LOS CUATRO CABALLOS DEL APOCALIPSIS
Me
estás mostrando, mi Señor, los jinetes, los del Apocalipsis, en
sus cuatro caballos... cada uno en su caballo: guerra, peste, hambre, muerte,
pero a galope tendido.
¡Cómo se sienten, cómo se sienten los cascos en el Mundo,
mi Señor! Cómo están sonando y cómo están
sacudiendo a la Tierra.
Y los veo así... la Tierra va girando, y ellos en ese correr, este correr,
este correr... es pavoroso.
De pronto detienen las cabalgaduras, relinchan los caballos. ¡Ah, mi Señor!
se sacuden, y no veo nada. Todo sombras, todo sombras, la Tierra toda sacudida,
y los caballos siento como que caen... los jinetes también, se golpean.
Y ahora, de pronto, una luz... una luz que los iluminó totalmente, pero
los jinetes ya no son negros y los caballos, los caballos se están poniendo
blancos, mi Señor... Y los arreos, que parecían de cuero, se tornan
ahora, como rojos, rojos como de un color rubí maravilloso, y todos como
si fueran incrustaciones que forman estrellas divinas. Y los caballos se van
poniendo cada vez más blancos y resplandecientes...
Y dice EL:
Cuatro
caballos y cuatro símbolos, mi bien.
la Guerra se transforma en Paz,
la Peste en Salud, mi bien.
Hambre, nadie tendrá ya más,
y Muerte desaparece, porque será la Vida Eterna,
con la llegada del Cristo.
Así lo cumpliré.
Amén
APOCALIPSIS
Un
mensaje sobre esto, Mamá, sobre el Apocalipsis, Giancarlo. Pidamos al
Padre un mensaje sobre el Apocalipsis.
Bueno, pero nunca dio un mensaje sobre el Apocalipsis.
Bueno, mi Señor, en TI está, ¿qué vas a decir?
Lo veo sentado, es un lugar amplio, un lugar despejado. Está sentado,
EL es inmenso, hay un árbol, el árbol es pequeñito a su
lado. EL llora, nunca te vi llorar, por favor...
No,
dice EL,
Se
seca las lágrimas, pero había dolor en EL.
¿Qué significa, inundación en algún lado? Porque
cuando una vez vi que tomabas la Tierra, te la llevaste a una mejilla y cuando
la retiraste estaba quemada, la llevaste a la otra mejilla y estaba empapada.
Y enseguida vi, Tu sentías que tu mejilla, todo tu Ser se quemaba porque
hubo, no como ahora los incendios, hubo en otros lados fuegos atroces y en otros
lados hubo inundaciones. Ahora lo veo así, ¿qué significa
por favor?
Significa
que estoy sufriendo en mis hijos,
pero mírenme hijos cómo ya estoy.
Ahora ya soy distinto, sonrío.
Esto representa que estamos en el Tiempo de los Tiempos,
después de un invierno atroz, viene una primavera.
Viene la primavera, la primavera de las primaveras,
y es para toda la Tierra,
no habrá polos con nieve,
sino todo un reverdecer.
Confíen en lo que les digo,
este es el tiempo, estamos al final de lo anunciado,
casi todo ya ha sido cumplido
y vienen a abrirse las puertas,
para dar paso a la tierra,
que siendo la misma será como nueva,
Tierra nueva para mis hijos,
que pronto todo lo comienzan a vivir.
Pero no es decir vivir y ser felices,
vivir y ser felices y hacer felices a la vez,
porque iniciarán nuevos caminos.
Si YO ahora les digo que voy caminando con ustedes,
que ya no habrá fronteras y que iremos a muchos sitios,
ustedes dirán: ¿cómo? tengo que dejar mi trabajo,
o tengo que dejar mi escuela, o que dejo mi.....
No, no es dejar sino aumentar,
aumentará el trabajo con la alegría,
aumentará en la escuela porque enseñarán, almas mías,
cómo se ama, cómo se comprende,
porque ustedes van a comprender,
no decir, ¡caramba! a mi nadie me entiende.
No, es decir, te puedo comprender.
Sé lo que ahora necesitas,
el sorbo de agua, el bocado de pan,
que no siempre es en lo material.
Cuántas veces he dicho, hijos míos,
como dijo mi Jesús,
ustedes son también fuentes de vida,
quien tenga sed,
sed de comprensión, sed de ternura, sed de un perdón,
en ustedes como peregrinos que van,
saciarán esa sed.
Recuérdenlo, se los prometo, todo lo cumpliré.
Apocalipsis, estamos ya al final de este dolor.
Y esos ayes, ¡ay de esto!, ¡ay de aquello!, ¡ay de lo otro!,
eso, estamos ya al final para comenzar los cantos,
los aleluyahs y los abrazos.
Que aquellos que en lo humano están distanciados,
se sentirán que aún a distancia,
sentirán el abrazo firme y fuerte,
el abrazo como que el corazón tiene bracitos
y a todos puede contener,
como un ramo de flores
había
por acá..... bueno
como
si fuera un ramo de flores que los podemos abrazar,
así
veo como que todos pueden abrazar a muchos a la vez, los brazos no van a dar
para dos o para tres, van a abrazar a muchos.
Pero quiero decirles, hermosas florcitas, pero quiero decirles que ustedes son
las florcitas del más maravilloso jardín. Gracias a todos por
todo. No terminamos todavía, porque vamos a pedir al Padre bendiciones.
Pero, mi Señor, te interrumpí, y no terminaste el mensaje.
Ya
no rugirán los volcanes,
ya no habrá lodo en ningún lugar,
a medida que ustedes avancen,
y al decir ustedes me refiero a muchísimos de mis hijos,
irán purificándolo todo,
porque vuestros pies serán caricias que la tierra recibirá.
Fin del Apocalipsis, todo tan cercano es,
como decir, no fin del mundo ¡no!
Fin del dolor, fin de las guerras,
fin del caos y de la confusión, fin de los tormentos,
para entrar por fin en este nuevo tiempo,
el tiempo de la alegría, de los cantos,
se sentirán como niños
y sentirán la salud en el cuerpo
y sentirán que el aire también será renovado,
ya no habrá contaminación.
Todo esto lo prometo y lo cumplo.
Más aún quieren hijos míos,
como Dios Padre lo juro,
¡Mi
Señor....!
como
Dios Padre lo juré y todo lo cumpliré.
Amén
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