autogestión vecinal

Gobiernos locales, descentralización y participación ciudadana en Montevideo
Seminario 10 años de descentralización: un debate necesario

vecinet-notici@s - No. 352
vecinet
@chasque.apc.org

A 10 años de gobierno progresista en Montevideo
Retribuciones de los trabajadores municipales experimentaron

un incremento nunca antes conocido en su historia


por Hyara Rodríguez
Directora General del Departamento
de Recursos Humanos y Materiales/IMM
(diario LA REPUBLICA 01/04/01)

Es sabido --y todos los días seguimos teniendo noticias nacionales o regionales que nos lo refrescan-- que el neoliberalismo ha arremetido contra el empleo y el salario provocando consecuencias nefastas en materia de desocupación, deterioro salarial, pobreza, exclusión y marginalidad. Veamos de manera sintética qué aconteció en la Intendencia Municipal de Montevideo entre 1990 y 2000, contrastándolo con lo sucedido en el mismo período a nivel nacional. 

El enunciado es simple y categórico: las retribuciones de los trabajadores municipales experimentaron un incremento nunca antes conocido en su historia, y total y absolutamente inédito en el marco nacional y regional en que nos hallamos insertos. 

Vamos a las cifras: el salario real municipal promedio se duplicó en diez años mientras que realizando mediciones con idénticos parámetros el salario real promedio a nivel nacional creció sólo un 2.8%. Reiteramos el dato, porque no puede pasar desapercibido para nadie, y a veces en la lectura de estas notas se pasa por los números a la ligera sin cobrar real conciencia de lo que estamos informando: en el mismo período de tiempo, febrero1990-junio 2000, mientras los salarios promedio en el Uruguay crecieron un 2.8%, los salarios de los trabajadores de la IMM crecieron promedialmente un 101,5%.

La comparación es ciertamente incompleta, porque tratándose de empleados públicos, cuyas retribuciones son pagadas por la sociedad en su conjunto a través del aporte muchas veces sacrificado de cada uno de los ciudadanos, la comparación más adecuada debiera realizarse respecto a la evolución del resto de los funcionarios públicos del Uruguay. 

¿Cuál es el resultado de esta comparación? Simple, claro y contundente: mientras los salarios en el sector público se incrementaron promedialmente en un magro 1.5% real, el salario municipal alcanzó promedialmente un aumento real del 101,5%.

Un 1.5% contra un 101,5% marca una diferencia a todas luces significativa, a partir de la cual resulta extremadamente difícil insinuar seriamente cualquier similitud con las recetas neoliberales que han devastado el empleo y el salario en nuestro continente.

Este incremento promedio en el salario real de los funcionarios de la IMM fue el resultado, por un lado, de la reducción de las horas de trabajo manteniendo la retribución correspondiente a la carga horaria anterior (situación que se produjo en los primeros meses de 1990) y, por otro, de los sucesivos aumentos superiores a la inflación más la puesta en marcha de una reestructura general de puestos y carreras. 

Este último factor (aumentos reales más reestructura) representó un incremento real de 45%, lo que, sumado a la reducción horaria, elevó la recuperación salarial a 101,5% en el período en cuestión.

No obstante, el aumento en el total de las retribuciones es marcadamente mayor si tomamos en cuenta el conjunto de beneficios y otras compensaciones adicionales que fueron otorgados a lo largo de estos diez años. 

Beneficios y compensaciones

Este capítulo resulta esencial, porque en los sueldos de menor nivel llegan a tener un peso cercano a los dos tercios de las respectivas retribuciones. 

¿De qué hablamos cuando en la Intendencia de Montevideo hablamos de beneficios sociales y compensaciones adicionales? 

Pedimos al lector que preste atención y sobre todo que compare con su situación laboral, con la de su familia, con la de sus amigos o vecinos. 

No es nuestro ánimo convertir en un modelo paradisíaco algo que debiera ser la regla en atención a la dignidad y el respeto que todo trabajador merece por su condición de tal. Nuestra intención es que todos los uruguayos puedan valorar adecuadamente el esfuerzo realizado para alcanzar estos logros, y aquilatarlos en su justa dimensión.

· Una "Compensación Unificada" de hasta 30% sobre el sueldo base y 10% en el caso de los Profesionales, para todos aquellos funcionarios que cumpliendo con los requisitos de asistencia y permanencia no perciban compensaciones de carácter sectorial tales como participación en multas, ingresos y honorarios o que las perciban por montos inferiores al porcentaje establecido. 

· Una "Compensación Anual por Rendimiento y Asiduidad", equivalente al 50% del salario básico, que se paga en el mes de abril de cada año, a los funcionarios cuya asiduidad no sea inferior al 95% de los días laborables del año respectivo.

· Un salario vacacional --beneficio inexistente para los funcionarios públicos-- que se calcula como el equivalente al 100% del salario básico nominal. Vale la pena hacer notar que este inusual beneficio de que gozan los municipales en Montevideo se convierte así en un casi decimoquinto sueldo, práctica seguramente única en el país.

· Una ampliación en el Seguro de Salud que convierte a este beneficio en uno de los sistemas más extensivos de su ramo a nivel nacional. La ampliación que se realizó en esta década incluyó la extensión de las edades de los hijos hasta los 19 años; la inclusión de todos los jubilados municipales sin excepción; la de las viudas e hijos discapacitados de funcionarios fallecidos; la bonificación del 40% para los tiques y órdenes que exceden la cuenta corriente del funcionario; y el pago de lentes, armazones y cristales.

· Especial cuidado en las condiciones y seguridad en el trabajo, haciendo hincapié en la entrega de ropa adecuada a la tarea desempeñada por el funcionario

· Capacitación permanente e intensiva al trabajador municipal, que abarca desde normas de seguridad laboral (cómo debe desempeñar la tarea para evitar accidentes) hasta la actualización en el uso de nuevas tecnologías, logrando tener 6.000 funcionarios que manejan fluidamente herramientas informáticas.

· Boletos institucionales con subvención del 20% para los funcionarios de menores ingresos.

· Canasta de útiles escolares para hijos y menores a cargo de funcionarios, entre 6 a 16 años, por valor de $ 300.

· Todo esto reforzado por el hecho de que los funcionarios municipales han cobrado siempre el penúltimo día de cada mes, sean cuales fueran las dificultades económicas que estuviera atravesando la comuna (cosa poco frecuente en el país) y que su actividad sindical ha sido respetada en toda circunstancia.

Es claro que el esfuerzo para sostener semejante política salarial no lo realiza el gobierno municipal, sino la comunidad. Son los vecinos los que pagan esta política, que nosotros conscientemente diseñamos y defendimos, política que anunciamos antes de llegar al Gobierno y que cumplimos una vez en el mismo, pero que nos genera una muy importante obligación: estar a la altura, responder con capacidad, eficiencia y compromiso a las necesidades y expectativas de los ciudadanos.

Todos nuestros compatriotas deben tener presente --porque los uruguayos a veces somos desmemoriados-- que los salarios de los funcionarios municipales en Montevideo se encontraban entre los más sumergidos de toda la Administración Pública. El tránsito hacia retribuciones notoriamente dignas --muchas veces apetecibles en un país con graves problemas de empleo y salario-- se llevó adelante por parte de los sucesivos gobiernos de Tabaré Vazquez y Mariano Arana en la convicción de que una de las tareas de cualquier gobierno es pagar sueldos decorosos a sus trabajadores, y de que ningún emprendimiento importante para transformar una ciudad y elevar la calidad de vida de sus habitantes podía acometerse con trabajadores agobiados por el hambre y la miseria.

En tal sentido, es importante conocer el nivel de las retribuciones permanentes mensuales de los funcionarios municipales según los grados salariales que ocupan. 

En promedio, los funcionarios del Grado 1, Salario Mínimo Municipal y grado de ingreso al Escalafón Obrero y a la tarea de recolección de residuos, perciben $ 8.388 por mes con carácter permanente por 30 horas de trabajo semanal, los funcionarios del Grado 5, entre los que se incluyen Obreros y Administrativos de mitad de carrera, $ 10.823, los ingresos a la Conducción, o sea, cargos de Jefatura Grado 9, $ 13.017 y la Dirección Superior, Grado 21, $ 35.736. 

Estas retribuciones permanentes incluyen el salario básico, las compensaciones adicionales propias del sector de trabajo (compensación unificada, multas, honorarios, participación en ingresos, etcétera) y los beneficios sociales (seguro de salud, salario vacacional, etcétera). 

Si a estas cifras les agregamos las horas extra, el sexto día y el pago por horario nocturno, es decir, las retribuciones "de organización" como se indican en el Cuadro 3, o sea, el pago de conceptos que implican una contraparte en tiempo laboral (horas extra, sexto día, nocturno), en promedio estos funcionarios perciben mensualmente $ 11.079 el Grado 1, $ 13.108 el Grado 5, $ 16.535 el Grado 9 y $ 35.736 el Grado 21.

Ingreso a la IMM

No creemos que este esfuerzo haya sido en vano. Por el contrario, estamos convencidos de que se logró una mejora considerable en los niveles de rendimiento y eficiencia en la prestación de los diversos servicios que la comuna proporciona a los montevideanos. Observemos que en paralelo a este proceso de significativa recuperación salarial, la IMM disminuyó el número de funcionarios en un 25%. En 1990 la IMM tenía 12.500 funcionarios. En la actualidad son 9.377, habiendo descendido un 7% el promedio de edad de los funcionarios. Con relación a sus habitantes, Montevideo es el departamento que cuenta con menos funcionarios en todo el país.

El ingreso a la IMM, así como los ascensos en ella, se democratizaron a través de la implantación de garantías y mecanismos de transparencia, que vinieron a innovar respecto a una inveteradas prácticas del Estado uruguayo signadas por la arbitrariedad y el clientelismo. Esta ruptura con un esquema clientelístico, que premiaba con un empleo público la adhesión partidaria sin la más elemental consideración de requisitos o niveles de capacitación necesarios para la tarea, se ha constituido en uno de los aportes más importantes para cualquier estrategia nacional de modernización y fortalecimiento del sector público. La democratización del ingreso en cuanto a género, discapacidad y edades convirtió a la IMM en una institución modelo en este plano, incorporando a mujeres en funciones tradicionalmente masculinas e incorporando a compatriotas con discapacidades en número creciente, sin parangón en el Estado uruguayo.

Política de convenios

En otro orden, la IMM ha impulsado una vigorosa política de convenios con organizaciones no gubernamentales que han emergido como respuesta de la sociedad civil, vinculadas al mundo popular, demandando y organizando apoyos y soluciones para sectores sociales marginados y excluidos del modelo. Es así que cientos de jóvenes tienen su oportunidad de realizar su primera experiencia de trabajo, realizando un valioso aprendizaje e internalizando valores y comportamientos que pueden ayudarle a orientar positivamente sus vidas futuras. 

Se trata de eso: tender una mano solidaria a los que nada tienen, comprometernos, hacernos cargo, lejos de la actitud prescindente e individualista que se preconiza demasiado habitualmente por parte de los portavoces de las recetas dominantes en las últimas décadas.

Para terminar, deseamos hacer notar otro hecho que valoriza y jerarquiza aún más la magnitud del esfuerzo que los montevideanos han hecho para sostener esta política de mejora sustancial de las retribuciones de los funcionarios municipales: todo este paquete de incrementos salariales, y aumentos considerables en los beneficios sociales y compensaciones adicionales, se llevó adelante en el mismo período en el que la Intendencia de Montevideo fue objeto de un trato total y absolutamente discriminatorio por parte de los sucesivos Gobiernos centrales, que modificando el comportamiento que históricamente habían tenido hacia este municipio, suprimieron o recortaron toda ayuda o colaboración sin argumentos razonables, y casualmente, desde 1990.

Nada de eso impidió antes, ni impedirá mañana que sigamos concentrando nuestros esfuerzos en mejorar y dignificar las condiciones de trabajo y la carrera funcional del trabajador municipal, así como nada nos desviará de nuestro objetivo de desarrollar y embellecer nuestra ciudad, elevando la calidad de vida de los montevideanos, que son nuestro más rico patrimonio. A ellos, a los montevideanos, que nos han respaldado y que han sostenido con su esfuerzo y sacrificio estos emprendimientos es que nos debemos, y en ese sentido, reiteramos nuestro renovado compromiso.

Volver a Documentos
10 años de descentralización: un debate necesario

Volver a Vecinales y Comunales

© autogestión vecinal (http://www.chasque.apc.org/guifont) Montevideo/URUGUAY
Edición Internet 2001: Guillermo Font


Guillermo Font - ELECTRICISTA
correoCorreo Electrónico: guifont@chasque.apc.org
Montevideo - URUGUAY