Taller:
Autogestión, ayuda mutua
y acceso a la tierra.
Teniendo en cuenta las
experiencias vividas y narradas por los participantes en el taller, quedó
explicita la necesidad de que -para la obtención de tierras, la autogestión y
logros importantes mediante diversas reivindicaciones-, existan o se generen
organizaciones o federaciones sólidas. Tal solidez estaría dada entre otras
cosas por el carácter político, la ayuda mutua y el asesoramiento técnico.
Pese a esto no debemos olvidar que en la mayoría de los casos, las agrupaciones
surgen por acción espontánea o del poder público. En este marco se destacó a
FUCVAM como ejemplo de experiencia cooperativa a nivel de latinoamérica; el
surgimiento y los grandes logros obtenidos por organizaciones argentinas (MOI,
Corriente Clasista y Combativa, Asamblea de Piqueteros, federadas en torno a la
FTV) y brasileñas (los movimientos populares urbanos, MST y otras), en la
última década. En igual dirección se manifestó la importancia del
surgimiento de organismos como la SELVIP, en funcionamiento desde hace 10 años,
y cómo dentro de ese marco es fundamental la unificación de estrategias a
nivel regional en pos del hábitat popular.
Los temas que se
han manejado en este taller, no permiten soluciones concretas , pero sí
reformular estrategias o presentar otras nuevas que tiendan a consolidar la
lucha que se ha mantenido hasta ahora. Lo siguiente es una síntesis de lo
expuesto a nivel de los países participantes y dentro de ellos sus distintas
organizaciones, en base a lineamientos generales.
- Continuar
el proceso de formación social. Ésta se puede lograr si logramos expandir
más el sentido de propiedad colectiva. Este tipo de fenómenos logra el
nacimiento de una identidad distinta, de un hombre nuevo, que ya se está
dando. Es necesario pensar en la organización colectiva como una forma de
poder, distinta de la del poder dominante. Esta nueva forma de poder, se
complementa con la solidaridad y con el asesoramiento técnico. Se
manifiesta en este sentido el papel de FUCVAM, no solo como organización
articuladora entre los pobladores carenciados y el Estado en la obtención
del techo, sino como organización autogestionaria con un proceso de
formación de conciencia política, la que le ha dado el poder o la
posibilidad de grandes logros. Son este tipo de organizaciones, encaradas
desde la autogestión y la ayuda mutua, las encargadas de reinventar una
cultura y una ideología distinta a la que el sistema plantea.
- Asegurar
para ello la transferencia de experiencias de sistemas por ayuda mutua y
autogestión. Debemos tener en cuenta que esto se logra mediante la
capacitación y la formación de las organizaciones, puesto que su
surgimiento está dado generalmente, por la urgencia de un lugar para vivir.
- Seguir
en la lucha por una legislación nacional que permita el acceso a la tierra.
Ya sea mediante la expropiación de grandes territorios, exigidos por el
Estado; o como en el caso de Uruguay, donde FUCVAM, logró un convenio con
la IMM (Intendencia Municipal de Montevideo) para la compra de terrenos.
Respecto a esto último, debemos decir que los convenios que se han venido
dando desde los '90, han sido fruto de ocupaciones. En Argentina lo que
existe es la Ley veinteañera, pero pese a esto los ocupantes -los casos
más importantes se han dado a nivel de grupos de campesinos conformados en
organizaciones- han tenido que soportar los embates del propio Estado o
indirectamente, de empresas particulares. En Brasil se está en este camino,
existe un proyecto de ley que, por estos días está siendo estudiado por el
Gobierno Federal. El alcanzar leyes que atiendan las urgencias de las clases
más carenciadas, debe estar dado también por una concepción nueva de lo
que es el Estado, que garantice una participación más activa en la
democracia directa o popular.
- Inclusión
en la ciudad. Los proyectos de reforma urbana, que se han venido implantando
en distintos Estados, Departamentos o Provincias (dependiendo del país que
se trate), por sus distintos gobiernos, tienen la particularidad de que
excluyen de la ciudad a la gente pobre o por debajo del límite de pobreza.
En algunos casos esta clase de reforma apoya un mercado de viviendas que se
conserva para una elite, que es la que constituye las ciudades. Entonces las
clases populares además de ser excluidas por su bajo poder adquisitivo, lo
son demográficamente. Cabe destacar en este aspecto la importancia de la
ayuda mutua y de la autogestión, dado que la situación de la periferia -en
el sentido de pasaje de asentamientos a cooperativas- se ha logrado revertir
por el trabajo en la constitución de grupos, mediante la capacitación y la
formación, concientes de tales herramientas.
- Retomando
la inclusión de las clases populares en la ciudad, descubrimos que la
política económica y habitacional a nivel de gobiernos respalda al
mercado, este es el motivo de la exclusión de sistemas alternativos de la
ciudad. Es peligroso a nivel de organización de las ciudades, para los
sistemas capitalistas dominantes, la introducción de contra-capitales o
contra mercados. Esto es un poco lo que se plantea a nivel de Brasil. Las
organizaciones se han planteado que además de querer tener un lugar para
vivir, quieren elegir donde vivir. Este poder de decisión lo da la
autogestión. Se convierte en un proceso dialéctico: la capacidad de
reflexionar sobre la situación que se vive y los límites que se le imponen
para poder superarla, hace que la organización sumada a la autogestión
logren avanzar en la obtención de nuevos espacios a habitar. Esto es solo
en un principio, la estructura de los sistemas cooperativos, permiten muchas
cosas más. En Brasil existen experiencias de ocupación urbana, una de
ellas "La Casota", pese a sus vicisitudes es hoy en día un
proyecto casi concluido, además de tener nuevos emprendimientos en otros
edificios ahora ocupados. En Uruguay, FUCVAM, a través de un segundo
convenio con la IMM, ha obtenido edificios, también en la modalidad de
reciclaje, en la Ciudad Vieja para la construcción de viviendas por ayuda
mutua.
- Lucha
por la radicación. En la constante lucha por la tierra debemos incorporar
la lucha por la radicación, como elemento primordial en la conformación
del hábitat. Esta es un poco la dirección que se ha tomado ahora en
algunos casos, además de la conquista de nuevos terrenos, resistir en
aquellos que ya han sido ocupados.
En
el intercambio de experiencias, hemos podido concluir que las dificultades son
más o menos las mismas y que la modalidad de organización es también similar
tendiente a ser la misma, sin obviar la realidad de cada país, zona o región,
donde faltaría la o las formas de organizarlo en conjunto, latinoamericano. Por
ello y como propuesta concreta se acordó la posibilidad de crear un grupo,
justamente, inter países de la producción social del hábitat. Este grupo que
se crearía como nuevo espacio dentro de la SELVIP, se caracterizaría por ser
un ámbito de reflexión, que tendría como fin, la creación de un documento
que marque un esquema general de lo que puede ser la unificación de estrategias
para la solución del hábitat popular.
Más información sobre el tema en la Sección
Cooperativismo y Autogestión y Vivienda
Popular de esta WEB
© autogestión vecinal (http://www.chasque.apc.org/guifont) Montevideo/URUGUAY
Edición Internet 2001: Guillermo Font
Guillermo Font - ELECTRICISTA
Correo Electrónico: guifont@chasque.apc.org
Montevideo - URUGUAY