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Lunes 2 de octubre 2000
Marcha por el DIA INTERNACIONAL DE LOS SIN
TECHO
Instaurado por las Naciones Unidas, el próximo
lunes 2 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Sin Techo con la
tradicional Marcha de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por
Ayuda Mutua. El 17 de febrero de 1998, FUCVAM había recibido una notificación
del Centro de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos comunicando el
otorgamiento de un Diploma por su labor en el campo del hábitat
popular.
Dicho Diploma se enmarca en las actividades desarrolladas por FUCVAM
en el transcurso de 1997, al cumplirse un decenio del Año Internacional de las
Personas Sin Hogar, el "año de Los Sin Techo". En particular, se destaca el Acto
realizado en el Club Platense el 4/10/97 y el Semanario "Una Ciudad para Vivir"
efectuado el día 12/10/97. Ambas actividades fueron consignadas en UNCHS Debate,
Noticias CNUAH y UNCHS News, publicaciones del Centro de las Naciones Unidas
para los Asentamientos Humanos con sede en Nairobi,
Kenya.
Proclama de FUCVAM
Reflexión y
compromiso en la búsqueda de soluciones
POR
UN FRENTE SOCIAL CONTRA LA MISERIA
Al conmemorarse el Día
Internacional de los Sin Techo en este nuevo milenio, los cooperativistas de
vivienda uruguayos a través de FUCVAM expresan un llamado a la reflexión y al
compromiso en la búsqueda de soluciones.
Esta nueva era está
caracterizada por profundos cambios en las políticas y las ideas, los modos de
comportamiento, en el mundo del trabajo y en la incorporación de tecnología. El
proceso de globalización más que construir un mundo mejor como preconizan sus
adalides parece profundizar la brecha entre ricos y pobres; los Estados se
debilitan en frenéticos remates, cediendo a las presiones de los oligopolios
transnacionales.
Los MacDonals ostentan sus brillantes carteles de
colores mientras en una húmeda fábrica del sudeste asiático un regimiento de
niños pierde la vista y su motricidad armando los pequeños juguetes de las
Cajitas Felices. Ese es el mundo en que vivimos: dos caras de una misma moneda.
Unos pocos felices justifican la opresión de muchos infelices.
En América
Latina existen unos 150 millones de personas que están viviendo una situación de
pobreza. Uno de cada tres individuos es pobre, pero no en el concepto clásico de
pobreza como simple insatisfacción de necesidades, nos referimos a la nueva
pobreza asociada los procesos de exclusión y
condena social que asola por
estas latitudes. Nos referimos a la pobreza asociada a la inestabilidad y la
deseperanza, la que transforma a los individuos en cazadores de oportunidades,
en pálidos deambulantes de ciudades ajenas.
América Latina es la región
del mundo que presenta la mayor desigualdad en la distribución de la renta. Los
cíclicos procesos de estancamiento y despegue de nuestras economías han
deteriorado de manera profunda las estructuras de producción de nuestros países
y en los últimos años asistimos indignados a una creciente y complaciente
extranjerización de los sectores claves de las economías nacionales.
Si
bien es observable una estabilidad relativa en los últimos diez años y una
tendencia al aumento del PBI, estos factores no se traducen en una reducción
sustancial de los niveles de pobreza y desigualdad, lo cual indica que aunque
existan escenarios macroeconómicos favorables, estos no son una condición
suficiente en el mejoramiento de las condiciones de distribución sino que sigue
siendo necesaria la intervención referencial y directriz del Estado en la
fijación de políticas concretas de largo aliento.
Un factor de evidente
conspiración en el mantenimiento del actual estado de cosas es el recorte o la
lisa y llana eliminación de las políticas sociales públicas. Todo lo que sea
rentable, como la administración de los ahorros previsionales, se privatiza,
pero actividades con fuerte componente de subsidio como la salud, educación y
vivienda tienden a ser dejadas de lado, aumentando la brecha entre los que
pueden satisfacer esas demandas con las ofertas privadas y quienes recogen las
migajas a expensas del tráfico de favores o la componenda política.
En el
plano urbanístico y arquitectónico la desigualdad se traduce, también, en
verdaderas privatizaciones en el acceso a espacios públicos, el vallado
ostentoso de las grandes propiedades, los barrios exclusivos con su exclusiva
policía y la erección de verdaderos santuarios del consumo como
los centros
comerciales y los hipermercados. En estos lugares los pobres tienen prohibido su
ingreso, solo se acercan a sus contornos hurgando la basura para engañar el
hambre y continuar hasta el día siguiente.
Las ciudades compiten por ser
bases físicas de los grandes oligopolios internacionales. Para ello se dilapidan
los recursos públicos o se toman grandes empréstitos, que termina pagando la
sociedad en su conjunto, para construir la infraestructura necesaria. Hoteles
cinco estrellas, sofisticados edificios de oficinas, puentes y carreteras por
donde debería pasar el progreso, aunque se deban dejar de lado comunidades,
ecosistemas, o reservas patrimoniales.
Ese es el tributo de la modernidad.
Nuestros gobiernos cumplen a pie juntillas los dictados de la globalización aún
a costa de la riquísima memoria cultural de nuestros pueblos. El mercado exige
escenarios uniformes donde las nacionalidades, los saberes, las costumbres, las
características
particulares de cada pueblo se transforman en obstáculos.
Constituye una verdadera ofensa a la Historia de los Pueblos ver como el nuevo
cipayismo político -fundamentalista en lo económico- continua esgrimiendo
razones de tradición y costumbres.
Hoy más que nunca: ¡los extranjeros son
ellos!
Conciudadanos del mundo, vecinos del planeta, ha llegado la hora
de sumar esfuerzos en una lucha titánica contra este modelo excluyente.
El
deber de la hora pasa por constituir fuertes frentes sociales que minen la
aplicación despiadada de los mandatos de los grandes oligopolios, RESISTIR debe
ser el Verbo de la Gente ante el avasallamiento y la pérdida de la condición
humana de millones de ciudadanos a cargo de una suerte de oligarquía planetaria
que no tiene más interés que el de su propia cuenta bancaria.
En el
Uruguay de nuestros días nos enfrentamos a la cruda realidad de un déficit de
200.000 viviendas. En el último semestre se ha reducido un 26% la actividad en
la industria de la construcción traducido en un aumento significativo del índice
de desocupación del sector. La participación del Estado en la construcción ha
llegado al mínimo histórico del 17% en materia de producción general de
viviendas. A pesar de ello se insiste con el eufemismo de "soluciones
habitacionales" con lo que se designa al
otorgamiento de certificados de
subsidios, el financiamiento parcial de la compra de vivienda, las hipotecas
sobre bienes a construir, la construcción de los denigrantes núcleos básicos
evolutivos y la costosa regularización de asentamientos precarios con fines
clientelísticos. Estas "soluciones" suman
por miles en la curiosa aritmética
del gobierno. Nos es posible que el déficit continúe creciendo en un país que
tiene un crecimiento demográfico vegetativo. Este invierno moría más de una
persona por semana debido al frío y las cruda condiciones de la intemperie. Más
de un millar de ciudadanos pernoctaba en las calles, los hogares y refugios se
vieron desbordados y los centros de asistencia pública tampoco pudieron cumplir
a cabalidad sus servicios.
Frente a esa
situación, el gobierno anuncia sus planes de ajuste que incluían un recorte de
presupuesto a la construcción de vivienda de interés social. Como si fuera poco,
se elabora y sanciona una Ley de Urgencia que atenta contra el mínimo sentido de
convivencia democrática. Los líderes de la coalición de gobierno acuerdan en la
reserva de las sombras una serie de medidas cuyo único cometido es facilitar la
extranjerización del país y continuar con el proceso de concentración creciente
de la riqueza. Triste papel y peligroso antecedente le cabe al Poder Legislativo
cuando las leyes se acuerdan entre gallos y medianoches.
FUCVAM
convoca al conjunto de los excluidos uruguayos a constituir un gran Frente
Social opuesto a esta política, un Frente Social con vocación de construir un
país diferente donde las urgencias de la gente sean el primer punto de la
agenda. Generar las alternativas necesarias es parte también de la
resistencia.
En Día Internacional de Los Sin Techo, a 24 años de la cumbre de
Vancouver, la realidad nos impone actuar con decisión en el reclamo de
responsabilidades. En 1996, en Estambul, los gobiernos volvieron a ratificar el
compromiso de los Estados nacionales en la búsqueda de soluciones para Los Sin
Techo.
Comenzamos el 2000 y las promesas siguen siendo sólo un
bello ornamento de gestión pero totalmente ineficaces en día a día de los más
desposeídos.
El pasado 23 de setiembre se cumplieron los 150 años
del fallecimiento del prócer nacional José Gervasio Artigas; quien había deseado
"Que los más infelices sean los más privilegiados" y enfáticamente aseverado que
"No venderé el rico patrimonio de los Orientales al bajo precio de
la
necesidad". Observando las fastuosas manifestaciones, la duda se impone:
quizá la conmemoración y el recuerdo de su muerte se haya transformado en
celebración para algunos!.
Basta de atropellos! Reivindicamos el
derecho a vivir donde trabajamos, reclamamos una distribución más justa de los
ingresos que viabilice un desarrollo sostenible de nuestra economía, respetando
la rica herencia cultural de nuestro Pueblo y nuestra -otrora- sana calidad
ambiental.
Invitamos a todos las trabajadoras y trabajadores, jóvenes y
adultos mayores, desempleados y subempleados, productores y comerciantes
excluidos de los grandes mercados, artistas e intelectuales, a los perseguidos y
estigmatizados por el modelo excluyente y globalizador a sumar esfuerzos en la
construcción de un gran Frente Social, un gran Bloque Popular Alternativo que
inaugure una nueva forma de convivencia basada en la solidaridad y la
cooperación.
En el Día Internacional de Los Sin Techo es imposible hablar
solamente del Derecho a la Vivienda que nos asiste. No podemos dejar de
referirnos a ese inmenso entorno en el que -poco a poco- hemos ido aprendiendo a
descubrirnos los iguales. Hemos debido sortear los escollos de la fragmentación
y los
bloqueos culturales que los grandes medios nos imponen día tras día,
pese a todo tenemos el orgullo de mostrarnos de pie y enfrentar la carrera
suicida de las grandes corporaciones trasnacionales y sus aliados locales.
A
construir el Mañana con la Esperanza como bandera!
Siempre existirá la Utopía
en tanto existan trabajadores dispuestos a tomar las herramientas con las que se
diseña el futuro.
Sin Techos de nuestra tierra, Excluidos del mundo:
frente al atropello criminal de neoliberalismo globalicemos la
solidaridad!
POR UN FRENTE SOCIAL CONTRA LA MISERIA Y LA
EXTRANJERIZACION
MAS UNIDAD MAS SOLIDARIDAD MAS LUCHA
LUCHAR HASTA
VENCER
DIRECCIÓN NACIONAL DE FUCVAM - octubre 2000
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Montevideo/URUGUAY
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