LA RECORRIDA DE LA MADRE POR EL MUNDO

 



COMO ANGELES ALREDEDOR DE LA MADRE, LA INMACULADA

Salto, 22.6.85


¿Recuerdan que les dije que yo veía ángeles que venían, que bajaban y que cantaban? ¿Recuerdan que les dije que sentía música también?... Bueno, estoy viendo los ángeles que llegan, con unos trajes divinos de luz y las alas maravillosas, de plumas suaves, muy suaves... Y algunos vienen con incrustaciones de piedritas. Pero son tan livianos, tan livianos y de tanta divinidad....
Y veo cómo llegan acá, y cómo con inmensa ternura a muchos los abrazan. Pero veo a dos que están a tu lado, pero todos están rodeados con ese amor inmenso, y esa suavidad. Nadie queda afuera de ese amor, nadie. Pero veo cómo EL, los mira y ellos comprenden. Y se acercan, no sólo a tí, porque veo que uno de ellos pone la mano en tu vientre... veo muchos, muchos que reciben esas manos de ángeles de Cielo. Y hay quien la siente en el corazón la mano, y hay quien la siente en la espalda, quien la siente en las piernas, y voy a hablar como humana, como si hubieran várices que tuvieran que ser atendidas. Quien la siente en la cabeza, quien en los ojos, pero todos reciben como esa caricia divina.
Y dice EL:
Como un intercambio divino,
sí aquí los corazones abiertos están,
cómo no han de venir los otros hijos míos,
sabiendo que ahí encuentran serenidad, ternura y paz.
Y ellos, como misioneros sublimes,
también legionarios del amor,
vienen a compartir con ustedes, mis benditos,
y a traerles, como una dosis de néctar de sublime dulzor,
que al paladearlo, muy pronto comprenderán lo que es.
Estos ángeles han llegado, no se retiran aún, dice EL,
pero los bendigo a todos, los que están y acaban de llegar,
y otros que también vienen volando y se van a congregar.

Cómo quisiera, mi Señor, que cada uno sienta esas manos divinas, esas manos purísimas, en sus cuerpos, en su corazón, donde hay un dolor, donde hay una necesidad y donde hay una opresión, Mi Señor. Cómo deseo que puedan sentir.
Y dice EL:
Pronto se reconocerán, porque la Tierra todos pisarán.
La Tierra los necesita, y así comenzará la armonía y la dulzura que los unirá.

Me muestras una Estrella inmensa, mi Señor, y en esa Estrella, veo esa Paloma, esa Paloma que representa al Espíritu Santo, pero que TU has revelado que, Padre, Hijo y Espíritu Santo es Padre, Hijo y Madre, representada por la Paloma. La Estrella se viene acercando más y más .... y viene la Paloma.
La cabeza de la Paloma, las alas y las patitas, las cinco puntas de la Estrella. Y a medida que se viene acercando, se viene transformando en la Inmaculada... la Paloma se transforma en la Madre. Y es como si hiciera un llamado, en cada punta de la Estrella, a cada uno... con el pensamiento, con las manos y hacia los pies... que quiere tenerlos a todos pequeñitos alrededor...
Y de pronto los veo a todos ustedes, como pequeños, alrededor, como formando ese séquito maravilloso, como a veces se ven en las imágenes... la Inmaculada rodeada por ángeles... así los veo a ustedes como ángeles alrededor de la Inmaculada.
Y dice EL:
Como ángeles alrededor de la Madre,
así almas mías, todos se encontrarán,
pero estos otros ángeles que han llegado,
no se van, hijos míos a apartar,
y han puesto sus manos benditas, en ustedes para aliviar.
¿Recuerdan?, mi Palabra ha sido distribuida,
derramada como el maná.
Y bendigo a todos mis hijos y una sublime bendición esta es,
porque es en Mi Nombre, como Padre que los he traído,
y con todos voy compartiendo,
como el Cristo que ya ha venido,
y al que pronto abrazarán.
Es Hombre, El como ustedes también,
tiene sangre que corre en sus venas,
y sonríe y llora a la vez.
Llegan las horas divinas y serenas
que al mundo le otorgarán, con el divino amén.
El también los bendice, hijos míos, amados,
como el Espíritu Santo en el amor y en la paz,
como Paloma que bajo las alas los protege,
contra el corazón los viene cobijando.
Pero al mismo tiempo, es la Madre, la Inmaculada,
que de los hijos, jamás se va a apartar.
Cómo no he de bendecirlos, si sufrieron hasta acá.
Cómo no he de bendecirlos, si no habrá jamás un renegar.
Cómo no he de bendecirlos, si pronto los glorificaré.
Tanto lo hicieron conmigo... Gloria al Padre...
dice EL,
digo y reitero: Gloria a mis hijos, por tantas lágrimas,
que derramaron hasta acá.
Gloria a mis hijos, que en mi corazón los llevo,
y de mi corazón jamás saldrán.
Amén,

Amén Señor


Salto, 20.09.84

LA PALOMA TRAE PAZ PARA TODOS


Todos piden algo.......
Y EL me está mostrando ahora y dice:
Pidieron por la llegada del Cristo y el pronto regreso también.
Pidieron por la paz para todos,
todo y a todos les responderé.
El lazo de amor que los une, almas mías, en mis manos está.
Son estas cintas divinas
-dice EL-
Mi Señor, son divinas en verdad.....
Cuántos de ustedes las unirán.......

Y veo que está distribuyendo las cintas entre todos, como si todos pudieran formar ese lazo de amor y de unión perfecto. Pero veo la llegada del Cristo y como si en esa llegada del Cristo todos corren con los lazos de amor para acercarse a EL.
Pero me está mostrando también, cómo la Paloma que representa el Espíritu Santo, viene para dar la Paz, esa Paz para todos. Y dice EL:
En un vuelo, una paloma gigantesca llegará,
mas es muy dulce y muy suave y nadie le temerá.
Trae en sus patitas el trigo y en su piquito ....
ya ven, es la ramita de olivo que simboliza la paz,
dice EL.
mas en ustedes he puesto las cintas
para todos y entre todos unir,
porque es la unión, la divina, con la llegada del Cristo
y El estará por aquí.
¡Cuánto de ustedes necesito, cuánto!
Y no como un inmenso favor,
sino serán las estrellas divinas que el mundo reconocerá.
Y establecerán en alto, muy en alto el honor,
el honor del cielo, hijos míos,
para esa pura y perfecta unión,
para esa llegada del Cristo, para esa nueva redención,
para ese pronto regreso que alguien ahora acá pidió,
para unirse y brindar la paz, después de la convulsión.
El mundo está sacudido y en vuestras manos pongo YO,
también la ramita de olivo,
para sellar esa paz y fijar por fin la unión.
Amén



Montevideo, 10.8.85

 

LA INMACULADA ABRAZA AL MUNDO CON FUERZA DE MADRE


Y ahora me muestras tu Mundo, mi Señor... el Espíritu Santo que viene y con sus alas envuelve al mundo.
Y veo cómo baja la cabeza y con el piquito, es como si estuviera besándolo. Y como el mundo va girando, girando, girando.... todo el mundo recibe besitos, del piquito de esa Paloma, que es Espíritu Santo.
Pero de pronto el mundo se detiene y el Espíritu Santo, Paloma, abre sus alas y queda detenida, pero comienza a transformarse... las alas en brazos; el plumaje, en un vestido resplandeciente... y se transforma en la Inmaculada.
La Inmaculada, ya es como un arrullo, como un arrullo y les habla...
Su palabra es:
Los beso y los bendigo,
son tanto y tanto de Mi Ser,
que muy pronto, benditos hijos,
sentirán cómo los abrazo,
porque con fuerza de Madre y amor,
los abrazaré.
Amén

Y EL dice:
Los bendigo en Mi Nombre
y en el del Cristo también,
el Cristo que pone su pie en la Tierra,
en ésta, la que será reconocida pronto,
como la Nueva Jerusalem.
Amén



Montevideo, 10.8.85

OTRAS APARICIONES HABRA

¿Qué he mencionado, almas mías?
Que otras apariciones habrá,
porque es el momento que llegue,
y el mundo la reconocerá.
Y que tiene cada nombre,
como en Lourdes, ... ¿cómo fue?
que en Fátima, que en Carabandal...
que en Las Piedras....?
¡En tanto lugar será también!
Y será sorpresa de muchos y dirán:
¡No, solamente aquello es lo real!
Y otros dirán: ¡No, en eso no creo,
lo que yo vi y que está más allá...!
que todo es tan auténtico,
porque en MI está el poder y digo:
Aquí la presento y aquí la presentaré.
Amén



Montevideo, 17.8.85

PALOMA, SIMBOLO DIVINO DEL ESPIRITU SANTO


Eres un pichón de paloma, mi bien,
un pichón que pronto, tus alas crecerán.
Sentirás que eres sí, una paloma inmensa,
y que a muchos podrás proteger, porque así lo harás.
Que el símbolo divino del Espíritu Santo, mi bien,
es una Paloma que representa ...
y sabes que es una mujer.
Que la Paloma viene en un vuelo
y de pronto paradita está
que desplegando sus alas,
y en mujer se comienza a transformar.
Así también tú lo eres, primero como un pichón,
mas luego como paloma con inmensas alas,
pero te transformas en mujer,
porque tú también eres Amor.
Que te he creado de Cielo,
que en la Tierra ahora estás,
que has vivido tan variados momentos,
Momentos, mi Señor,... ¿en los siglos que ha padecido...?
Momentos, comparados con la Eternidad.
No olvides, y considérate ya
como una aploma, mi bien,
cuántos se vendrán a refugiar,
bajo tus alas benditas.
Amén


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