vecinet-notici@s - 462
SUMARIO
1 - Jornada Cívica de protesta
2 - La gente convalidó la propuesta de cambio económico
3 - La Proclama por el trabajo y la producción nacional
1 - Jornada Cívica de protesta
Enjuiciamiento a la política económica del gobierno
Gremiales empresariales y de trabajadores manifestaron bajo una
intensa lluvia por las calles de Montevideo para que el gobierno escuche sus
planteos.
Miles de personas -los organizadores estiman unas 100 mil- se concentraron esta
tarde a lo largo de 18 de Julio para escuchar la proclama del PIT-CNT y de
varias gremiales agropecuarias y empresariales. El texto constituyó un
"enjuiciamiento a la política económica del gobierno", afirma el diario El
Observador.
En el documento -cuya lectura duró casi una hora- los trabajadores solicitaron
al gobierno "un gesto de humildad para reconocer que el modelo económico ha
fracasado rotundamente" y agregaron que la "situación de extrema gravedad (...)
no va más".
Los manifestantes reclamaron "otro Uruguay" basado en una política más
solidaria, con una "redistribución de la riqueza más justa".
"Es necesario abrir una negociación con la participación de todos los actores
involucrados. Proponemos la creación de un ámbito para el diseño de políticas
públicas relativas al trabajo y la producción nacional"
Por primera vez, bajo la consigna "Por el trabajo y la producción nacional:
porque otro Uruguay es posible", asociaciones empresariales de la ciudad y del
campo -reunidas en la Concertación para el Crecimiento- y los trabajadores
-integrados a la central obrera uruguaya PIT-CNT-, con la adhesión de las
organizaciones de jubilados y pencionistas, de estudiantes y de cooperativistas,
hombres y mujeres desde todos los puntos del país, marcharon en demanda de
soluciones a la situación económica. Juntos con el objetivo de reactivar el
mercado interno y el sector exportador, defender la producción y revitalizar el
MERCOSUR.
La marcha, que contó con unos 600 jinetes a caballo, tractores, miles de
personas de a pie y vehículos, llegó al Obelisco donde el actor de la comedia
nacional Delfi Galbiatti leyó la proclama.
El movimiento de Concertación para el Crecimiento surgió entre diciembre y
febrero, tras reuniones mantenidas en el Parlamento entre agropecuarios,
pequeños empresarios y trabajadores, según un informe del diario El País. El
grupo presentó una serie de medidas en enero, sin obtener respuesta a su pedido
de reactivar el mercado interno, de darle competitividad a los sectores
exportadores y aumentar la presencia del Estado en materia de obra pública.
La intermediación a la que se comprometieron los senadores Jorge Larrañaga por
el Partido Nacional, Reynaldo Gargano por el Frente Amplio y la diputada Glenda
Rondán por el Partido Colorado, terminó con unas líneas del ministro de
Economía, Alberto Bensión, en las que decía que recibía a siete dirigentes pero
excluía al presidente de la Federación Rural, Gonzalo Gaggero".
Las organizaciones convocantes a la movilización de hoy, a través de una
proclama, reclamaron al gobierno la creación de un ámbito, "donde estén
representados todos los sectores involucrados, para discutir políticas públicas"
relativas al trabajo y la producción, y "acciones urgentes para salir de la
crisis", informó El País.
Lo definieron como "un ámbito que sea propicio para discutir qué tipo de Estado,
qué tipo de empresas públicas y qué tipo de integración regional quieren los
uruguayos".
En la proclama se reclamaron cinco puntos, considerados "ejes para empezar a
cambiar". Esos puntos fueron los siguientes:
1 - "Reactivación del mercado interno, que representa el 85% de nuestro producto
bruto interno"
2 - "Defensa de la producción nacional frente a la presión de productos de fuera
de la región, altamente subsidiados"
3 - "Reactivación del sector exportador"
4 - "Reformulación del papel del Estado, potenciándolo como factor de desarrollo
nacional, respaldo del aparato productivo y mecanismo de redistribución social
de la riqueza"
5 - "Reformulación del MERCOSUR" para lograr su integración macroeconómica.
2 - La gente
convalidó la propuesta de cambio económico
Pedido de negociación al
gobierno
La principal medida solicitada esta tarde en el acto de la
Concertación para el Crecimiento y la central de los trabajadores uruguayos PIT-CNT
fue la instalación de un ámbito de negociación por el trabajo y la producción.
Beatriz Luna, del Servicio Informativo de radio El Espectador, amplió la
información: “Una mesa de negociación urgente para buscar políticas públicas
sobre el trabajo y la producción reclamaron los manifestantes esta tarde en el
Obelisco.
Los temas para ser incluidos en este ámbito son la reactivación del mercado
interno, algo que consideran fundamental, la generación de empleo, la defensa de
la producción nacional frente a la presión de productos subsidiados que vienen
del exterior, la reactivación del sector exportador a través de políticas
comerciales activas, la reformulación del papel del Estado, potenciándolo como
factor de desarrollo nacional, y la reformulación del MERCOSUR, con la
perspectiva de construir un Mercosur integrado macro-económicamente.
El actor Delfi Galbiatti fue quien leyó la proclama. Dijo que la negociación es
necesaria ‘para delinear un proyecto nacional de desarrollo con todos los
involucrados. Sin trabajo y sin pan, no hay democracia auténtica. Sin ciudadanos
libres y en condiciones de participar creativamente en la producción de la vida
-eso es el trabajo para nosotros-, no hay democracia real. Que no se diga que
esta propuesta va en desmedro de la institucionalidad democrática. ¡Al
contrario! Quienes aquí estamos hemos hecho mucho por la democracia’.
En la proclama también se criticó al gobierno por lo que se consideran
inversiones especulativas que vienen del exterior. Indicaron que sin el
desarrollo de la inversión nacional, no es posible un cambio.
Entre los dirigentes políticos presentes en el acto, estaban Tabaré Vázquez,
líder del Encuentro Progresista; el senador del Nuevo Espacio, Rafael Michelini;
y los intendentes nacionalistas Irineu Riet Correa (Rocha), Álvaro Lamas
(Paysandú), Eber Da Rosa (Tacuarembó), y el intendente de Montevideo, Mariano
Arana”.
Reacciones ante el acto
El ministro de Economía, Alberto Bensión, fue el centro de las críticas de
dirigentes políticos y agropecuarios que concurrieron al Obelisco.
Aureliano Folle, del Servicio Informativo de radio El Espectador, aportó la
información: “Tanto el presidente de la Federación Rural, Gonzalo Gaggero, como
Tabaré Vázquez solicitaron la renuncia de la conducción económica tras el acto y
la jornada cívica vivida hoy en Montevideo.
Gaggero, el hombre más aplaudido al subir al estrado pocos minutos antes de que
fuera leída la proclama, indicó que la gente, en alguna medida, dijo lo que
tenía que decir.
‘La gente convalidó la propuesta de cambio económico, que es la gran
convergencia del día de hoy de toda esta ciudadanía y el campo, buscando el
cambio económico para un país productivo. Que el país se nos cae a pedazos, se
nos cae a pedazos, que la producción se cae, se cayó, ahora la solución la tiene
el sistema político, que debe estar sensibilizado por esta manifestación de
cultura, de ciudadanía, de civismo y de democracia’.
Consultado sobre qué hay que esperar a partir de ahora, respondió: ‘Soluciones,
soluciones para los sectores productivos nacionales, el sistema político conoce
perfectamente las necesidades de los sistemas productivos, a ellos va nuestro
reclamo’.
Cuando se le recordó que el presidente Jorge Batlle pidió soluciones concretas,
dijo: ‘El presidente conoce perfectamente las soluciones como hombre informado.
Como hombre de conocimiento, como hombre inteligente, sabe las soluciones del
país.
Tabaré Vázquez, minutos antes de que fuera leída la proclama, solicitó que la
conducción económica renunciara: ‘Me parece realmente una manifestación
importantísima de los sectores de la producción y el trabajo, que intentan ver
si se puede cambiar esta política económica que el gobierno está llevando
adelante, causante, sin duda, entre otras cosas, de la situación que viven miles
y miles de uruguayos de manera desesperante. Si el Poder Ejecutivo continúa
llevando adelante este modelo económico, no va a haber cambios. La situación se
va a agravar, lamentablemente, económica y socialmente. Creo que este es un buen
llamado para que el gobierno deje de hacer oídos sordos. Esperemos que por lo
menos cambien la conducción de la política económica’.
3 - Por el trabajo y
la producción nacional
Porque otro Uruguay es posible
Proclama del 16/4/2002
Orientales: este es un mensaje para construir la esperanza. La inmensa mayoría
de nuestro pueblo - es decir nosotros - está atravesando un grado alarmante de
"penurias materiales" toda vez que no puede ver resueltas sus condiciones más
elementales de vida. Pero no es menor el grado de "penuria interna" que nos
afecta cuando se nos muere la esperanza, cuando no encontramos una perspectiva
humana, un sentido de realización concreta de valores universales a nuestra
vida. No se puede vivir sin esperanza.
Es al mismo tiempo un mensaje al conjunto del pueblo oriental, a todas las
uruguayas y los uruguayos honestos, a todas las organizaciones sociales
representativas del quehacer productivo, social, científico, cultural y político
del país. En los tiempos de infortunio nacional, los Uruguayos hemos aprendido
la noble lección de encontrarnos. Pero lo hemos hecho siempre en una situación
de extrema gravedad y para decir con mucha fuerza NO VA MAS.
Como en 1983 nos juntamos frente a este mismo obelisco por las libertades
civiles, hoy volvemos a reunirnos reclamando a esta administración un gesto de
humildad para reconocer que el modelo económico ha fracasado rotundamente y que
comparta con nosotros el sentimiento de que lo que no es bueno para los
uruguayos no es bueno para el país.
¡El país se nos hunde y lo tenemos que sacar adelante! ¡Toda la sociedad
Uruguaya tiene que decidirse a actuar para estabilizar y profundizar la
democracia!
Y esto es necesario porque quienes gobiernan los destinos del país pretenden
hacernos creer que lo que nos pasa es una fatalidad de la historia. Las cosas
son como son... y no pueden ser de otra manera. Como si ellos no tuvieran nada
que ver. Como si nosotros no tuviéramos nada que ver. ¡Sabemos que no es así !
La historia la construimos los pueblos, los hombres, las mujeres, los jóvenes.
El pensamiento único, inunda toda la sociedad generando falsas expectativas.
En sus esquemas neoclásicos, no hay cabida para las soluciones de carácter
productivo y solidario. "Desregulación de los mercados", "privatización del
patrimonio nacional", "flexibilidad del mercado laboral", "costos laborales y
rebaja salarial", etc. forman el sentido común de los orientadores de las
políticas. Y esto es así porque ellos conciben la sociedad -y por tanto se
esfuerzan por construirla a su imagen y semejanza- como una selva agresiva y
salvaje. La sociedad es la suma de individuos egoístas que buscan "maximizar su
ganancia"; el mecanismo del mercado es el más eficiente asignador de los
recursos y por lo tanto la intervención del estado es un factor de ineficiencia
en el funcionamiento económico; el valor surge de la utilidad subjetiva que
presuntos "consumidores" individuales le asignen a las mercancías, no surge del
trabajo; la competitividad surge de la mejor combinación de los "factores de
producción" en la empresa considerada aisladamente, no es un sistema construido
socialmente, etc, etc, son los lugares comunes de los neoliberales.
Esta suerte de "ley del mas fuerte", de "selección natural" aplicada a los seres
humanos, las empresas, las organizaciones, los países, esta concepción de la
sociedad basada en que el hombre es lobo del hombre, está instalada en el poder,
y es la responsable de la situación de miseria y penurias cotidianas de cientos
de miles de uruguayos.
Por eso el actual proyecto de país socava día a día el tejido social uruguayo.
Por eso ante la insensibilidad oficial, convivimos con los niños que debiendo
estar en la escuela, ofrecen sus "servicios" en las calles y en las esquinas por
algunos pesitos. Un drama escandaloso de la actualidad, que de perpetuarse, de
convertirse en estructural, está hipotecando todo el futuro de nuestra nación y
ante el cual cualquier hombre o mujer sensible debiera rebelarse.
Muchas veces se apuesta al desconocimiento o la ignorancia de las cosas. Los
países más pobres, las naciones subdesarrolladas pagan muy caro los consejos y
sugerencias de asesores que explican las bondades del mercado como asignador de
recursos, de la sabiduría de la oferta y la demanda para arreglar todas las
cosas de este mundo. En cambio los países ricos practican el proteccionismo de
la producción y del trabajo de su gente, invierten en obras públicas, reducen la
tasa de interés, fomentando la inversión como caminos idóneos para atenuar las
crisis cíclicas y para desarrollarse. Además cuentan con seguros sociales
importantes y los estados ágiles, eficientes y fiscalizadores, intervienen
directa y fuertemente apoyando la marcha de sus economías nacionales y de los
bloques regionales que integran y promueven todos los días. Sin embargo,
nosotros aplicamos el liberalismo sin cortapisas que nos exportan a los países
pobres y como testigos pasivos comentamos el proteccionismo que aplican hacia
adentro de sus fronteras.
HAY QUE DECIRLE BIEN FUERTE A ESTOS SEÑORES QUE LAS SOCIEDADES NO FUNCIONAN COMO
LO INDICAN SUS MODELOS ABSTRACTOS! TAMBIÉN DEBEMOS DECIRLES QUE NO NOS
RESIGNAMOS AL PAPEL DE OBSERVADORES PASIVOS FRENTE A LOS RESULTADOS DE LA
APLICACIÓN DE ESTE MODELO!
La sociedad no es la suma de individuos egoístas, hay relaciones sociales, hay
colectivos, hay dinámicas fraternas. Creemos que el mercado no logra resolver
todos los asuntos humanos. Que el trabajo nos ha convertido a lo largo de miles
y miles de años en seres humanos, y que sin trabajo no solamente nos morimos de
hambre, sino que nos vamos deshumanizando. Por eso los problemas de la
marginación y la exclusión social, los problemas de la seguridad ciudadana, el
gravísimo problema de que en estos últimos años se viene agudizando la penosa
diáspora de cientos de miles de Uruguayos obligados al exilio. Según cifras
oficiales son 12000 las familias destruidas en los últimos 4 meses . Todos estos
problemas hay que analizarlos a la luz de la crisis en el trabajo y la
producción nacional, a la luz de la desesperanza y falta de perspectivas en que
tienen sumido a nuestro pueblo.
En definitiva en contra de lo que se piensa y se hace desde las altas esferas
creemos que:
· no existe otra forma de existencia social que no sea sobre la base del trabajo
como actividad creadora de la vida.
· Es necesario abrirle paso entre todos a una estrategia de desarrollo
productivo con una justa distribución de la riqueza.
· Es necesaria la profundización de nuestra Democracia. Esta estrategia de
desarrollo productivo sustentable y de justicia social no puede construirse
solamente desde el sistema político; también debe participar en su elaboración
el conjunto de la sociedad, a través de sus organizaciones.
¡¡¡ Es posible y necesario construir entre todos un país mejor!!!
El 35 % de las empresas han quebrado desde el 98 a la fecha. Particularmente en
el agro 15 productores abandonan su explotación por día. Aquellos que aún
subsisten en la actividad, no pueden concretar sus perspectivas de desarrollo
padeciendo un endeudamiento que en las actuales condiciones los torna inviables.
A esta altura seguramente mas de 225 0000 desocupados, desocupación que en
algunos departamentos trepa hasta el 20%; según el Banco de Previsión Social
75000 trabajadores estuvieron en el Seguro de Desempleo durante el año 2001; mas
de 500000 trabajadores en condiciones de informalidad, sub-ocupación o
precariedad; el país hundido en la desesperanza y el bajón generalizado; los
jóvenes con los ojos puestos en emigrar; los problemas de la infancia y la
educación; amplísimos sectores empresariales desconformes, no solamente están
lanzando una bofetada a las falacias del gobierno, sino que están diciendo a
viva vos que nuestro Uruguay está paralizado y que estamos ante la crisis
terminal de una concepción de país, que estamos asistiendo al agotamiento
definitivo de determinando modelo económica.
Esta dura realidad no es sustancialmente diferente a las vivencias
latinoamericanas en general y a la de los vecinos más próximos en particular.
Somos testigos de realidades sociales dolorosas como la nuestra, cuyas
resultancias son el caos, la confrontación entre hermanos, el desencanto y la
angustia como sentimientos cotidianos. Por ello es necesario abrir las
tranqueras de un verdadero diálogo entre todos los actores involucrados en el
diseño de una estrategia de desarrollo para nuestro país, por lo que queremos
evitar...... y por lo que queremos construir.
Tomemos algunos ejemplos de la realidad actual:
Hace pocas semanas pudimos apreciar el asombro y la preocupación de los
principales actores de la prensa, de la política y de los negocios frente a la
noticia de que Uruguay había perdido el "grado inversor". Las calificadoras
internacionales les dirían a partir de ese momento a sus clientes que en Uruguay
no hay condiciones para la inversión. ¿De que inversión está preocupado el
equipo económico? Evidentemente no de la inversión productiva, donde cada vez
son más los inversores nacionales que se quedan por el camino. Se trata de la
inversión especulativa, de la venta de bonos del tesoro y de préstamos para
cubrir el enorme agujero producido por este modelo económico. De espaldas a la
producción nacional y vestidos de gala para atraer al venerado inversor
internacional se quedaron sin visita, mientras asistían impávidos a la agonía
del auténtico inversor nacional y de nuestros trabajadores. No es que no nos
preocupe el "grado inversor" que refleja - a pesar de las posibles
arbitrariedades de las calificadoras internacionales -, la imagen de nuestro
país en los circuitos financieros mundiales. Pero lo que está quedando
demostrado es que sin el crecimiento y el desarrollo de una economía real,
anclada en la producción, son efímeras las preocupaciones del gobierno por
cautivar a los inversores. La economía burbuja, la del permanente endeudamiento
con los organismos financieros internacionales, la de las importaciones
indiscriminadas, la de las desproporcionadas ganancias del sistema financiero,
sin un anclaje en la vida productiva real, está agotada.
El país de la improvisación y de la incertidumbre que genera, de la falta de una
cultura productiva y de la negligencia del estado ya no da para más. Veamos lo
que pasó con la aftosa. En aras de preservar un mercado nuestros vecinos de
Argentina ocultaron la enfermedad y a pesar de que hasta un meteorólogo podía
predecir la venida de la aftosa, el gobierno debilitó los servicios de sanidad
animal del MGAP que perdió gran parte de sus recursos. Ahora aunque ya no se
hable tanto del tema el país todo sufre las consecuencias. Por ejemplo, los
productores de carne han perdido el 30% de sus ingresos y los trabajadores están
parados o con sus salarios sumergidos. Esta es una demostración de a lo que
puede llevarnos la improvisación, y la falta de políticas productivas, en este
caso de políticas ganaderas y sanitarias sustentables y construidas con todos
los involucrados, política que por otro lado solamente se puede construir en el
plano del Mercosur.
Nos preguntamos Así como la devaluación en BRASIL se veía venir, también se veía
venir en ARGENTINA. ¿Por qué no nos adelantamos nunca a los problemas? ¿Será que
siempre reaccionamos a las medidas de los demás? ¿Porqué no nos encaminamos a
diseñar las políticas productivas para estimular el trabajo de los Uruguayos?
Desde que asumió el gobierno actual, sólo se preocupó de reducir el mercado
interno bajando la inversión pública en 100 millones de dólares, lo que
significó perder 20 mil puestos de trabajo, reduciendo los salarios públicos e
incentivando a rebajar los salarios privados y por lo tanto reduciendo las
jubilaciones. Ahora aplican un nuevo ajuste fiscal. Cuando se hacen
imprescindibles medidas para sacar al país del pantano, cuando se hacen
necesarias "medidas anticíclicas", el gobierno toma "medidas procíclicas". Es
decir, preocupados unilateralmente por el déficit fiscal, reducen la inversión
productiva del estado (por ejemplo en viviendas), generan una nueva contracción
de la ya casi paralizada economía, en un círculo vicioso que genera ante la
mayor paralización, menores posibilidades de recaudación por parte del estado.
Lo que pretenden "ahorrar" mediante reducción del gasto público, se les irá como
arena entre los dedos debido al mayor gasto en Seguros de Paro de los
trabajadores parados y la menor recaudación por concepto de impuestos no pagados
de ¡¡¡¡las empresas cerradas!!!!
Asimismo el país también ve menguado sus ingresos por la caída de las
exportaciones producto de la pérdida de competitividad del sector.
La concepción del gobierno para la "competitividad" del país no tiene
perspectivas. Ellos solo se fijan en los llamados "COSTOS". No se trata de que
este aspecto no tenga importancia, pero en un país como el nuestro, cuyas
empresas grandes son pequeñas al lado de las empresas Argentinas y más aún de
las Brasileras, y que son microscópicas al lado de las grandes empresas de los
países ricos y desarrollados, ¿Puede Uruguay competir en base a productos
estándar y de bajo costo? Estamos convencidos que la situación expresada en
forma de dilema es la siguiente: URUGUAY SERA PRODUCTIVO O NO SERA. Para
resolver esta encrucijada el país debe definir un perfil productivo para
insertarse en un mundo cada vez más difícil y complejo, no en base a los
"costos" mirados unilateralmente, sino sobre la base de la CALIDAD, EL
CONOCIMIENTO Y EL VALOR AGREGADO, COMO UNICO DESEMPEÑO VIABLE PARA EL URUGUAY.
En el discurso muchos dirían que están de acuerdo, pero en la práctica el
crecimiento de la informalidad, de la precariedad, la subocupación, los salarios
de hambre, la ausencia de una política de estado enfocada a la competitividad
auténtica que estimule al empresario que "emprende", están demostrando que hasta
ahora el país viene tomando el rumbo del deterioro de sus relaciones sociales.
Asumimos el compromiso serio y responsable, como parte de las cadenas
productivas para agregarle valor y calidad a nuestros productos. Pero exigimos
políticas comerciales activas y marcos monetarios y cambiarios adecuados para
profundizar una estrategia nacional y regional de inserción internacional.
Sin políticas productivas activas, sin un proceso de democratización de las
relaciones laborales que promueva organizaciones productivas dinámicas y
complementadas, que posibiliten la movilización del conocimiento de nuestra
gente, lo cual implica sin dudas promover las libertades sindicales y la
negociación colectiva informada e inteligente, no se puede producir bienes y
servicios de altísima calidad. Con la conmoción diaria que significa no saber si
mañana tendrás trabajo, con empresarios que no saben a ciencia cierta si se
verán obligados a cerrar su establecimiento, no es posible una estrategia
productiva basada en serio en la calidad.
El país está paralizado. Estamos ante una EMERGENCIA SOCIAL Y PRODUCTIVA. La
falta de perspectivas y la irresponsabilidad del Gobierno, nos han conducido a
esta situación. El modelo económico aplicado en los últimos 30 años atraviesa su
fase de agotamiento definitivo. Ahora son necesarias cambios sustanciales en el
modelo a seguir.
Hemos acordado una serie de medidas e instrumentos concretos como ideas para un
proceso de debate nacional con los ojos puestos en sacar al país de la crisis y
abrirle paso a un proyecto de desarrollo productivo justo y sustentable. No es
momento aquí de enumerar todas las propuestas construidas que son viables de
existir la necesaria voluntad política. Aquí nos referiremos a otro aspecto más
importante aún.
En el debate publico están planteados una serie de temas que reflejan
determinada lógica de razonamiento. El déficit fiscal, la política monetaria y
cambiaria, las presuntas "reformas estructurales" ya sean de primera, de segunda
o de tercera generación, etc, etc. Se trata de debates sobre instrumentos, sobre
medios. El problema es cuando los instrumentos opacan a los fines. Esta espiral
de preocupaciones meramente instrumentales, está implicando una racionalidad
negadora de los fines. Las cifras, los medios de la discusión técnica,
deshumanizan y des-socializan a la economía. Los números se convierten en más
importantes que la suerte de los hombres y mujeres de nuestro país.
Nuestro planteo está dirigido a construir otra forma de razonamiento en donde
los fines primen sobre los medios. El objetivo de nuestras propuestas apunta
abiertamente a aquel concepto Artiguista del fin supremo del buen gobierno. Nos
referimos a la "pública felicidad".
Un Uruguay productivo, con justa distribución de la riqueza, con una estrategia
de inserción internacional potenciadora de nuestras cadenas productivas, de
democracia ampliada, apunta directamente al bienestar de nuestra gente.
¿Qué otro objetivo deben perseguir sino este, las políticas del estado?
Por eso son necesarios cambios estructurales de un sentido bien diferente a los
soñados y proyectados por los actuales orientadores de estas políticas.
Por ejemplo ubicando en una lógica diferente al debate sobre las empresas
públicas y más en general sobre el aparato del estado. El asunto no es
pulverizarlo. Esas políticas, mal discutidas y peor implementadas, ya han
arrojado resultados espantosos en los países hermanos. El asunto esencial es
como generar consensos nacionales para transformar las empresas públicas y el
estado en general, en un sentido de mejores servicios a la población y de
trabajo nacional, es decir en la perspectiva de su contribución al desarrollo
productivo y social del país.
Por ejemplo abriendo la agenda del desarrollo tecnológico propio, con el
objetivo de delinear un sistema de nacional de innovación, concebido desde
nuestras necesidades, para procesos intensos en conocimiento productivo, para
generar el mayor valor agregado posible, para maximizar nuestra formación
profesional.
Para ello es necesario abrir los espacios de encuentro para que desde cada
rincón de la sociedad, nos pongamos en movimiento para alumbrar una estrategia
productiva para el Uruguay y para resolver las necesidades básicas de nuestra
castigada población.
En ese sentido elevamos una propuesta de una nueva articulación entre el sistema
político y las organizaciones sociales. Por eso se hace necesario que todos los
actores uruguayos podamos aportar nuestro ladrillo para reconstruir la
esperanza. Necesitamos planes concretos para generar trabajo y desarrollo, para
ensanchar el mercado interno y producir para la exportación. Estos planes, estas
"políticas de estado" concebidas para pensar un país para su gente y para las
décadas futuras, no puede construirse aisladamente desde el sistema político. Es
necesario abrir una negociación con la participación de todos los actores
involucrados. PROPONEMOS LA CREACIÓN DE UN ÁMBITO PARA EL DISEÑO DE POLÍTICAS
PÚBLICAS RELATIVAS AL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN NACIONAL, PENSADO PARA DEFINIR ESA
ESTRATEGIA DE DESARROLLO PRODUCTIVO Y SOLIDARIO QUE TANTA FALTA LE HACE AL PAÍS.
Ámbito enriquecido en su integración por la participación de los actores
sociales.
Que en principio dirima las acciones urgentes e imprescindibles para salir de la
crisis generando las condiciones para el país que queremos.
A nuestro entender los ejes para empezar a cambiar son:
1. Reactivación del mercado interno, que representa el 85% de nuestro producto
bruto interno y es pilar fundamental en la generación de empleo.
2. Defensa de la producción nacional frente a la presión de productos de fuera
de la región altamente subsidiados.
3. Reactivación del sector exportador a través de políticas comerciales activas
como fuente imprescindible de recursos para atender nuestros compromisos
internacionales y financiar nuestro crecimiento.
4. Reformulación del papel del estado potenciándolo como factor de desarrollo
nacional y de respaldo del aparato productivo y como mecanismo de redistribución
social de la riqueza.
5. Reformulación del MERCOSUR. La construcción de un MERCOSUR integrado
macroeconómicamente, de complementación productiva, democrático y solidario, no
solamente es una condición necesaria para nuestro desarrollo económico sino para
el afianzamiento de nuestra soberanía.
Ámbito que además sea Idóneo para analizar, discutir y definir las cuestiones
nacionales de largo aliento, que le sirva a la sociedad toda y respalde a
nuestro aparato político-parlamentario en las encrucijadas históricas. Donde los
Uruguayos todos definamos que tipo de estado queremos, que tipo de Empresas
Públicas queremos, que tipo de inserción productiva y comercial regional e
internacional queremos. Por lo tanto ámbito que trate todas las cuestiones de
fondo, que nos van a comprometer por los próximos 30 o 40 años. Aquellas que
necesitan del concurso de las grandes mayorías, para darle sustento en el
tiempo, y para poner a disposición de las diferentes organizaciones sociales
todos los elementos para involucrarnos y comprometernos con ellas, con alma y
corazón.
En tal sentido los convocantes de este acto, manifestamos la voluntad de
conformar una Mesa Permanente para trabajar por estos objetivos planteados.
Solo podremos salir de esta situación si nos disponemos a construir escenarios
de negociación entre los diferentes actores para sacar el país adelante, para
delinear un proyecto nacional de desarrollo con todos los involucrados. Sin
trabajo y sin pan, no hay democracia auténtica. Sin ciudadanos libres y en
condiciones de participar creativamente en la producción de la vida -eso es el
trabajo para nosotros- no hay democracia real. Que no se diga que esta propuesta
va en desmedro de la institucionalidad democrática. ¡Al contrario! Quienes aquí
estamos hemos hecho mucho por la democracia. Justamente se trata de
fortalecerla. Los problemas del diseño de un nuevo proyecto de país son tan
complejos, que requieren del aporte y la participación de todos los involucrados
en el asunto, sin ciudadanos de primera y de segunda categoría. Generando
relaciones productivas y dinámicas entre el sistema político y los actores
sociales, ambos saldremos fortalecidos.
Se trata de una gran cruzada por el Uruguay orientado al desarrollo productivo,
orientado al crecimiento sustentable, humanizante fraterno y solidario y en ese
sentido convocamos a todas las fuerzas sociales y políticas a encontrarnos para
abrirle paso a ese país posible. Como en los grandes momentos del Uruguay, como
lo decía José Gervasio Artigas, "nada podemos esperar, sino de nosotros mismos".
Con ese propósito, tenemos que encaminarnos a derrotar el bajón, a reconstruir
la esperanza, a cerrarle las puertas a las correntadas de botijas que estamos
mandando al destierro !!!!!!!.
Es hora de poner el corazón, la cabeza y las manos a esta empresa histórica. Por
todo esto convocamos a un gran movimiento para cambiar el país. Somos un pueblo
rebelde, el del éxodo del pueblo oriental, el de la conquista de la democracia y
el que ahora alumbrara las condiciones para un proyecto de país basado en el
desarrollo productivo nacional, con justicia social que nos inserte en la región
rescatando así el legado Artiguista para los de ahora y para los que vienen en
el futuro.
Reivindicamos nuestro derecho de pertenecer a un lugar, trabajar en él, educar a
nuestros hijos, preservar nuestra familia y nuestra cultura, sin dejar de
participar en un mundo que ha podido internacionalizarlo todo menos a los
pueblos y a sus valores nacionales.
Desde el pasado, lo reclaman nuestros muertos. Desde el presente lo reclaman
nuestras familias. Desde el futuro, lo reclaman nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos.
POR EL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN NACIONAL
PORQUE OTRO URUGUAY ES POSIBLE
¡Y PORQUE TODOS JUNTOS PODEMOS!
Obelisco a los constituyentes
Montevideo 16 de abril de 2002
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