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Pero para eso, Pero es consolador
soñar, |
Educar es lo mismo
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Soñar que cuando un día |
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¿Qué miraba Saturnino Francisco? Solía subir a un árbol que era su mirador, y miraba a los ñandúes, detenidamente, para ver cómo y dónde ponían los huevos. Luego de mirary mirar, veía cuándo era el momento de apropiarse de ellos. Pero este buen señor, sólo sacaba uno o dos por nido. Hay que saber, que es el papá ñandú quien cuida los huevos,y los arregla de una manera por sólo él conocida. Saturnino Francisco esperaba el momento oporturno, y con delicadeza tomaba uno o dos huevos bieeeeeeeen deeeeespacito para que el papá ñandú no se diera cuenta. Y sus vi-gotes ademásde crecer, blanqueaban como el cascarón del huevo de ñandú.Aleja y Saturnino cultivaban boniatos. |
Estos se guardaban delicadamente en lo que llaman la troja: una pequeña habitación pegada a la cocina que se prendía con leña, para que estuvieran calentitos y secos,como los huevos del nido del ñandú-.Sólo el Señor Saturnino Francisco sacaba los boniatos de la troja, y lo hacía despacito para que no se machucaran : así quedaban más ricos al cocinarlos. Por esto Saturnino Francisco viendo a los ñandúes aprendió a cuidar los boniatos. Y Saturnino Francisco los miraba y los miraba y con encanto los veía, y sus vi-gotes crecían y se coloreaban del violáceo de las cáscaras de los boniatos. |
Pero desde el sauce, Saturnino Francisco |
Pero un día, mientras miraba y veía, el hermano de su esposa venía. Venía sobre los duraznos del monte, y Saturnino Francisco de tanto mirarlo lo veía. El amarillo de los duraznos se oscurecía, cada vez que el hermano uno a uno los sustraía.Saturnino Francisco se baja rápidamente del árbol, y cultiva alrededor de todos los frutales infinidad de flores, pensando que el hermano se detendría a contemplarlas y gozarlas. De esta manera, él tendría tiempo de cortar la fruta y dársela. Y Saturnino Francisco miraba las flores y las miraba, y de tanto mirarlas las veía, y de tanto mirarlas las veía, y sus vi-gotes de enrojecían. Pero el hermano se oscurecía, y tanto se oscurecía que ya nada veía. Fue tanta la oscuridad que producía, que un diluvio de lluvia amenazaba toda vida. |
Saturnino Francisco corre al sauce
desde donde veía, y desenganchando sus vi-gotes de sus orejas, los
despliega al viento y un gran Arco Iris se expande por el cielo, y de
tanto vi-gotear ya no llovía.cada
cosa que él veía tuvo un lugar en el cielo, donde ya nadie las tocaría:
el huevo del ñandú, el boniato, los duraznos y las flores. |
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