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Montevideo, Diciembre de 1981

LOS PASOS DEL AGUILA

Dice EL:

Como un canto de Gloria que llega,
como un canto de Gloria que acercándose está,
como en una primicia, almas mías, que no les había mencionado,
pero que compartida será.
Como en una flotilla divina que arriba,
se detendrá en lo alto y no es captada,
porque saben protegerse y a nadie daño harán jamás.
Esa flotilla está comandada por alguien a quien pronto conocerán.
La llamada Nave Madre, ....
la Santa María acaba de arribar.
Pero es una flotilla, como un cortejo celestial,
que viene acompañando y cuando por fin puedan ver,
notarán cómo estas navecitas son como de tules,
aunque son todas de metal.
Y en ellas viajarán ustedes y otros hijos que acá arriben.

Yo pregunté, les quiero aclarar a ustedes, ¿acá, en esta casa? Y EL me dijo:

No, en esta parte del mundo.
También serán trasladados, porque ellos ya están preparados.
El momento acercándose está, de ese encuentro que vengo anunciando,
son pocos los pasos que quedan, para el día que por fin podrán ver,
la nave comandante, almas mías,
los seres que la integran y los de la escuadrilla pequeña.

Y los veo a ustedes cómo van subiendo a las pequeñas navecitas, pero ya con una seguridad, con una firmeza, realmente maravilloso. Incluso es como si fueran de tul, hasta parece como que fueran tules, como que flamean. Es como unas capas, como de nubecitas muy suaves, muy suaves...no sé qué es lo que hay...

Como el plumaje del Aguila, -me dice el Señor-,

Como el plumaje del Aguila, ¿por qué lo mencionaste, Señor, el plumaje del Aguila?

Cuánto que he venido anunciando y cuánto que cumplido está.
Acaso ¿no saben todos que los pasos del Aguila marcados están?
que han dejado ya su huella y pronto muy pronto sabrán,
que otras huellas más profundas, porque más se va a afirmar...
Serán solamente dos, luego un vuelo realizará
que no me desvío de lo que he traído, pero también esto lo quiero aclarar.
El Aguila vuelve, almas mías, en un próximo viaje que es,
dejará estas huellas profundas y luego algo más que les aclararé.
El Aguila abre su pecho, una nube de él, de ese pecho saldrá,
y de esa nube sublime, una luz inmensa, que a la nube iluminará.
Y serán en destellos sublimes, colores cual no se vieron jamás.
Y ahí, lo que he anunciado y escrito lo tienen,
confirmado en este momento también,
porque vuestros ojos lo podrán contemplar.
Es el Cristo que he anunciado, y en las nubes él bajará.
El Aguila trae al pichón y en Sión por fin descenderá.
Pero como señal que ahora dejo, que Sión se va a estremecer
como con dolores de parto, antes del alumbramiento,
también esto lo manifestaré.
No es solo palabras ni símbolos, sino que es una realidad.
Sión se estremece, hasta en lo profundo,
tiembla tanto que a su estructura la verán cambiar.
Sión se prepara y recibe al que por fin la Gloria traerá.
De Sión partirá la luz y a Sión luego tornará.
Y ustedes como chispitas divinas que van a alumbrar,
saldrán también, almas mías, con los distintivos
que les he prometido, y que todos los portarán.
Por fin se abren las fronteras, nada más necesitarán,
que el emblema sublime que llevan,
porque ni documentación, ni maleta, ninguno de mis hijos en esta misión portará.
Pero como también les he anunciado que nada les va a faltar.
Vayan donde vayan, todo por fin, todo se les va a ofrecer.
Y como también les he mencionado, en ustedes y por ustedes, y al mundo,
los milagros más grandiosos a este mundo brindaré.
Porque los necesito como un complemento, como un todo que luego serán.
Así recorrerán los caminos, y ellos los ayudarán.
Porque hay traslados muy rápidos por montañas, por valles, por mares será.
Por eso las naves se ofrecen y ellas serán portadoras de las palomas mensajeras
y ustedes en ellas están, cual palomas mensajeras, así mis almas volarán,
llevando siempre en el recorrido las misivas de amor y de paz.
Llevando los grandes prodigios y el poder que les voy a otorgar,
porque nunca tampoco los dejaré solos,
siempre Mi Presencia junto a ustedes se va a manifestar.
Y en el lugar que ustedes lleguen, la palabra que podrán dejar,
será entendida por todos, hasta por los pastos que van a pisar.
Ellos también, almas mías, milagros que ofrecerán,
acariciados como dije un día por vuestros pasos,
que luz divina en ellos se impartirá.
Y cuando dije palabras en los pastos podrán luego leer,
cuando vayan ustedes en este pasaje, mensajes, que ellos recibirán,
y los pastos entrelazados, escribiéndolos estarán,
para luego el que por ellos pase, poder leer
y seguir y continuar para dar a la vez a otros.
Esta misión es así, hasta que todos reciban la Sabiduría y la Luz
que les he prometido.
Y el divino unir, unidos sí, unidos almas mías, unidos en la paz,
en la bondad, en el amor,
unidos en la alegría, esa que llega del corazón.
Luego una transformación sublime, ahora de materia son,
materia compuesta en la tierra, pero son materia del Cielo,
así los transformaré YO.
No hay muerte para ustedes, almas mías, todo por fin lo comprenderán,
porque es la transformación divina la que les anuncio y en ustedes se va a obrar.
Pero no es solo un privilegio para un pequeño número
como muchos podrán pensar, sino que luego al mundo entero,
no olviden que son mis hijos y a este mundo me ayudarán a salvar.
A ustedes les encomiendo la Misión Divina, la Misión de Amor y de Paz,
la Misión de Luz que a todos les llegue,
porque en todos esa luz debe alumbrar.
Oscuridad, no quiero ya, el mundo por todos los rincones
debe por fin tener luz, destellos, esplendor, colores divinos, pureza,
porque el Cielo acá YO lo estableceré.
He congregado a mis hijos, y a tantos y en tantos puntos del mundo,
también hablándoles estoy, anunciándoles la llegada del otro Hijo,
Aquel el que es el mayor, el primogénito como saben.
Muchos esperan por fin ya, unos dicen es el Cristo que vuelve,
otros dicen el Mesías por fin va a arribar.
Solo piensen: es el Hermano, el Hermano que los va a abrazar.
El Hermano que vino también a compartir como ustedes
los momentos más difíciles por los que pasa la Humanidad.
Mas luego, llegado el momento, no hay coronita, sino una sola es,
todos ustedes son una partícula de ella,
porque ustedes son las piedras más divinas
que en esta corona YO engarzaré.
Un beso lo rubrica todo, -dice EL-, mi beso grande para ustedes está.
No es uno para cada uno, sino uno solo que los toma a todos,
porque así el Amor debe ser, el Amor así se va a manifestar.
Todos como uno solo y uno unido en los demás.
Los corazones como en un solo latido así un día dirán.
¡Vamos, comienza el compás! Tic!
Y al punto así sentirán que todos en un mismo ritmo,
qué alegría, por fin se experimentará, cuando sepan que son -dice EL-
de Mi Mismo,
cuando comprendan el amor que en MI hay,
porqué vine con ustedes a sufrir, a padecer.
Y un día muy pronto diré, en el humano
¿cuántos años son que hemos partido y arribado a este suelo?
al Templo de Purificación como lo he designado YO -dice EL-
Templo de Purificación, sí, almas mías, mas luego por fin se verá
que el lodo inmundo se transforma en arenas purísimas de oro,
pero húmedas por la lluvia sublime que la viene así a refrescar.
Y las plantas más sublimes con los colores cual no se vieron jamás,
las plantas, las flores y los frutos que he prometido, muy pronto ya brotarán.
Pero primero ustedes como flores divinas que son,
han sido el brote que he anunciado.
No se marchitarán porque las conservaré YO.
Amén