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ANCAP, los espejitos del siglo XXI
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En medio de la ofensiva privatizadora de la
coalición de gobierno, los proyectos para ANCAP han encontrado las más
sorprendentes revelaciones. Al anuncio (nunca demostrado) de una inevitable
rebaja del precio de los combustibles, se agregó un "informe técnico" según el
cual la refinería era tan mal negocio, daba tal pérdida, que para poder buscar
un "socio" para la empresa petrolera de los uruguayos... ¡había que desprenderse
de ella! Ese informe sobre la refinería, estruendosamente publicitado por
algunos medios de prensa, se demostró disparatadamente falso: la refinería no
pierde, sino que gana millones de dólares anuales. Los que dicen que quieren
rebajar el precio de los combustibles y los comparan con los del resto de la
región se olvidan de algún detalle: cuánto del precio que pagamos los uruguayos
son impuestos.
Sobre esos temas, el Correo dialogó con Hugo De Mello, presidente de la
Federación ANCAP.
-
Todavía el debate no se ha generalizado porque, naturalmente, otras urgencias
preocupan al gobierno. Sin embargo, se manifiesta que no se trata de una
privatización, y que el objetivo perseguido es abaratar el costo de los
combustibles para mejorar la competitividad.
- En primer lugar, a este proyecto de "asociación", que tiene sus principales
impulsores en Batlle y Lacalle y sus sectores políticos se lo disfraza. Porque,
si hablaran directamente de privatización, está clara de antemano la posición
del pueblo uruguayo. Pero si se convoca a las grandes multinacionales a
asociarse con Ancap, ofreciéndole las ganancias del 50% de las ventas en el
mercado local y la gestión de la sociedad a cambio de un canon ¿qué otra cosa
están proponiendo sino una venta, una privatización disfrazada?
Porque en la ley, salvo el canon (venta al mejor postor), no se le reclama nada
al socio: inversiones, tecnología, ni mercados.
- Pero se insiste en la baja del precio de
los combustibles.
- Es una zanahoria para que la población corra tras ella. No nos dicen cómo ni
porqué una asociación supondrá por sí misma una rebaja en el precio de los
combustibles. En todo caso, en los países donde se produjeron este tipo de
"asociaciones - privatizaciones" ha ocurrido más bien todo lo contrario.
Este gobierno no ha hecho ningún esfuerzo
por bajar los precios, y mucho menos por generar ahorros en la empresa: más bien
ha despilfarrado descaradamente los dineros públicos.
Cuando asumió Jorge Sanguinetti en la presidencia de ANCAP, el propio Batlle
anunció que la primer medida sería la rebaja de los combustibles. Ocurrió lo
contrario, sin que lo justificara ninguna razón "técnica", sino de tipo fiscal.
Se postergó durante meses la remodelación de la Refinería de La Teja, lo que
generó multas por U$S 6 millones en las obras. Se contrató al Citibank para que
realizara un estudio de costos, pero el informe fue un desastre vergonzoso, que
rebatieron los propios técnicos de ANCAP. Eso sí, el Citibank se llevó de las
arcas de ANCAP U$S 4 millones de honorarios por cometer ese error (¿error?)
garrafal. Podríamos hablar de muchos ejemplos más de falta de voluntad política
para bajar los precios, de malgasto de los dineros públicos.
Por otra parte, estamos a la espera de los resultados de las comisiones
investigadoras sobre los ruinosos "negocios" en Argentina impulsados por el ex
presidente Eduardo Ache, y que se aclare el vínculo de Jorge Sanguinetti y el
Citibank.
- A raíz de las últimas subas surge una
pregunta que nadie contesta con precisión, aludiendo a una paramétrica que nadie
conoce bien. ¿Como se descompone el precio de los combustibles?
- Sería bueno que la discusión se centrara allí; que todos conocieran la
composición del precio y se debatiera por dónde puede pasar una eventual rebaja.
Los porcentajes que vamos a manejar pueden tener pequeñas variaciones en
distintos momentos, dependiendo entre otras cosas de la variación del crudo.
Pero, a grandes rasgos, 40% es la incidencia del costo del crudo, 38% impuestos,
12% costos de distribución, y tan solo 5% costos de refinación, y otro 5%
salarios y aportes jubilatorios.
En este tema estamos dispuestos a discutir cuanto sea necesario. Creemos posible
bajar los precios; debemos definir cómo y cuáles son los porcentajes posibles de
abatir. Pero esto sólo será posible con la empresa en manos del Estado: en manos
privadas no sólo no bajarán, sino que los recursos generados por los uruguayos
en el mercado uruguayo se irán del país.
- ¿Cómo marcha la recolección de firmas?
- Está despegando. Nos ayuda mucho la estructura creada en todo el país con
motivo de la campaña por Antel. Los compañeros han tomado la defensa de ANCAP
con la misma fuerza, especialmente en el interior del país. Por otra parte, la
experiencia de la batalla por ANTEL ha permitido valorar lo positivo, y también
detectar limitaciones, dificultades que intentamos corregir en esta nueva
instancia.
Pero, por otra parte, es evidente que las organizaciones políticas y sociales
abocadas a la campaña no tenemos a esta como única tarea en el horizonte. La
crisis estructural que vive nuestro país, que se profundiza a diario sin que el
gobierno cambie de rumbo ni escuche a la oposición política ni a los sectores
sociales perjudicados por el modelo, ha supuesto el incremento de la
movilización y las propuestas de las organizaciones populares para dar respuesta
a los reclamos de la inmensa mayoría de la población.
Sin duda es acertada la visión de las organizaciones sociales y políticas que
componen la Comisión Defensa de ANCAP, de vincular esta campaña a los problemas
más generales que atraviesan el país y sus habitantes.
Es importante vincular el proyecto privatizador del gobierno, en el caso de
ANCAP disfrazado de "asociación", como un componente central del modelo
neoliberal que tanto daño ha generado en otros países de la región (Argentina es
el ejemplo más claro y dramático). Pero me parece aún más importante vincularlo
con el papel clave que pueden jugar las empresas públicas a la hora de pensar un
modelo alternativo, donde el centro esté puesto en los sectores productivos.
Como solemos decir, la clave está en poner a ANCAP (la principal empresa
industrial del país, que factura más de U$S 1.000 millones anuales, y es de
todos los uruguayos), al servicio del país productivo.
Si la campaña por ANCAP se desarrolla en ese marco, no me cabe ninguna duda de
que en diciembre tendremos 700 mil firmas, lo que pondrá la decisión sobre el
futuro de ANCAP en manos del conjunto del pueblo uruguayo. Hoy ya tenemos 80.000
debidamente controladas, y más de 500 mil papeletas distribuidas.
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Montevideo/URUGUAY
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Guillermo
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