedes hermanitos, los llevaremos a ellas,
porque está todo dispuesto como dice el Padre,
este es el Tiempo de los Tiempos.
Ese hermano arroja esos dos besos como lo hacía Jesús, como me
enseñó el Padre a darlos a ustedes, el doble beso de la paz, del
cuerpo y del alma, hace así, y ahí, con los demás quedan.
Y ellos se toman de las manos, como rodeándolos, como formando una muralla
divina de protección. Y ahí están las estrellas también.
Mi Señor....
Cuántas maravillas pronto comienzan a vivir,
cuántas maravillas, porque por fin,
ya hasta las fieras, hasta los lobos,
con ternura inmensa, con amor, con una esperanza
que retransmitida también ellos van a sonreír.
Amén
Montevideo, 09/11/96
VISION DE LA MADRE Y LA SERPIENTE
Bueno, ahora pido la Bendición y cada uno con el corazón ponga
todo lo que necesite que yo los pongo a todos. Hubo muchas llamadas desgarrantes,
prometí que estarían todos. Solamente digo, Mi Señor, todo
lo que yo he prometido, TU que sabes que estás en cada uno, no me dejes
a nadie afuera, por favor. ¿Qué vas a decir hoy?
¿Qué voy a decir? que los amo,
que nadie falta en mi bendición,
estén donde estén, mis hijos,
junto a ellos también YO estoy.
Si en lo humano me reconocen y me abrazan,
los amo y los abrazo también.
Si en lo humano me rechazan
pero en lo divino nos estamos abrazando.
Si en lo humano, me agreden o me insultan,
en lo divino los estoy besando.
Son mis hijos, no hay otro Dios,
solo Soy YO el Dios y el Padre
que desde el cielo a todos he creado.
Estoy con cada hijo, porque también se ofrecieron,
como Aquél, no es el único, ese Cristo,
sino es el hijo que por todos se ha ofrecido
y no quería el dolor ne ningún hermano.
Pero dijeron: no, solo no te vamos a dejar,
vamos en los momentos más amargos,
contigo a compartir y contigo también para poder colaborar,
ayudar en todo a transformar la Tierra.
Tierra que está destrozada, ensangrentada,
pero transformarla en el Paraíso de esa promesa.
Así vinieron, almas mías, dejaron las alas,
dejaron el poder, dejaron la felicidad, la gloria,
para venir acá, a la Tierra, como humanos,
en lo divino, todos se conocen.
Pronto, sea la raza que sea y estén donde estén
se van a reencontrar, a abrazarse
y a reconocerse como el ángel que allá fue.
El cuerpo comienza a transformarse en semidivinidad,
pero nadie dirá: ¡¡qué bien que estoy, qué
bello soy!!
No, al contrario, la felicidad es ver la maravilla en los demás.
Vuestro ejemplo de ternura y de humildad, inmenso es.
Los bendigo como bendigo el pan,
así como si fuera la Tierra esto, y en la Tierra todo está,
como si fueran fotos duplicadas.
Fotos que están acá adentro,
pero están también tan grabadas,
porque en cada ser hay algo muy grande
y es el conocimiento de todos los hermanos,
es el amor hacia todos y que allá nadie pueda faltar.
Hubo una razón para el dolor, sí,
pero YO no creé ni la Tierra, ni el Universo.
Cuando se dice, Dios hizo esto e hizo aquello,
si la Tierra es Templo de Dolor,
qué padre va a hacer un calvario y decir:
vayan, hijos, vayan, que los destruyan totalmente.
No, hubo una razón para todo y pronto la conocerán,
¿Por qué fue formada la Tierra?
Por ustedes mismos, cuando comenzó el dolor,
se arrancaron parte de sí y dijeron,
vamos al dolor, como lo que somos también ahora aquí.
Así, almas mías, cómo no he de amarlos,
los adoro, adoración de Padre hacia los hijos,
no a MI, como Dios o Padre que Soy, no,
de MI hacia ustedes, y así los bendigo.
Pero no solo mi bendición, la bendición maternal también.
Como Paloma siempre viene, ahí está en un vuelo.
Viene, los envuelve a todos, y ahora comienza ya a crecer,
a crecer tanto, tanto, tanto....
Pero de pronto ya es paloma todavía,
creció tanto que envuelve al Universo entero en las alas,
no solo a la Tierra que es insignificante en el espacio,
sino a todo, lo une, lo une, entre sus alas
y ahora sí, ya comienza a transformarse en la Madre, la tan esperada.
Si este tiempo se anunció, apariciones de la Madre en todo lugar,
el mundo entero está recibiendo el amor de Ella,
pero no deben olvidar, cuando un hijo se arrodilla ante una imagen,
Ella en la imagen representada está,
pero se arrodilla delante del hijo para poderlo
en sus brazos sostener y aliviar.
No quiere sacrificio en ninguno, no pide a los hijos: adórame.
No, es Madre, Ella es quien les dio la vida en el Cielo
y la que está en cada ser.
Somos triángulo en cada uno, Trinidad Divina,
así somos, almas mías.
Y ahora, le dice a Ella, ahora Tú los bendecirás.
Y Ella, tomando todo el Universo, no solo la tierra, todo el Universo entre
las alas, y quisiera tomar todo y ponerlo así, así, todo, como
que la Tierra comenzara a florecer.
Déjame mi Señor,... las flores blancas que representan la pureza,
el verde que representa la esperanza y TU, como el tallo que sostiene la esperanza
y la pureza, que ya se manifieste en todos, te lo suplico, mi Señor.
No temas, dice EL, y repite
el canto,
repite la bendición, repite ese arrorró.
Qué difícil es repetir algo tan maravilloso. Ella los está
arrullando y no falta nada, la Tierra entera está. Hoy, en una visión,
permítanme que lo diga, hoy la veía cómo se acercaba y
besaba todas las fieras de la selva. Y cómo las fieras la abrazaban,
con sus patitas la iban abrazando, todas, todas. Y cómo la serpiente
la envolvía, la envolvía desde los pies, toda, toda y después
le ponía la carita delante de la cara de Ella. Y después decía:
No, pero te abrazo, porque como yo no tengo brazos
tengo que abrazarte con mi cuerpo,
pero si te abrazo de los pies no te voy a dejar caminar.
Y entonces se levantaba la serpiente, para abrazarla, el cuerpo solamente y
le decía:
Me dejas que te bese,
yo no te voy a inyectar mi veneno como te dije antes, no.
Te voy a dar un besito, porque Tu me hiciste cambiar,
me dijiste que yo también me iba a transformar
de maldad en bondad, ¿me dejas que te dé el besito?
Y veía cómo la serpiente escondía la lengüitay le
daba cerrando los ojitos un besito muy suave y Ella le daba un besote grandotote,
grandotote.
Y ahora, ahora estoy viendo otra vez todas esas imágenes, todos los animales,
todos extienden las patitas, los cocodrilos, todos quieren abrazarla.
Y la serpiente dice:
Qué egoísta soy, te tengo para mi sola,
yo representé la maldad, enrosqué a toda la Tierra,
ahora, también libre te dejaré para que a todos los puedas abrazar.
Y la Madre como si se multiplicara, como que puede multiplicarse, los mira a
todos y todos se sienten abrazar, no allí solamente, todos. Y Ella les
canta su arrorró.
(Canto en lenguas)
Y es como si de pronto todos los corazones comenzaran a repiquetear, como campanitas
musicales al viento, todos. Y es como si todas las estrellas se hubieran congregado
y formaran un gran corazón, todas las estrellas en el espacio y de pronto
comenzaran a irradiar su luz. Y no es una visión, veo auténticamente
la luz, lo envuelve a todos. Veo como que fuera enorme, enorme, hay muchos,
tantos, tantos. Y las luces esas, envuelven todo.
Y dice el Padre:
De sorpresa todos en la luz maravillosa se sentirán
envolver.
Sí, tesoros, tesoros grandes del cielo,
que se sienten a veces tan pequeños y a veces tan enlodados,
pero cuando se sienten enlodados, no olviden que en MI
el lodo se lo saco para volcarlo y llevarlo y dejarlos limpitos,
como las florcitas que representan la estrella del amor,
de la pureza, del bien y el sostén Soy YO.
Amén
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