Cooperativa de Viviendas por Ayuda Mutua MUJEFA
Reciclando el futuro
por Diana Cariboni
Una cooperativa de vivienda constituida so'lo por mujeres no es cosa comu'n. Menos au'n si se dedican a reciclar y recuperar una casa que fue palaciega para dar vivienda a sus familias. El proyecto cuenta con el apoyo del Departamento de Obras y Servicios a la Comunidad de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM), y un equipo te'cnico multidisciplinario con participacio'n de la Unidad Permanente de Viviendas de la Facultad de Arquitectura.
Historia y barrio
La casa de la calle Pe'rez Castellano fue finalizada en 1886. "El primer propietario fue un patricio de apellido Cajaravilla -recuerda la arquitecta Charna Furman, integrante del equipo te'cnico- perteneciente a la alta burguesi'a, que tuvo once hijos".
Aproximarse a la historia de la casa es una tarea permanente para las mujeres, que desde que comenzaron los trabajos han recibido las ane'cdotas y los recuerdos de los vecinos, a trave's de los cuales se mantiene la memoria del barrio.
"Un di'a cuando recie'n esta'bamos abriendo la casa, un sen~or que pasaba por la vereda se acerco' y nos dijo: 'Yo naci' en esta casa'", asegura Furman.
En su largo siglo de vida, la casa fue sucesivamente vivienda de un me'dico ingle's, pensio'n de sen~oritas, el Hotel San Marcos, y ma's tarde tugurio, habitada por hurgadores de basura. Luego de dos an~os de obsta'culos legales, la casa fue adquirida por la IMM, para dar lugar al plan piloto de reciclaje.
Una ciudad que se vaci'a
En un proceso histo'rico que ya tiene de'cadas, los barrios tradicionales de la ciudad -Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur, Palermo- fueron vacia'ndose de habitantes. Las viviendas ma's viejas fueron paulatinamente deshabita'ndose, en algunos casos como consecuencia de la especulacio'n inmobiliaria. Por otra parte, los sectores ma's pobres de la poblacio'n, ante la imposibilidad de pagar los altos alquileres, fueron empujadoshacia las zonas perife'ricas de la ciudad, precisamente donde no existen los servicios ba'sicos: transporte, saneamiento, agua potable.
Por lo general, las poli'ticas gubernamentales en Uruguay han promovido la construccio'n de viviendas en las zonas alejadas, donde la falta de infraestructura urbana hace ma's difi'cil el afincamiento de las familias pobres, que gastan mucho ma's en transporte y carecen de otros servicios, como escuelas, guarderi'as y hospitales.
Este feno'meno movio' a la IMM a desarrollar un plan piloto de reciclaje de viviendas en barrios tradicionales.
Segu'n Furman, dicho plan "se lleva a cabo para demostrar que es posible radicar poblacio'n de bajos recursos en los barrios histo'ricos de la ciudad, en contraposicio'n a las poli'ticas que promueve el gobierno central de llevar adelante programas de viviendas en zonas muy alejadas del centro. Montevideo es una ciudad cuya poblacio'n no crece. Sin embargo, la ciudad cada vez se extiende ma's. A veces con casitas humildes, otras conas entamientos precarios o "cantegriles" (villas-miseria). Eso sucede porque cada vez hay ma's sectores de poblacio'n que no pueden pagar los altos precios de los arrendamientos".
Segu'n ca'lculos recientes, el promedio del costo de los arrendamientos es de US$ 400 mensuales, unos 2.600 pesos uruguayos, lo que representa casi cuatro salarios mi'nimos.
El casco de la ciudad se va vaciando. Segu'n el u'ltimo censo nacional, efectuado en 1985, un 10% del parque habitacional de Montevideo esta' deshabitado.
Como las poli'ticas de vivienda no son cometido de la comuna capitalina, la IMM encaro' el proyecto piloto en so'lo tres emprendimientos: en el barrio Palermo, en Goes y en la Ciudad Vieja.
Ayuda mutua
Por otra parte, la solucio'n de la vivienda para los sectores ma's pobres no es posible en forma individual, el plan se apoya en la modalidad de la ayuda mutua. "El Sistema Integral de Acceso a la Vivienda (SiAV), implementado por el gobierno nacional, a trave's del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, esta' demostrando que la gente que sale sola a resolver su vivienda encuentra muchas dificultades, por los pocos recursos de que dispone", afirma la arquitecta Furman. Como contrapartida, una cooperativa por ayuda mutua, que adema's supone el trabajo solidario de sus integrantes en la misma obra, con el asesoramiento de un equipo te'cnico y la financiacio'n adecuada, representa una opcio'n diferente.
El equipo multidisciplinario que asiste a la cooperativa esta' compuesto por la asistente social Raquel Mo'rtola, la psico'loga Rosa Acher, la escribana Teresa Gutie'rrez, el contador Jorge Croche, y las arquitectas Beatriz Tavokjia'n, Mari'a del Carmen Queijo y Charna Furman.
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Montevideo/URUGUAY
Edición Internet 1997: Guillermo
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