PRIMER
ROSARIO DE DOLOR
LA
DOLOROSA
Montevideo,
14.9.85
Espíritu Santo que es Madre,
la Inmaculada, el Espíritu Santo es.
Así está compuesta la Santísima Trinidad
-dice EL-
el Padre, el Hijo y la Madre.
Una Paloma la representó, simbolizando la ternura,
y también lo que es el candor.
Pero llegó a la tierra en momentos de dolor,
Dolorosa junto a los hijos, Dolorosa y en gran temblor.
¿Qué sucede con los hijos?
Parece que van a sucumbir...
No temas, Le digo YO, que ya los verás revivir.
¿Por qué se desgarran tanto?
¿Por qué del Cielo acá?
¿Por qué perdieron su encanto?
Por qué de ángeles se transformaron en algo que no puedo mirar?
¿Y estos son los hijos de Cielo?
Estos son Nuestros ángeles de amor,
estos, que pronto nuevamente,
más hermosos te los brindaré YO.
El Cielo volverá a abrir sus puertas,
y de esto, ni señales quedarán,
volverán a ser los ángeles divinos,
y Tú, le dice EL, Mi Dolorosa, ya no sufrirás
más.
Tendrás el canto de ellos y su divino revolotear.
Tendrás las sonrisas de todos,
¡Vamos, sonríe, ya no sufras más!
Amén
Montevideo, 27.01.85
PAPA DUERME A MAMA: EL PRIMER SUEÑO
Dice la Madre:
Hay veces que me siento, como si me fuera a dormir,
como antes de partir del Cielo, estuvieron junto a Mi.
Luego fue como una modorra, extraño aquello todo fue.
Quería mantenerme ... no lo lograba...
¿Qué era lo que me pasaba?
No lo podía entender.
¿Cómo fue?... ¿Qué pasó?
Sentía como un sopor, qué extraño,
nunca he tenido... qué ha sido...
¡Ay... Mi Señor! ¿Qué es esto que me está
sucediendo...?
Primer sueño que se vivió.
En él me fui sumergiendo,
y era cada vez más el silencio,
cada vez... más peso... peso todo... voces ya lejanas,
imperceptibles, ya lejanas... ya después no supe más... nada..........
Hasta que llegaste a despertarme................
Llegaste hasta mí.....
¿Qué fue lo que me pasó? Qué extraño, qué
extraño... decía....
Después conocen lo que en eso siguió...
Muchas veces vuelvo a sentir como en aquel sueño...
y viví con un sueño tan profundo, tan profundo,
no tenía noción de nada, un sueño y no soñaba.
Pero ahora estoy aquí, con Mi Esposo y con Mi Hijo,
al mundo lo quiero unir, en un abrazo divino
y todos apretaditos, así, como alas con plumas suaves,
para a todos acariciar.
Y también de este plumaje, que en el corazón está,
que sienten que reposan, que aquí hay serenidad y hay paz,
pero late, late y pueden sentir, en cada latido, el amor que hay.
Y esto no es revelación, sino del sueño que es,
cuántas veces, siento el sopor,
como si me tuviera que sumergir en otro sueño.
Amén
Montevideo, 24.8.85
ROSARIO AMARGO Y ROSARIO DE GLORIAS
Rosario,
Rosario Divino,
bendito Rosario que pronto será,
de Glorias inmensas, de divinos cantos,
que con todos mis hijos entonado estará.
y no recordaremos el primer Rosario amargo,
que rezamos antes de partir acá,
cuando en un beso profundo y muy largo....
nos despedimos.....
Camino del Exilio... conmigo vinieron,
hijos míos, mis benditos, y llegamos hasta acá.
Rosario de amargura fue aquél,
pero Rosario de Glorias, el último será,
porque YO a ustedes los glorificaré,
y este Rosario bendigo en Mi Nombre,
en el de cada uno de mis hijos,
porque también representan al Cristo
y en el del Espíritu Santo,
como alas de Paloma,
como que la Madre es.
Amén
Salto, 22.6.85
ROSARIOS DE AMARGURA Y ROSARIOS DE GLORIA
Rosario
primero en el Cielo,
tan amargo, mi Enrique eso fue,
después distintos Rosarios se han rezado, hijo, en los tiempos,
pero el último que habrá,
será el del inmenso amor, mi bien.
Pero este último, no de ustedes,
sino Mío, para ustedes será.
Soy el Padre que lo he prometido,
pero será un Rosario de Glorias,
que parecerá no terminar.
Tanto como han padecido,
cómo no los voy a glorificar
Tanto, hijos, como me han acompañado,
que no olvido, las lágrimas que han derramado,
que han formado otro Rosario, de amargura, de dolor.
Por lo tanto, el que pides, este Rosario de amor,
habrán sí, Rosarios, hijos, Rosarios y se unirán,
Rosarios que formarán como un Mundo entero,
y todos en la plegaria estarán.
Sí habrán momentos de angustia que presento,
y como entrecortado el Rosario parecerá,
luego, cuando la luz arribe, pero desde dentro,
habrá un Rosario, de gracias que darán.
Esos serán para unir y el último que mencioné,
pero ya no tendrán sufrir.
Confía, que te lo cumpliré.
Amén