Tierra,

Templo de Purificación (Pág. 2)

 

 

EN ESTA PÁGINA:
- TRABAJARON CONMIGO EN ESTO QUE SE LE LLAMA PLANETA
- QUERIAN PADECER MUCHO MAS
- NO HAY LIBRE ALBEDRÍO, SINO CONSAGRACION



Montevideo, 19.10.85

TRABAJARON CONMIGO
EN ESTO QUE SE LE LLAMA PLANETA

Sí, hijo mío bienamado, después de las dificultades que pasaste hasta acá.........
Sabiduría me pides, toda otorgada, hijo está,
sé cuánto es de necesario, y sabrás dónde acudir,
encontrarás desolación, escucharás gritos de dolor,
habrán gemidos que destrozarán tu corazón, pero tú sabrás cómo actuar.
No temas, mi bienamado, una caricia bastará,
caricia, que a veces no con la mano, sino con una mirada, mi bien,
para reconfortar a tantos, que heridos hallarás, YO te guiaré.
Que lo que me pides, dispuesto está, otorgado todo es,
pero aún debes aguardar, un pequeño trecho caminarás
y luego esto que está prometido, en realidad divina, lo podrás abrazar, mi bien.
Que antes de que llegue el Cristo, nuevos pasos tú darás, y algunos serán tan grandes
y dirás: "podré yo abarcar de un solo paso esta distancia,
y en ese cambio, yo me encontraré?"
De un solo paso, sí, hijo, y en la distancia,
y mucho más, porque fuerzas nuevas tendrás, mi bien.
Soy tu Padre que te ha creado, Soy el Dios, Soy el Creador,
todo está dispuesto y con ustedes ya de antemano,
antes de venir a la Tierra, y no como un favor,
se ofrecieron a padecer y supieron lo que es dolor.
Antes de venir a este mundo y en este momento cruel,
el mundo está desgarrado y en tí hijo, hay compasión.
Y tendrás el divino contento, de poderte... así ofrecer a todos sin discriminación.
Me estás mostrando, mi Señor, seres que están con ropas tan desgarradas, pero tan increíblemente sucias, y sin embargo, me lo muestras cómo se acerca, y toca esas ropas como una caricia y las ropas se van transformando en blancas, en blancas... y ropas que ya no estaban, como estaban aquellas, que era un destrozo, no había una parte que se pudiera ver... unido un hilo con el otro, ni harapos, se puede decir... Mi Señor...
Transformaciones tan grandes, como en lo que acabo de presentar,
te sentirás, mi Jorge, que todo, todo será realidad.
Si ahora parece imposible, si el mundo creado en tan poco tiempo fue,
el mundo, hijo, fue el Universo, y ustedes colaboraron también.
Para muchos es revelación, para Ella, -dice por mí- hace tiempo que lo aprendió.
Ustedes, trabajaron conmigo, en esto que se le llama planeta
y YO le llamo Templo de Purificación, Templo del gran Dolor.
Aquí estoy con ustedes, pero llega la parte de la transformación,
y en esa parte, almas mías, todos estarán unidos,
porque será ya la nueva vida, un nuevo aire a respirar,
un mundo nuevo en el que vivirán, y como un jardín,
donde ya no habrá flores marchitas, porque siempre se renovarán.
Amén


Montevideo, 07.12.85

QUERIAN PADECER MUCHO MAS

Hoy les he anunciado que multiplicados estarán.
Sé lo que cada uno de mis hijos necesita,
pero aunque es general, cada uno recibirá su dosis,
y su gota de miel divina, como la que acabo de ofrecer,
que estará, hija, en tu hogar.
Cada uno su gota de miel, y luego la multiplicación que habrá.
Te veo, mi Señor, pero... veo como si hubiera muchos ángeles acá. Y como si cada uno está acercándose a cada uno de tus hijos y está compartiendo, pero... Mi Señor, esto como mensaje general, parece ya una Bendición Divina...

Veo la hostia, esa hostia, que al mismo tiempo fue como aquel maná del desierto, aquel maná que recibió Moisés, y veo la hostia con una gota de miel. Dentro de la hostia, está grabada la Imagen de la Paloma, que es el Espíritu Santo, y como si de pronto el Espíritu Santo sale de ahí y se transforma en la Inmaculada, como una sola cosa que es. Y esa hostia que representa a Tu Hijo, y esa gota de miel... Veo que cada uno está recibiendo, a un mismo tiempo, simultáneamente, esa hostia con esa gota. Es tan dulce que también yo la puedo paladear. Esa partícula de maná, dije hostia, no sé como llamarle, no importa el nombre, importa lo que estamos recibiendo, en este momento... Hay quienes la reciben totalmente, y al recibirla, se sienten con una fuerza, con una renovación tal, como para poder ayudar al mundo entero. Hay quienes no quieren recibirla toda, se conforman, con una partícula y quieren portarla además para su hogar, para otros seres, irla distribuyendo... y veo cómo la van distribuyéndolas por el camino, pero... se sigue multiplicando... Y en cada manifestación divina, tanto el que la tomó toda, y se multiplicó en sí, las fuerzas y el amor, como el que recibió la partícula y la va llevando hacia los demás.

Veo ahora una bandada divina, pero son como pichones de Paloma, grises, muy grises, como torcacitas, y vienen y cada uno prende también en su pico, un trozo de vuestras mismas manos. Y al tomar ese trozo, lo introduce apenas en la gota de miel, pero vuela y crece en el pico, lo que va portando... y siente que recibe y al instante su plumaje se va transformando, hasta llegar a ser de un resplandor tan grande, tan grande que ilumina todo por donde va volando. Es sorprendente... mi Señor, estás representando a tus propios hijos, a tus pichones, estás representando que de torcacitas grises, se transforman en esos pájaros tan divinos. Y en esa comparación, los que fueron ángeles de Cielo, y que ahora son como esas torcacitas, aunque son tan hermosos, Mi Señor, aún como torcacitas son tan hermosos. Qué distribución están haciendo. Y sin embargo, hay algo más...

Me muestras, mi Señor, como con una patita, han aprendido y así como esa Inmaculada, que se transforma en Paloma, y vuelve a transformarse en la Madre otra vez... ellos están haciendo lo mismo, se arrancan los plumajes del pecho, mi Señor, los que están en el corazón, y comienzan a dejarlos caer, en distintas partes del mundo, y vuelvo a sentir el llanto de los niños y ahí donde están cayendo esas plumas, son como cunas muy suaves, y están ahora ya debajo de los niños cada pluma y los mecen. Y el niño comienza a adormecerse, muy suave y a sonreír, en ese sueño suave y a respirar, profunda y rítmicamente.

Ahora algo más, ahora están dejando caer también, otra partícula en la boquita de esos niños, que en ese semi sueño, porque sueño profundo sería, del que no se despierta, por eso digo, semi sueño, porque es el sueño pasajero, cómo en ese semi sueño, paladean y ya el niño no vuelve a llorar... ¡Ah, Señor, cuánto antes que sea, por favor! Yo sé que TU estás en cada uno de ellos, en cada llanto, en cada niño, en cada ser que sufre, lloras TU, te desgarras, o mueres TU, en cada uno también... Mi Señor...
Esta es una Obra que encomiendo a mis hijos, y obra que realizarán.
Se ofrecieron de venir al mundo y todo esto lo hemos preparado con ustedes,
antes, hijos míos, de estar acá.
Querían padecer mucho más y dije:
¡imposible, mis benditos, esto será!
Y como Padre, había dispuesto cargar en MI, diez veces cada dolor,
y así he llegado a estos tiempos en que exhausto como Padre me encuentro,
pero no en el poder como Dios.
Exhausto como Padre por el sufrimiento, no piensen que soy Ogro,
ni un Juez Cruel, solo recuerden soy el Dios, que con amor los he creado,
que si uno falta de MI, ... no habría felicidad en mi Cielo.
Por lo tanto, mis bienamados, en este camino que están,
pronto junto al Cristo para la Obra Final.
Y sé lo que siente cada uno y luego analizarán:
¿qué representan los pichones?
¿Qué obra hay que realizar?
¿Quiénes son los niños que lloran?
¿Por qué los acunarán?
¿Por qué darán la dulzura...?
Basta mirar alrededor para comprender cuántos que son como niños
aunque tengan en lo humano muchos años,
que se sienten en amargo llanto, ustedes tendrán ya en sus manos,
como las plumas del corazón,
las que brindan como en un sacrificio de Cielo,
pero en cada partícula de cada pluma,
desbordante de comprensión, humildad, dulzura, sublime amor.
Amén


19/10/1991

NO HAY LIBRE ALBEDRÍO, SINO CONSAGRACIÓN

Papá, eres la Fuente de Vida y en Tu Luz está la Luz. Mi Señor, mira qué palabras eh!
En MI está la Luz
y en mis hijos también está,
los creé de mi misma Esencia
y muy pronto la gran apertura estará.
Libre albedrío, no en estos momentos,
no desde la Creación,
no lo ha habido,
se han ofrecido.
Se consagraron como hostias en venir
y a vivir por todos los tormentos,
se autodestinó cada uno.
Salieron, como he dicho tantas veces,
de un tabernáculo,
como era nuestro Cielo,
para venir a ésto...
Mi Señor, TU le llamas a la Tierra Templo de Purificación, pero para cuántos es un verdadero infierno...
Por supuesto que con cada uno
también lo vivo YO.
No, no hay libre albedrío,
no, hijos míos,
cada uno se autodestinó
para vivir en todos los momentos.
Hoy ataco, mañana soy atacado.
Hoy soy negro, mañana soy blanco,
hoy soy rico, mañana soy pobre,
hoy soy inteligente, mañana un vegetal.
Así, así lo dispusieron ustedes,
no quería YO en mis hijos ver el dolor.
Pero muy pronto sí,
será ya ese libre albedrío.
Soy la Luz y así a cada uno,
con Luz los engendré YO.
Son divinos, son de mi Esencia,
son partes de mi SER.
Les he dicho, son los poros
por los que respiro,
son los latidos de mi corazón también.
Amén


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