Los
naufragios me apasionaron desde siempre...
Cuando niño tuve para jugar los restos de
un barco hundido frente a nuestra casa en la Barra de Maldonado,
sobre el Océano Atlántico.
La pasión por el mar me embarcó en la
lectura de novelas de aventuras y piratas (Verne, Salgari,
Conrad y Stevenson), y en diarios de exploradores y viajeros.
Más tarde me atraparon las aventuras de
los buscadores de tesoros, especialmente en las aguas de la
Forida, de donde recuperaron cargamentos de galeones españoles
hundidos en la época de las “flotas de Indias”. Monedas de
oro y plata y joyas perdidas en las profundidades salieron a
luz, recuperando nombres legendarios como el del NUESTRA
SEÑORA DE ATOCHA, descubierto y rescatado por Mel Fisher,
quien tuvo la habilidad de instalar un museo en Key West para
exhibir sus hallazgos.
En el Rio de la Plata, en los últimos
años, han aparecido pecios increíbles, tan o más interesantes
que los encontrados en el Caribe o el Mediterráneo. Entre ellos
la fragata NUESTRA SEÑORA DE LORETO, el navío NUESTRA
SEÑORA DE LA LUZ, el H.M.S. AGAMEMNON (de valor histórico
para la marina inglesa), el SEA HORSE y la fragata
española SAN SALVADOR (la mayor tragedia marítima en
nuestras costas)..., por solo mencionar los de notoriedad.
También me resultan apasionantes las
investigaciones científicas de los arqueólogos subacuáticos,
rama de la Arqueología destinada a tener un extraordinario
desarrollo, para estudiar los pecios in situ, considerándolos
verdaderas cápsulas del tiempo. Máxime con el apoyo y
preocupación por el tema dispensado de parte de la Comisión
del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación.
Como escritor los naufragios me interesan,
fundamentalmente, por los tesoros históricos y las riquezas
literarias que puedan derivarse de su descubrimiento o de su
rescate y su posterior exhibición en museos especializados. En
última instancia persigo la fuerza anecdótica y documental de
las tragedias marítimas como situaciones límite y la
solidaridad que suele aflorar en tales momentos, renovados
capítulos en la eterna lucha entre el hombre y el Mar. |
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