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Dos caminaban y se lamentaban.
Todo había salido mal.
Sus corazones vivieron de ilusiones.
Y ayer, justo ayer, todo se había podrido.
Habían seguido al profeta
Y ayer, justo ayer, las autoridades
religiosas y politicas
lo habían matado por escandaloso e idólatra.
Perdieron la esperanza.
Entonces encontraron al Extranjero.
Les habló con autoridad
y sus corazones comenzaron a parpadear.
Le pidieron que se quedase con ellos.
Por lo menos esa noche,
porque el día termina,
y en la noche es mejor no caminar.
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¿Quién era ese Extranjero?
Lo supieron después. Era El. El muerto resucitado:JESUS. |
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Juan y Andrés lo vieron
Jesús pasó como una sombra con su paso rápido.
Lo siguieron y luego se animaron y le gritaron.
Señor, ¿a dónde vives?
Vengan y vean -les contestó sin detener la marcha
Y lo siguieron y entraron en su casa.
Y eran las tres de la tarde.
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Las
malas noticias corren entre nosotros
y pasan de boca a oreja
con velocidad cercana a la de la luz.
Sobre todo las noticias que tienen
algo de escandaloso.
Así vamos de calamidad en calamidad.
Juan el Bautista, primo de Jesús
estaba en la cárcel,
prisionero del rey Herodes,
cuando mandó a dos de sus
discípulos a preguntarle a
Jesús quién era.
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Y Jesús
le dió una lista de Buenas Noticias, en donde los enfermos
sanaban,
los marginados entraban en el circuito de la sociedad y la muerte, de
un
modo extraño y misterioso, era vencida.
Y también les dió otra señal:que en lugar de malas noticias se
proclaman
las buenas a todos aquellos que quieran escucharla. |
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Ese mismo
día, dos de los discípulos
iban a un pequeño pueblo
llamdo Emaús, situado a unos diez
kilómetros de Jerusalén.
En el camino hablaban sobre
lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían
el mismo Jesús se acercó
y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. |
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El les dijo:"¿Qué comentaban por el camino?" Ellos se detuvieron,
llenos de tristeza, y uno, llamado Cleofás, le respondió:"¡Tú eres el único habitante
de Jerusalén, que ignora lo que pasó en estos días!". "¿Qué
cosa?", les preguntó. |
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Ellos respondieron: "Lo que sucedió con Jesús,
el Nazareno, que fue un profeta poderoso
en obras y en palabras delante de Dios y de
todo el pueblo, y cómo nuestros sumos
sacerdotes y nuestros jefes, lo entregaron para ser
condenado a muerte y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que fuera él quien
liberara a Israel. Pero a todo esto ya van
tres días que sucedieron las cosas.
Es verdad que algunas mujeres
que están con nosotros nos han
desconcertado, porque fueron
al sepulcro de madrugada
y no hallaron el cuerpo de Jesús. |
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Al regresar, dijeron que se les aparecieron ángeles, los que les aseguraron
que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron
todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron. |
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Jesús les dijo :"¡Hombres duros de entendimiento,
cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron
los profetas! ¿No era necesario que el Mesías
soportara esos sufrimientos para entrar
en su gloria?". Y comenzando por Moisés
y continuando con todos los Profetas,
les interpretó en todas las Escrituras
lo que se refería a Él.
Cuando llegaron cerca del pueblo
adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
Pero ellos le insitieron:"Quédate con nosotros,
porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos. |
Y estando a la mesa, tomó el pan
y pronunció la bendición;
luego lo partió y se los dio.
Entonces los ojos de los
discípulos se abrieron y lo
reconocieron pero él había
desaparecido de su vista.
Y se decían."¿No ardía nuestro corazón,
mientras nos hablaba en el camino
y nos explicaba las Escrituras?".
En ese mismo momento, se pusieron en
camino y regresaron a Jerusalén.
Allí encontraron reunidos a los Once y a los
demás que estaban con ellos, y éstos
les dijeron: |
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"Es verdad, ¡el Señor ha
resucitado y se apareció a Simón!"
Ellos por su parte, contaron lo que
les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan |
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