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El movimiento de mujeres en América Latina y la banca multilaral:la insitucionalización de la perspectiva de genero

Elementos para el debate

Ec. Alma Espino
Diciembre de 1997

Este documento fue preparado en el marco de las actividades del Proyecto Investigación Participativa sobre las Políticas de la Banca Multilateral de Desarrollo y las Acciones de las Mujeres. Una versión preliminar fue presentada en el Taller Mujer y Banca organizado por la Red Bancos y Cotidiano Mujer con el propósito de servir como base para la discusión en torno a las estrategias del movimiento de mujeres de la región hacia la banca multilateral internacional.

Esta, su versión final retoma algunos puntos de discusión del taller y enfatiza algunos aspectos.

Indice

Introducción

I. El movimiento de mujeres de América Latina y el Caribe y los organismos multilaterales de financiamiento

1.1. Algunas interrogantes
1.2. La significación de los organismos multilaterales.
1.3. El impulso y el freno

II. La banca multilateral y la dimensión de género

2. 1. El Banco Mundial (BM) y los temas de género
2.1.1 Antecedentes 
2.1.2 La influencia de la Cuarta Conferencia Mundial de Beijing
2.1.3. La Dimensión de Género en el Desarrollo
2.1.4. La evaluación y el seguimiento acerca de la inclusión de "acciones de género" en y desde el Banco
2.1.5. Las posibilidades información y participación

2.2. El Banco Interamericano de Desarrollo

2.2.1. Las mujeres en el desarrollo: el enfoque del BID

III. Elementos de balance

3.1. Las mujeres y el desarrollo

3.2. La política, su evolución y su práctica

3.3. Un análisis de las acciones del Banco Mundial
3.3.1. Las Estrategias de Asistencia de los países (CAS)
3.3.2. Planes de acción de género
3.3.3. Los proyectos

3.4. Una evaluación acerca de la aplicación de Mujeres En Desarrollo (MED) del BID

IV. Elementos para el debate

Bibliografía

Anexo. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de desarrollo

Introducción

El presente documento consta de cuatro partes y un anexo.

En la primera parte, se discute la pertinencia de las acciones orientadas a influir en las políticas de la banca multilateral para que las mismas incluyan una perspectiva de género. A continuación se desarrollan brevemente algunas de las características más destacadas de los puntos de vista de los organismos financieros internacionales acerca del desarrollo económico. El propósito de este apartado es plantear un conjunto de preguntas que contribuyan a enriquecer las propuestas, en torno a las acciones a desarrollar en relación a la banca multilateral en consonancia con los compromisos de la Plataforma de Acción Mundial.

En la segunda parte, se pretende brindar información respecto al enfoque acerca de las mujeres y el desarrollo del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, de acuerdo a los documentos oficiales de estos organismos.

En la tercera parte, a partir de un muestreo de proyectos y otros documentos de los bancos se pretende evaluar en términos generales y en una primera aproximación, la acción de la banca multilateral en lo que refiere a las mujeres.

Por último, se sugieren algunos elementos para la discusión.

El anexo trata de describir algunos aspectos generales de la organización y el funcionamiento de los bancos.

I. El movimiento de mujeres de América Latina y el Caribe y los organismos multilaterales de financiamiento

1.1. Algunas interrogantes

A riesgo de caer en una actitud provocativa, puede decirse que un indicador de crecimiento, del planteo político feminista en general, y en particular en nuestro continente, es discutir la relación movimiento feminista - banca multilateral. Esta afirmación es por demás polémica; muchos de las interrogantes, las dudas y los rechazos que ofrece esa relación no están respondidos ni superados, total ni definitivamente, aun para quienes compartimos la presunción o la certeza de su importancia.

¿Por qué un indicador de crecimiento? Porque muestra que el movimiento feminista y sus planteos han alcanzado un nivel de profundidad y amplitud que le permite encarar temas de carácter político y económico que han sido en general, los más difíciles o menos atractivos y cercanos a la militancia feminista. Pero esto, sería en todo caso lo de menos; el aspecto más difícil de encarar es la "institucionalización" y hacerlo, supone crecimiento, porque supone la capacidad de elaborar propuestas, de articular estrategias de negociación y de presión política, sobre la base de la confianza en la experiencia y el saber acumulado de las mujeres.

Esa confianza surge en buena medida, de los resultados de la Conferencia Mundial y el Foro de 1995, en las que el movimiento de mujeres alcanza niveles de presión, representación y legitimidad como nunca antes.

Como señala Gina Vargas en su carta del 20 de agosto de 1996, "... nuestros múltiples intereses como mujeres han sido puestos en el terreno de lo público-político, no solo nacional sino también internacionalmente, y se han expresado las experiencias y propuestas que el movimiento feminista en sus diferentes expresiones y vertientes, había venido acumulando desde que hizo su aparición en esta nueva oleada. Desde una postura independiente pero comprometida con la transformación de la vida de las mujeres en nuestras sociedades, la autonomía del movimiento aparece más como un proceso que va tomando contenidos específicos de acuerdo a la fuerza de articulación, la capacidad de negociación, aspiraciones y oportunidades de transformación que se dan en un momento histórico determinado."

La institucionalización abre nuevas disyuntivas y plantea nuevos problemas; el haber llegado a este escalón coloca ante dificultades cuya superación, no es ni ha sido un asunto menor.

El movimiento de mujeres latinoamericano ha tenido una lógica de funcionamiento condicionado por su origen, la lucha por la reconquista de las democracias y el enfrentamiento a los estados autoritarios de los 70 y comienzos de los 80; por lo tanto, estuvo caracterizado por la confrontación. En la década que transcurre, el escenario político y social predominante en la región ha cambiado, así como las formas de hacer del propio movimiento en las nuevas condiciones. Ello ha dado lugar a una postura crítica negociadora, que pasa de la confrontación a la propuesta política, y por lo tanto, a asumir nuevos compromisos.

Toda institucionalización enfrenta riesgos y desafíos, como lo han demostrado las experiencias de trabajo con y en los organismos gubernamentales a nivel de cada uno de los países. El propio proceso a Beijing, la Conferencia, el relacionamiento con los gobiernos, con Naciones Unidas y CEPAL, constituyó un desafío al mantenimiento de la coherencia del movimiento; un permanente tanteo entre los aspectos irrenunciables y las posibles concesiones.

El proceso posterior a Beijing y las actividades de seguimiento y monitoreo de la aplicación de la Plataforma de Acción Mundial (PAM) no nos está resultando fácil, porque es una experiencia nueva y requiere de un aprendizaje para cambiar esquemas de comportamiento: implica colocarse en una situación de interlocución propositiva aunque cuestionadora.

Para encarar la relación con los organismos financieros internacionales, las dificultades están vinculadas a las más generales del planteo de la institucionalización, es decir, a las desconfianzas mutuas, al desafío de distinguir entre la cooptación y la concesión negociadora, a la realización de un aprendizaje y una nueva práctica. Debe agregarse, que estos organismos han tenido un relevante papel en los últimos veinte años en América Latina y el Caribe, en relación a la aplicación de políticas, cuyos resultados en términos sociales no han sido positivos y en términos de estabilidad macroeconómica discutiblemente sustentables. Es inevitable entonces que surjan una serie de cuestionamientos adicionales.

¿Es necesario intentar discutir con el Banco Mundial? ¿Es posible desconocer su existencia y su importancia? Estas quizás sean las preguntas y por lo tanto, las respuestas más obvias. Beijing fue la demostración de que estamos dispuestas a negociar y a legitimar nuestra presencia en todos los espacios y a tratar de incidir en todos los planos con el objetivo de la equidad de género.

Pero ¿es posible, es viable, es fructífero? ¿Cómo se traduce en la "institucionalidad" la diferenciación entre los intereses estratégicos de género y los prácticos de las mujeres? ¿Cómo se traduce el sofisticado desarrollo teórico en relación a la autonomía? Existen indicadores de diseño y evaluación válidos para cada una de las etapas de un proyecto; para identificar los impactos sobre las mujeres y sus intereses, para evaluar los cambios en la situación de las mujeres; para auxiliar a las destinatarias, a las asesoras, a los técnicos, a los burócratas. Pero esos proyectos no están descolgados de una lógica política general, y de una determinada concepción del desarrollo.

La apertura de los bancos para introducir las "acciones de género" en sus políticas, parece abrir posibilidades de interactuar y para algunas mujeres, esto resulta un cambio alentador. Aún así, muchas, razonablemente, pueden seguir preguntándose, cómo se hace para que nuestra propia terminología no se vacíe de contenido al mismo tiempo que sabemos, cuánto hemos aprovechado para los "múltiples intereses" de las mujeres la "vulgarización" de esa terminología.

Quienes han venido trabajando en instancias gubernamentales o en relación con éstas, saben de las dudas que asaltan a las mujeres respecto a estas acciones; de sus desconfianzas, de sus resistencias aun en el marco de las democracias, aun cuando en algunos casos las interlocutoras "oficiales" sean mujeres del movimiento. Es natural, que cuando se trata del relacionamiento con los organismos financieros internacionales estos sentimientos se multipliquen, y surjan argumentos contrarios a participar en una campaña, a destinar esfuerzos al cabildeo orientado a estas instituciones: se trata de organizaciones burocráticas, con una práctica ajena a la participación social, con un funcionamiento y una lógica política que da cuenta de intereses hegemónicos, y que pone en evidencia la asimetría de las relaciones norte-sur.

El modelo de desarrollo impulsado por los bancos, que se apoya en el crecimiento económico pero no en la distribución equitativa de la riqueza, basado en el mercado como gran asignador de recursos, ha mostrado una gran capacidad de marginación y exclusión social. El paradigma desarrollista de lo que se denomina "la corriente principal" ha sustituido la integración por la uniformidad, se ha apoyado en la fe en el progreso universal y uniforme, que se impuso a las especificidades regionales y locales, culturales, de género, etc.

Hacia dónde se apunta entonces, por ejemplo, cuando la campaña "El Banco Mundial en la mira de las mujeres" se propone "Institucionalizar la perspectiva de género dentro de las políticas y programas de la institución, lo que implica que tanto la inclusión de esta visión se lleve a cabo en forma transversal en todas las operaciones prestatarias y no prestatarias que el Banco realiza en los países como que asigne recursos, personal con poder y espacio, para que la problemática de género sea debidamente abordada..." (Campaña del Banco Mundial, agosto de 1997).

La respuesta a esta pregunta parece ser la que tenemos que perfilar entre todas, atendiendo a nuestras propias diferencias, a nuestras apuestas personales y colectivas; dilucidar el cómo, el por qué, el para qué y el cuánto, a la luz de las realidades particulares de los países y sus organizaciones, del escenario político en el que se desenvuelven, el nivel de institucionalización alcanzado y de sensibilización de la sociedad en general.

1.2. La significación de los organismos multilaterales.

El papel y la importancia de los organismos financieros pasa por algo más que la cantidad o calidad de los proyectos específicos implementados en cada uno de los países, o el volumen y orientación sectorial de los recursos canalizados. Es necesario considerar, a los efectos de evaluar su significación e incidencia a nivel de la región, las condicionalidades a los créditos, que son a través de las cuales el Fondo Monetario Internacional (FM) y el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo han jugado y juegan un rol tan importante. En forma breve y necesariamente esquemática en el marco de este documento, pueden señalarse lo que han sido los pilares de dichos condicionamientos.

La incidencia de la banca multilateral en las economías de los países de América Latina y el Caribe en la década de los años 80 fue particularmente significativa. La totalidad de los países de la región recurrieron --en el contexto de su incapacidad de pago de las deudas contraídas, especialmente a partir del financiamiento privado internacional--, a negociaciones periódicas para resolver el problema de la deuda externa y facilitar el acceso a nuevos fondos con el fin de disminuir el efecto de los déficit generados en el sector externo de sus economías.

El otorgamiento de los créditos estuvo condicionado a la adopción de una serie de medidas por parte de los países prestatarios, tendientes a establecer reformas económicas, políticas e institucionales, que por sus profundos alcances de corto y de largo plazo se conocen como programas de ajuste estructural.

El propósito de estos programas ha sido el de restablecer los equilibrios macroeconómicos y estimular la tasa de crecimiento, así como asegurar la viabilidad de mediano plazo del balance de pagos.

El diagnóstico en el que se apoyan las medidas para el ajuste, atribuía la tendencia a la inestabilidad y los desequilibrios internos y externos de las economías de la región a un conjunto de factores de política económica e institucional: el "crecimiento hacia adentro", la sobrevaluación de las monedas y las políticas marcadamente proteccionistas; la falta de incentivos para el ahorro, tanto interno como externo y su asignación ineficiente; el peso excesivo y distorsionante del Estado en la economía y la debilidad del sector privado.

Como consecuencia, las propuestas de estrategias de acción consistían en: orientar hacia el exterior la política económica mediante la disminución de la protección arancelaria a las importaciones, los incentivos a las exportaciones y el mantenimiento de un tipo de cambio competitivo; aumentar el ahorro interno y su asignación eficiente a proyectos de inversión en base a tasas de interés reales positivas, una política fiscal orientada a estimular el ahorro y cerrar la brecha fiscal --como uno de los mecanismos para estabilizar los precios--, fomentar la inversión extranjera y el retorno de los capitales; reformar el papel del Estado en la economía mediante la desregulación de los mercados, la reducción de su papel de empresario (privatizaciones), la asistencia focalizada a los problemas sociales más acuciantes y manteniendo un marco de estabilidad para el crecimiento con políticas macro y microeconómicas. Todo ello debía contar con el apoyo de las economías industrializadas, mediante la liberalización del comercio mundial, la implementación de medidas que contribuyeran a la disminución de las tasas de interés internacional y nuevos fondos.

Los cambios sugeridos apoyarían una mayor competitividad externa, el dinamismo al crecimiento y la creación de fuentes de trabajo productivas, y aumentarían los ingresos por concepto de exportaciones para atender el servicio de la deuda externa. El estímulo a la iniciativa privada compensaría con creces la pérdida de puestos de trabajo en el sector público y el levantamiento de las reglamentaciones estatales.

El Banco Mundial ha enfatizado la necesidad de priorizar la estabilización de los precios y el cierre del balance de pagos, ya que tanto la inflación como los déficit impiden crecer en el largo plazo, aun cuando en el corto plazo las medidas a adoptar signifiquen caídas importantes del nivel de actividad. Comprendida la estabilidad como un requisito, se diseñaron un conjunto de políticas que requerían de una acción prioritaria, vinculada al ahorro público y privado, a la eficiencia económica, a la mejor asignación de la inversión pública, el manejo de variables como el tipo de cambio, así como respecto a la secuencia y velocidad en la implementación de las políticas.

Además de los desafíos internos a cada uno de lo países, el financiamiento proveniente del exterior resultaba fundamental para sostener dicho modelo de ajuste. Ello dio lugar los sucesivos planes implementados para resolver el problema de la deuda (por ejemplo el Plan Brady).

Finalmente, los requerimientos de capital se resolvieron provisoriamente a partir del ingreso masivo de capitales en la región ante la disminución de las tasas de interés internacional, y de acuerdo a las puntos de vista de los bancos, a las nuevas certezas que daban los países latinoamericanos, en particular aquellos que habían aplicado en forma ejemplar los paquetes de ajuste (por ejemplo, México y Argentina).

Durante los 90 la mayoría de los países mostraron buenas perfomances en términos macroeconómicos, con estabilidad y crecimiento del producto, aun cuando en muchos casos no se han alcanzado los niveles previos a la crisis de los 80.

El aumento de las tasas de interés en Estados Unidos dio lugar a una nueva situación de desequilibrio y a la evidencia de la precariedad de la situación económica con la crisis mexicana de diciembre de 1994. Esta se resolvió con fondos de rescate que inmediatamente fueron comprometidos por el gobierno de los Estados Unidos (a diferencia de lo que había pasado en la década anterior).

Como es lógico no todos los países impulsaron el modelo en forma idéntica, el programa de privatizaciones encarado en México o Argentina no fue el mismo que el de Uruguay o Brasil. Los impactos por lo tanto, no son idénticos para todas y cada una de las realidades nacionales. Sin embargo, algunos aspectos en común se relacionan con los costos sociales que han derivado de la aplicación de los ajustes. La vulnerabilidad ante el movimiento de capitales de las economías de la región parece seguir pendiente y el caso de la crisis de México en 1994 --que se extendiera a la Argentina-- ha dado pruebas de ello.

En la década de los 90 si bien como se dijo antes se retomó la senda del crecimiento con resultados positivos para la mayoría de los países de la región (como el abatimiento de la inflación, la consolidación de distintas formas de integración económica regional), también se registraron caída de los salarios reales, significativo aumento del desempleo, desmejora en la calidad del empleo, aumento de los niveles de pobreza.

En este sentido, CEPAL, evalúa los resultados del modelo de desarrollo implementado como sigue: "Pese a los importantes avances registrados en otras áreas, el predomino del mercado como mecanismo de asignación de recursos no ha permitido superar las profundas desigualdades económicas, políticas, culturales y sociales. En el contexto de globalización e interdependencia, y acelerado cambio tecnológico no se puede seguir separando el ámbito social del crecimiento económico y del desarrollo científico y tecnológico, ni tampoco seguir considerándolo un fenómeno secundario. La experiencia demuestra que un acelerado crecimiento económico no necesariamente se traduce en un mayor nivel de bienestar de toda la población, y que con frecuencia puede acentuar la desigualdad y la marginación social. En consecuencia es imprescindible buscar nuevas respuestas sobre la base de un enfoque en el que se aborden de manera simultánea e integradora todos los aspectos del desarrollo: crecimiento, equidad, sustentabilidad ambiental, seguridad, solidaridad, participación, paz y respeto a los derechos humanos. (CEPAL, 1994)

En la Conferencia de Beijing más allá de las limitaciones que se tuvieron en términos de conquistas en lo que refiere al área económica, la plataforma consigna: En muchos casos, los programas de ajuste estructural no se han concebido de manera que los efectos negativos para los grupos vulnerables y desfavorecidos o las mujeres se redujeran al máximo, ni con miras a favorecer a esos grupos y evitar que quedaran al margen de las actividades sociales y económicas. ... La indigencia y la feminización de la pobreza, el desempleo, la creciente fragilidad del medio ambiente, la continua violencia contra la mujer y la exclusión generalizada de la mitad de la humanidad de las instituciones de poder y de gobierno ponen de manifiesto la necesidad de seguir luchando por conseguir el desarrollo, la paz y la seguridad y encontrar las soluciones para alcanzar el desarrollo sostenible centrado en las personas." (PAM, ONU, 1995)

1.3. El impulso y el freno

En los párrafos anteriores probablemente se puede encontrar el impulso y el freno para emprender la acción sobre los organismos de financiamiento, con el propósito de que sus políticas tiendan a favorecer la situación de las mujeres de acuerdo a los compromisos de la PAM.

El freno puede expresarse a través de una interrogante: ¿Tiene sentido "remendar con elementos de género", políticas que de suyo impiden contribuir a mejorar ciertas situaciones que requieren de la participación de los interesados, de la intervención del Estado o de la cooperación internacional, estableciendo acciones positivas que, obviamente, no se desprenden de la lógica del mercado?

El impulso está dado por la posibilidad de ampliar nuestras acciones, conociendo la importancia y la incidencia de los organismos financieros en términos de desarrollo económico; porque ejercer esa acción nos coloca ante el desafío de construir "utopías reales" fundadas en propuestas concretas para la acción, en base a realidades particulares en términos históricos, culturales, sociales, nacionales. Tiene sentido porque desde la perspectiva de género es posible fundamentar un enfoque del desarrollo que orientándose a mejorar la situación de las mujeres, responde a una visión integral, capaz de favorecer el desarrollo humano.

Por su parte, en tanto movimiento político, el feminismo debería aspirar a insertarse en el centro de los principales debates a nivel nacional e internacional.

A ello se agrega la posibilidad de encontrar puntos de encuentro con las mujeres de la región, desde diversas perspectivas, y de fuera de la región, inclusive pensando en las mujeres del norte, cuyos países son tan influyentes en esos organismos, en particular en el caso de los Estados Unidos.

II. La banca multilateral y la dimensión de género

2. 1. El Banco Mundial (BM) y los temas de género

2.1.1 Antecedentes 

Los documentos del Banco dan cuenta de la existencia de una preocupación por la participación de las mujeres en el desarrollo desde principios de los años 70. A su vez, reconocen la importancia que han tenido, para que el tema cobrara relevancia, las conferencias de Naciones Unidas. Señalan que el progreso entre los reconocimientos formales y la práctica fue muy lento hasta mediados de la década de los 80, en que se aumentó el apoyo administrativo y los recursos a efectos de poder hacer programas más abarcadores. Las preocupaciones iniciales estaban vinculadas a la relevancia de atender a las mujeres para el alivio de la pobreza y el crecimiento económico; discutir los roles de éstas dentro del banco en distintos niveles y comenzar a formar personal de apoyo operativo e información. Inicialmente se preferían proyectos que atendieran a los sectores más perjudicados dentro de los proyectos generales más que los destinados solamente a mujeres (OP 4.20).

A partir de 1986 las autoridades del Banco dieron un apoyo más formal y más visible, desde el punto de vista de recursos para los temas relacionados con lo que denominan las acciones de género ("gender related action"); se acordaron programas comprehensivos de apoyo operacional e investigación con el personal de Mujeres en Desarrollo y la administración de operaciones; se incrementaron los recursos dirigidos a las mujeres dentro del presupuesto general y los fondos de créditos; se creó un centro con personal especializado primero centralmente y después en las regiones; un programa de consultas sobre temas de género como base de discusión para las políticas y futuros proyectos; monitoreo y reportes de progresos orientados a ayudar a focalizar la discusión entre el banco y sus autoridades (OED, 1994).

2.1.2 La influencia de la Cuarta Conferencia Mundial de Beijing

El BM participó en la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer y allí se le entregó al Presidente del Banco, James Wolfensohn, una petición firmada por más de 900 asistentes a la Conferencia, exigiendo la implementación de la Plataforma de Acción, al tiempo que se establecían cuatro recomendaciones:

• Incrementar la participación de las organizaciones de base de mujeres en la formulación de políticas económicas (por ejemplo, en las Estrategias de Asistencia al País, Evaluaciones de Pobreza y otras decisiones estratégicas y presupuestales).

• Institucionalizar una perspectiva de género en los programas y políticas.

• Incrementar las inversiones hacia las mujeres en términos de servicios de salud y educación, agricultura, empleos, propiedad de la tierra y servicios financieros; y asegurar un mayor acceso y control sobre estos recursos claves para los pobres, especialmente las mujeres.

• Incrementar el número y la diversidad racial de las mujeres entre sus directivos (BIC, 1996).

2.1.3. La Dimensión de Género en el Desarrollo

De acuerdo con el documento OP 4.20 de 1994, el Banco se propone a través de sus políticas operacionales reducir la disparidad de género y aumentar la participación de las mujeres en el desarrollo económico de los países, integrando criterios de género en sus programas de asistencia al país.

Para lograr este objetivo el Banco debería asistir a los países miembros en:

(a) el diseño de políticas y programas sensibles al género, para asegurar que los esfuerzos de desarrollo en general estén dirigidos a lograr impactos que sean equitativamente beneficiosos para hombres y mujeres. La ayuda a los gobiernos debería consistir en (i) la identificación de barreras -incluyendo actitudes de los hombres- que impidan a las mujeres participar y beneficiarse de las políticas públicas y programas, (ii) la evaluación de los costos y beneficios de acciones específicas para suprimir esas barreras, (iii) tratar de asegurar una implementación efectiva del programa, y (iv) el establecimiento de mecanismos de monitoreo y de evaluación para medir los avances.

(b) la revisión y modificación de los marcos legales y regulatorios, para mejorar el acceso de las mujeres a bienes y servicios; la adopción de medidas institucionales para asegurar que los cambios legales sean implementados en la práctica, con la debida consideración de la cultura local.

(c) el fortalecimiento de la base de datos y el entrenamiento de los funcionarios del país en lo que respecta al análisis de género, particularmente en aquéllos que no cuentan con datos desagregados por sexo.

(d) la obtención de financiamiento, si fuera necesario, para cubrir las necesidades de recursos para cambios a los programas.

De acuerdo a las recomendaciones del BIC, para analizar los temas de género en cada país, se pueden utilizar las evaluaciones de pobreza, las revisiones del gasto público, otros trabajos sectoriales y económicos y las consultas con los países. El análisis y estrategias deberían incorporarse a la Estrategia de Asistencia al País (CAS).

Las iniciativas para incorporar el género

Planes de Acción de Género

El Plan de Acción de Género diseñado regionalmente y en algunos casos nacionalmente, examina prioridades y sugiere estrategias para la integración de la perspectiva de género dentro de las operaciones del Banco.

 

Estrategias de Asistencia al País

La herramienta de planificación más importante para el Banco es la Estrategia de Asistencia al País (CAS). Este es el documento que debería reflejar el diálogo entre el Banco y el país prestatario sobre sus prioridades de desarrollo y sus problemas. Una vez que el CAS se aprueba y se hace oficial, define las bases para todas las operaciones del Banco en el país. La política para elaborar el CAS debería implicar que los temas de género fueran incluidos en su desarrollo.

El CAS incluye en una serie de estudios y análisis conocida como Trabajo Sectorial y Económico (ESW):

(a) Análisis de Género: el análisis y la investigación específica de género no son componentes prioritarios del CAS. Sin embargo, el Informe de Avances del Banco posterior a Beijing observa que el género "se integra cada vez más al diseño del CAS en muchos países".

(b) Evaluaciones de Pobreza

Las Evaluaciones de Pobreza, que están disponibles al público, enfocan a las causas de la pobreza, las barreras que las mantienen y las estrategias del Banco para aliviarla; contienen datos a nivel del país y análisis de las investigaciones; muchas de estas Evaluaciones contemplan la situación de las mujeres, pero no siempre lo hacen de una manera comprehensiva.

(c) Análisis sectorial

Investigaciones en los sectores en que realiza préstamos (salud y educación, energía, agricultura, transporte, etc.) que evalúan el desempeño sectorial y examinan los problemas y perspectivas. A los efectos de informarse respecto de estos análisis se puede la lista de los que se están realizando y proponer ante los responsables la necesidad de incluir la perspectiva de género en el trabajo sectorial.

>2.1.4. La evaluación y el seguimiento acerca de la inclusión de "acciones de género" en y desde el Banco

En el Informe del Banco de 1995 se señala que solamente 615 proyectos --aprobados entre 1989 y 1993-- de un total de casi 5000, durante el período que va desde 1967 a 1993, incluyen componentes de género y según las estimaciones realizadas, cerca de 5 mil millones de dólares (menos del 25% del total de los préstamos) se gastan en proyectos que "incluyen medidas para fortalecer el papel de la mujer" (OED, 1994).

Se considera que la atención a la problemática de género estuvo directamente asociada a la pobreza y los recursos humanos para el desarrollo (93%); casi 2/3 de esos proyectos se orientaron a países de ingresos bajos y medios.

Desde el punto de vista de su distribución geográfica, la mayor parte de los proyectos vinculados al género se ubicaron en Africa (41%), mientras que en Asia del Sur y América Latina estos representaron un 15% en cada caso. Los proyectos sobre recursos humanos formaron la mayor parte (46%), seguidos por los de agricultura (39%).

En la mayoría de los casos las actividades relativas al género formaron una pequeña parte de los proyectos y no encontraron para su implementación mayores dificultades que otros componentes.

A la evaluación satisfactoria de la ejecución de los proyectos con acciones relativas la género, el informe asocia los siguientes factores: el involucramiento del país y el compromiso de cumplir con dichas acciones como parte integrante de las actividades generales del conjunto del proyecto; la clara integración de los objetivos relativos al género en el total de los objetivos principales; la presencia de personal con experiencia en la temática; la supervisión.

2.1.5. Las posibilidades información y participación

Las demandas externas e internas de los distintos actores sociales, contribuyeron a que el Banco a partir de mediados de 1993, mostrara una política de apertura para mejorar el sistema de información al público. Para "facilitar la comunicación entre el Banco y otros actores del desarrollo acerca de cuestiones relativas al género" el Banco ha tomado varias iniciativas de política informativa.

Las organizaciones de la sociedad civil pueden intentar participar en la etapa de formulación de sus estrategias de desarrollo o durante el ciclo de los proyectos (Ver Anexo). Recientemente, el Banco ha atribuido importancia a la participación en sus actividades debido a la convicción de que esto redunda en mejores resultados. Por su parte, las organizaciones sociales han demandado mayor información y posibilidades de participación en las diferentes etapas de las actividades del Banco, de manera de incidir evitando perjuicios y mejorando resultados de las políticas en términos sociales. Esta participación no es fácil de lograr debido a varios factores: las características de la organización y funcionamiento del BM, la cantidad de proyectos que se manejan, la estandarización con que se trabaja a pesar de las realidades particulares y sus diferencias sociales, culturales, económicas, etc.; las propias razones que condicionan la ayuda.

La transparencia, calidad y oportunidad de participación depende por lo tanto, de factores ligados a las actitudes que tanto los funcionarios en cada lugar, como los gobiernos de cada país, tienen respecto a los diferentes temas de preocupación de la sociedad. La actitud de cada gobierno en las acciones concretas de sus funcionarios y su burocracia, la situación política de los países, la cultura de relacionamiento entre el Estado y la sociedad influyen decididamente en la posibilidad de participar (BIC, 1996).

2.2. El Banco Interamericano de Desarrollo

2.1. Las mujeres en el desarrollo: el enfoque del BID

El enfoque de la política hacia las mujeres del BID (OP-761, 1987) ha puesto énfasis en la necesidad de prestar especial atención a intensificar su contribución en el desarrollo de capital humano --como "productora", "individuo capaz de tomar decisiones" y "generadora de ingresos"-- teniendo en cuenta sus necesidades, sus diferentes roles y sus cambiantes circunstancias económicas y familiares, tanto en las zonas urbanas como rurales.

Los objetivos generales del Banco están orientados a lograr una mayor integración de la mujer en todas las etapas del proceso de desarrollo y a mejorar su situación económica. Acorde a estos objetivos el Banco se plantea apoyar iniciativas destinadas a (OP-761):

"Reconocer y fomentar el rol real y potencial de la mujer en actividades productivas y sociales y su contribución al proceso nacional de desarrollo".

"Facilitar el acceso de la mujer a los recursos productivos, servicios y beneficios sociales y económicos derivados de las operaciones del Banco."

"Reducir las limitaciones sociales, jurídicas y económicas que restringen la capacidad de la mujer para participar efectivamente en los programas de producción y en otros programas de desarrollo y en su capacidad de beneficiarse de los mismos. "

"Mejorar la eficacia de las instituciones responsables por fomentar la participación social y económica de la mujer en el proceso de desarrollo."

El Banco se propone apoyar las iniciativas que favorezcan (OP-761):

  • La ampliación de oportunidades de las mujeres para acceder al trabajo remunerado y el mejoramiento de la calidad de los empleos; el acceso al financiamiento y a la gestión del desarrollo de fuentes de generación de ingresos (microempresas); la reducción o eliminación de obstáculos que impidan que las mujeres participen en actividades remuneradas (cuidado de sus hijos, carga diaria de trabajo y estacional de la mujer asociada con sus quehaceres domésticos y sus labores productivas).
  • El establecimiento de programas de extensión, de programas en el marco de la educación formal e informal, de campañas, todo ello con una planificación adecuada a las necesidades de las mujeres y que asegure la información, el adiestramiento para el personal técnico a fin de concientizarlo con las necesidades y los problemas educativos específicos de la mujer y ampliar su capacidad para ejecutar planes y proyectos apropiados; c) esfuerzos para aumentar el número de mujeres extensionistas; d) identificar y eliminar las condiciones que limitan la participación de la mujer en programas de adiestramiento relacionados con los proyectos; y e) programas de adiestramiento para el mantenimiento y administración de instalaciones relacionadas con el proyecto.
  • El desarrollo de programas o mecanismos que faciliten el acceso al crédito por parte de la mujer, para permitirle así elevar su productividad, ya sea en forma individual o en grupos organizados en unidades productivas: a) capacitación apropiada de empleados de instituciones de crédito convencionales; b) apoyo a servicios financieros de extensión, específicamente planeados para alcanzar a las mujeres como posibles prestatarias; c) fortalecimiento de las instituciones y asociaciones intermediarias de crédito como las cooperativas formales e informales de ahorro, en las que participa principalmente el elemento femenino; y d) medidas que eliminen o alivien las inhibiciones jurídicas y de otra índole que impiden dar igual trato a la mujer en lo que respecta a la obtención de crédito.
  • El reforzamiento de la eficacia de las instituciones nacionales y locales y de su estructura jurídica para formular, coordinar y poner en práctica políticas, programas y proyectos equitativos para fomentar la participación social y económica de la mujer y mejorar su posición dentro de la sociedad mediante esfuerzos de capacitación al personal y/o a fortalecimiento de las instituciones, en la implementación de reformas y políticas resultantes y en la difusión de información sobre las mismas.

Según las evaluaciones del BID, recién a partir de 1991 con el Plan de Acción, el principal instrumento para implementar el MED, comenzaron a hacerse efectivas esas orientaciones políticas. La mayor virtud del Plan de Acción de acuerdo a la evaluación realizada por el BID, es haber promovido la integración de los objetivos del MED a través de los diferentes sectores de trabajo.

En 1996 el Banco hizo una revisión de su política para Mujeres en Desarrollo y se evaluó la práctica seguida a lo largo de los últimos 10 años, encontrando que una de las sus debilidades más importantes ha sido la falta de indicadores, que permitieran medir resultados e impactos. No obstante, se consideró que estaba formulada correctamente y que era relevante en el marco de la redefinición de los objetivos del Banco (IDB-8, 1994), que aumentan el énfasis en la dimensión social y política del desarrollo: reducción de la pobreza, equidad social y modernización del estado. Los cambios producidos en las estrategias generales de desarrollo del BID (1994), en las preocupaciones del MED en América Latina, el desarrollo en el estado del arte del MED y los estudios de género, han influenciado la interpretación de la política de MED.

III. Elementos de balance

3.1. Las mujeres y el desarrollo

El tema de la mujer --como lo señalan los documentos de los bancos-- ha sido para éstos una preocupación en los últimos 20 años. Sin embargo, dicha preocupación ha tenido diferentes perfiles, no solamente por la ubicación en el rango jerárquico dentro de los "temas" de los bancos, sino también en relación a los enfoques del desarrollo que han predominando a nivel internacional, a la influencia de los organismos de Naciones Unidas y del propio movimiento de mujeres.

  • En el marco de la concepción de un modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico y la modernización las mujeres son vistas principalmente como receptoras pasivas del desarrollo, cuyo rol más importante está dado por la maternidad y crianza de los hijos. Si bien pueden recibir algunos beneficios, al ser tomadas explícitamente como beneficiarias, el resultado puede ser el reforzamiento de su rol tradicional y en consecuencia, la estimulación de la dependencia y el paternalismo, que mantiene su discriminación.
  • Otros enfoques de la mujer en el desarrollo se centran, ya no solamente en su rol reproductor sino que enfatizan su rol productivo, concibiéndolo como un recurso subutilizado. Se orientan a dotar a la mujeres de recursos que les permitan incorporarse a la producción y a ser agente del desarrollo.

"La mujer, especialmente la de bajos ingresos, ha contribuido siempre a las actividades productivas como la agricultura (principalmente en pequeña escala), la elaboración de productos agrícolas, las industrias artesanales y domésticas, el intercambio de mercaderías y el comercio; no obstante, ha existido la tendencia a subestimar su función económica y su participación por falta de datos ... Se ha prestado más atención, especialmente en los planes y programas nacionales, a la función reproductiva de la mujer y al rol que desempeña en la crianza de sus hijos. "(OP.761, BID)

  • También se ha puesto énfasis en el tema de la pobreza como responsable de la desigualdad económica entre hombres y mujeres.

La tendencia general ha sido y es en muchos casos --implícita o explícitamente-- la de visualizar el aporte de la mujer en la sociedad, tanto en lo productivo como en lo reproductivo, pero partiendo por aceptar una forma de desarrollo que en principio, es concebida como funcionando en beneficio de todos por igual. Por lo tanto, como causante de esta problemática se identifica a los "problemas de las mujeres" (su rol tradicional, su falta de educación y capacitación, sus "continuos embarazos", etc.).

  • El enfoque de género permite introducir cambios en la forma de considerar la problemática de las mujeres en relación al desarrollo: Los términos "mujeres en desarrollo" y "género" tienen diferentes connotaciones. El Banco (Mundial) usó el primero para describir acciones diseñadas para asegurar que las mujeres fueran beneficiadas o al menos no se perjudicaran en los esfuerzos del desarrollo. El género relacionado a las actividades de desarrollo toma un punto de vista más amplio de las diferencias en los comportamientos esperados de las mujeres y los hombres; estas actividades toman en cuenta las causas y las consecuencias de las diferencias de género para el desarrollo de los recursos económicos y humanos. Las acciones relativas al género pueden prevenir que un proyecto tenga efectos negativos en las mujeres y maximizar la contribución potencial tanto de hombres como de mujeres (Gender Issues in World Bank Lending, OED, 1994).

Este cambio no es casual y está vinculado al trabajo sostenido que tanto el movimiento feminista como las mujeres académicas y las mujeres con cargos en las agencias de cooperación internacional, han realizado para mostrar las limitaciones de enfocar a las mujeres de modo aislado. En consecuencia, se han intentado incorporar aspectos de la teoría de género a la práctica del desarrollo. Por consiguiente, se insiste en la necesidad de considerar los efectos e impactos diferentes y desiguales por género de las políticas y estrategias de desarrollo.

  • La conferencia de Beijing sentó las bases para que la banca considerara esta nueva perspectiva y abrió la posibilidad de legitimar el tema a nivel de los organismos internacionales: "En muchos casos, los programas de ajuste estructural no se han concebido de manera que los efectos negativos para los grupos vulnerables y desfavorecidos o las mujeres se redujeran al máximo, ni con miras a favorecer a esos grupos y evitar que quedaran al margen de las actividades sociales y económicas" (Naciones Unidas, PAM,1995).

"La indigencia y la feminización de la pobreza, el desempleo, la creciente fragilidad del medio ambiente, la continua violencia contra la mujer y la exclusión generalizada de la mitad de la humanidad de las instituciones de poder y de gobierno ponen de manifiesto la necesidad de seguir luchando por conseguir el desarrollo, la paz y la seguridad y encontrar las soluciones para alcanzar el desarrollo sostenible centrado en las personas".

"El adelanto de la mujer y el logro de la igualdad entre la mujer y el hombre son una cuestión de derechos humanos y una condición para la justicia social y no deben encararse aisladamente como un problema de la mujer. Unicamente después de alcanzados esos objetivos se podrá instaurar una sociedad viable, justa y desarrollada. La potenciación del papel de la mujer y la igualdad entre la mujer y el hombres son condiciones indispensables para lograr la seguridad política, social, económica, cultural y ecológica entre todos los pueblos".

"El desarrollo sostenible y el crecimiento económico a la vez sostenido y sostenible sólo pueden alcanzarse mejorando la condición económica, social, política, jurídica y cultural de la mujer. Para alcanzar un desarrollo sostenible es fundamental un desarrollo social equitativo que reconozca la necesita de dar a los pobres, en particular a las mujeres, la posibilidad de utilizar los recursos ambientales de manera sostenible".

3.2. La política, su evolución y su práctica

Las políticas del Banco Mundial y el BID en materia de mujeres y desarrollo han ido evolucionado a través del tiempo. Dicha evolución ha estado condicionada por el paradigma de desarrollo que ha sustentado su actividad pero también, por las nuevas necesidades y problemas de las sociedades actuales. Por su parte, ha sido de especial importancia el avance de las mujeres en defensa de sus derechos desde sus distintos ámbitos de acción en todo el mundo y en particular, en los países del norte a través de la influencia sobre sus gobiernos.

En su origen, esas políticas se han vinculado a las políticas de alivio de la pobreza, al reconocimiento de la importancia de la mujer como agente productivo y en consecuencia, se ha visto la relevancia de atender a las mujeres y a su mayor integración en términos económicos, como una forma de mejorar los resultados generales de proyectos y programas.

Los reportes y estudios de los organismos financieros dan cuenta de la influencia de las mujeres y sus planteos; la propia elaboración de estos documentos en la medida que constituyen una herramienta para la evaluación y el seguimiento, puede considerarse un avance. No obstante, los mismos reconocen que pasar "de la retórica a los hechos" es difícil y se va haciendo lentamente.

Algunas de las complejidades y/o dificultades para realizar una evaluación acerca de la implementación de sus mandatos políticos y los avances en los bancos en esta materia, están dadas por los prolongados plazos que se involucran en cada una de las etapas de los proyectos, ya que el tiempo que ha pasado desde esta nueva iniciativa es todavía breve. Sin embargo y dada la importancia que tienen los diseños de proyectos en los resultados de su ejecución, es posible analizar los mismos y cómo se incorporan las nuevas orientaciones.

Por último, se atribuyen dificultades a la insuficiente capacitación entre el personal de los Bancos; podría decirse lo mismo para los responsables gubernamentales de las negociaciones. En este punto vale la pena realizar algunas consideraciones que vinculan problemas prácticos y conceptuales. Los técnicos del Banco y personal en general, suelen ser vistos como funcionarios capacitados para resolver los asuntos técnicos pero que "saben poco" de género; por lo tanto, hay que mostrarles la conveniencia de tener presente el tema y dar incentivos para que el mismo sea considerado en las diferentes etapas de la programación.

Si bien es fundamental capacitar y dotar de herramientas para asegurar en las diferentes etapas de la planificación y en la evaluación de la ejecución, que no se perjudique y que se favorezca la situación de las mujeres, no puede desconocerse que los funcionarios de los bancos y de los gobiernos son actores políticos con intereses propios.

Los cambio de énfasis en las estrategias generales o las nuevas preocupaciones en torno al desarrollo --surgidos de la persistencia de la pobreza y de los fenómenos de desintegración y exclusión--, ya no entendido en términos económicos solamente, sino sociales y políticos, habrían permitido darle cabida a los enfoques de género.

Este cambio hacia el enfoque de género señalado en los documentos oficiales de ambas instituciones, se considera un avance, aunque como se señala por parte del BID, el enfoque MED establecido en la década de los 80 no es contradictorio con éste, sino que se ha enriquecido. Esta última evaluación da lugar a preguntarse, hasta dónde se comprende el enfoque de "género y desarrollo" como un cambio en las relaciones de poder que altera el orden establecido. La idea de "integrar a las mujeres al desarrollo" supone la convicción de que existe un proceso de desarrollo ya en camino, con posibilidades de alcanzar sus metas; a diferencia de ésto, el enfoque de género supone la imposibilidad de alcanzar metas de desarrollo si no se rompe con los esquemas de dominación prevalecientes en términos económicos, sociales y culturales.

Si bien algunos aspectos de la temática de género han logrado permear diferentes instancias en la operativa de los bancos, donde se dan las mayores dificultades es a la hora de incluir acciones concretas, por varias razones: porque el proceso de diálogo con las contrapartes y en especial con quienes se dedican a defender estos temas no es fluido; porque la política global de los bancos tiene un enfoque de desarrollo centrado en determinados principios economicistas que dificultan introducir estos conceptos, por la racionalidad de la eficiencia que maneja, etc. El Gender Progress Report de marzo de 1997 por ejemplo, --citado antes-- no menciona el ajuste estructural ni si los préstamos han tomado las necesidades de las mujeres en cuenta.

En lo que refiere a las contrapartes gubernamentales de los países de la región, debe considerarse que los avances en el sentido de incluir los nuevos temas de la agenda internacional --por ejemplo, género o medio ambiente--, aparecen en muchos casos como condicionamientos "artificiales", provenientes de los gobiernos del norte, los que a partir de las presiones de diferentes grupos sociales y políticos han establecido ciertos acuerdos. Esto dificulta la práctica y pone de relieve la necesidad de incidir a nivel nacional por parte de las organizaciones sociales.

3.3. Un análisis de las acciones del Banco Mundial

3.3.1. Las Estrategias de Asistencia de los países (CAS)

La participación de la sociedad civil en el seguimiento y evaluación del diseño y la ejecución de los proyectos dista mucho todavía de alcanzarse. En la elaboración de los CAS la mayoría de las veces las organizaciones de la sociedad civil no han estado informadas, o no se les ha avisado con tiempo suficiente. Por su parte, existe cierta resistencia de organizaciones sociales a participar en los procesos de consulta debido a la reserva y confidencialidad de los resultados de los mismos.

La revisión del CAS de Uruguay, por ejemplo, no tiene ninguna evaluación de tipo social y menos aun presenta un análisis de género. Según Women´ Eyes on the World Bank, 1997, de 30 CAS realizados en 1996, solamente 16 se dirigen a temas de género y en algunos casos en forma muy limitada. Por otra parte el CAS no tiene un claro espacio para estos análisis (estudios sectoriales, evaluación de la pobreza, sector trabajo y economía). Se señala que de 34 estudios de Evaluación de la Pobreza --que podrían ser herramientas aptas para identificar las relaciones entre género y pobreza--, realizados entre 1994 y 1995 aparece un mínimo análisis de género en solamente 21.

3.3.2. Planes de acción de género

En algunos casos, los análisis parecen muy poco profundos y no correctamente fundamentados. Al revisar el documento Aspectos de Género de las Actividades del LA1 (Argentina, Brasil, Chile y Paraguay y Uruguay) una primera afirmación dice que el género "no constituye un tema muy prioritario en el programa de los países de LA1", a pesar de lo cual, señala que se han creado una serie de organismos para atender ese tema.

La selección inicial de los principales problemas de cada uno de los países en relación al género se lista en uno de los anexos del documento. En el caso de Uruguay se señalan los siguientes problemas: "aislamiento social" de la mujer en las zonas rurales; falta de aporte de la mujeres en las decisiones productivas y financieras; cantidad desproporcionada del trabajo familiar desempeñado por las mujeres. Resulta claro por lo menos en principio, que este diagnóstico no obedece a una interlocución con las organizaciones de mujeres del país.

Entre las dificultades para encarar las acciones de género, en ese documento se destaca, que el personal del Banco no tiene las herramientas y los recursos suficientes para analizar las condiciones y ámbitos en los cuales interviene y por lo tanto, le resulta difícil determinar prioridades en su trabajo de proyecto y en los diálogos con los gobiernos.

A continuación reconoce que "Los programas de reforma que implican controlar estrictamente el gasto público y evitar la inflación han llegado a distorsionar temporariamente la economía en algunos países del LA1, incluido el desempleo y la disminución de la ayuda social. Existen algunas pruebas que estos cambios tienen repercusiones diferenciales sobre la mujer."

Las condiciones para el avance se asocian principalmente a la capacitación y al buen manejo de los criterios institucionales: el criterio principal al que debe estar orientada cualquier acción es su "pertinencia con respecto a los objetivos del Banco de promover el crecimiento económico y la mitigación de la pobreza". Otros criterios que deberían incidir son: "... la importancia relativa de los problema identificados con relación a otros problemas más importantes en el contexto local; la receptividad de los prestatarios con respecto a nuestra participación en este ámbito y la ventaja comparativa para el Banco de tratar los problemas identificados."

En el Plan de Acción del referido documento se establece la necesidad de las medidas para lograr las metas generales. "La especial atención a los problemas de género es uno de los aspectos de un enfoque que pone el acento en la mitigación de la pobreza, la participación popular en el desarrollo, mejor protección del medio ambiente y la reforma del estado y de los servicios públicos."

Se proponen dos fases para tratar los temas de género. En la primera los objetivos serían: prestar atención en forma sistemática en los proyectos actualmente en tramitación; aprovechar los recursos del Banco ya existentes para desarrollar "... la conciencia del personal y concebir proyectos mejores"; evaluar las estructuras existentes para desarrollar acciones en la países del LA1; tomar contacto con bilaterales y ONGs para conocer el trabajo que realizan y posiblemente colaborar en aspectos de género.

La segunda fase busca centrar la capacitación en aspectos específicos y difundir la mejor práctica, realizar seminarios y talleres con los prestatarios, posibles reconversiones de proyectos en ejecución, fortalecer en las evaluaciones sociales la "atención al género", valorar las necesidades de capacitación, distribuir el personal y los técnicos especializados para que colaboren en medidas de género en el diálogo con los países.

3.3.3. Los proyectos

A principios de este año el Departamento de Evaluación de Operaciones elaboró el documento "Mainstreaming Gender in World Bank Lending: An Update". En el mismo se señala que los proyectos que incorporan acciones relativas al género entre sus objetivos principales, han gozado de evaluación satisfactoria en mayor proporción que los proyectos similares desde el punto de vista sectorial y de la cantidad de años que llevan aprobados, pero que no contemplaban acciones de género. Se entiende por estas últimas en este documento, aquellas acciones orientadas a prevenir consecuencias perjudiciales y a maximizar la contribución potencial específica de las mujeres y los hombres a través de la intervención directa sobre las restricciones inmediatas o a través de estrategias de cambio en el marco legal y regulatorio de los países .

El 74% de 54 proyectos con actividades relativas al género, aprobados desde 1987, en la agricultura y en el sector de recursos humanos, fueron considerados satisfactorios para el total de sus resultados, mientras que solamente el 65% de 81 proyectos con la misma distribución sectorial, que no incluían el componente de género fueron evaluados en términos similares. Así mismo se destaca, que los proyectos que explícitamente incorporan objetivos de género entre los principales objetivos del proyecto, tienen más probabilidades de ejecutar sus objetivos de género que los que se ubican en componentes separados.

Se concluye además, que la calidad de los diseños de acciones relativas al género fueron mejorando significativamente para proyectos aprobados entre 1994 y 1995 comparado con los proyectos aprobados entre 1987 y 1991.

En ese sentido, se destaca que entre los proyectos recientes con acciones de género, 2/3 incluyeron substanciales o altos niveles de análisis de género comparado con el 16% en proyectos ya ejecutados.

Casi el 70% de los proyectos recientes integraron la perspectiva de género en el total, comparados con cerca de la mitad de los proyectos llevados a cabo. El enfoque participativo y una alta calidad de análisis estuvieron siempre asociados.

Cuadro Nº1. Resultados de proyectos del BM con y sin acciones relativas al género, en recursos humanos y agricultura. 1987 - 1993

  Con acciones de género (%) Sin acciones de género (%)

Resultados satisfactorios

74

65

Sostenibilidad probable

54

46

Desarrollo institucional

   

* sustancial

43

32

* modesto

17

42

Fuente: Banco Mundial

La metodología de evaluación seguida por el Banco, se realizó a partir de una base de datos proporcionada por la primera división de MED y por el Grupo de Análisis y Política de Género (GAP). En todos los casos se revisaron los objetivos para confirmar la presencia de alguna acción relativa al género. Sin embargo debido a la falta de una definición clara respecto a qué significan acciones relativas al género, frecuentemente se considera que el hecho de que exista una mención acerca de las mujeres es suficiente para dar cuenta de las mismas. Como ejemplo, puede citarse el caso de tres proyectos recientes del sector social en México, que estuvieron bien evaluados por el Banco y sin embargo, no se dirigían a objetivos de resolver las inequidades de género (Women´s...1997).

Esto último señala por una lado, la necesidad de lograr mejor información acerca de los proyectos para poder realizar evaluaciones alternativas; por otro, la necesidad de exigir coherencia respecto al marco conceptual que aparece en la política de los bancos y sus acciones así como por cuestionar la consistencia teórica del enfoque de género. De lo contrario, se puede estar ante una "ilusión semántica", debido a la adopción del término género, precisamente como "un término en boga".

3.4. Una evaluación acerca de la aplicación de Mujeres En Desarrollo (MED) del BID

El principal instrumento para implementar la política de Mujeres En Desarrollo del BID ha sido el Plan de Acción de 1991. Se considera que éste promovió la interacción de los objetivos de política del MED a través de todos los sectores de trabajo del banco y de los distintos estadios dentro de la programación de los países y el ciclo de proyectos. El fortalecimiento de la capacidad interna para implementar el MED ha tenido una mezcla de resultados: se incrementaron los recursos asignados al personal de MED incluyendo la creación de una unidad de MED. Los progresos en la capacitación del personal del banco y los compromisos para la implementación de las políticas han sido lentos (EVO, 1996).

Si bien se establece que entre 1991 y 1994 el banco mostró cierto progreso en el análisis de los temas de género a nivel de los países, éste fue rara vez reflejado en las estrategias de programación y en el portafolio de proyectos de cada país. En 1995 disminuyó el porcentaje de proyectos que incorporan temas de MED en su diseño; en cambio, entre 1991 y 1994 se había pasado del 6% al 31%. De 262 proyectos aprobados entre 1991 y 1994 solamente 30 habían integrado adecuadamente los temas de MED de los cuales, 12 no avanzaron lo suficiente en su ejecución para evaluar el progreso en la implementación, 10 fueron progresando normalmente, 4 mostraron demoras en la implementación y 4 básicamente ignoraron los aspectos de MED que estaban en el diseño de actividades (EVO, 1996).

Uno de los factores que impidió un mayor progreso se considera atribuible al débil monitoreo. A pesar de que 374 de los proyectos estudiados tenían cláusulas contractuales que comprometían a tener datos desagregados por sexo, esto se cumplió en menos de la mitad (EVO, 1996).

En la elaboración del presente documento, se revisó un listado de 337 proyectos de América Latina, referidos a todos los sectores, que se encontraban en ejecución en mayo de 1997; sólo un 3,9% de los mismos, hace referencia como beneficiarias a mujeres y/o niñas. Si bien, el hecho de que aparezcan estas palabras no garantiza el enfoque de género, su no aparición es un indicador de la ausencia de una preocupación seria sobre el tema.

El monto correspondiente a dichos préstamos, representaba un 3,7% del total. Tres de esos proyectos eran de alrededor de 15 millones de dólares y correspondían a proyectos regionales; dos de los proyectos (15 millones de dólares aprox.) tenían en un caso acciones dirigidas hacia las mujeres y en el otro a las niñas. El resto correspondían a proyectos cuyos objetivos generales se orientan a mujeres como beneficiarias.

Efectuamos un relevamiento de los proyectos del sector social aprobados a octubre de 1997 para toda América Latina y el Caribe que se presenta en la tabla que aparece a continuación. Como puede verse, del listado total de proyectos en 5 casos la población beneficiaria son las mujeres; tres corresponden a proyectos nacionales (Brasil, Barbados, Uruguay) y dos regionales.

ARGENTINA:

Apoyo al Ajuste Fiscal y Reformas Sociales (871/OC-AR)

ARGENTINA:

Programa de Atención a Grupos Vulnerables (996/OC-AR,1021/OC-AR, ATN/SF-5625-AR)

ARGENTINA:

Apoyo a la Productividad y Empleabilidad de Jóvenes (1031/OC-AR)

ARGENTINA:

Programa de Atención a Menores en Circunstancias Especialmente Difíciles para Nueve Provincias (ATN/SF-4862-AR)

BARBADOS:

Fortalecimiento de la Oficina Nacional de la Mujer (ATN/SF-4298-BA)

BOLIVIA:

Sistema de Indicadores Sociales y de Análisis de Políticas Sociales (ATN/SF-5131-BO)

BOLIVIA:

Fondo de Inversión Social (950/SF-BO)

BRASIL:

Mejoramiento de Barrio BAIXADA-VIVA (1037/OC-BR)

BRASIL:

Programa de Apoyo a la Gestión Social (ATN/SF-5589-BR)

BRASIL:

Apoyo para un Centro de Liderazgo de la Mujer (ATN/SF-5412-BR)

BRASIL:

Atención a Menores en Circunstancias Difíciles en Seis Ciudades del Brasil (ATN/SF-4575..80-BR)

BRASIL:

Programa de Asistencia a Menores en Circunstancias Difíciles en Río(DE-76/93; DE-77/93)

BRASIL:

Programa de Expansión de Servicios Sociales en Sobradinho(DE-98/93)

COLOMBIA:

Programa de la Red de Solidaridad Social (889/OC-CO)

COLOMBIA:

Proyecto de Desarrollo Económico de los Wayúus (ATN/JF-4816-CO)

GUYANA:

Programa de Mitigación del Impacto Social (985/SF-GY)

REPUBLICA DOMINICANA:

Promoción a las Iniciativas Comunitarias (825/OC-DR; 930/SF-DR)

ECUADOR:

Programa de Apoyo al Fondo de Inversión Social de Emergencia(978/OC-EC)

GUATEMALA:

Fondo de Inversión Social (943/OC-GU)

ECUADOR:

Apoyo al Fondo Social de Emergencia de Ecuador (819/OC-C;928/SF-EC)

ECUADOR:

Programa de Desarrollo Comunitario Económico y Social (ATN/TF-4665-EC)

EL SALVADOR:

Fondo de Inversión Social (765/OC-ES; 905/SF-ES)

EL SALVADOR:

Fondo de Inversión Social (829/OC-ES)

GUYANA:

Programa para el Alivio del Impacto Social (912/SF-GY)

HAITI:

Programa de Recuperación Económica de Emergencia, Segunda Etapa (962/SF-HA)

HONDURAS:

Programa Hondureño de Compensación Social (ATN/SF-4944-HO)

HONDURAS:

Programa Hondureño de Compensación Social (948/SF-HO, 949/SH-HO, ATN/SF-4944-HO)

JAMAICA

Fondo de Inversión Social (1005/OC-JA)

MEXICO :

Programa de Servicios Sociales Esenciales (PROSSE)(868/OC-ME)

NICARAGUA:

Programa de Atención Integral a la Niñez Nicaragüense (973/SF-NI)

NICARAGUA:

Fondo de Inversión Social de Emergencia (935/SF-NI; ATN/SF-4735-NI; ATN/TF-4736-NI)

PERU:

Plan de Estabilización Social (ATN/SF-4627-PE)

PERU:

Desarrollo Social para Atención a Poblaciones de Bajos Ingresos

PANAMA:

Programa de Inversión Social (854/OC-PN; 855/OC-PN)

REGIONAL:

(ATN/MH-5081-RG) Fortalecimiento de la Formación Técnica de Mujeres de Bajos Ingresos

REGIONAL:

(ATN/SF-5421..27-RG) Programa Piloto de Prevención de la violencia intrafamiliar contra la Mujer

REGIONAL:

Formación y Entrenamiento de Directivos Sociales en América Latina (ATN/CI-5002-RG)

REGIONAL:

Apoyo a las Actividades de Seguimiento y Evaluación de Programas y Proyectos Sociales (ATN/SF-4819-RG)

REGIONAL:

Desarrollo Social de Centroamérica y Panamá (ATN/SF-4373-RG)

REGIONAL:

Programa de Capacitación de Líderes de Organizaciones Laborales(ATN/SF-4681-RG; ATN/SF-4682-BR; ATN/SF-4683-BR; ATN/SF-4684-CH; ATN/SF-4685-JA)

URUGUAY:

(ATN/MT-5356-UR) Reestructuración de Manos del Uruguay

URUGUAY:

Programa de Fortalecimiento de las áreas Sociales (811/OC-UR)

A partir de este listado, se revisaron los documentos de proyectos que estuvieron disponibles al público en la página WEB del Banco. Los resultados de la revisión fueron los siguientes.

De un total de 30 proyectos disponibles se identificaron:

5 proyectos (Barbados, Brasil (2), Ecuador, Perú) que presentan entre sus objetivos principales, objetivos orientados a mejorar la situación de mujeres y/o niñas:

  • Fortalecimiento de la Oficina nacional de la Mujer, Barbados (11/08/93): "... crear oportunidades para el progreso de la mujer mediante el fortalecimiento del Bureau of Women´s Affairs (BWA) ... "
  • Apoyo para un Centro de liderazgo de la mujer, Brasil, (20/11/96)
  • Programa de Expansión de Servicios Sociales de Sobradinho, Brasil, (7/07/93: " ... (a) mejorar la calidad de vida de la población de muy bajos ingresos de Sobradinho, una ciudad satélite del Distrito Federal de Brasilia, constituida en su mayoría por mujeres y niños; ..."

Además de los objetivos, en este caso entre sus actividades se propone "... (d) el establecimiento de un centro de salud en Sobradinho II con capacidad para atender 14800 consultas médicas por año, principalmente de mujeres y niños."

  • Programa de Apoyo al Fondo de Inversión Social de Emergencia. Segunda Etapa, Ecuador, (11/12/96): "El objetivo del proyecto es contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la población más pobre del país por medio de su integración a la red de servicios sociales. Esta segunda etapa define una estrategia que concentra los esfuerzos en los sectores sociales más críticos, reduce el abanico de proyectos elegibles, profundiza la participación comunitaria con enfoque de género e incorpora nuevos componentes y procesos tendientes a mejorar el diseño del programa".
  • Programa de Desarrollo Social para la Atención a Poblaciones de Bajos Ingresos, Perú, 6/10/93: "...(a) emprender programas de asistencia integral para niños pobres ...; (b) aumentar la disponibilidad de servicios de atención diurna para preescolares (menores de seis años) apoyando la creación y financiamiento de un sistema nacional de casa de niños que vincule los servicios públicos con los grupos de mujeres y las asociaciones comunitarias; y mejorar el nivel de vida de aproximadamente dos millones de madres desfavorecidas, proporcionándoles servicios educacionales y de información."

6 proyectos (Argentina (2), Brasil, Colombia, Ecuador, Honduras) con componentes que atienden necesidades de las mujeres y/o niñas dentro de programa, pero que no tienen objetivos explícitos entre los generales:

  • Programa Sectorial de Ajuste Fiscal y Reformas Sociales, Argentina, 28/06/1995: uno de los tres componentes del programa "... incluirá la creación de oportunidades de trabajo para aliviar los problemas que crea el desempleo; suplementos alimenticios y atención preventiva de la salud para mejorar la nutrición de los niños, las madres y los ancianos; ...."
  • Programa de atención a menores en Circunstancias especialmente difíciles para nueve provincias, Argentina, 15/03/95: ".... Proporcionará: apoyo médico, psicológico, y alimentario a 3500 madres adolescentes y sus hijos."
  • Programa de Atención a Menores en Circunstancias Especialmente difíciles en Seis Ciudades de Brasil, 29/06/94: "Entre las actividades de carácter asistencial se incluirán: .... (e) atención especializada para niñas menores;..."
  • Programa de la Red de Solidaridad Social, Colombia, 4/10/95: "La red financiará 13 programas sociales distintos ... (f) programas de atención materno-infantil;... (j) ayuda a niños en edad escolar que estén a cargo de mujeres jefas de hogar, incluidos subsidios en útiles, textos, uniformes o en dinero..."
  • Programa de Apoyo al Fondo Social de Emergencia de Ecuador (FISE), 3/08/94: El programa consiste en tres componentes: "... (b) un componente de asistencia técnica para complementar la implantación de los sistemas de gestión del ciclo de los proyectos del FISE, promover la participación de la mujer, desarrollar un sistema de control ambiental y dar seguimiento al programa;...".
  • Programa Hondureño de Compensación Social: uno de sus tres subprogramas tiene tres componentes, uno de los cuales (c) necesidades básicas comprende proyectos de capacitación de parteras.

En el caso del BID como en el del BM, si bien pueden constatarse algunos avances en términos de institucionalización del enfoque de género o de mujeres en desarrollo, dichos avances se ubican principalmente a nivel de los análisis y las orientaciones políticas y no en las acciones concretas.

IV. Elementos para el debate

Ante las demandas de los actores sociales, principalmente provenientes de los países desarrollados, la banca multilateral ha desarrollado cierta capacidad de respuesta y asumido ciertos compromisos en diferentes temas: participación social, medio ambiente, género. Los compromisos de considerar estos aspectos en las actividades de los bancos, son relativamente más fáciles de plasmar en documentos de recomendaciones o en orientaciones políticas de los planes de acción, que en las actividades de programación o proyectos. Inclusive, como se ha visto en el caso del BID, el crear una unidad de MED y otros esfuerzos en materia de recursos y capacitación interna, no aseguran que se cumpla con dichos compromisos, aunque podrían contribuir a ello.

Existe una serie de barreras para implementar los cambios en las políticas: las exigencias de los bancos de eficiencia y racionalidad económica y financiera, limitan la instrumentación de esos cambios políticos, en la medida que estos nuevos enfoques no están incorporados a su concepción del desarrollo; por otra parte, los bancos y sus funcionarios no son ajenos a la cultura dominante.

El movimiento de mujeres de América Latina y el Caribe a pesar de las dificultades de una región inestable económica y políticamente --con problemas sociales vinculados a la pobreza estructural y las nuevas formas de la pobreza y la exclusión social--, ha conseguido logros significativos en lo que refiere a su influencia en la sociedad, en un contexto en que los movimientos políticos y sociales tradicionales, enfrentan situaciones difíciles: desprestigio, falta de credibilidad, escasos márgenes de maniobra, etc..

La presencia de la banca multilateral en la región y su incidencia en la aplicación de políticas orientadas al crecimiento económico en el marco de la concepción predominante acerca del desarrollo, ha puesto de relieve para el movimiento de mujeres la necesidad de levantar desde los distintos espacios --político, social, académico-- propuestas alternativas.

El devenir del movimiento hacia una postura política de propuesta y de negociación obliga a encarar estos desafíos y exigencias, a discutir y proponer estrategias, a tomar decisiones. En ese contexto, la institucionalización aparece como uno de los temas más delicados de enfrentar, y en ese marco las acciones hacia la banca son aun más difíciles de asumir, debido a los riesgos y desafíos que plantean.

La discusión acerca de los lineamientos para las estrategias de acción pueden partir de una posición clara acerca de hasta dónde se puede llegar, sin caer en posiciones ingenuas, ni de absoluta oposición.

Algunos puntos para el debate:

  • El margen de negociación con la banca multilateral en el marco de una concepción alternativa de desarrollo.

El enfoque feminista sustenta una perspectiva acerca del desarrollo en tanto proceso complejo, que incluye diversos condicionantes como el género, la clase, la etnia, la cultura, las generaciones; su objetivo es cambiar las relaciones injustas para mejorar a los individuos y la sociedad toda, en términos emocionales, físicos y materiales. Las acciones que se emprendan deberían tender a esos objetivos más generales, a través de los avances parciales, que en muchos casos simplemente consisten hacer visibles a las mujeres en la programación, de tal manera de evitar perjuicios mayores.

  • La prioridad y el interés por una estrategia dirigida a los Bancos.

No todo el movimiento evoluciona al mismo paso y en torno a los mismos temas; existen diferencias atendibles a la hora de construir estrategias que pasan por la diversidad de contextos y prioridades nacionales, formas de relacionamiento con los gobiernos, estilos de participación de la sociedad civil. También existen diferencias entre las mujeres, dadas por aspiraciones personales y colectivas. La institucionalización de la perspectiva de género en los bancos si es que fuera posible, no es (y probablemente no vaya a ser) una prioridad para todas ni tendría por que serlo. Debería entenderse como una de las líneas del trabajo más general de monitoreo y seguimiento de acuerdo a los lineamientos generales de la PAM, orientada a contemplar que las diferentes políticas no perjudiquen y en cambio beneficien, la situación de las mujeres en el sentido de lograr una mayor autonomía.

  • La tensión entre el énfasis puesto en las estrategias orientadas a los gobiernos nacionales y la banca multilateral.

Dado el contexto de la globalización y la pérdida de soberanía en la toma de decisiones de los gobiernos nacionales, en que si bien puede reconocerse una mayor "interdependencia" también es cierto que "unos son más dependientes que otros", vale la pena discutir las implicancias de la adopción de diferentes estrategias. En este aspecto, aparece una de las tensiones significativas dentro del movimiento de mujeres de la región. Esta refleja las diferencias que provienen del entorno político en el que se desenvuelven las organizaciones a nivel nacional, el desarrollo de las relaciones de la sociedad civil y el estado, el peso y la legitimidad del estado en la sociedad, la experiencia en el ejercicio de la ciudadanía. Dónde y quiénes toman las decisiones, hacia dónde debe dirigirse el peso de las acciones de los movimientos sociales, la noción de soberanía nacional y las estrategias generales para implementar los cambios, son cuestiones que forman parte del debate. Las distintas respuestas son también parte de la diversidad del movimiento, esa misma diversidad que lo ha enriquecido.

  • Los condicionamientos de la cooperación internacional en general y los organismos financieros internacionales y la actitud de los gobiernos.

Las acciones orientadas hacia los gobiernos nacionales son de suma importancia de manera de asegurar que las políticas asumidas en el norte y promovidas desde allí, no sean "letra muerta" en nuestros países. En este sentido, las acciones emprendidas por el movimiento de mujeres inclusive en alianza con otros actores sociales es de fundamental importancia para la sensibilización y la presión política.

  • La relación entre los equipos técnicos especializados en el seguimiento de las actividades de los bancos y el cabildeo y el movimiento político.

Las especificidades del trabajo hacia la banca puede requerir --como en otros casos-- cierta suerte de profesionalismo y especialización; esto no podría verse como contradictorio con la acción política emprendida desde las distintas organizaciones del movimiento y sus diferentes expresiones. En este sentido, también cuenta la experiencia de cada uno de los países y sus formas de actuar.

Finalmente, parece imprescindible el intercambio de experiencias, de información, la comunicación a través de las distintas redes temáticas de la región; ello nos permitirá avanzar a través de discusión teórica y encontrar nuevos cauces para discurrir nuestra acción.

Bibliografía

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Red Bancos: Guía Ciudadana sobre el banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Montevideo, Agosto de 1996.

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World Bank - U.S.Chapter -Gender Equity and the World Bank Group: A Post Beijing Assesment. Washington, mayo de 1997.

Anexo. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de desarrollo

A continuación se presenta una descripción de carácter general de dos instituciones de financiamiento internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, de sus formas organizativas, su funcionamiento y la perspectiva que respecto a las mujeres en el desarrollo o el género en el desarrollo se manejan en dichas instituciones. Esta descripción no pretende ser exhaustiva sino brindar un conjunto de elementos con el doble propósito de difundir información para quienes no la dispongan todavía y aportar elementos en forma ordenada y sistemática para la discusión (para una mayor profundización pueden verse los documentos de base).

1. El Banco Mundial

1.1. Antecedentes

El Banco Mundial (BM) se creó en 1946 en la Conferencia de Bretton Woods, como una institución multilateral que debería contribuir a financiar la reconstrucción y el desarrollo de los países de Europa después de la guerra. También se constituyó en ese momento el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de estabilizar la moneda y proveer préstamos a corto plazo para equilibrar la economía.

En los años recientes el trabajo del banco se concentró en los países en desarrollo. En 1995 el total de sus préstamos superó los 22 mil millones de dólares para 242 proyectos (Informe Anual de 1995).

El sistema de financiamiento del BM se basa en los fondos que los gobiernos miembros dan incondicionalmente al Banco (capital pagado) y los que los gobiernos prometen dar al Banco bajo demanda (capital demandado). Estas contribuciones directas y prometidas, significan garantías internacionales de los gobiernos para los préstamos del Banco. Estos acuerdos permiten al Banco tomar dinero prestado de los principales mercados financieros del mundo a un bajo costo para así otorgar préstamos a los países.

1.2. El grupo Banco Mundial

El BM está constituido por un grupo de cuatro instituciones multilaterales de desarrollo: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (IBRD), la Asociación Internacional de Fomento (IDA), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones (MIGA). Una quinta institución, el Centro Internacional para la Resolución de Discusiones de Inversión, se agregó en 1966 para proveer servicios de conciliación y arbitraje en las discusiones que surgen directamente de una inversión, entre los inversionistas extranjeros y los gobiernos anfitriones.

El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (IBRD)

Hacia junio de 1995 el IBRD contaba con 178 países miembros. Sus préstamos se dirigen a países en desarrollo que tienen un ingreso per capita relativamente alto; se hacen con términos más o menos convencionales, excepto que generalmente tienen un período de gracia de cinco años y tienen que ser pagados durante períodos que van de 15 a 20 años. Los objetivos de los préstamos del IBRD son: apoyar la producción y estimular el crecimiento de las economías en los países prestatarios; tomar en cuenta la posibilidad que tiene el país de pagar el préstamo --cada préstamo se otorga a un gobierno o debe estar garantizado por el gobierno correspondiente (Informe Anual de 1992).

La mayoría de los fondos del IBRD para créditos se toman prestado de los mercados de capital y de los bancos centrales y de gobierno; sus tasas de interés son un poco más altas que la de los préstamos que adquiere, pero a una tasa más favorable de la que ofrece el libre mercado. Los nuevos compromisos del IBRD para 1995 fueron de 16.85 mil millones de dólares (Informe Anual, 1995).

La Asociación Internacional de Fomento (IDA)

La IDA se creó en 1960 con el objeto de dar asistencia a los países más pobres (cuyo producto nacional bruto anual per capita es de 695 dólares o menos), con mayores facilidades que los préstamos del IBRD. A diferencia de los "préstamos" de este último los del IDA son "créditos". Se otorgan sólo a los gobiernos, tienen 10 años de periodo de gracia, deben ser pagados en 35 o 45 años, y no cobran intereses. Los fondos del IDA provienen en su mayoría de contribuciones directas llamadas "reabastecimiento general" de los países donantes más industrializados y desarrollados.

En marzo de 1996, representantes de 30 países donantes acordaron en el Onceavo Reabastecimiento, un paquete de 11 mil millones de dólares para los años fiscales 1997-1999. El IDA comprometió un total de 5.66 miles de millones de dólares en nuevos créditos y tiene proyectos en 98 países (Informe Anual, 1995).

La Corporación Financiera Internacional (IFC)

La IFC se estableció en 1956 para promover el crecimiento económico a través del sector privado, y actualmente es la institución del Banco que está creciendo con mayor rapidez; invierte en empresas comerciales y moviliza capital foráneo y doméstico para préstamos y financiamientos. Esta es la fuente multilateral de financiamiento directo más importante para proyectos del sector privado en los países en desarrollo. Aprobó financiamientos por 2.9 mil millones de dólares para 212 proyectos y actividades del sector privado en 67 países (Informe Anual, 1995.)

El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA)

El MIGA se formó en 1988 para promover la inversión privada extranjera directa en los países en desarrollo; garantiza o asegura las inversiones extranjeras contra "riesgos políticos" en los países en desarrollo, y provee servicios de consulta y promoción para asistir a los países miembros en la creación de un clima atractivo para la inversión privada extranjera directa. ( Informe Anual de 1992)

En 1995, el MIGA ejecutó 54 contratos de garantía que totalizaron 672 millones de dólares en 21 países, que habrían facilitado 2.5 mil millones de dólares en inversiones directas (Informe Anual, 1995).

1.3. El Banco tiene dos tipos principales de crédito

Créditos sectoriales, se dan a los países prestatarios para implementar una serie de objetivos de desarrollo en un sector determinado. Los sectores clave incluyen energía, transporte, agua y saneamiento, minería, agricultura y los sectores sociales. Los créditos sectoriales frecuentemente son ejecutados en una región o en un país entero, y tienden a lograr mayores impactos globales.

Préstamos para proyectos para ejecutar tareas más específicas y delimitadas; son a menor escala y tienden a generar impactos más localizados. Sin embargo, esto no necesariamente significa que su potencial para lograr resultados sociales o ambientales sea menor. Los préstamos para proyectos usualmente se otorgan a un gobierno prestatario para ser llevados a la práctica por una sola "agencia ejecutora", que es normalmente un ministerio de gobierno.

1.4. El ciclo de los proyectos como instancia de participación para incluir la perspectiva de género.

¿Cuáles son las instancias en las que es posible impulsar las políticas de género ? Una instancia muy importante es la relacionada al ciclo de los proyectos.

En forma breve y esquemática el ciclo de los proyectos del Banco se a través de las siguientes etapas:

• Etapa de identificación

El Banco y el país prestatario identifican un proyecto que debe reunir uno o más objetivos de desarrollo de los listados en la Estrategia de Asistencia al País. Al final de esta etapa, se determina una clasificación ambiental para el proyecto, con base en sus impactos en la tierra, recursos naturales y población en el área identificada. Este proceso puede incluir estudios de impacto social.

Esta etapa comienza formalmente cuando el país prestatario solicita recursos financieros u otro tipo de asistencia. En ella se realiza un análisis económico y sectorial para ayudar a la toma de decisión sobre los proyectos que merecen financiamiento. Durante la identificación, la propuesta es revisada por el personal del Banco y se le asigna una categoría de Evaluación Ambiental basada en el "tipo, localización, sensibilidad y amplitud del proyecto propuesto, así como en la naturaleza y magnitud de sus impactos potenciales."

La Evaluación Ambiental y su relevancia para el Género

El Encargado del Proyecto, personal responsable de la supervisión del desarrollo del mismo por parte del Banco, revisa el proyecto junto con el gobierno prestatario, y se determina el tipo de Evaluación Ambiental (EA) que se necesita. Los proyectos se asignan a una de tres categorías ambientales:

• Categoría A: requieren una evaluación total de impacto ambiental.

• Categoría B: los proyectos requieren un análisis ambiental, aunque no una evaluación total, porque pocos de los impactos se determinan como irreversibles o porque fácilmente se pueden diseñar soluciones, o bien, porque se espera que el proyecto mejore el ambiente.

• Categoría C: no se requiere una evaluación de impacto ambiental, porque se considera que los potenciales impactos adversos del proyecto son insignificantes.

Actualmente el Banco no tiene mecanismos obligatorios para evaluar los impactos específicos de género del proyecto, y su único mecanismo para medir el impacto social es la EA. En base a sus lineamientos --los temas sociales deben ser atendidos-, ésta es la única ventanilla garantizada que tienen las partes interesadas para hacer que el Banco rinda cuentas de los impactos de género de sus préstamos, especialmente en los proyectos más cuestionables y riesgosos.

El principal inconveniente para que la EA atienda de manera efectiva las cuestiones de género, es su sistema de clasificación. Los proyectos del sector social tienden a ser asignados a la categoría C o B debido a que normalmente tienen bajo impacto sobre el ambiente. Estos proyectos no requieren una EA total. Por lo tanto, los procesos de EA no siempre pueden ser un vehículo para involucrarse en los proyectos del Banco.

La EA podría dar la oportunidad para que las partes interesadas presionaran al personal del Banco y a los funcionarios de gobierno para lograr políticas que atiendan las necesidades específicas de género.

  • La Etapa de Preparación

La etapa de preparación comienza cuando una propuesta de proyecto ha sido incorporada dentro del programa de préstamo de un país. Su propósito es desarrollar los objetivos, identificar temas y problemas, y establecer el calendario para el desarrollo posterior del proyecto. Durante esta etapa el Banco examina y explora todo el rango de condiciones necesarias para alcanzar los objetivos del proyecto y frecuentemente conduce estudios económicos, sociológicos y ambientales. La responsabilidad formal para la etapa de preparación descansa en el gobierno prestatario. Sin embargo, el personal del Banco debe ayudar activamente a preparar los documentos necesarios y a realizar los estudios y evaluaciones requeridas.

Cuando termina la etapa de preparación, el gobierno prestatario envía todos los documentos del proyecto, incluida la evaluación ambiental, al BM. El informe de EA debe incluir un registro de la participación comunitaria y de las ONG. En el caso de proyectos de categoría A, la siguiente etapa -evaluación inicial- no puede empezar hasta que el Banco reciba la evaluación ambiental.

  • La etapa de Evaluación Inicial

Es únicamente responsabilidad del BM. Se revisan los resultados de la evaluación ambiental y se prepara un Resumen Ejecutivo Final del Proyecto, en el cual se discute cómo el gobierno prestatario atenderá los aspectos ambientales y sociales. Con base en el Informe de Evaluación Inicial y la EA, el jefe de la División Ambiental de la región correspondiente debe aprobar formalmente el proyecto antes de que comiencen las negociaciones del préstamo.

  • La etapa de Negociación y Presentación al Consejo

El Banco negocia los términos del préstamo para el proyecto mediante la elaboración de bosquejos y negociaciones de documentos legales que abarcan todos los temas que se han definido previamente y durante la evaluación inicial. El Banco puede incluir condiciones o estipulaciones para que los fondos atiendan impactos sociales y ambientales, así como otros aspectos. Estas condiciones se incorporan a los documentos de préstamo y finalmente se hacen acuerdos legales y se establece el calendario de implementación.

Al terminar las negociaciones, se modifica el borrador del Informe de Evaluación Inicial para que refleje lo acordado durante las negociaciones, y se presenta al Consejo de Directores Ejecutivos junto con el informe del Presidente del Banco Mundial y con los documentos de la propuesta de préstamo. En general, cuando un proyecto se presenta al Consejo de Directores Ejecutivos, todos los aspectos ya han sido negociados y hay poca oportunidad para hacer cambios sustantivos.

Aunque la política del Banco incluye un mandato no formal para la participación pública en la etapa de negociación y presentación al Consejo, las ONGs pueden solicitar al Director Ejecutivo, que recomiende al equipo del Banco encargado de negociar el préstamo, atender las condiciones ambientales y sociales. Cuando las partes interesadas y las ONG consideran, por ejemplo, que las oportunidades y consultas para la participación pública han sido inadecuadas, pueden hacer llegar esta observación a su Director Ejecutivo, y solicitar que se aborden los aspectos de participación pública y de otros temas relevantes durante las negociaciones; o que las negociaciones sean suspendidas hasta que se lleve a cabo una consulta genuina.

• Ejecución y Supervisión

Los fondos son liberados al gobierno prestatario y el proyecto comienza. El BM monitorea el proyecto para asegurar que las condiciones y términos negociados se cumplan.

• Evaluación Final

Después de que todos los fondos han sido desembolsados, el personal responsable del proyecto o el gobierno prestatario escribe un informe final. El Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco puede realizar por separado una auditoría para el Consejo de Directores Ejecutivos.

2. El Banco Interamericano de Desarrollo

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una institución financiera internacional fundada en 1959 que tiene por finalidades:

  • promover la inversión de capitales públicos y privados en la región; utilizar sus propios recursos y movilizar fondos para proyectos de carácter económico y social de alta prioridad; estimular las inversiones privadas que contribuyan al desarrollo económico y complementar dichas inversiones cuando sea necesario; ayudar a los países miembros con miras a lograr una mejor utilización de sus recursos, promover a la vez el comercio exterior, y proporcionar cooperación técnica para la preparación, financiamiento y ejecución de planes de desarrollo.

Es una de las instituciones financieras más importantes de la región y ha concedido préstamos por un monto aproximado a los 60.000 millones de dólares, para cofinanciar proyectos por un monto total de alrededor de 160000 millones de dólares.

Los miembros del BID son 46 países, 28 de la región y 18 de Europa, Asia y Medio Oriente.

El BID a diferencia del BM no presta solamente a los gobiernos sino también al sector privado de los países miembros. Para ello requiere la aprobación de los proyectos por parte de los gobiernos y el aval de los organismos gubernamentales. También otorga programas de crédito dirigidos al sector privado que se canalizan a través de los sistemas financieros regionales en condiciones previamente convenidas.

La más alta prioridad en la utilización de los fondos la tienen los países clasificados como económicamente menos desarrollados. En función de esto a partir de 1976 el BID clasificó a los países miembros en cuatro grupos:

Grupo A: Argentina, Brasil, México y Venezuela

Grupo B: Colombia, Chile y Perú

Grupo C: Bahamas, Barbados, Costa Rica, Jamaica, panamá, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay

Grupo D: Belize, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana.

Los países de los grupos c y d han obtenido una tercera parte del financiamiento y el 63% de los préstamos concesionales otorgados por el banco.

Además de préstamos para grandes obras de infraestructura el Banco también dirige los mismos a los agricultores y microempresarios. La meta que tiene planteada es que los sectores de más bajos ingresos se beneficien directamente de por lo menos del 50% de su programa de préstamos (Red Bancos, 1996).

En los últimos años también ha orientado sus préstamos al financiamiento de los programas de "reforma del estado" con diversos gobiernos de la región. El objetivo de estos préstamos es el de "corregir importantes distorsiones institucionales, sectoriales y macroeconómicas, que entorpecen el crecimiento ".

2.1. Fondos para operaciones especiales

El BID es administrador de otros fondos (Fondos para Operaciones Especiales) aportados por diversas entidades y gobiernos. Entre ellos los más importantes son:

El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) que se formó en 1992 entre varios países miembros para promover la inversión privada. El FOMIN provee fondos no reembolsables para capacitación laboral, desarrollo de pequeñas empresas y mejoramiento del clima de inversiones. Su propósito es "apoyar el proceso de modernización y mitigar los costos humanos y sociales que estos ajusten traen aparejados". Se comenzó a implementar en 1993 a partir de tres servicios: cooperación técnica, recursos humanos y promoción de la pequeña empresa.

La Corporación Interamericana de Inversiones, que promueve la expansión y modernización de las empresas privadas. Es un organismo financiero multilateral autónomo cuya recursos y su administración son independientes del Banco. Comenzó sus operaciones en 1989 y hacia fines de 1992 había aprobado 78 operaciones en 19 países, por un total de 333 millones de dólares.

2.2. Origen de los recursos

  • El capital suscrito por los países miembros que se divide en "capital pagadero en efectivo" y "capital exigible". Este último es de fundamental importancia porque sirve de garantía para los préstamos obtenidos por el banco en los mercados financieros internacionales.

La VIII Reposición General de Fondos para el período 1994-1997 proporcionó al Banco un equivalente a 40000 millones de dólares. El 2,5% será pagadero en efectivo y el resto será capital exigible.

  • Los fondos especiales son otra fuente de recursos. Esto son administrados por el BID pero en general, son otorgados para proyectos concretos previamente otorgados por los donantes.
  • También obtiene sus recursos de los mercados financieros internacionales, mediante la emisión de bonos de la institución y de la devolución de los préstamos de los países prestatarios.

2.3. Términos y condiciones de los préstamos

Los términos y condiciones de los préstamos dependen de los recursos empleados. Para los otorgados con recursos de capital ordinario, los períodos de amortización varían entre 15 y 25 años, con tasas de interés que reflejan el costo de los empréstitos obtenidos en los mercados mundiales.

Al igual que el BM consigue sus recursos a bajas tasas de interés y presta a tasas similares a las del mercado (salvo para los proyectos especiales y países menos desarrollados de la región).

2.4. Formas de organización y gobierno.

La autoridad máxima reside en la Asamblea de Gobernadores, integrada por un gobernador y un gobernador suplente, nombrados por cada país miembro.

2.5. Proceso de programación del BID

El ciclo de los proyectos comienza con las misiones de programación del BID a los países prestatarios que examinan los planes de desarrollo y programas de inversión del país para identificar proyectos e informar los resultados a la administración del Banco.

La primer etapa corresponde así a la identificación de proyectos por parte de los funcionarios del Banco y expertos locales y a la tarea de informar de los resultados a la administración del BID. Una vez realizadas las tareas de identificación, se pasa a la segunda etapa o de preparación en la cual se realizan los análisis y consultas. Del trabajo de la etapa de preparación surgen las solicitudes de proyectos.

Análisis de los proyectos. Se analiza por parte del Banco la solicitud de proyecto, determinando si el eventual prestatario tiene capacidad para ejecutarlo eficientemente. Se presta especial atención a su organización financiera, contable administrativa y operativa. La evaluación técnica se orienta después a la factibilidad práctica.

La evaluación socioeconómica determina supuestamente los costos y beneficios del proyecto y su impacto en la generación de empleo, la distribución del ingreso, la producción y el comercio.

Etapa de negociación. Se negocian las condiciones del préstamo

Etapa de aprobación. Por parte del Directorio ejecutivo.

Ejecución y supervisión del proyecto. Las representaciones del BID en los países miembros latinoamericanos supervisan la administración y los desembolsos de cada préstamo y siguen la implementación del proyecto. El prestatario debe enviar informes periódicos incluyendo estados financieros y evaluaciones de los resultados del proyecto.

El ciclo culmina con la etapa de Evaluación final diseñada para mejorar futuros proyectos.

2.6. El ciclo de los proyectos y la perspectiva de género

De acuerdo a las recomendaciones surgidas del OP 761, en el proceso de programación y a través de sus diferentes fases puede prestarse especial atención a la situación de la mujer.

En la Fase inicial o de identificación. En esta se recomienda realizar una evaluación acerca de la contribución efectiva de la mujer a la economía, así como la identificación de los obstáculos a su participación, como requisito para asegurar la eficacia, efectividad y éxito de las operaciones en que las actividades de la mujer son pertinentes a los objetivos del proyecto así como lograr una participación más efectiva de la mujer en programas y proyectos específicos, mejorando así su propio desarrollo (OP-761).

Dentro de las actividades de programación debe considerarse (OP-761):

1. El papel de la mujer, identificando el marco de trabajo institucional de organizaciones involucradas con la participación de la mujer y abordando cualquier vínculo entre aquellos y la programación de operaciones del Banco.

2. La participación de la mujer en los análisis sectoriales y estrategias de países. Por lo general, los análisis sectoriales están basados en el Informe Socioeconómico para un determinado país, de modo que cualquier tema clave relacionado con la participación de la mujer debiera ser elaborado en dicho informe. Además debe darse especial consideración a los temas relevantes en la preparación de los estudios generales y sectoriales realizados por las respectivas divisiones del Banco.

3. Los temas relevantes a la participación de la mujer deberán incluirse en los documentos preparatorios y de orientación preparados para las misiones de programación por los grupos de trabajo interdepartamentales. Estos temas también debieran ser abordados por las Representaciones dentro del proceso de identificación de proyectos.

Análisis de Proyectos (OP-761)

Se prioriza encontrar formas y medidas para aumentar la participación de la mujer en un sector determinado y vincular más efectivamente las actividades de hombres y mujeres dentro del proyecto con miras a la optimización de los beneficios generales del proyecto.

Se recomienda evaluar el impacto potencial del proyecto sobre la mujer donde fuera relevante con el fin de promover los efectos positivos de éste y evitar el impacto negativo. Integrar expresamente estos temas en los términos de referencia de misiones y en los documentos de proyecto cuando fuera pertinente.

Evaluación Ex-Post

La evaluación expost debiera identificar los factores que contribuyeron o limitaron la participación de la mujer en el proyecto y en los logros de sus objetivos generales, proporcionando así experiencias valiosas para mejorar la efectividad de las futuras operaciones. Para este propósito es necesario contar con información básica adecuada y datos desglosados en el análisis exante del proyecto y establecer criterios para medir y evaluar el impacto dentro del marco de metodologías existentes. Las orientaciones y pautas para la evaluación expost de los proyectos en todos los sectores claves previamente identificados, debieran revisarse para reflejar los temas principales bosquejados dentro de esta política y el mejoramiento eventual, cualitativa y cuantitativamente, de las metodologías de evaluación de proyectos que resulten de las experiencias del Banco.

 

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