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Carlos Gardel (VIII) |
Gardel a la luz de la
historia
por Ruben Borrazás, La República del
16 de enero 2001
Cuentan que la historia de la nacionalidad de Carlos Gardel comenzó el día
en que un hombre fundamental dentro de la historia del tango, el músico,
compositor y director de orquesta argentino Julio De Caro, le manifestó al
periodista uruguayo Erasmo Silva Cabrera (Avlis), cuál era la razón por la que
los uruguayos no reivindicamos nunca la nacionalidad del cantante, quien había
nacido en Tacuarembó y no en Francia, como se sostenía especialmente en Buenos
Aires.
Esto sucedió hace más de cuarenta años y, a partir de allí, Avlis comenzó
en forma entusiasta, por momentos desordenada y a veces a los ponchazos y ante
el escepticismo de muchos, la búsqueda de una documentación y los elementos
necesarios que sirvieran para acreditar que Gardel había nacido en nuestro país
y que era hijo del jefe político de Tacuarembó, el coronel Víctor Escayola, y de
María Lelia Oliva, primero cuñada y después su tercera esposa.
Esto quedó reflejado en el libro El gran desconocido, hecho por Silva
Cabrera, y fue el comienzo de una investigación que en forma más rigurosa y
ordenada llevaron adelante, posteriormente, el abogado y periodista Eduardo
Payssé González, Páginas abiertas; el arquitecto Nelson Bayardo, Vida y milagros
de Carlos Gardel y Dos rostros para Gardel; junto con el aporte de la joven
María Selva Ortiz, El silencio de Tacuarembó, y de Susana Cabrera, Los secretos
del coronel.
Quien siga atentamente las lecturas de estos trabajos, sentirá reflejarse
en forma prolija y ordenada las tareas de investigación de todos ellos.
Ahora el arquitecto Nelson Bayardo, en su último trabajo, Gardel a la luz
de la historia, arremete con más documentación y con una elocuencia contundente
para demostrar con argumentos serios, de investigador riguroso y sin
apasionamientos que lleven a subjetividades, los hechos más importantes sobre la
personalidad de quien fuera en sus inicios un cantor de cafés y bodegones con
una niñez trágica y miserable hasta convertirse en una estrella de la Paramount
en Hollywood.
En forma definitoria, en este libro queda destruida la tesis del Gardel
francés, llevada adelante por un siniestro personaje, el apoderado Armando
Defino, quien llega a adulterar documentación y manipula historias con el
mezquino interés de cobrar los dineros que generaron los derechos de autor del
cantante.
Con una detallada información y una abundante documentación, Bayardo aborda
el misterio de su vigencia, el mito, su voz, pero fundamentalmente sus orígenes,
su nacimiento clandestino en una estancia de Tacuarembó, su niñez marginal, su
juventud al borde del delito. Nos presenta un Gardel más humano, no tan
perfecto, ni tan edulcorado como -durante años- nos brindaron en una "historia
oficial" que llevó, de esa forma, adelante la idea de la identidad civil de un
niño nacido en Francia.
El autor demuele esa leyenda junto con la historia de la casa de Toulouse y
lo hace con un solo objetivo y un solo interés: el respeto a la verdad. Con las
pruebas en la mano demuestra toda la manipulación interesada del "Gardel
francesito". Pero el gran mérito de Bayardo radica en no dejar lugar a dudas en
cuanto al nacimiento del cantante y lo hace sin adoptar posiciones de falso
nacionalismo.
El autor remarca que la patria artística de Gardel es Buenos Aires, la
ciudad que le dio trascendencia, fama y oportunidades para llegar.
Aun cuando esta posición seguirá generando más polémicas entre aquellos que
tercamente siguen sosteniendo la teoría levantada por Defino junto a la de los
argentinos y la de los franceses, estos últimos perderían esa nacionalidad de
Gardel de la que se han apropiado. En una prolija edición, de Biografías Aguilar
- Banco de Boston, en sus 302 páginas se incluyen bibliografías, fotografías,
facsímiles de notas periodísticas, un apéndice para investigadores y documentos
varios.
El autor dedica el libro en homenaje a Erasmo Silva Cabrera, verdadero
precursor del Gardel tacuaremboense, y los derechos de autor los cede al Centro
de Rehabilitación y Recreación Carlos Gardel, dependiente de Instituto Nacional
del Menor.
Decía el autor de la nota Ruben Borrazás, el 24/6/00 también en La
República, que debe de haber mucho de cierto en aquella confesión del escritor
Juan Carlos Onetti a Alfredo Zitarrosa: "Poné que Gardel es el hecho cultural
más importante que Uruguay le dio al mundo".
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