TODOS A PADECER (1)

- AHI COMENZO EL DOLOR, AHI COMENZO EL PECADO
- QUISIERON POR TODOS LOS DEMAS HERMANOS SUFRIR
- ALEGRIA
- HAGASE TU VOLUNTAD
- ORACION Y PERDON


Montevideo, 10.10.85

AHI COMENZO EL DOLOR, AHI COMENZO EL PECADO

Quieres tener todo el cordel, sé lo importante que es,
pero alma mía, bienamada, tú te tomarás de él...

Mi Señor,
El cordel es invisible... sin embargo, aférrate y sabrás
que ese cordel no se corta, porque no solo en tus manos está,
sino en tu corazón y a mi Corazón llega, mi bien.
Estamos unidos, por infinito amor,
porque es amor de Cielo, que siempre lo mantendré.
Fuiste ángel y revoloteaste,
fuiste ángel y en ternura y en amor,
fuiste ángel y en sublimidad, mi Ivana,
lágrimas amargas derramaste,
cuando supiste de tus hermanos de Cielo,
aquellos los de la traición, y te apegaste a MI.

Y me dijiste: aquí estoy, Padre Mío, siempre junto a TI,
que no te quiero abandonar,
no puedo comprender, hermanos de inmenso amor,
¡cómo pueden haber obrado esto!
Y ahí comenzó el dolor, y ahí comenzó el pecado,
y tú dijiste: ¿hay que sufrir?
que yo también a todos los amo, y con todos quiero ir.
Y creamos el Universo, y aquí vinimos, mi bien, y dijiste:
se llegan los últimos momentos, mucho más por ellos quiero padecer,
para que la Purificación total, en todos se pueda manifestar.
Y te digo: fuiste ángel de Cielo,
y viniste a la Tierra, en sufrimiento,
pero luego, tú darás a tantos la paz.
Sí, mi Ivana bienamada, no te debes inquietar,
que el Cristo llega en una Alborada,
y antes de ello,
una Noche Negra envolverá a la Humanidad.
pero antes de la Noche Negra,
una sacudida sublime sentirás, y dirás:
¿cómo es posible?
Otras voces de ángeles escucharás.
Y dirán: ven hermanita, sal, y a lo alto mirarás,
y verás estrellas que parpadean,
que más cercanas se van a hallar.
Y te dirán: ¿ves? Ya no temas, que la Estrella de Belén,
también la puedes contemplar
y la Estrella de Belén, a un sitio te va a guiar.
Y te sentirás conducida y dirás ¿qué habrá después?
Y te digo: La luz divina de esa Estrella, te envolverá, mi bien.
y te sentirás izar en tu cuerpo, sí, así es,
y te sentirás izar, como el Jonás de la Antigüedad,
con gran sabiduría, porque allí adquirirás,
en esa Estrella Divina, y al Mundo vas a ayudar.
Y luego, siempre en este cuerpo
y luego, siempre con tus manos
y luego siempre con tu palabra que nueva para todos es,
te digo, ¡adelante mi Ivana que el mundo nuevo ya llega!,
porque lo restauraremos.
Amén


Montevideo, 9/3/86

QUISIERON POR TODOS LOS DEMAS HERMANOS SUFRIR

Otra vez te vuelvo a ver junto a ese estanque, que aumenta, aumenta, pero no es una inundación, te veo a tí de esta orilla y veo más de tus hijos, veo muchos más... Hay muchos seres, muchos. Seres que no esperaba volver a ver, ahí están. Y de pronto vuelve a surgir esa agua clara, purísima, maravillosa del centro del estanque, esa agua que viene como en forma de flor, como en cascadas divinas, y eso se va transformando en pétalos.
Del centro del agua surge la Inmaculada, pero está tan multiplicada que está de frente a cada uno, cada uno la puede ver, ella extiende sus brazos sobre los pétalos, los pétalos son divinizados. Ayer veía que todos ascendían, hoy no veo que todos ascienden hacia los pétalos hay algunos que les cuesta subir a ese pétalo, y veo cómo la Madre se inclina, toma las manos y va ayudándolos. Algunos solamente están como diciendo ¡vamos! como al chiquitito en sus primeros pasos, como diciendo: ven, ven hacia acá. Y comienzan a subir con tanto amor, con tanta dulzura en esa agua que se transformó en pétalos y qué tonalidades, qué lozanos y qué aterciopelados son! Divinos. Y llegan a Ella y ahora cada uno se sienta en los brazos y Ella los arrulla y los acuna. Pero de pronto, otra vez la transformación porque la Inmaculada y el Espíritu Santo son la misma cosa, es la Paloma que se transforma en mujer, es la tercera persona de la Santísima Trinidad...
La segunda -dice EL-
El pecho es de plumas, otra vez su corazón afuera.
Ustedes ven una cadena en el corazón.
Y Ella les dice:
Mi corazón está encadenado por tanto y tanto dolor,
me siento prisionera y esclava de mis hijos,
porque en el Cielo los porté con infinito amor.

Y tomando a cada uno, es como si cada uno quisiera meterse dentro de las plumitas, pero el corazón está afuera, solo están contemplando el corazón. El corazón entra en el pecho, pero cada uno busca la tibieza del plumaje, como pichoncitos. Pero ahora sienten los latidos y sienten que no es un latido normal. Por momentos parece que se queda y por momentos es un latido desesperado, el corazón corre por los caminos también, como corazón de Madre junto a cada hijo.
Y Ella dice:
Junto a cada uno estoy, y como el Padre, desde la Creación,
junto a cada uno estoy, pero Creación de Cielo.

Y está mostrando como cada uno en el Cielo, cómo llegó como ángel y cómo cada uno se ofreció a venir a padecer en el mundo, no sólo aquel Hijo Mayor, Jesús, sino cada uno de ustedes y todos los demás que están ahí también. Que miraban hacia la tierra que veían el dolor que había en todos los lugares, y no les importó perder la belleza, la luz, el poder, si Dios los hizo a su imagen y semejanza, no les importó perder la divinidad, y venir a la Tierra así como están.
Y dice:
Sí, pidieron de venir, quisieron por todos los demás hermanos sufrir,
querían salvarlos a todos, y vinieron a estos caminos
que parecen de una eternidad sin fin.
Mas no teman, mis benditos que todo pronto terminará,
tal como el Padre lo ha dicho.
Viene la armonía, la alegría, la cordialidad, la paz.
Viene esa unión perfecta, esa bellísima y sublime unión.
Ya no habrá discrepancias mis hijos, porque en todos la ternura y la comprensión.
No temas mi Elaine, sublime, no temas mi bendita Beatriz,
no temas Hugo, hijo mío, porque Aquel el que redime
pronto te abrazará y te sentirás feliz.
No temas mi Luis bien amado, con todos mis hijos YO estoy,
y el Padre, el SER que los ha creado, no ha abandonado a ninguno,
carga en sí, diez veces de cada uno el dolor.
Se ofrecieron en el cielo a venir a padecer, querían compartir el dolor,
para luego poder ayudar a tantos que deambularán, que tropiezan y se desangran.
Con tanto amor se han ofrecido, con tanto amor los salvarán.
Los caminos están ensombrecidos y ustedes en luz los inundarán.
En los caminos hay espinas y piedras y brasas ardientes también,
como nieve, almas mías, que congela hasta el alma, no sólo los pies.
Y ustedes transformarán los caminos.
Alfombras de pétalos y de suavidad, flores nuevas que aún no han surgido,
por poder, por amor y consagración vuestra, todo esto ofrecido será.

Y veo como los arrulla, cómo los ama, pero ahora todos se van haciendo pequeñitos, y al hacerse pequeñitos, están todos juntos en los brazos de Ella y es como un nido divino. Y ahora le entrega el nido al Padre.
El Padre los toma y es un beso, un beso como una protección que los cubre a todos. Y dice:
Estamos en los Ultimos Tiempos pronto termina el sufrir,
cada uno comprenderá porqué tanto tormento,
y cada uno se sentirá que es útil como en un nuevo revivir.
Que no están meramente para lo humano o para lo material,
sino para una consagración total.
Sí, mi Elaine, sí, mi Beatriz, sí, mi Hugo, sí, mi Luis.
Así en estos caminos de maravillas que habrá,
han conocido el dolor, con qué amor a otros se aliviará.
Amén



Montevideo, 08/07/89

ALEGRIA

Alegrías, alegrías, muy pronto se elevarán
vuestras voces, almas mías,
en esa pedida alegría que tanto se necesita
y a todos los envolverá.
Y ¿qué tengo para ti? y ¿qué tengo para los demás?
amor inmenso, así, así como ustedes,
YO también me ofrecí.
Por eso, hijos míos, estoy acá,
que no se van y acá me quedaré,
que donde va cada uno con cada uno YO iré.
¿Qué es lo que tengo para dar?
mis manos rebosantes están,
soy YO el que digo Perdón por haber permitido
que vinieran a este dolor.
Perdón por haber permitido que crearan el Universo
que pronto lo transformaré como en una divina flor.
Perdón, porque como Dios, siendo Poder.
en aquel instante débil me sentí, ante vuestra
fuerza, cuando dijeron:
esto no puede continuar, esto no puede ser.
Perdón, pero gracias también
gracias por vuestra fidelidad,
gracias por vuestra lealtad,
gracias por vuestra comprensión
hacia aquellos hermanos.
Y ellos dicen también: Gracias,
y también ellos piden perdón
por haberse rebelado, por haber visto en ustedes
que se han por ellos consagrado,
a desprenderse de lo divino, de lo puro, de lo eterno.
para venir a estos tormentos.
Allá dejaron las alas, tantas veces dije así,
las alas que están esperando y volverán a surgir,
se prenderán presurosas y otra vez los transportarán
por nuestros Cielos, que sentirán el regocijo
de poder volver a verlos y alegrarse con vuestros cantos
y otra vez la felicidad.
Amén


Montevideo, 08/07/89

HAGASE TU VOLUNTAD

Mi Señor, Mario dice: hágase tu voluntad.

Juntaste tus manos así, mi Señor.

Y cómo no las voy a juntar,
que se haga mi voluntad,
si mi voluntad siempre fue
dejar todo el Cielo en vuestras manos,
pero ustedes no lo quisieron y aquí estamos todos,
pasando por estos tormentos,
pero llegamos a este fin,
y al Divino Reencuentro.
Sí , mi bien .
Mi Voluntad... mi Voluntad es,
que en este momento se termine,
y puedan por fin estar como los ángeles
eternos y sublimes.
Sin embargo debo respetar,
debo respetar vuestras decisión,
porque ustedes esto lo dispusieron,
que esto, ni la Tierra, ni el Universo,
ni los dolores lo dispuse Yo.
Que se haga mi Voluntad,
sí, mi Mario, sí, mis hijos, pronto verán,
que mi Voluntad es volver a verlos
cantar, radiantes, felices, luminosos,
revoloteando y creando otra vez en nuestro Cielo.
Pero sé que YO, aún siendo Dios y siendo todo Poder,
debo respetar lo que ustedes han dispuesto
debo respetar vuestras decisión,
debo respetar vuestros caminos,
que si están torcidos, también YO voy en ellos,
que no puedo decir, los voy a enderezar,
porque sería quebrar el pacto que realizaron allá.
Comprenden, comprenden, hijos míos,
cuántas veces me juzgan y me acusan también, diciendo:
si Dios tiene todo el Poder,
por qué esto no lo cambia de una vez!
Por Amor y por Respeto a ustedes,
por eso, hijos míos, es.
Pero pronto sabrán en lo humano,
ya que vuestras almas conocen,
cual era mi Voluntad y cual era la de ustedes,
y nuestro respeto mutuo, recíproco.
Amén.



Montevideo, 08/07/89

ORACION Y PERDON

Mi Señor, tu Mabel dice oración y perdón.

Tú eres oración, también tú eres perdón,
y cuántos que te hirieron mi bien,
perdón te pedirán y no una sola vez,
también como una oración esos seres se encuentran
y sabrá que quien te dio una bofetada
sentirá las ansias de triturar su mano
en señal de un perdón de un arrepentimiento,
y será como una oración que en ese gesto te ofrecerá.
Pero tu acariciarás y dirás:
¿qué puedo yo perdonar si también tantas veces pude herir,
y sin darme cuenta... lo volveré a hacer?
No temas, mi bien, no teman, que en cada uno estoy,
para ayudar, para amar, para proteger.
Cada uno en su perdón y cuando dicen:
perdónanos, ¿qué puedo YO perdonar?
si vinieron por amor,
si se consagraron a vivir como humanos y a tropezar,
y dijeron a pasar por todo,
y si recibieron bofetadas en otros momentos, hijos míos,
vuestras manos también se tuvieron que levantar.
Pero no teman, que ya no habrá más tormentos,
ya no habrá más pedido de perdón,
porque ustedes son auténtica oración
que a la Tierra en Bendición pronto comienzan a transformar.
Amén.


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