"Plan y
fantasía"
El 28 de abril de 1989, en
París y al amanecer, moría Raúl Sendic.
Han transcurrido varios años, y en el imprescindible
rescate de su memoria, optamos por priorizar el último período de su vida, aquel en el
que intuyó como pocos los cambios que se operaban en el mundo y la necesidad de
interpelar la realidad para comprenderla y transformarla.
Intentamos recrear, de manera somera, la evolución del
pensamiento de Sendic, los fundamentos de las interrogantes que por entonces se planteaba
y las respuestas, sorprendentemente actuales, que lanzaba a quienes vivirían ese tiempo
que ya no sería el suyo.
Así, en "La influencia de la modernización en las
luchas sociales" y en una columna que ostentaba el título impresionante y siniestro
"La perecuación de la tasa de ganancia" Raúl lanzaba señales de alarma
avizorando los cambios que se avecinaban en la relación ente capital y trabajo.
En "El creciente peligro de ser rico" anunciaba
el fenómeno del marginamiento y la delincuencia a gran escala como nuevo protagonista
social ("caótico, inorgánico y agresivo") creado por el "capitalismo
decadente de finales del siglo XX" y en la misma línea de reflexión, lanzando la
interrogante desde el título "¿Por qué construir un mundo cada día más
feo?", describe el nuevo "conflicto de baja intensidad", creado por el
capitalismo a través de la masificación de la delincuencia, lanzando la consigna:
"Marginados del mundo, unámonos" (incluyéndose irónica y sugestivamente en la
categoría) en ese "ejem" que masculla "en nombre de los ignorados".
Con un lenguaje llano y sarcástico describe "Cómo,
a través de un banco te vacían la mesa del comedor", anticipando al mismo tiempo la
repetición de una operativa antinacional que con el tiempo se volvió rutina.
A 172 años de la promulgación del "Reglamento de
Tierras" artiguista, retoma uno de los temas eje de su vida y pensamiento: "La
tierra: un tema tabú que vuelve".
En "Un cooperativismo más compatible con los
principios", Raúl piensa en la renovación del instrumental metodológico para
enfrentar la inclemencia de los tiempos que sobrevienen. Bajo el título de: "Frente
Grande: ¿de qué nos espantamos?", aborda el tema cardinal de lo que denomina
"alianzas policlasistas y polipartidistas" y "En la larga marcha hacia el
Frente Grande" echa un manto risueño de serenidad luego de un enconado Congreso del
Frente Amplio, oteando en el horizonte el Frente Grande, exigiendo "que no nos roben
la mística" y formulando en los últimos párrafos las bases de un programa
increíblemente actual.
El último bloque se refiere a lo irremplazable, a esos
"relevos" que versificara desde la prisión, a la materia humana imprescindible
para los cambios, es decir, a la juventud, a esa "Molesta generación que llegó
tarde", a la que dedica algunos artículos hermosos y sencillos, tal como "La
juventud y sus proyectos en la vida", volcando allí esos pequeños versos salidos
del corazón de un hombre tímido, capaz de adivinar que solo con el lenguaje de la
poesía se puede llegar sin irrespeto a esa encarnación del futuro a la que tanto amó.
De manera algo excéntrica con respeto a este plan,
introducimos un testimonio del Sendic militante, en un informe que dirigiera a sus
compañeros del Regional Interior durante el año 1986. Es un documento operativo, que
tiene el valor de mostrar cómo actúa el pensamiento en esa etapa intermedia en la que se
desdobla en acción.
La presencia de Raúl hablando por su boca, sólo será
matizada por el juicio postrero, el infalible, el que da la calle, recogido por ese
admirable hurgador del alma popular que se llama Julio Toyos y por la fina pluma de Carlos
Nuñez, refiriéndose a la deuda, no aquella, externa e impagable que obsesionara a Raúl,
sino a la otra interna y redimible- que tenemos con su memoria, con sus sueños, con
su obra inconclusa.
Prescindimos deliberadamente de todo aquello que sobre
Raúl se ha escrito, preferimos que Sendic hable por Sendic. Y también deliberadamente,
de entre todos los perfiles de este hombre, escogemos el último, que también,
paradójicamente es el primero, porque de toda la suma de grandezas que compusieron esa
vida, tal vez la más hermosa sea la de haberse renunciado para crecer, para volver a ser
de nuevo "plan y fantasía", para ser joven hasta aquel amanecer de abril en el
que una extraña enfermedad venció definitivamente su cuerpo cansado y castigado.
Así lo comprendió, desde su calabozo, el día en que
envió a su hija Carolina estas sencillas estrofas que nos hablan de un hombre feliz y en
armonía consigo mismo.
"Al principio de la vida,
todo es plan y fantasía,
como el tren cuando se larga
que reclama vía, vía.
Busca y busca luz y luz
en estudios y experiencias,
al crecer, como una planta
en el pozo de la Ciencia.
Después vienen los contrastes
peripecias y zozobras.
Como el mar, cuando desgasta
con el golpe de ola y ola.
Los caballos de la vida
trotan, trotan todo el día,
perseguidos, -trote y trote-,
por lebreles que la hostigan.
Pues la vida quita y quita
lo que antes daba y daba
mucho, mucho se extravía.
Pero al fin, como al principio
todo es plan y fantasía
Carta a Carolina, 19 de noviembre de 1983.