vecinet: un pionero construyendo redes comunitarias

     por Gabriel Kaplún(*)

     Aunque la prehistoria de internet se remonta a los años 70 y 80, la world wide web existe desde 1991 y fue recién a mediados de los 90 que comenzó su expansión, que ya no se detendría. En aquellos primeros años, donde enviar o recibir un correo electrónico podía llevar un buen rato, mientras se esperaba la conexión discada  y la lenta bajada y subida de los bytes, algunos pioneros empezaron a darse cuenta de la enorme potencialidad que la red podía tener para los movimientos sociales y la organización popular. Entre ellos estuvo vecinet, que hoy cumple 20 años, casi tantos como los que internet ha estado presente en nuestra vida cotidiana.

     Especialmente en esos primeros tiempos vecinet ocupó un lugar que nadie más ocupaba, haciendo algo simple pero muy valioso y necesario: poner en circulación horizontal la información de lo que estaba ocurriendo en los barrios montevideanos, en los movimientos sociales y en el proceso de descentralización participativa impulsado desde hacía poco por la Intendencia de Montevideo. Para lograrlo no había un equipo periodístico rastreando y produciendo toda esa información, sino solo un voluntarioso comunicador dispuesto a recibir todo lo que le enviaran, organizarlo para que fuera legible y utilizable y reenviarlo a su vez a mucha gente. Como no había quien hiciera algo así, rápidamente se convirtió en un referente al que todo el mundo le enviaba todo, sabiendo que llegaría a muchos y que, leyendo sus envíos semanales, se enteraría a su vez de lo que hacían otros, tan cerca en el territorio y los intereses pero tan lejanos para la mayor parte de los medios de comunicación tradicionales.

     Lo que vecinet hacía se parecía a lo que muchos venían buscando desde hacía tiempo: formas de impulsar redes de comunicación horizontales. Eso, por ejemplo, es lo que había diseñado años atrás mi padre, Mario Kaplún, con el sistema del “casete-foro”, con pequeños productores rurales que se comunicaban entre sí a través de casetes que iban y venían mediados por un equipo que impulsaba el proceso y seleccionaba lo que todos enviaban. Y es también  el principio en que se basan las “redes sociales” que vendrían mucho después con tanto éxito. Se trata de la comunicación “de muchos a muchos”, tan distinta de la “de uno a muchos” de los medios masivos tradicionales. Si el siglo XX fue el de la comunicación centralizada por los medios, el XXI asomaba con nuevas posibilidades -en verdad muy antiguas- de romper el monólogo mediático y recuperar el diálogo, volviendo al sentido original de la palabra comunicación: poner en común. Lo común y la comunidad están en el origen de la comunicación y son también lo que le dan sentido: construir lo común, hacer comunidad.

     Pero esta potencialidad de internet es justamente eso, una potencialidad, pero no algo predeterminado. Hay también otros usos posibles, que tienden a reproducir otra vez la comunicación centralizada en unos pocos que dominan las redes -y el negocio en que se han convertido-. También cabe el uso banal, el parloteo del que cuenta lo primero que se le ocurre y opina lo que sea sobre lo que venga. Construir diálogo y comunidad requiere, en cambio, un esfuerzo constante y complejo. Con modestia de recursos, a eso apuntaba vecinet en su origen y ha tratado de mantener -no sin dificultad- por tanto tiempo.

     Puede ser bueno entonces recordar otra vez a mi padre cuando decía: “Comunicación es una calle ancha y abierta que amo transitar; se cruza con compromiso y hace esquina con comunidad”. En el éxito inicial y en las dificultades posteriores, si algo no le ha faltado a vecinet es el compromiso por el que ha transitado todos estos años por la calle ancha de la comunicación.

(*) Facultad de Información y Comunicación - Universidad de la República http://www.comunicacion.edu.uy/sites/default/files/GK_CV.pdf