Brasil
Derrame de petróleo fue superior al
estimado
RIO DE JANEIRO, 23 ene (IPS) El presidente de la empresa
brasileña
Petrobrás, Henri Phillipe Reichstul, admitió que el volumen de petróleo
industrial derramado en la bahía de Guanabara, frente a Río de Janeiro, fue
de 1.292.000 litros.
Ese fue el resultado de una investigación de la misma empresa estatal
responsable del accidente, que había estimado en 500.000 litros la cantidad
de petróleo que escapó de un oleoducto dañado. Los resultados fueron
difundidos el viernes.
Las autoridades ambientales locales sostenían que el volumen sería de
800.000 a un millón de litros. Se trata del mayor derrame de petróleo desde
1975 en la bahía de Guanabara, que afecta el turismo y la pesca y a
animales y a ecosistemas vitales.
El desastre ambiental fue provocado por la rotura, el martes, de un
oleoducto que transporta petróleo industrial desde la refinería Duque de
Caxías a un depósito de derivados en la Isla d'Agua, en la bahía.
Los efectos ambientales se agravaron porque el viento extendió la mancha de
contaminación a unos 50 kilómetros cuadrados, alcanzando los manglares de
Guapimirim, un Area de Protección ambiental en el fondo de la bahía
considerada el principal vivero de la fauna acuática local.
Hasta 10 años serán necesarios para recuperar los ecosistemas afectados,
lamentan los biólogos. En muchos casos 'los daños son irreparables', según
el secretario Estadual de Medio Ambiente, André Correa.
Los manglares aportan dos tercios de la alimentación de los peces y son una
cuna donde se reproducen los crustáceos y muchos animales esenciales a la
cadena de vida marina, explicó el biólgo Mario Moscatelli, responsable de
esos ecosistemas.
La bahía de Guanabara tiene 412 kilómetros cuadrados y en sus alrededores
viven los nueve millones de habitantes de la Región Metropolitana de Río de
Janeiro. La refinería está cerca de la orilla.
El desastre dejó sin fuentes de ingresos a los 600 pescadores del area
contaminada. Su abogado, George Telles, dijo que cobrará de Petrobrás una
indemnización de 7,3 millones de dólares por las pérdidas de embarcaciones
y equipos, además de una remuneración mensual por el tiempo de inactividad
forzada.
El turismo es otro sector afectado. La isla de Paquetá, un paraíso sin
automóviles en el centro de la bahía, quedó sin los 30.000 visitantes que
esperaba este fin de semana prolongado, por el feriado local del jueves.
Sus playas quedaron cubiertas de petróleo.
Más de 700 personas, entre técnicos de Petrobrás y funcionarios de los
gobiernos estadual y municipales, además de voluntarios, tratan de limpiar
las playas, evitar la dispersión y recolectar el petróleo derramado.
Las autoridades ambientales convocaron a estudiantes de biología a sumarse
al trabajo de salvar animales, especialmente aves, que están muriendo
contaminados y por la pérdida de sus fuentes de alimentación.
El ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho, observó el viernes desde
un helicóptero la extensión de la mancha petrolera y confirmó que se
aplicará a Petrobrás una 'sanción ejemplar'. La multa puede ser la máxima
prevista en la Ley de Delitos Ambientales: 28 millones de dólares.
Este accidente es similar a otro ocurrido en marzo de 1997 en el mismo
oleoducto, cuando se derramaron 600.000 litros de combustible destinado al
uso industrial, recordó el presidente del Sindicato de Petroleros de Duque
de Caxías, Nilton Cesario.
Las instalaciones de la refinería Duque de Caxías son antiguas - tienen 40
años- y deben ser sometidas a reparaciones y reformas que aseguren su
seguridad, especialmente porque en sus cercanías se implantará un polo
industrial que aumentará los riesgos, advirtió el sindicalista.
Reichstul aseguró que el ducto averiado tiene sólo 10 años y una vida útil
de 30. Pero asumió la 'total responsabilidad' de la empresa en el accidente
y prometió indemnizar a todos los afectados.
La bahía de Guanabara, una de las maravillas naturales que hacen de Río de
Janeiro el principal centro turístico del país, es víctima de constante
agresión ambiental. El actual derrame petrolero sólo es inferior al
provocado por el navío griego Tarik en 1975, de 5,8 millones de litros.
Cantidades menores son frecuentemente derramadas en el puerto internacional
o por los oleoductos de Petrobrás.
Además, la bahía recibe el agua servida de millones de habitantes cercanos.
Un proyecto de descontaminación está en marcha desde la década pasada y ya
consumió centenares de millones de dólares, en gran parte con financiación
del Banco Interamericano de Desarrollo.
'Todo ese esfuerzo se perdió con este accidente', lamentó el gobernador del
estado de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, para exigir de Petrobrás un
fuerte aporte de recursos para recuperar el ambiente dañado.
(FIN/IPS/mo/ag/en/00)
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