PURIFICACION FINAL
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COMO UN FUEGO CONSUMIDOR, LA TIERRA DESAPARECERA
EL UNIVERSO ENTERO SE DISUELVE Y DESAPARECE
ASI SERA EL FIN DEL MUNDO, HIJO
EL FUEGO PURIFICADOR Y CONSUMIDOR
UN SALUDO AL UNIVERSO Y SORPRESAS DIVINAS
EN
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EL UNIVERSO, EN UNA GRAN EXPLOSION
PASCUA CELESTIAL
TRANSFORMADOS EN MATERIA DE DIVINIDAD
CAMINO A LA ETERNIDAD
FUEGO Y HUMO
Montevideo,
10.8.85
COMO UN FUEGO CONSUMIDOR,
LA TIERRA DESAPARECERA
Con los elementos de la Tierra, formados mis hijos están.
Mas llega el momento divino, en el cual todos conmigo -dice EL-
nuevamente se elevarán.
La Tierra como estallidos maravillosos, en fuegos de divinidad,
como flores ígneas estalla,
espectáculo.....
Mi Señor, es maravillos cómo presentas la Tierra, cómo
la vas mostrando, todos, cómo se van elevando Contigo, hacia lo alto.
Cómo la Tierra estalla como en fuegos artificiales, divinos, mi Señor.
Pero veo cómo se les va desprendiendo todo lo que es corpóreo
y a medida que se les va desprendiendo todo lo corpóreo, va surgiendo
toda la divinidad, ese cuerpo de Cielo que les diste, mi Señor.
Como un fuego consumidor,
la Tierra desaparecerá,
como en un fuego consumidor
y nada de ella ni de ustedes así quedará.
Vuelven nuevamente al cielo,
en la divinidad como los creé.
Van recobrándose nuevamente
y también las alas, de vuestros cuerpos surgirán.
Como fue antes, ahora será también.
Tierra, Tierra que ha sido, almas mías,
Templo de Purificación,
jamás YO le llamo Planeta,
sino el Templo del Dolor.
Aquí vinimos..... y no.....
Me estás mostrando, mi Señor, que no a causa de lo que hubieran
hecho, porque fueron fieles, fueron tus ángeles divinos....
Porque se han ofrecido y vinieron a padecer,
por aquellos otros hermanos,
que los habían ensombrecido.
Pero darán a todos la luz también.
Es el amor que los guió, es la fuerza...
Mi Señor, es una fuerza avasallante, la de ese amor, como me lo presentas,
y ese sacrificio, no fue estéril, no fue inútil, mi Señor,
todo lo que tuvieron que padecer, hasta ahora, hasta estos tiempos.
Así es, mi bien amada, luego de Tierra, nada más
habrá,
porque nuevamente en Cielo, en Gloria refulgente
y ustedes, mis ángeles, puros y perfectos volverán a ser felices
y alrededor Mío -dice EL- a cantar.
Amén
EL UNIVERSO ENTERO SE DISUELVE Y DESAPARECE
Mi
Marta bendita, mi bien amada.
Un rayo de luz frente a ti está,
parece que tienes la mirada apagada,
pero el rayo de luz la reanimará.
Y verás muy pronto a través de ella,
de esa luz divina, potente, mi bien,
verás a través de la luz, un camino nuevo,
una vida nueva, un mundo diferente
en el cambio que se verificará
y que para ello los vengo preparando,
camino que siempre bendeciré.
Pero luego, serán los otros, en la elevación final,
cuando dejemos este lodo, para volver a lo celestial;
y ya no quedará nada...
ni partícula de ceniza en el espacio se tendrá,
porque el Universo entero, rápidamente,
con luces maravillosas se disuelve y desaparece.
Y nuevamente Nuestro Cielo,
vuelve presentarse en su divinidad, en su totalidad.
Y en una renovación tal, cual no se ha visto jamás.
Preparándose Nuestro Cielo, para el recibimiento que habrá.
Que la entrada será triunfal, pero antes de ello, mi Marta, tendrás,
dos encuentros en pocos días,
dos encuentros, almita mía, que uno lo comunicarás,
pero el otro, te muerdes los labios, y dirás: "no me gusta",
porque no te agradará.
Y no impedida por decirte, sino para que puedas comprender,
que mi Palabra se va cumplimiento, ya que cuando digo, "aquí te
traeré",
"la Nueva Jerusalem que acá se levantará",
y que "están como las luces que a la ciudad iluminarán",
confíen en lo que digo,
que si en hechos, pequeños como es,
los otros también los presentaré, hijos míos.
Y no olvides, mi Marta, que algo te he prometido, que YO no lo olvidé.
Tendrás un brazo muy fuerte, en el que te vas a apoyar,
y te diré: sí, mi Marta, adelante, adelante,
porque sola en el camino no estarás jamás.
Amén
Montevideo,
15.9.85
ASI SERA EL FIN DEL MUNDO, HIJO
Darás
el salto, mi Samuel,
y el Fin del Mundo te mostraré.
Darás el salto, bien aventurado ...
Y veo que en el momento que das el salto, tú miras hacia abajo, ves la
enorme oscuridad, sientes los gemidos de los seres.
Y dice EL:
No temas, que viniste al mundo para ayudar, mi bien,
continúa ascendiendo, hijo mío.
Y tú miras a lo alto y ves ahora, una gran luz, mucho más potente
que la Estrella de Belén.
Y dice EL:
Continúa, continúa el camino, que en él
no te detendrás,
¡vamos, adelante, hijo mío!, que viniste con amor,
y quieres compartir con todos, el sufrimiento que en el mundo hay.
Ahora veo que llegaste a lo alto, pero en todo ese pasar te vi junto con Cristo...
te vi ayudando en los caminos, a todos, como si tus manos y tus brazos se multiplicaran
de tanta obra que vas a realizar. Y de pronto, estás mirando, como Juan
en su Apocalipsis, un adelanto en el tiempo. Y estás viendo, cómo
después de la maravillosa transformación del mundo, cómo,
en la unión de todos, en la armonía, en la alegría, en
la paz que se sella en todo el Universo, cómo... una vez que se logró
todo eso, tú estás viendo, como el Padre, en su Inmensidad, hace
un gesto, y todos sus hijos se unen a EL. Los veo pequeñitos, como lucecitas,
y ahí estás tú también ... todos prendiditos, y
EL se comienza a elevar con todos y el Universo entero estalla, como en fuegos
de artificio. el espectáculo es bellísimo. Estalla como en fuegos
de artificio, hasta desaparecer totalmente, no queda nada... pero al desaparecer,
deja paso al Cielo... De ese Cielo del que vinieron y al que retornan todos.
El Cielo preparado en mayor esplendor... en una belleza, cual no lo han visto
nunca. Si era bellísimo antes de venir, mucho más hermoso es ahora...
preparado para el gran Recibimiento.
Y dice EL:
Así será el Fin del Mundo,
así, hijo mío, el Fin del sufrimiento también,
y regresaremos, a ese otro punto,
al del Cielo, al de la Divinidad, del que...
Y me muestras, mi Señor, otra vez, cómo dentro del Cielo, creaste
todo esto, en esa necesidad que hubo de hacerlo. Como dentro del Cielo, creaste
con tus propios hijos, el Universo y vuelve el Cielo a presentarse, mi Señor,...
no puedo describir tanta maravilla, pero gracias por todo.
Así será, mi Samuel, el Retorno, y ya con
todos,
nadie fuera quedará, el infierno ya lo han pasado,
y en la Gloria, estarán por toda la Eternidad.
Amén
Montevideo,
8.8.85
EL FUEGO PURIFICADOR Y CONSUMIDOR
Ya
volveremos pronto, no temas,
-me dice-, ni ustedes jamás,
que ya volveremos pronto, a Nuestro Paraíso, al Celestial.
No quedará de Tierra nada.,
El Fuego Purificador y Consumidor,
dejará paso nuevamente a nuestras moradas,
donde hemos reinado y volveremos al Reino de la Paz,
de la Alegría, de la Armonía, del inmenso Amor.
No teman, no teman, mis benditos,
que pronto todo esto concluido será,
para ese cumplimiento divino y ese sublime retornar.
Que nuestro cielo se está preparando
para el gran recibimiento, ya verán,
que se están formando nuevas luces,
y flores cual no hubo otras, ahora tendrán.
Y si las aguas de los lagos fueron purísimas,
estas aún lo serán más,
y que si el arrullo de la cascada y de la brisa es nuevo,
traen sorpresas que vuestros corazones alegrarán.
Amén
Montevideo,
03.03.85
UN SALUDO AL UNIVERSO Y SORPRESAS DIVINAS
Un
poquito para cada uno y para todos a la vez,
como un néctar de dulzura que con todos compartiré.
ya saben que estoy en el mundo y el nombre que tengo ahora,
mas también saben que es, el Mío, Padre... Papá... no Amo,
ni Juez.
Hijos míos bienaventurados, así se pueden considerar,
pero jamás en ustedes el orgullo, jamás hijos, anidará.
Siempre con amor inmenso y con esa señora humildad,
andarán por los caminos a ayudar a tantos más.
Ayudar, en la parte humana, porque en la del alma, radiantes casi están,
que a alguno le queda una pequita, para terminar de purificar
que en otros es solamente una línea, al punto que se llegó hasta
acá.
Luego llega lo divino, es la purificación total,
el mundo resplandecerá desde lo profundo,
y hasta el Universo por la luz que irradiará.
Así es, benditos míos, luego a elevarnos otra vez,
a elevarnos en luz divina, mientras todo...
en una conmoción sublime, comienza a despedirnos,
porque nos despedirá el Universo,
para dejar paso al Cielo, y sorpresas que les preparé.
Mamá siempre dice: qué hermoso está,
Sí... pero hay sorpresas que no imaginan
y las recibirán, como en la Noche de Reyes,
¿qué es lo que nos dejarán?
pues, sorpresas, mis bienamados,
que esa luego será, Mi Felicidad.
Amén
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