Estado de situación de los
Derechos Sexuales y Reproductivos
Los Derechos Sexuales y los Derechos
Reproductivos: un campo de incidencia política
Los programas públicos en salud
reproductiva
La atención humanizada del parto y el puerperio
Recomendaciones de líneas de acción para el 2002
LA SITUACION DEL ABORTO EN EL 2001.
La problemática del aborto en el país reapareció en los medios
de comunicación recién comenzado el año. A raíz de una
entrevista realizada a la diputada Glenda Rondán en el semanario
"Busqueda" el 15 de febrero, la situación legal del aborto
volvió al debate público. La propuesta de un posible plebiscito
planteada por la legisladora oficialista generó una serie de
reacciones en los distintos medios de prensa que expuso, otra
vez, las opiniones a favor y en contra de diversos
representantes políticos, de la entonces presidenta del
Instituto de la Familia y la Mujer, de las organizaciones de
mujeres así como de numerosas opiniones emitidas a través de las
Cartas de los lectores.
Pero lo más impactante y lo que detonó las reacciones en cadena
que se mantuvieron hasta finales del año, fueron las muertes por
abortos que llegaron a un total de 8 registradas por la prensa,
5 de ellas producidas en el Hospital Pereira Rossel.
El 20 de mayo una joven de 23 años perdía su vida por maniobras
abortivas. Desde hace mucho tiempo las organizaciones de mujeres
comprometidas con cambiar la injusta situación del aborto en
nuestro país venimos planteando de que deben encontrarse puentes
de entendimiento entre defensores y detractores de la
descriminalización del aborto, porque perder el tiempo en ese
terreno se paga en perjuicios, sojuzgamientos, abandonos,
maltratos, mutilaciones y muertes de mujeres.
Todos los debates y las polémicas que hemos sostenido en más de
10 años no lograron evitar que en el 2001, Sandra de 23 años,
Paola de 19; Margarita de 43, María de 29 y Miryam de 41 años
murieran en el hospital Pereira Rossell por complicaciones de
abortos realizados en condiciones de inseguridad y
clandestinidad.
En lo que va de este año y en un solo centro hospitalario se han
producido más muertes maternas por aborto que las registradas en
todo el país, en años anteriores.
Son claras las evidencias, mantener su prohibición legal no sólo
no ha puesto fin a su práctica sino que ha agravado la situación
de salud de las mujeres.
Muchos médicos y profesionales de la salud cuestionan éticamente
que su rol y responsabilidad frente a la situación del aborto,
como problema de salud pública, quede reducido a atender las
consecuencias graves de la mal praxis clandestina y/o a firmar
los certificados de defunción de las mujeres que ingresaron a
los servicios de emergencia con abortos mal hechos. Una
intervención sanitaria responsable implicaría realizar acciones
de prevención y contar con servicios que pudieran dar mejor
respuesta al problema.
Con fecha 19 de diciembre la Sociedad de Ginecobstetricia del
Uruguay realizó un ateneo sobre Muerte Materna por Aborto
Inseguro en nuestro país, difundiendo las cifras resultantes de
los estudios más recientes.
En el trabajo presentado por el Dr.Leonel Briozzo et. al. se
evidencia que de las 21 pacientes que fueron trasladadas del
Hospital Pereira Rossell a C.T.I. POR COMPLICACIONES POST ABORTO
PROVOCADO entre 1996 - y noviembre de 2001, 7 MURIERON ( todas
por causa infecciosa) 5 durante el año 2001. De las 14 que
sobrevivieron 7 quedaron MUTILADAS y de 3 no se tienen datos.
En el C.H.P.R. entre 1996 - 2001, el 47% de las MUERTES MATERNAS
fueron CAUSADAS POR COMPLICACIONES POST ABORTO PROVOCADO EN
CONDICIONES DE RIESGO.
Mientras que a nivel MUNDIAL el porcentaje de esta causa de
muerte materna está en una media del 13%, y en AMERICA LATINA el
promedio es del 21%, en URUGUAY en el periodo 1995-1999) fue del
27.7%. Y, sólo en el Hospital Pereira Rossell entre 1996 y
noviembre de 2001, la muerte materna por aborto realizado en
condiciones de riesgo fue del 47%.
En Uruguay, además de la falta de políticas específicas, se
carece de información correcta sobre el número de embarazos no
deseados y el número de interrupciones voluntarias (aborto
provocado) realizadas. En este contexto, también es desconocida
la proporción de abortos provocados en condiciones seguras y en
condiciones de riesgo. Esta situación es aún mas grave ya que
tampoco hay reportes periódicos sobres la morbimortalidad por
aborto. "En la última publicación internacional sobre causas de
mortalidad materna en las Américas, entre los únicos 4 países
que no tiene cifras registradas se encuentra el nuestro, junto
con República Dominicana, Jamaica y Haiti" (Briozzo y ot., 2001)
MUERTES MATERNAS EN EL CHPR. PERIODO 1996 – 2001*
AÑO |
NUMERO TOTAL DE
MUERTES |
MUERTES POR
COMPLICACIONES DE ABORTO EN CONDICIONES DE RIESGO |
1996 |
2 |
1 |
1997 |
4 |
1 |
1998 |
1 |
0 |
1999 |
- |
- |
2000 |
1 |
0 |
2001 |
5 |
4 |
FUENTE:
Uruguay. Sistema Informático Perinatal. Centro Hospitalario
Pereira Rossell. * La información del año 2001 corresponde sólo
al período enero – setiembre.
"El aborto en condiciones de riesgo es la principal causa de
mortalidad materna en los países subdesarrollados que no cuentan
con un marco legal para la interrupción del embarazo de manera
segura. En el Uruguay ha habido un incremento marcado de la
mortalidad por esta causa que se ubica hoy como la principal
causa de mortalidad materna, siendo particularmente dramática la
situación en el nivel asistencial público, donde se asiste la
población más carenciada. No sería digno de nuestra condición de
médicos comprometidos con las realidades sociales de nuestra
disciplina, callar el hecho de que son las mujeres pobres las
que mueren. Las clases más privilegiadas pueden acceder a aborto
provocado en condiciones de bajo riesgo, porque esto en nuestro
país se consigue con dinero. Las mujeres que vemos morir en el
CHPR no tienen esa posibilidad. Al margen de cualquier otra
consideración que se quiera plantear, esto es también una
injusticia social y una desigualdad tolerada por una sociedad
que hace la vista gorda." (Briozzo et. al.)
La preocupación sobre la situación sanitaria del aborto llevó a
la Sociedad de Gineco-obstetricia del Uruguay (SGU) a
encomendarle a ese equipo de médicos analizar la situación y
estudiar posibles medidas a implementar dentro del marco legal
existente. En el trabajo de análisis el Dr. Briozzo et. al. se
plantea que "en nuestro país, así como en la mayoría de los
países donde el aborto es ilegal, muchos integrantes del equipo
de salud, incluyendo médicos, parteras y enfermeras, carecen de
información fundamental sobre la legislación del aborto y no
saben como transmitirla. Así, muchas mujeres que estarían en
condiciones de obtener abortos seguros, son rechazadas por falta
de conocimiento de los proveedores acerca de las condiciones que
habilita la ley, o por sus consideraciones personales, sean
éticas, religiosas, etc. de cada integrante del equipo de salud.
Frecuentemente la atención medica después de un aborto es
demorada o inaccesible por desinformación, falta de protocolos
para la atención posterior al aborto, diagnóstico erróneo o
actitudes punitivas de los proveedores de salud".
El núcleo de la propuesta elevada a la SGU se centra en
incrementar hasta donde sea posible las condiciones de seguridad
de la mujer que ha decidido realizarse un aborto provocado. Las
medidas se basan en:
-
Educar a la
comunidad acerca de la salud reproductiva y los abortos en
condiciones de riesgo y promover cambios en las políticas para
salvaguardar la salud reproductiva de la mujer evitando siempre
el aborto como método anticonceptivo.
-
Información a la
comunidad y a las pacientes que lo requieran con respecto al
aborto en condiciones de riesgo y cómo evitar los mismos o por
lo menos minimizarlos.
-
Desarrollar una
correcta evaluación clínica y paraclínica pre aborto, que
incluya el asesoramiento, el examen clínico, la confirmación
ecográfica de embarazo intrauterino, la edad gestacional del
mismo y la determinación del grupo sanguíneo de la madre, para
evitar la inmunización en los casos de madres Rh (D) negativo.
-
Mejorar la calidad y
accesibilidad de la atención postaborto promocionando la
consulta precoz ante síntomas de una posible complicación. El
elemento determinante es generar condiciones de confianza en la
consulta siendo quizás necesario revisar el principio del
secreto profesional frente a la necesidad de denuncia a la
policía.
-
Brindar
asesoramiento post aborto sobre métodos anticonceptivos y
soporte psicológico a las mujeres que lo realizaron.
Este cambio en la
actitud de la Sociedad de Ginecología y el interés de la
Facultad de Medicina en sus Cátedras de Gineco-obstetricia en el
problema del aborto, es sumamente importante y determina nuevas
condiciones en el abordaje público y político del tema. Lograr
articular esfuerzos con estos actores que hasta la fecha han
tenido intervenciones muy conservadoras o poco comprometidas con
la búsqueda de soluciones, debería ser una de nuestras
prioridades. Sumado a lo anterior se registran las intenciones
de la Comisión de Género y Políticas Públicas del Sindicato
Médico del Uruguay, de ir abordando seriamente todos estos temas
que hacen a la Calidad de la Atención en Salud Sexual y
Reproductiva.
Por otro lado, y en el terreno político, las legisladoras de la
Bancada Femenina (con algunas excepciones) han decidido
desarchivar los 4 proyectos de ley sobre la regulación del
aborto en el Uruguay y que han sido elaborados desde 1985. Los
han presentado en la Comisión de Salud de la Cámara de
Representantes y están dispuestas a impulsar un debate y generar
las condiciones para que alguno de ellos sea aprobado, o en su
defecto generar otra iniciativa que mejor responda a la
situación. La Comisión de Salud ya los ha integrado, y a pesar
de algunas resistencias muy probablemente en el 2002 el tema del
aborto sea uno de los temas a estudio.
Los medios de comunicación han vuelto a ocuparse del tema y
habilitan un debate público. Algunos espacios universitarios y
académicos están proyectando investigaciones e involucrándose
más en el asunto. Se suman las personas e instituciones que no
están de acuerdo con que la única acción de un Estado laico
frente al problema del aborto, sea una ley de 1938 que condena a
las mujeres que lo practican, a los profesionales que lo
realizan y a aquellos que las acompañan. Leyes de estas
características no resuelven los problemas, no responden a la
realidad social, no garantizan el ejercicio de los derechos ni
fortalecen las bases de una convivencia más justa y democrática.
Intervenir sólo para juzgar y condenar no es una buena apuesta
para el desarrollo de las personas ni de nuestras sociedades.
La diversidad como condición moral de la humanidad es un
principio bioético que refleja la multiplicidad de dilemas que
deben enfrentar los seres humanos, en diferentes momentos y
condiciones de vida y sobre las que deben tomar decisiones que
implican elecciones morales diversas. "La discordia moral
-plantea la antropóloga brasileña Debora Diniz en sus estudios
sobre bioética- ha sido parte de la vida humana organizada en
sociedades. Donde han habido seres humanos reunidos en
sociedades, han existido diferencias que condujeron a
conflictos. La novedad para las sociedades libres y defensoras
de la democracia es tratar de lidiar con los conflictos morales
humanos de la manera menos violenta posible... Quizás el desafío
de la modernidad no consista (entonces) en salir a buscar
principios norteadores para alcanzar el bien-vivir universal,
sino el encontrar las estrategias para contener la intolerancia.
Jamás seremos sujetos plenamente tolerantes, este es un
principio imposible, lo mejor será convertirnos en sujetos
controlados en nuestras intolerancias".
Ser capaces de reducir nuestros niveles de intolerancia podría
constituirse en uno de los medios para articular esfuerzos que
redunden en las soluciones que tanto reclaman temas como éste
que jamás alcanzará el consenso universal. El desafío de
priorizar un principio de solidaridad que nos permita ir
aproximándonos a aquellos que desacreditamos, no con la
intención primaria de convencerles sino con el propósito de
entender sus razones, podría habilitar acuerdos que nos
permitieran avanzar en el fortalecimiento de condiciones de
convivencia más democrática. Ese es el desafío de las sociedades
que buscan ser plurales y defensoras de la tolerancia.
Los mecanismos que apunten a superar inequidades parecen ser las
respuestas más acertadas en esta búsqueda. Otorgar herramientas
(educación, información, servicios, recursos) y garantizar
igualdad de condiciones son mejores medios para que las personas
tomen decisiones conscientes y responsables, que el tratar de
imponerles una posición de manera hegemónica (sea cual sea la
posición de la que estemos hablando).
Para algunos podrá ser inmoral que las mujeres aborten. Para
otros será inmoral que lo hagan en condiciones que ponen en
riesgo la salud y la vida. Algunas argumentaciones podrán
resultar mas o menos intolerantes que otras. Las razones para su
práctica irán adquiriendo distintos grados de aceptación o
rechazo como lo demuestra su tratamiento a lo largo de la
historia de la civilizaciónhumana.
En términos generales podemos afirmar que en Uruguay el
porcentaje de la población que no admite ninguna justificación
para la realización de un aborto es absolutamente minoritaria.
Las encuestas de opinión la sitúan en menos de un 10%. Sin
embargo es un sector que manifiesta los mayores niveles de
intolerancia y ejerce su poder de la manera más autoritaria
pretendiendo imponer -a cualquier costo- sus posturas al resto
de la sociedad.
A nivel regional e internacional, la influencia de sectores como
las jerarquías de la Iglesia Católica, los grupos Opus Dei, los
autodenominados "pro-vida" y los sectores más reaccionarios y
conservadores han determinado que América Latina sea la región
del mundo con el menor porcentaje de países que cuentan con
legislaciones que admitan alguna forma de aborto legal.
Comparativamente Europa y los países del norte tienen un 84% de
países con legislaciones permisivas, la región asiática tiene un
54%, los países musulmanes llegan al 14% mientras que en América
Latina sólo cuenta con el 5%.
La regla de la mordaza implementada por el gobierno de los
Estados Unidos es un ejemplo de cómo funcionan mecanismos de
imposición a través, en este caso, del condicionamiento
económico. El 22 de enero de 2001, en su primer día de trabajo
en el cargo (y en el 28 aniversario de Roe vs. Wade, la decisión
de la Corte Suprema estadounidense que estableció el derecho de
las mujeres al aborto), el Presidente George Bush, reimpuso la
regla de obstucción global al programa de población de la
Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID). Esta
política retringe a todas las organizaciones no gubernamentales
que reciben fondos de USAID para la planificación familiar, a
realizar servicios de aborto, cabildear frente a sus gobiernos
para la reforma de las leyes restrictivas, e incluso
proporcionar atención médica u orientación adecuada en relación
al aborto. Sin embargo aumentó el apoyo a los grupos
autoproclamados pro-vida.
Mediante esta regla, el gobierno de los EEUU no sólo inhibe la
libertad de expresión, sino que discrimina de manera particular
a quien tiene una opinión diferente, sentando un peligroso
precedente. La regla de obstrucción global obliga a las
organizaciones de salud a tomar una opción inmoral: o renuncian
a fondos que son necesarios para desarrollar sus planes de
planificación familiar y otros servicios de salud reproductiva,
o renuncian a la libertad de expresión y a la posibilidad de
proporcionar a las usuarias información médica completa y
rigurosa.
En el tema de aborto, como en muchos otros, no se trata de
sustituir una fe por otra, de hecho no se trata de combatir la
fe de nadie, sino de respetar las ideas de todos y procurar
hacer este mundo un poco más habitable. Imponer dogmas o
atemorizar a las personas no genera actos de conciencia. La
ignorancia produce siempre frutos amargos. Miedo,
irracionalidad, odio, imposición de creencias, falta de respeto
a otras posturas y decisiones, no resuelve la situación ni
favorece una vida digna y democrática.
Podríamos tener otra legislación sobre aborto que enfrentara y
resolviera mejor el problema. Una legislación que fuese decente
y que no se ensañara con los más débiles precisamente en sus
momentos de mayor angustia. Podríamos tener políticas y acciones
que garantizaran mejores condiciones de vida para las personas.
No perdamos la oportunidad de conseguirlas. Sería un importante
paso en la construcción de una sociedad más justa, más
equitativa y menos intolerante.
Dentro de las líneas de trabajo desarrolladas por MYSU, una de
ellas fue la de promover la creación de un grupo
interdisciplinario con experiencia y compromiso en la búsqueda
de soluciones al problema del aborto. Desde finales de 1999 y
hasta agosto de 2001, se generó una instancia en la que
participaron ex legisladores y legisladoras que elaboraron
proyectos de ley, distintos profesionales vinculados al área de
la salud y el derecho, integrantes del movimiento de mujeres y
representantes de medios de comunicación. Esta Iniciativa
Ciudadana contra el Aborto Inseguro (ICCAI), que por el momento
no está funcionando, surgió con el objetivo de desarrollar
líneas de acción permanente que permitan modificar las
condiciones de la práctica del aborto en nuestro país.
En cuanto a las acciones realizadas conjuntamente con la CNS, se
desatacan:
La mesa redonda sobre Aborto "Un debate siempre pendiente"
realizada en el Salón Rojo de la IMM el lunes 28 de mayo en el
marco de las acciones del "Día Internacional de Acción por la
Salud de la Mujer". Participaron como panelistas: la diputada
Glenda Rondán, la Dra. Graciela Dufau, la presidenta de la
Comisión de la Mujer de la IMM A.S Mariella Mazzotti, la
historiadora Graciela Sapriza y la coordinadora de MYSU y
representante de Cotidiano Mujer, Lilián Abracinskas. (las
ponencias se encuentran a disposición en la página web de la
comisión en el Dossier de Aborto).
El comunicado de prensa enviado a los medios de comunicación por
el 28 de setiembre "Día por la Descriminalización del Aborto en
América Latina y el Caribe".
Participación conjunta en distintos medios de prensa para
informar sobre la situación del aborto en nuestro país.
La elaboración de un Dossier sobre "El aborto en el Uruguay" con
cifras y datos útiles para el trabajo de consulta e información
de grupos interesados en el tema. El mismo se puede consultar a
partir de febrero de 2001 en la página web de la CNS.
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