La tierra: un tema
tabú que vuelve
Hay temas molestos, que son
apartados una y otra vez con desdén, y vuelven, profiadamente, cada día más
desafiantes. Uno es el de la distribución de la tierra, donde el monopolio de un grupo de
familias sobre un tercio de la superficie del país se ha venido a agregar, en los
últimos años, el acaparamiento por extranjeros de otra tajada, generalmente fronteriza,
que ya llega al 8 por ciento del territorio y sigue creciendo.
Respecto al tema latifundio y reforma agraria, hace
tiempo que desapareció del repertorio de los políticos. Es que a medida que decrece la
población rural de 318.000 en 1970 264.000 en 1980-, decrecen los votos del campo
y, por consecuencia, la repercusión de sus problemas en la mayoría de los políticos.
Y en lo relativo a la extranjerización de la tierra,
cuando surge un grito aislado, como fue el proyecto de Carlos Julio Pereyra para
contenerla recientemente reiterado-, la respuesta de la mayoría fue casi de mofa.
Nuestro campo se pobló siempre con inmigrantes, dijo Jorge Batlle, tratando de confundir
a aquellos humildes colonos que venían de Europa con un atado al hombro a trabajar, con
los actuales capitalistas que compran campos para especular (un 50 por ciento de las
tierras en manos de extranjeros con porciones mayores a 2.500 há.). También parece una
burla que Juan Raúl Ferreira dijera que si nuestras embajadas no ofrecieran tierras en el
exterior, habría que reprochárselo como una omisión.
Mofa y burla porque ambos políticos habían participado
en aquel compromiso de la CoNaPro de 1984, que decía: "Análisis del problema de la
extranjerización de la tierra en particular, tendiente a legislar con vista a la
prohibición de la compra de tierras por parte de extranjeros no residentes".
Un 10 de setiembre distinto
En este 10 de setiembre de 1987 hubo múltiples
organismos que volvieron a levantar en alto el Reglamento de Tierras elaborado en 1815 por
Artigas, y con gran apoyo popular celebraron actos destinados a reclamar su cumplimiento.
Y otra vez resonaron las sencillas frases de aquel Reglamento: "Artículo 6: (
)
Se dedicará a fomentar con brazos útiles la población de la campaña. Para ello
revisará en cada una de sus respectivas jurisdicciones los terrenos disponibles, y los
sujetos dignos de esta gracia con prevención que los más infelices serán los más
privilegiados. En consecuencia, los negros libres, los zambos de esta clase, los indios y
los criollos pobres, todos podrán ser agraciados con suertes de estancias".
"Artículo 7: Serán igualmente agraciadas las
viudas pobres si tuvieren hijos, serán igualmente preferidos los casados a los americanos
solteros y éstos a cualquier extranjero".
Este año, el Movimiento de Aspirantes a Colonos, el
Movimiento por la Tierra y otras instituciones hicieron actos públicos y propaganda
reclamando el cumplimiento de la voluntad de Artigas. También AFInCo, sindicato que
agrupa a los trabajadores del Instituto de Colonización, sacó un folleto ilustrativo
sobre la gran estafa que se ha consumado sobre el agro.
Algunos datos:
La tierra productiva del país alcanza a 16:500.000 há.,
es decir un 87 por ciento de su territorio.
- 6,1 há/hab. --- Uruguay
- 0,5 há/hab. --- Promedio estimado para países desarrollados
- 0,27 há/hab. --- Promedio estimado para países subdesarrollados
Superficie
- El 85 por ciento de los establecimientos familiares ocupan el 25 por
ciento de la superficie, mientras el 15 por ciento de las unidades capitalistas la hacen
en el 75 por ciento restante.
- De la tierra productiva del país, la superficie colonizada no alcanza al
3 por ciento.
- El área incorporada a Colonización, desde marzo de 1985, no alcanza al
0,01 por ciento (1.340 há. en dos años). A este ritmo, se necesitarían 20 mil años
para colonizar el país con un reparto justo de tierra como quería Artigas.
- El estado, a través del Banco Central, compró deudas incobrables cuya
garantía son más de 600.000 há., que deberían por ley pasar al Instituto Nacional de
Colonización (INC).
Población rural
Sólo en los últimos 10 años ha emigrado casi un tercio
de la población rural.
Promedialmente emigran 6.000 personas por año.
1970 --- 318.166 habitantes
1980 --- 264.216 habitantes
17 por ciento menos
En un país que se dice es agropecuario, sólo el 8 por
ciento de la población del país vive en el medio rural.
Existen decenas de miles de familias dispuestas a
trabajar la tierra. Colonización ha entregado fracciones sólo a 4.000 familias en sus 39
años de vida.
El INC adjudica promedialmente una fracción por mes.
Estancamiento de la producción
- La producción creció menos del 1 por ciento anual en los últimos 10
años. Como la población ha aumentado en un porcentaje ligeramente superior, el producto
bruto por habitante disminuyó.
- Sólo el 10 por ciento de las tierras dedicadas al pastoreo es mejorada
con nuevas especies o fertilizantes.
- Los suelos uruguayos sufren un deterioro por uso inadecuado que origina
una pérdida de 20.000 há. de tierra por año. Este problema afecta el 10 por ciento de
las tierras productivas.
- Las condiciones económicas hacen que se torne no rentable la aplicación
de técnicas disponibles.
- A dos años de gobierno democrático no existe un plan mínimo de
colonización.
Medidas drásticas sobre la tierra, punto común del
pueblo
Está culminando la campaña pro referéndum con la
recolección de firmas en los departamentos del interior, y se está viendo que en los
mismos las firmas recolectadas superan en algunos casos en más del doble los votos que
sacó el Frente Amplio. Quiere decir que alrededor del referéndum se ha logrado
transitoriamente ese frente grande que venimos postulando como salida para el país. Hay
que reconocer que la presentación por parte de una fracción blanca de un proyecto que
declara nula la deuda externa contraída por gobiernos de facto, constituye el adelanto de
otro posible punto de coincidencia en uno de los problemas que más miseria está
sembrando en nuestro pueblo.
La tierra puede ser otro punto común para el programa de
un frente grande. Llevar adelante los proyectos contra la extranjerización de la misma,
el pasaje de las tierras embargadas por el Banco Central o colonización, el pasaje de
tierras fiscales, en especial los latifundios del Ministerio de Defensa a Colonización,
fijar un límite a la superficie que puede tener una sola familia, etc. Y las 8 horas y un
aumento de salario real para el peón de estancia, que hoy está en más de un 30 por
ciento menos que hace 15 años. Tenemos esos vergonzosos 14.000 pesos para un peón, que
fijó hace un par de meses el Ejecutivo, justo en el momento que el precio de la lana se
fue al doble en dólares y a más del triple en pesos.
Es la miseria del sector del pueblo que vive o aspira a
vivir en el campo, la que está reclamando a gritos esa conjunción popular de fuerzas.
16 de setiembre de 1987.