Reportaje a Arana / Revista Posdata / Montevideo
El déficit económico es controlable,
el social imperdonable
Con las encuestas a
su favor (65%), el arquitecto Mariano Arana no puede evitar
hablar como el futuro intendente de Montevideo. Reconoce que su
perfil académico y personal ha marcado la gestión municipal,
pero niega que su
administración se haya ocupado solamente de embellecer la
ciudad, dejando de lado las zonas periféricas de Montevideo. Se
compromete a no aumentar los impuestos pero sí a la
participación de los ciudadanos en las decisiones de la comuna
con respecto a obras.
Afirma que los temas políticos
"no le gustan" y prefiere hablar de sus obras y
proyectos. Entrevistado por Posdata, se mostró confiado en que
el gobierno de Jorge Batlle termine con la "discriminación,
determinada por mezquinos intereses políticos", que según
afirma, ha sufrido la Intendencia que él condujo estos últimos
años.
- P - A mediados del año 1997, en
una entrevista que le realizó Posdata, usted decía "yo no
estoy en política". Hoy, a la mitad de la campaña
electoral por su reelección para la Intendencia de Montevideo,
¿sigue pensando lo mismo?
- A - Parecería una insensatez afirmar algo así cuando se es
candidato por una fuerza política para un cargo público.
Posiblemente cuando hice esa referencia, me pesaba el hecho de
que durante muchísimo tiempo mi actividad principal fue la
universitaria, como docente, y la profesional, como arquitecto.
No puedo soslayar mi condición de universitario, de arquitecto,
ni mi natural vocación docente, a tal punto de que he sentido
siempre que la actividad pública que me ha tocado desempeñar es
absolutamente compatible con mis actividades anteriores.
Difícilmente me animaría a mantener esa afirmación hoy día.
- P - ¿Piensa que ese perfil
personal ha marcado su gestión?
- A - Claro, uno no puede dejar de ser uno mismo. También me
marcó mi formación cristiana, incluso para adoptar
tempranamente una opción por las fuerzas progresistas que no se
compadecía con las tradiciones familiares de mi propia casa. Mi
padre se sentía consustanciado con el Partido Nacional y la
figura de Luis Alberto de Herrera, y otros familiares muy
cercanos se sentían atraídos por el ideario batllista. Siempre
he tenido una natural vocación por el respeto a la opinión
ajena, el deseo de conjugar formas plurales de actuación donde
estén involucrados no solamente quienes piensan como nosotros.
Eso se reveló muy claramente en la constitución de nuestro
propio equipo municipal.
- P - Se ha anunciado una severa
política de recorte en el gasto público de la administración
central, en ese contexto ¿es pensable una política de
contención del gasto en una nueva administración de Arana?
- A - La Intendencia Municipal de Montevideo fue el primer
organismo público en el que, bastante antes que el gobierno
central (un mes después de la devaluación en Brasil),
resolvimos y explicitamos nuestra voluntad de
> aplicar una política de contención del gasto, que no
dejara de atender aquellas inversiones prioritarias en materia
social.
- P - ¿Se podría reducir el
número de funcionarios, por ejemplo?
- A - La Intendencia de Montevideo redujo el número de
funcionarios como ninguna otra, en los últimos diez años. Tanto
es así que es la que tiene menos funcionarios municipales en
relación a la población del departamento. En estos diez
últimos años, la plantilla de funcionarios se redujo en casi
23%, sin que esto haya motivado ningún tipo de situación
crítica ni conflictiva.
Esto se ha complementado con una mejora paulatina de la gestión,
que nosotros queremos seguir impulsando.
>
- P - En cuanto a la
descentralización, ¿qué se ha hecho, qué resta por hacer, y
cómo piensa profundizar la participación de los vecinos en los
concejos vecinales y los centros comunales?
- A - Precisamente por este tema se nos invitó a brindar
conferencias en estos últimos días en distintas ciudades
españolas -Sevilla, Barcelona, Madrid-, así como nos están
reclamando desde Quito, México, Bogotá, Buenos Aires;
obviamente, por lo menos en este período previo a las
elecciones, no hemos podido responder. Son dos los motivos de
interés manifestados por los organismos públicos (técnicos,
políticos, académicos) que nos han convocado: conocer por qué
se lograron tan profundas y notorias transformaciones en la
ciudad de Montevideo en estos últimos años, conocer la
estructuración del Plan Montevideo, o Plan de Ordenamiento
Territorial que fue aprobado con amplitud en la Junta
Departamental, y los aspectos relevantes de la descentralización
que se está aplicando en Montevideo, que fue inspirada por la
reflexión teórica y la aplicación práctica que se llevó
adelante años atrás en distintas regiones y ciudades
españolas. Hoy esas mismas ciudades ven que en nuestro caso se
ha avanzado en forma significativa. Me cuidé muy bien de
señalar ante las audiencias de las distintas presentaciones que
realicé, que si bien entendíamos que se había avanzado mucho
en la descentralización, estábamos seguros de que podíamos y
debíamos profundizar todavía más. Le sorprendió a buena parte
del público asistente (técnicos, políticos, arquitectos,
urbanistas, estudiantes) la posibilidad con que cuentan los
vecinos de Montevideo para resolver qué obras habrán de
realizarse en cada una de las dieciocho zonas en que se divide la
ciudad, determinando las prioridades de esas realizaciones. Para
ello los vecinos tienen que tener claramente especificado cuáles
son los precios unitarios en lo que tiene que ver con la
pavimentación, la iluminación, el acondicionamiento de espacios
verdes, de equipamiento en la ciudad, porque sin esa información
el propio ámbito descentralizado (por ejemplo los concejos
vecinales, organismos colectivos que oscilan entre veinticinco y
cuarenta personas, elegidas por voto universal y secreto) no
podría hacer cada una de las opciones con conocimiento
suficiente.
Estamos seguros que se puede avanzar aún más en el proceso de
descentralización. La mejor manera de hacer efectivas las
resoluciones estratégicas es teniendo un ámbito de
descentralización capaz de controlar, hacer el seguimiento y
proponer alternativas o cambios oportunos de las distintas obras
que se desarrollan desde el sector público en coordinación con
los propios vecinos.
- P - El candidato nacionalista a
la Intendencia, Ruperto Long, ha afirmado que la
descentralización de Montevideo representa un costo similar al
del Poder Judicial.
- A - Eso en todo caso estaría indicando muy claramente hasta
qué punto está privado de oportunidades el Poder Judicial.
Independientemente de eso creo que algunas manifestaciones que he
oído posiblemente respondan a un insuficiente conocimiento de la
estructura presupuestal del municipio, y de cuáles son las
actividades que se desarrollan en el ámbito de la
descentralización. Las cifras manejadas quizás tengan que ver
con el desarrollo de uno de los departamentos al que le damos una
privilegiada relevancia en nuestra administración. Porque
nosotros no pusimos más funcionarios; al contrario: se ha
contado con el mismo plantel de funcionarios municipales, al que
se ha asignado funciones compatibles con las respectivas
responsabilidades que cada funcionario tiene, pero atendiendo a
ese ámbito. No es que se incremente el presupuesto por la
descentralización, sino que se atiende desde el ámbito
descentralizado una cantidad de servicios desconcentrados. Porque
no es que en los Centros Comunales Zonales exista solamente
personal administrativo que atiende consultas y reclamos,
también hay una cantidad de personal obrero, de servicio, que
atiende tareas de barrido y mantenimiento de espacios públicos,
tendido e instalación de luminarias, personal especializado para
atender policlínicas, de manera que no se puede comparar lo que
no es comparable. Si el Poder Judicial tiene tan magro
presupuesto, no se le podrá reprochar precisamente a Montevideo,
ni a los montevideanos, que esto sea así. Insisto en que los
servicios descentralizados permiten atender con mayor proximidad
a los vecinos.
- P - Usted hablaba del
presupuesto, que representa un millón de dólares de
recaudación por día. ¿Qué pasa con el déficit de la
Intendencia de Montevideo?
- A - Me llama la atención que siempre hablen del déficit de la
Intendencia de Montevideo y no se hable del déficit
importantísimo que tiene el gobierno central, que es superior en
un 50% a su propio presupuesto, mientras que
con respecto al presupuesto de la Intendencia, el déficit
representa un 13%.
Nuestro afán y nuestro interés es procurar obtener una
disminución del déficit, aunque debo señalar que la
preocupación central de un gobierno departamental no es tener
superávit, sino tratar de atender la totalidad
de los requerimientos de los ciudadanos con los menores esfuerzos
posibles desde el punto de vista tributario. Además de señalar
esta curiosa forma de olvidar el importante déficit que existe a
nivel nacional, tengo que
indicar que en el ranking de las diecinueve intendencias,
Montevideo está en el lugar número doce en cuanto al déficit
presupuestal, y en general se omite el hecho de que no recibe
absolutamente ninguna transferencia desde el gobierno central, a
pesar de lo que a texto expreso indica la nueva Constitución. La
Intendencia de Montevideo es la única en el país que debe
afrontar el pago de los aportes patronales al BPS, que son el
19,5% de los salarios del personal. Además, por primera vez en
esta administración no se ha devuelto el IVA, que es nada menos
que el 23%, por obras perdurables que se han realizado en
Montevideo, como la iluminación, la reparación de la Rambla
Sur. El metro de caño de saneamiento que se hace con los
créditos del BID no paga IVA, porque el Banco considera una
barbaridad pagarlo por tan importantes obras sociales; pero el
mismo metro de caño de saneamiento que se hace con recursos
propios de la Intendencia paga el 23% de IVA. En el resto del
país el saneamiento lo paga íntegramente el gobierno nacional,
y ahora en este último gobierno se obligó a que la Intendencia
asumiera la totalidad del costo del saneamiento cuando es una de
las obras de mayor significación en todo el país.
Esto señala una manera de discriminación que nos parece
extraordinariamente injusta, y que es parte de la causa de lo que
se llama déficit. En realidad, nosotros queremos poner
relevancia en los aspectos de mejora de la estructura física,
ambiental, y de las condiciones sociales de la población, y
ponemos estos puntos en primer lugar frente a consideraciones que
determinadas formas de pensamiento magnifican y ponen en primer
lugar,
como son aquellas consideraciones puramente economicistas.
Preferimos un déficit económico absolutamente controlable,
frente al peligro de tener un déficit social: eso sería para
nosotros imperdonable.
En realidad creemos tener un superávit, estrictamente hablando,
porque Montevideo está obligada a transferir anualmente entre 55
y 60 millones de dólares, que pagan los bolsillos de todos los
montevideanos: blancos, colorados, frenteamplistas, del Nuevo
Espacio e independientes, los pobres y los ricos; todos deben
aportar al gobierno nacional entre 55 y 60 millones de dólares
al año. Yo confío en que este nuevo gobierno revierta una
situación tan injusta, que estuvo determinada por mezquinos
intereses políticos sectoriales, que a quienes dejaron de rehén
en definitiva fue a la población más desvalida del
departamento.
Montevideo ni de lejos es la Intendencia más poderosa del país,
no hay más que ver el ingreso por habitante que tienen algunos
gobiernos departamentales, como el de Maldonado que tiene cerca
de 800 dólares, la de mayor ingreso. Montevideo está en el
lugar número once, o sea que hay varias intendencias cuyos
ingresos están muy por encima de los nuestros.
- P - El director de Recursos
Financieros de la Intendencia dijo públicamente días atrás que
durante los próximos cinco años no habrá aumentos en los
impuestos, ¿es el compromiso que ustedes asumen?
- A - Claro. Es nuestra voluntad de no generar un mayor ingreso
por tributos en la Intendencia. En la medida en que la
discriminación a la que hemos sido sometidos cambie de signo
podemos incluso darle mayor poder de decisión a la ciudadanía:
prefiere la reducción de la tributación o la posibilidad de que
con ese mismo monto se realicen más obras y posicionar a
Montevideo como la Bruselas del Mercosur, como una referencia
turística fundamental y una oportunidad desde todo punto de
vista para los trabajadores, para los negocios, para las
empresas, para la cultura. ¿Por qué no permitir entonces que la
propia ciudadanía contribuya a esas decisiones que pueden ser
neurálgicas para el futuro de la ciudad?
- P - ¿Le parece que Jorge Batlle
ha dado señales como para pensar que se puede terminar esa
discriminación?
- A - Hay señales muy claras. Creo que no cometo ninguna
infidencia, si en honor a la verdad y agradeciéndole la actitud
de apertura del presidente Batlle, le comento que me señaló que
era su propósito empadronar todos los vehículos públicos que a
nivel central estaban empadronados en el interior del país, en
Montevideo. Me solicitó que se hiciera eso gratuitamente, cosa
con la que concordamos perfectamente. Tuvo además la deferencia
de comunicarnos que estaba dispuesto a pagar las patentes
respectivas.
No es sensato que se cargue con castigos económicos o se
levanten las imposiciones económicas según el color del partido
político que pueda estar en el gobierno central en determinado
momento y el color sectorial que
tenga cada una de las diecinueve intendencias del país.
- P - Hay un tema que parece ser
emblemático para los candidatos de los partidos tradicionales:
el cepo. ¿Es posible mantener el sistema de estacionamiento
tarifado de la empresa Autoparque eliminando el cepo, dejándolo
para casos extremos o cambiándolo por multas?
- A - El cepo justamente se utiliza en casos excepcionales,
incluso se tiene cierta tolerancia, no se hace en forma
automática un segundo después de superado el límite de tiempo.
Los casos extremos son el levantamiento con grúas, tal como se
hace en cualquier parte del mundo, y su depósito en los ámbitos
designados. En todas las encuestas de opinión se demuestra que
este tema ha sido asumido con naturalidad por toda la
ciudadanía, y por otra parte los infractores son menos del 1% de
los usuarios del sistema tarifado.
Creo que logramos nuestro objetivo: hacer cumplir las normas que
antes existían pero no se cumplían.
- P - Usted ha mostrado una
sensibilidad muy especial ante la problemática de los accidentes
de tránsito, ¿qué más puede hacer la Intendencia para reducir
el número de siniestros?
- A - Se ha hecho bastante. También es cierto que los índices
de accidentalidad en Uruguay son muy elevados, y terminan con
mutilaciones, lesiones importantes e incluso la muerte de los
conductores o peatones. Nos ha estimulado mucho ver cómo se
redujo la accidentalidad en Montevideo y nos ha reafirmado en
nuestra prioridad de la prevención sobre la represión, cosa que
hemos inculcado a nuestros propios funcionarios municipales.
Hemos hecho campañas publicitarias, instalamos la escuela de
tránsito para niños en el zoológico de Villa Dolores, y a un
alto costo para la Intendencia hemos tenidos que comprar
espirómetros para realizar los test de alcoholemia a los
conductores. Para ello también tuvimos que contratar a costa de
la Intendencia la apoyatura policial, para tratar de prevenir los
accidentes en los días y las horas más riesgosas. Eso lo hemos
complementado con enormes inversiones en las pinturas
termoplásticas para el pavimento, la cartelería
> previniendo cruces peligrosos, con el incremento de los
cruces semaforizados. En estos últimos diez años de gestión
municipal se pusieron tantos semáforos como en los treinta años
anteriores.
- P - Usted ha hablado de la
contratación del servicio policial 222, que por otra parte ha
generado algunas diferencias por deudas con el Ministerio del
Interior. Con UTE (Electricidad del Estado) se ha dado una
situación similar.
- A - Mire, hablando con algunos jerarcas de UTE ellos me habían
manifestado que no querían politizar este tema. ¡Vaya forma de
no politizarlo! A mí me sorprendió mucho ver a cuarenta días
de las elecciones, publicaciones con cifras y afirmaciones
absolutamente erróneas. Desde el año 1995 estamos esperando que
UTE cumpla un compromiso establecido en momentos en que se
realizó una central térmica en La Tablada, lo que originó
extraordinarias protestas de parte del vecindario. Desde aquel
momento UTE se había comprometido a hacer un aporte a la
Intendencia de dos millones de dólares, y nunca fue volcado a
las arcas municipales. Yo mismo firmé un convenio con UTE,
cuando Ruperto Long fue presidente del ente, para que la
Intendencia pudiera hacer tendidos de cable, instalar las
luminarias, hacer una serie de tareas e inversiones que le
corresponden a UTE, efectuando de las facturas de energía
eléctrica esas obras. Jamás fue cumplido ese convenio. Tampoco
se ha cumplido un decreto de 1988 por el cual UTE debía instalar
una serie de medidores en distintas zonas del departamento, con
lo que automáticamente se reducía la tarifa en un 25%. Este
decreto lo incumplió UTE y por eso todos los montevideanos
tenemos que pagar un 25% más de la tarifa. Al no tener esos
medidores, la Intendencia de Montevideo no es tomada como gran o
mediano consumidor. Con esto tenemos que pagar el consumo de las
luces a más del doble de lo que nos correspondería. Además de
eso pagamos IVA por el consumo de energía eléctrica (parece
mentira que un servicio público de esta importancia social tenga
que pagarlo). Nuestros datos no sólo nos permiten afirmar que no
solamente no son exactas las cifras que maneja UTE, sino que
somos nosotros los que estamos subsidiando a la empresa estatal.
- P - Vamos a pasar a temas más
políticos...
- A - Los que no me gustan...
- P - Hace poco en un acto
realizado en Canelones, el ex presidente Sanguinetti dijo que el
Partido Colorado era el único que podía asegurar que el
departamento canario siguiera siendo una especie de muro de
contención democrático, que frenara la expansión de la
izquierda fuera de Montevideo. Al mismo tiempo usted ha
participado en muchos actos realizados en Canelones y en otros
puntos del país.
- A - Supongo que si hemos conquistado una credibilidad tan alta,
no solamente en Montevideo sino a nivel nacional, en la
población uruguaya, es precisamente porque hemos tenido una
vocación permanentemente democrática. Esto lo podemos decir con
toda tranquilidad, puesto que en pleno período autoritario, más
bien tuvimos que enfrentarnos a situaciones altamente
desagradables, mientras que quizás no todo el mundo pueda decir
lo mismo a nivel nacional. No pretendemos tener el monopolio de
las conductas democráticas en el país y, por ejemplo, siempre
defendimos el derecho de Wilson Ferreira Aldunate a participar en
las elecciones de 1984. Quizás hubiera tenido la oportunidad de
ser el Presidente de los uruguayos si no hubiera estado proscrito
y encarcelado por el régimen autoritario. Sería una aberración
sentirnos los únicos depositarios de la conducta democrática,
respetuosa de la opinión ajena y de la concepción pluralista
que siempre hemos sustentado. No sé si aquellos que nos endilgan
otro tipo de actitudes pueden realmente demostrar en los hechos
que han actuado de otra manera.
- P - También relacionado con
Canelones, y con su participación en los actos más importantes
del vecino departamento, hay quienes dicen que si en las
elecciones canarias gana Ángel Spinoglio, Arana va a tener que
cargar con el peso de dos administraciones, va a tener que ser al
mismo tiempo intendente de Montevideo y Canelones.
- A - Me parece realmente una tontería realizar una afirmación
de esa naturaleza; además es una falta de respeto hacia la
competencia intelectual y la calidad moral de una persona que
conozco hace más de cuarenta años. Realmente me asombra que
vengan ese tipo de afirmaciones de parte de algunas
personalidades significativas de nuestro ámbito político. Lo
lamento de veras. Por otra parte, quizás se estén olvidando que
personas de altísima calidad y competencia técnica, como es el
caso de Tabaré Caputti, Marcos Carámbula, Víctor Vaillant, y
otros tantos técnicos, profesionales y productores canarios
están apoyando en forma enfática una candidatura como la de
Ángel Spinoglio.
- P - En el tema de los
asentamientos, el Poder Ejecutivo ha anunciado una política de
tierras para el loteo y venta de terrenos con servicios. Esta
propuesta también está siendo promovida por uno de los
candidatos a la Intendencia. ¿Le parece que eso es una suerte de
intromisión del gobierno central en un tema propio de la
Intendencia o, en el plano político, una maniobra para restarle
incidencia a la izquierda en las políticas
sociales?
- A - No. Nunca fuimos mezquinos en materia social. Siempre nos
hemos alegrado de los éxitos ajenos cuando benefician a la
población. Nunca hemos estado mirando quién promueve una obra
para apoyarla o dejar de hacerlo. Así ocurrió con la Torre de
Antel o el Plan Fénix del Banco Hipotecario. Me congratulo de
que el gobierno central haya recordado que existen estas
situaciones críticas, que estaban revelando agudas
contradicciones y
brechas sociales importantísimas, verdaderamente de emergencia
nacional. Lo que sí me duele es que hayamos tenido que esperar
cinco años para hacer el primer convenio con el Ministerio de
Vivienda, porque Montevideo hace ya diez años que viene
comprando tierras, por otra parte caras, porque tiene saneamiento
y fácil conectividad con el resto de la ciudad. Solamente con
los recursos municipales no se pueden hacer viviendas, y a
nosotros la administración central no nos ha dado un solo peso,
como sé se le dio a otras Intendencias. Esta nueva realidad va a
permitir coordinaciones que beneficien a quienes más necesitan
del apoyo público, porque ya hemos comprado tierras para vender
lotes con servicios, hemos hecho coordinaciones con cooperativas
de ahorro previo y de ayuda mutua, fondos sociales de
trabajadores, y queremos hacer más convenios con el Ministerio
de Vivienda.
- P - ¿Qué le ha quedado por
hacer en políticas sociales?, porque así como hablábamos de
que su personalidad ha marcado a su gestión, muchas veces hay
quienes afirman que se ha preocupado mucho de embellecer la
ciudad y que en políticas sociales la Intendencia ha sido
deficitaria.
- A - Cuando escucho eso me sonrío porque nadie lo puede creer,
ni siquiera aquellos que lo están afirmando. No hay más que
leer el presupuesto quinquenal y los ajustes presupuestales año
a año, para saber dónde están las mayores inversiones, que son
precisamente la periferia. En iluminación, vialidad,
saneamiento, la prioridad ha sido la periferia de la ciudad.
Ahora parece muy natural que los estudiantes y los jubilados
viajen gratuitamente o con boletos subsidiados hasta en el 70%,
pero eso ha sido producto de una decisión de política social
muy específica. Las políticas sociales también han tenido un
importante desarrollo en salud, las policlínicas, las
guarderías infantiles, en las que el número de atenciones
anuales superan las quinientas mil, todas a costo de la
Intendencia. Nada de esto es obligación de las intendencias,
pero por ser congruentes con aquellos aspectos distintivos de
nuestro pensamiento político, tenemos que ser especialmente
sensible con los sectores desprotegidos de la sociedad.
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