EL
DIA GLORIOSO
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ESTA PAGINA
NAVIDAD ANTES DE UNA NAVIDAD, DIVINA
AURORA
NAVIDAD ANTES DE UNA NAVIDAD, ANUNCIAN LLEGADA DIVINA
PRONTISIMO ES
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EL UNIVERSO EN FIESTA SE CONGREGARA
GLORIA ANUNCIADA EN EL DIVINO DIA
COMIENZA LA GRAN FIESTA PARA LA HUMANIDAD
EL PAN DIVINO DE LA ULTIMA CENA
LOS HIJOS PRESENTANDO LAS SEÑALES
Salto,
22.12.84
NAVIDAD ANTES DE UNA NAVIDAD, DIVINA
AURORA
Dice
EL:
Navidad antes de una Navidad -dice EL-.
Hoy un adelanto será.
No como una Navidad del tiempo, sino la Navidad Celestial.
No la Navidad de un día que la cristiandad conmemora,
sino la Navidad, la de la Divina Aurora,
esa que anuncio para la que preparándose están.
Sé que mis hijos necesitan solución,
Sí, mi Señor, solución en lo personal,
pero los preparo -dice EL- para el encuentro con
el Cristo,
que su arribo pronto se verificará.
Pronto...
Mi Señor, pronto en el tiempo divino, o pronto en el tiempo humano...
Dice EL:
A Juan en el Apocalipsis presenté los hechos que
se habían de verificar,
no faltan ya en el cumplimiento, sino dos señales, nada más.
Dos señales para el mundo y luego la Divina Venida,
la que anunciada está.
Para eso, almas mías, es que los congrego y preparándose están.
Navidad antes de la Navidad, en cada uno como un renacer,
en cada uno como una nueva aurora,
sin temer a la noche cruel.
Mi Señor, me estás mostrando como en el peregrinar.... como si
estuvieran caminando... es en el tiempo actual... pero los veo como a los pastores,
rumbo a Belén, camino al pesebre. Así me los estás mostrando
a todos, mi Señor, pero hay muchos más también. Y los veo
con las ofrendas: quien lleva un corderito, quien oro, quien incienso, quien
mirra, quien lleva frutos, mi Señor, quien lleva nueces.
Y allí van a presentar al niño, hoy me presentaste al niño
como en edad escolar, pero fue como una representación de la inocencia
con su túnica blanca.
Todos son como mis niños, -dice
EL- todos en edad escolar,
mas pronto se sentirán graduados en la Universidad Celestial.
Les he prometido a mis hijos, toda la sabiduría y el discernimiento.
y el Poder que les otorgaré.
Todos tendrán el divino contento de ser colaboradores
con el Cristo también.
Perdón, mi Señor, me los estás mostrando por aquellos caminos
rumbo a Belén y veo que de distintos caminos van llegando, se van uniendo,
y aumenta el número. Hoy mostraste tu corazón derramando amor,
y ahora muestras muchas estrellas, la de Belén y muchas más que
los van guiando, que los conducen.
Pero no me muestras el temor que van a sentir antes, porque la noche va a ser
muy oscura.
Me estás mostrando la paz y la alegría con que van. Me muestras
los niños cómo van hasta saltando por el camino, felices. Y siguen
andando. Hay un grupo que va conversando, otro va cantando, nuevamente ese canto,
mi Señor, al amor, a la alegría y a la libertad. Ese himno que
entonan. Hay quienes llevan instrumentos musicales y acompañan todo.
Pero veo, mi Señor como... ¿qué es lo que está cayendo,
qué es lo que están tirando? ¿Van comiendo algo y van tirando
papeles o cáscaras...?
Observa bien, -me dice EL....
No, no distingo, mi Señor, es mucha la muchedumbre que va... no distingo
qué van tirando...
Observa bien... -me vuelve a decir.
¡Ah! sí, ahora veo, allí veo a alguien que se despojó
del orgullo y lo tiró. Y ese orgullo es pisoteado por los demás
que vienen atrás. Pero aquel otro, aquello tan negro que parece como
carbón, mi Señor... y ahora también lo pisotean. Pero al
ser pisoteado, se transforma, ya no es como carbón, se disgregó,
pero se transformó y forma parte del camino divinizado. Fue necesario
ser triturado. Y ese es el odio que llevaba aquel ser, mi Señor. Y los
demás ¿qué siguen tirando?
¡Oh! aquella muchacha que iba tan... tan contenta, dejó en el camino
su vanidad. Y mira, se ha tiznado la cara... en un gesto de humildad, mi Señor.
Y aquel otro tan altivo... pues su altivez la arrojó a los aires y...
se disgregó.
Y allá está aquella señora que se llama soberbia, ¡ah!
pero son muchos los que la desprecian ahora. No la quieren más. Y veo
las manos que se van extendiendo... por aquellos otros carbones tan renegridos,
los que representan al odio... y se dan la mano... están sellando la
paz. Y la paz con un amor inmenso. Y veo las manos que tiemblan de emoción
al unirse y al temblar de emoción es como si el corazón también
de cada uno temblara emocionado.
Y sigue la caravana.....
Y EL vuelve a decir:
Navidad antes de la Navidad, hijos míos,
como en un renacer, así en divina paz encontrarán
y en una sonrisa que siempre bendeciré.
Adelante en el camino, a no detenerse jamás.
Sé cómo se encuentran, mis hijos, los que están en laberintos,
los que se encuentran perdidos que no pueden la luz hallar.
Mas no los dejo solos, dice EL, si Soy el Padre que los creó.
No me miren como al Rey en mi trono omnipotente,
o como el juez que los censura o los castiga,
que jamás, dice EL, lo haré YO.
Si Soy Padre, Soy Comprensión.
Me muestras, mi Señor, una bandada de pájaros que llegan y son
todos variados. Y vienen cantando, y cada pájaro también representa
algo. Aquel que va adelante representa también al amor. El otro representa
algo tan necesario, la comprensión, mi Señor, y aquel otro, es
la ternura, mira cómo baja y con las alitas va acariciando a cada cabeza
como peinándolos como en una caricia, como si al peinarlo quisiera ordenarle
las ideas.
Y allí, en aquella parte que parece Sodoma y Gomorra... es el candor
y allí lo acompaña la inocencia.
Mi Señor, qué divinidad en esa caravana que sigue rumbo a Belén.
¡Qué divinidad, qué transformación!,
dice EL,
Pero me muestras allá a lo lejos... parece que no llegamos nunca, mi
Señor, me muestras el pesebre. Y el niño como si aún no
hubiera terminado de nacer. El pesebre que parece que está tibio como
si estuviera y todavía está vacío.
¿Por qué?
Y se sienten coros de ángeles cantando. Cantando, en ese canto de preparación,
esperando la llegada Divina. Y acá también, estos grupos que siguen
cantando ese otro himno. Allí es ese canto de Aleluyah, esperando a Tu
Hijo pequeñito y grande a la vez. Y acá es este otro canto que
los une, canto al amor, a la alegría, a la libertad. A la libertad...
Mi Señor, siento puertas... ¿qué pasa? ¿Se cierran?
No, dice EL, son puertas
que se abren,
cadenas que caen, otros cerrojos que se siguen descorriendo,
por eso es el canto a la libertad.
Siguen avanzando... seguimos avanzando... hay un pequeño obstáculo,
mi Señor, no es un estorbo en el camino, simplemente es como una abertura
en la tierra, es tan profunda, no la vamos a poder saltar, mi Señor.
Es que no vamos a poder llegar nunca, hasta aquel pesebre, hasta donde estará
Tu Hijo.
¿Qué pasa, mi Señor? ¿Por qué esa dificultad
que nos detiene en el tiempo? ¿Por qué tanto temor como nos rodea?
¿Por qué se ha ennegrecido todo? ¿Por qué tememos
a esa fisura... que se agrande y no podamos llegar? ¡Qué largo
se hace el tiempo. Qué vientos soplan tan fuertes que nos llenan de terror!
¿Por qué sentimos que la tierra bajo nuestros pies está
temblando?
Todos estamos apretaditos, mi Señor, y mis brazos no dan para albergarlos,
para protegerlos.
¿Por qué?
¡Ay! me parecía que los corazones ya no latían.
Comienza a amanecer, mi Señor, está aclarando, el viento calmó,
¡qué hermoso! ¿Y la fisura?... la fisura no está.
Sólo flores a los costados del camino. Y los pájaros, están
cantando en esta salida de tu sol, mi Señor. Cantando con nuevos trinos.
Y los corazones comienzan a latir nuevamente. Parecían que estaban todos
detenidos. Porque ni eso se sentía. Sólo el temor. Y ahora es
como recobrarse, como una nueva vida.
Miren, miren la estrella que está allí en el pesebre ... los atrae,
nos atrae. Corremos todos, corremos, todos queremos llegar pronto. Cómo
se fue dejando en el camino aquello que molestaba. Y ya liberados de todo, ¿qué
llevamos? amor, paz, sonrisas. Y ya estamos rodeando al pesebre. Y se toman
como en una rueda rueda, gigantesca, pero de varias vueltas y todos como en
una rueda rueda alrededor del niño. Porque todos se sienten como ese
niño en una nueva vida en un nuevo palpitar.
Y ahora todos los coros de los ángeles rodeando ... y el batir de alas
que es musical también.
Y dice EL:
Navidad antes de una Navidad
todo esto, almas mías, se va a cumplir.
El mundo en sombras tenebrosas se sentirá envolver,
pero en el amanecer será el revivir.
Todo esto lo anuncio, hijos míos,
pero sólo deben de pensar que ya no habrá un precipicio,
sino un camino de diafanidad.
Y se encontrarán con el Cristo
como un niño en la pureza y en el candor,
como un hombre en la fuerza, en el poder
y en la ayuda que les brindaré.
Porque con ustedes, y con El, también siempre estaré YO, dice
EL.
Y digo adelante en el camino, a amarse, a comprender,
a tender siempre la mano,
acompañando con la sonrisa
que nunca tienda a desaparecer,
siempre la sonrisa es el aliento
y la mirada y las manos como caricias que se brindarán.
Que donde encuentren el desaliento
sean ustedes el sostén, el aporte para los demás.
No piensen "y a mí qué",
piense cada uno, porque en cada uno estoy,
y en ese "y a mí qué", les respondo, hijo, hija:
si aquí me tienes a MI, que soy el Padre que te creó.
No olviden que el amor es inmenso y gratis, almas mías lo es,
la sonrisa no hay que pagarla.
Siempre en alto la fe, la esperanza no se marchita.
Y en la tribulación, recuerden, mis brazos están abiertos,
corran a refugiarse en ellos.
¿Sienten ya? Estos son, dice EL, los latidos
de mi corazón,
como campanitas muy tenues.
Y luego en esa Navidad como campanadas vibrantes,
pero con ustedes,
con vuestros corazones
así, al mundo lo envolverán.
Amén
NAVIDAD ANTES DE UNA NAVIDAD, ANUNCIAN LLEGADA DIVINA
Será
esa Navidad ansiada y anunciada también.
Será esa Navidad antes de una Navidad
que al Cristo lo tendrán y viene por tí y para tí también.
En esa llegada divina, después de una noche cruel,
trae en esa mañana, la serenidad.
La hora está anunciada,
el día ... ya lo sabrán.
La hora ... es en la alborada.
Los truenos se esfumarán
ya no habrá temor, hijos míos,
ya la oscuridad, inundada de luz será,
porque la llegada del Cristo todo esto lo aportará.
Y El trae la paz, la armonía, y antes de ello....
Me estás mostrando, mi Señor, que antes de estos hechos que van
a ser simultáneos en el mundo y antes de esa oscuridad que serán
las dos últimas señales, me estás mostrando otra vez, veo...
los seres que van por los caminos cantando.
Cantarán sí, hijos míos,
el cántico de felicidad,
el cántico al amor a la alegría,
el cántico a la libertad.
No olviden lo que les he dicho,
cuántos unidos irán por ese iluminado camino.
Porque aunque haya piedras y espinas
y aunque haya oscuridad
sentirán que la luz divina
todo eso lo alumbrará.
Amén
PRONTISIMO
ES
Mirta, un amanecer dorado. ¿Qué más agregarían?
el prontísimo de Papá.
Ay! mi Señor, qué apuro eh? Bueno, mi Señor...
Un amanecer dorado
como nuevos rayos del mismo sol,
será como poner oro en toda la Tierra,
no el material, sino en la divinidad
de la Total Redención.
Y el prontísimo Mío,
prontísimo es.
Cuántas veces les he dicho,
sé cuántos segundos tiene cada minuto
y cuántos minutos hay en la hora,
cuántas horas hay en el día,
si en todo estuve, estoy,
y hasta la total transformación
siempre estaré.
Y luego a seguir todos juntos en el Cielo.
Jamás, jamás de ninguno YO me aparté,
al contrario, mis bien amados,
si digo el prontísimo y digo:
es el Tiempo de los Tiempos,
todo será otorgado,
Y ese Amanecer Dorado,
ese...
Me lo muestras, mi Señor, qué maravilloso que es, es... no se
puede comparar así, a veces decimos, podemos estar viajando y vemos la
salida del sol y la vemos en sus tonalidades maravillosas... pero no se puede
comparar lo que TU me estás mostrando en belleza con eso otro. No hay
pinceladas que puedan llevar tanta grandiosidad. Y es como ver a tus hijos también
resplandecer. Es verlos contemplar arrobados, todos, todos,... y es como si
todo aquello se reflejara, pero no es que se refleja en el frente y en la espalda
¿qué? no!, los envuelve totalmente.
Ese Amanecer Dorado,
en un prontísimo que pronto vivirán.
No doy día,
no digo cuándo,
sólo digo:
Prontísimo, hijitos,
vivirán esta Divina Realidad.
Amén
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