Ofrecimiento
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ESTA PÁGINA:
- EL HERMANO MAYOR QUERIA SOLO EL SUFRIR POR TODOS
- CRISTO HABLA: QUERIA SER YO SOLO EL QUE VINIERA EN EL DESTIERRO
- EL CRISTO SE OFRECIO A PADECER POR UN GRAN PECADO
- YO NO PRUEBO A MIS HIJOS
- UNA PASCUA CUAL NO LA HUBO JAMAS
EN
LA PÁGINA SIGUIENTE:
- VUESTRO HERMANO SE OFRECIO POR TODOS
- EL CRISTO QUIERE SER SOLO EN SUFRIR
- SOLO QUERIA PADECER EL
Salto, 01/01/86
EL
HERMANO MAYOR QUERIA SOLO EL SUFRIR POR TODOS
Arrepentida jamás, te ofreciste a venir como
Aquel que dijo:
quiero por todos mis hermanos pasar.
Y unida a los demás, vinieron todos aquí,
a desangrarse a quebrarse, pero querían servir.
Y estás en algo especial.
Y tú dices: como humana solo soy.
No, como humana por un tiempo nada más
y luego en la divinidad que vengo anunciando y reconocidos todos con amor,
pero jamás existirá el orgullo, porque en todos estará
la humildad,
junto con lo más puro, como si la inocencia pudiera resurgir y la pueden
manifestar.
Como niños que al nacer, porque será como una nueva Natal,
como una nueva Navidad que en todos se presentará,
no volver al vientre materno, sino, en un momento especial.
Se ofrecieron alma mía a padecer, querían servir y vinieron
como Aquél.
Como el Hijo que anuncié, pero es vuestro Hermano, el Mayor,
quería ser solo El que sufriera por todos, cargar el solo El dolor,
pero ustedes en vuestra fidelidad, dijeron: no, también queremos servir.
Y en este servicio divino se encuentran.
Ya pronto toca a su fin, se encontrarán renovados y dirán:
¿Ya la total purificación, nuestros hermanos todos salvados?
Sí, dice EL, nuevamente en el Cielo
después de esta sublime y divina consagración.
Amén
CRISTO
HABLA:
QUERIA SER YO SOLO EL QUE VINIERA EN EL DESTIERRO
Te veo como si
estuvieras alrededor de enfermos, te veo vestida de blanco y te veo acercándote
a muchos seres, pasando entre camas, pero veo muchas personas que necesitan
de ti. Y de pronto hay algo sorprendente, es como si llevaras una hostia en
la mano, una hostia que vas fraccionándola en partículas y va
llegando a todos con tanto amor... y vas dándole a cada uno.
Y dice EL:
Dando un nuevo conocimiento, representado en este pan,
como el maná, alma mía, que fue recibido por aquel pueblo
durante tanto tiempo, que YO no les dejé faltar.
Como después en los tiempos, quien representó a mi Jesús,
en esa hostia divina, pero... pronto tendrán una partícula
como lo que acabo de presentar.
En tus manos Jacqueline, una hostia deposité.
Tú irás dando con amor, porque eres fiel servidora mi bien,
no mires para atrás en el camino.
Me estás mostrando, mi Señor, desde antes de nacer, estas ropas
blancas con las que la veo ahora, hay momentos que sintió sus ropas
desgarradas, otros momentos sus ropas tenían como una gota de sangre
en la parte del corazón. Otros momentos quedaron como andrajos en el
camino, así me la vas mostrando, mi Señor, así se fue
sintiendo su alma, representada en tus ropas. Pero te veo en estos momentos,
otra vez que resplandeces, y otra vez te veo con esa hostia, una hostia grande
y tu vas sacando partícula a partícula pero la hostia sigue
completa y lo sorprendente es que la hostia toma la forma de un corazón,
tan perfecto, tan perfecto, y dentro está el símbolo de la hostia,
cuánta maravilla. Pero de pronto de la hostia veo que sale el Cristo.
Y lo veo parado acá. Ahora de pronto veo a Tu Hijo, mi Señor,
parado acá.
Y dice el Hijo:
Por todos Yo me ofrecí, también por amor
me consagré,
en una cruz padecí, pero cuántos de ustedes padecieron también.
Quería ser Yo solo el que viniera en un destierro tal,
no me lo permitieron y todos quisieron compartir igual.
Muy pronto nuevamente el mundo me tendrá.
Ya no será en la hostia como en mi hermanita se pudo ahora presentar,
sino que estaré presente como hombre otra vez,
como hombre me fui y regreso.
Como Hermano a todos los abrazaré.
Amén
Salto, 29/5/86
EL CRISTO SE OFRECIO A PADECER POR UN GRAN PECADO
A
nada le temerás, estás en el camino y el camino está
trazado.
Pediste de venir al mundo, no para ser ayudado sino para ayudar,
pediste de venir a padecer.
Contigo como Dios y Padre YO estoy.
Multiplico en MI...
y no temas que no te abandonaré.
Sólo recuerda, multiplico en MI tu inmenso dolor.
Soy Padre y junto a cada hijo, no solo junto a Jesús estuve allá,
sino junto a cada hijo en los caminos,
soy el Creador, el Amor y soy el Dolor total.
Pero muy pronto verás la transformación que habrá.
Que no destruyo nada, mi bien, sino transformado estará.
El odio en infinito amor,
el orgullo en la sublime humildad
y lo que ahora es la desunión, en perfecta comprensión,
verás qué lazos a todos como en hilo de cielo, que los cose,
así mi amado será.
No temas a nada hijo mío, sólo confía que pronto estará
junto a ti caminando el Cristo, pero antes una luz de lo alto que te iluminará.
Como aquella estrella de Belén así te sentirás conducir,
la estrella te levantará y te sentirás revivir,
y estarás ante la presencia del Cristo
que es tu Hermano Mayor, es un hijo y todos son hijos,
porque todos están en mi corazón.
Pero El se ofreció por un gran pecado,
El quiso solo venir a padecer, pero ustedes benditos hijos son hermanos
y quisieron también venir a sufrir para salvar a los demás
y llevarlos al camino de la Divinidad en el que pronto a todos los uniré.
Te bendigo y los bendigo, en mi corazón como en nido están,
no teman no se caerán jamás del nido, sino allí a los
demás también llevarán.
Amén
Veo a todos dentro
del nido que es el corazón de El, y al mismo tiempo me mostró
cómo el mundo se transformaba en un gran nido donde todos estaban y
dice EL,
Son mis hijos, jamás condenaré, son mis
hijos a nada deben temer,
son mis hijos unidos en las almas por el infinito amor,
que en los cuerpos se está cumpliendo la Profecía
que dejó un día en su primera venida, aquel Jesús,
aquel, el Redentor, cuando le preguntaron ¿cuándo volverás?
El dijo: cuando un odio desenfrenado en la Tierra...
y esto verificándose está.
Cuando enfrentamientos entre todos y estos en este momento son,
por lo tanto, si no se estuviera cumpliendo no sería este el momento.
Estamos pasando por los tormentos, pero pronto el alto honor.
Por lo tanto no piensen aquel se condena,
sino piensen en el cumplimiento se está,
era la Profecía de hace dos mil años y ahora verificada es.
Por lo tanto, ¿qué hay en tu hogar?
lo que tanto se anunció, hijos contra los padres y tú ves, mi
bien, y hay amor.
Mas en cada lugar que pasen así confusión como hay,
pero todo fue anunciado y todo cumplido está.
Amén
Pascua..... Mi
Señor, TU ya conoces los pedidos de tus hijos. Esperamos Tus Palabras,
esperamos Tus Respuestas, mi Señor,
Esperan mis Palabras, esperan mis Respuestas,
esperan y esperan.... cuántas veces dicen:
¡qué larga, qué dura esta espera!
¿cuándo va a terminar?
que quiero solucionar esto, que mi trabajo cómo está,
que mi familia, que la desunión,
que aquel momento horrendo
que está pasando esta hija o este hijo, o con mi esposo..
¿por qué esta desunión? ¿cuándo viene la
armonía?
¿cuándo por fin se sella la paz?
Estamos en puertas, almitas mías,
estamos en puertas de todo ese Sello Divino,
pronto se verificará.
Sí, pero TU dices en puertas, y las puertas, mi Señor, pueden
tener cuántos kilómetros para llegar a ellas y vamos..... más
lento que el bebito, mi Señor. ¿Cómo?...
No se inquieten -dice EL-
ella tiene costumbre de interrumpirme siempre,
pero YO me sonrío, la escucho, y les respondo, hijos míos.
Qué vergüenza, ... tienes razón, yo te interrumpo constantemente.
Estoy siempre diciéndote, mi Señor, por favor, mi Señor,
acelera el tiempo, por favor.... y me siento avergonzada... ¡perdóname!
Pero veo también el dolor que hay y sé que al haber en un hijo
lo hay en TI también.
La armonía, serán cantos de alegría,
tan armónicos a la vez,
que cada garganta será como música divina
que se unirán en esa maravillosa sinfonía.
Que pides por tu Romina,
estoy aquí y estoy allá también,
que pides también....
pero si todos hijos Míos son
no sólo tú eres parte de mi Ser,
ellas, ellos todos, seguimos, más, más, más....
Los que vinieron,
los que se fueron que están conmigo,
los que están acá,
y los que pronto en un abrazo
llegan a la Tierra en sus estrellas
y así divinamente se unirán.
La Pascua,
hay una Pascua anunciada,
una Pascua cual no la hubo jamás,
una Pascua que está ya siendo preparada
y en esa Pascua la alegría comenzará.
Pero qué fecha, mi Señor, en qué fecha será esa
Pascua que TU anuncias...
No preguntes -dice EL-
pero la Pascua está prometida,
saben que todo lo cumpliré.
Mi Señor, me estás mostrando los caminos estos de piedras, estos
caminos difíciles, estos caminos tan áridos. Y te veo a TI que
vas multiplicado. Porque si van cuatrocientos hijos TU estás en cuatrocientos
y son ochocientos que van caminando. Y cuando uno se cae veo que TU te caiste
también y te lastimaste mucho más. Y aquél otro que recibió
como una bofetada y la tiene marcada como... y en TI es mucho más grande.
Aquél otro que tiene como puñales en el corazón, en TI
están multiplicados. ¡Ah! Aquél otro, mi Señor,
que está como despedazado y TU me muestras tus pedazos.... ¡¡por
favor!! mi Señor, ¡por favor! ¡AAhh!!
¿Qué ves ahora? -me dice EL-
Sí, mi Señor, veo de pronto un cambio, pero... es de golpe el
cambio.
Te veo que los miras radiantes y están renovados, ya no hay nadie despedazado,
ya no hay puñales en ningún corazón, ya no hay marcas
en ningún ser, ya no hay heridas, a nadie veo caer. Los veo como que
van que ni tocan la tierra, como quien dice, se van desplazando. Es maravilloso,
y es como si TU los fueras llevando en el aire, como se lleva a un bebé
que se le lleva a dar los pasitos, pero se le lleva así, así
es como te veo a TI. Pero son tus hijos, los veo como son, mi Señor.
A TI enorme, pero con cada uno, multiplicado.....
¡Cuánta maravilla! ¿Cuándo es esa transformación,
mi Señor, TU nunca diste fecha, no la diste ni por Tu Hijo, qué
puedo pretender yo.... ¡Perdóname, por favor, perdóname!
Si no diste fechas ni a tu Jesús, cómo puedo pretender que me
des fechas a mi. ...
No, no es que lo pretenda, ¿sabes? estoy impaciente. Yo soy la número
uno, impaciencia. Sí, mi Señor, deseo que termine ya todo el
dolor y verte feliz como me muestras ahí. Me muestras que estás
feliz con todos, porque los ves a todos radiantes. Mientras quede dolor en
uno solo, así sea la más insignificante criatura de la Tierra,
así sea una hormiguita, por decir algo, mientras haya dolor, yo sé
que TU no vas a poder ser feliz.
¿Qué ves? -me dice EL-
Me estás mostrando las hormiguitas bailando. Y ya no van a destruir
las plantas para alimentarse, no. Las plantas están dejando caer el
alimento, y ellas contentas, bailan y lo llevan.... Pero el baile es como
una acción de gracias hacia las plantitas. ¡Qué maravilla,
mi Señor!
Ahí están los pájaros en los nidos, cantan y los árboles
se mecen, se mecen como al compás de los trinos de los pájaros.
Pero los pájaros... siento que el estómago está pidiendo
alimento, pero... no tocan nada. Y de pronto el árbol con las ramas
forma como una boca que sonríe y al sonreír se inclina y deposita
frutos. Y ahí están los pájaros que lo miran, también
se estiran los piquitos como en sonrisas y también se alimentan de
lo que el árbol les ofrece. Es que es compartir, el árbol ofreció
sus ramas para que aniden, los pájaros agradecen y le cantan, pero
el árbol a su vez, también sigue ofreciendo y les da los frutos.
Así será entre mis hijos el divino compartir,
en frutos, en sonrisas como esas ramas,
en cantos, en trinos, en armonía,
que ninguno tendrá....
Veo, mi Señor, como que los sonidos son como de los instrumentos musicales
más maravillosos y todos como en esa sinfonía como anunciaste
hoy.
Ninguno desarmoniza,
al contrario, mis benditos,
la Tierra se estremecerá
de una emoción tan grande desde lo profundo
y esa emoción al espacio también llegará.
Los amo y sufro en cada uno,
y ustedes dirán: Dios me ama y permite esto,
No, YO no lo permito,
YO lo comparto
y lo multiplico en MI para poder aliviarlos.
Eso Soy YO, no soy el verdugo de mis hijos.
Sí, mi Señor, como cuando tuve que decirle a aquel Obispo, allá
en Bolivia: No digas más mi amor, lo que dijiste hoy, que Dios envió
a su único hijo, no, no es el único, es el primogénito,
no el unigénito, que Dios lo mandó a El. No, EL dice que no
fue así. Su Hijo se ofreció y EL no lo mandó y se quedó
tranquilo en el Cielo: Anda tu y rompete el alma. Perdonen mi expresión,
¡no! eso no lo hizo Dios. No, EL no quería el dolor en ninguno.
Pero su Hijo se impuso, vino y vino a aquel calvario. Y TU viniste con EL,
no te quedaste allá, ¡no! como estás en cada Ser.
Me estás mostrando esa Tierra Nueva. Pero es de golpe esa transformación,
es de golpe, mi Señor, no hay que estar esperando. Veo que el camino
se transformó rápido. ¿Cuánto falta? Otra vez
yo insistiéndote. ¿Ves? soy cabeza dura, mi Señor, ¡eh!
Perdóname, vuelvo a repetirte.
No te inquietes -dice EL-
que cuando dije estamos en las puertas de los Tiempos,
ya mis hijos comprenderán todo lo que vengo diciendo.
Pero ahora tendrán la Bendición de esa otra Madre,
Aquella que como Paloma en el Jordán la presenté,
cuando te dije: ahí estábamos los Tres.
Y ahí está la Paloma. Cuando TU dijiste la Madre de Todos los
Tiempos, desde atrás, de siempre, desde el Cielo... ahí está.
Sí, ya veo la Paloma, mi Señor. Y de pronto, la Paloma, es sorprendente,
extiende las alas como siempre, pero hoy hay algo nuevo. En cada pluma está
Ella representada. Sí, está representada como la virgen de Guadalupe,
como..... ¡mi Señor!, como en distintas apariciones, ahí
está! como en Lourdes, como en Fátima, como.... ahí está,
en distintas... está manifestada en sus plumas...!!
Nunca había visto esto, ¡qué grandioso! cuántas
que no las conozco. Ahí está, es grandioso.
Pero de pronto la veo con distintos rostros también, es la misma, pero
el cuerpo se comienza a transformar, el de la paloma ya se comienza a transformar
en el de la Madre. Pero también está con distintos rostros,
esos distintos rostros que TU dijiste, mi Señor, que sería como
un Rosario en torno a la Tierra. Chinita, rubia, negrita, como una africanita,
una pigmea, como una esquimal también.
Es sorprendente, con qué sencillez, con qué humildad Ella también
se presenta. Pero lo grandiosos es que está con las alas y con las
manos, tiene alas pero tiene brazos y manos, está arreglando todo y
los mira. Los mira con una ternura, va cerrando las alas, pero lo increíble...
cuántos hijos hay en cada una de esas representaciones, ¡cuántos!,
no falta ninguno, están todos. Ahí representados están
todos.
De pronto, cambian las alas, no cambian las alas, no, cambian las plumas.
Y ahora en todos es la misma..... ay! aquella figura maravillosa que un día
vi. Es Ella maravillosa y sus hijos.... siendo los mismos ya se transformaron
en los Seres maravillosos en los hijos que Ella tuvo en el Cielo, siendo los
mismos resplandecen. Tienen trajes y los trajes son de colores, y otra vez,
otra vez y cuántas veces qué maravilla, los colores de los trajes
son los colores del arco iris. Es como una fusión, se van uniendo todos,
todos, todos, para transformarse en ese arco iris, como dices TU, mi Señor,
el Tiempo Bueno para toda la Humanidad.
De pronto hay lugares de la Tierra que los veo resecos y es como si dijera:
Sí, esto pronto es, pero hay que dar de beber,
Y como si tantos, tantos fueran con el agua en sus manos, como diciendo: la
trajimos de acá, de Ella, de sus alas, no de acá de este lugar,
no. Y dan de beber, pero es un agua distinta, y la sed se aplaca sólo
con mirar el agua. Pero absorben una gota. Y hay lugares como.... no sé
si es Somalía o qué, y veo que llevan trocitos de pan en las
manos. Pero van como desplazándose por el aire, y como si fuera el
maná, van desmigajando el pan y lo van recibiendo los seres pero con
una miguita ya se sienten como si hubieran recibido tanto alimento, tanto!!
Y dice el Padre:
Pronto todos mis hijos tendrán el gran contento,
más dulce que aquel maná,
apenas será una insignificancia, como una gotita,
por pequeña que sea esa miguita,
sin embargo, esa pequeña miguita
será un alimento que al instante lo recuperará.
Prometo milagros, milagros van a obrar.
Dones dijeron hoy, dones que no están muertos,
ni están guardados en el Cielo,
están en cada ser, esperando el gran momento
de poderse manifestar.
Y en todos los multiplicaré.
Y ya no habrá temores,
mi Romina cómo está,
mi hijita que se siente enferma,
este, aquél, el otro, el que está más allá.
No, ya no habrá dudas,
no habrá vacilación,
habrá seguridad, habrá fe,
habrá Alto Honor,
ustedes son las piedras preciosas
de la Corona del Alto Honor
que la Tierra ostentará.
Son las piedras preciosas,
son los puntales que a tantos van a sostener,
porque también se erige el gran Templo de la Humanidad.
Veo la Tierra de pronto que se transforma como en un Templo. Y los veo a todos
ahí abajo como sosteniendo, como si fueran los puntales del templo.
¡Cuántos símbolos presentas en tus hijos, mi Señor!
Y esto es poco
para lo que muy pronto
voy a presentar.
Amén
Y ahora, mi Señor...
Todo está bendecido,
pero ahora la Madre también su Bendición dará,
los panes, los corazones,
los que están en vuestras casas, los que han traído,
los alimentos que hoy se comparten,
mañana y los días que siguen,
también siempre estarán bendecidos,
no lo deben olvidar............
Y dice EL:
Deja de hablarles, les vas a cantar -le dice
a Ella-
Y Ella le sonríe, lo mira y dice:
Claro que sí, los voy a acunar.
Y mientras los está meciendo en esa maravilla que formó, los
mece y les canta, pero todos cantan con Ella también.
(Canto en lenguas)
Amén
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