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Cobra fuerza llamado a
referéndum sobre despenalización del aborto
Montevideo, 15 de abril del 2004 (Diario
La República)
El Senado continuó ayer con el tratamiento del proyecto de Ley de
Defensa de la Salud Reproductiva, que compromete al Estado a brindar
educación sexual y garantizar el acceso a la planificación familiar y
habilita a la mujer para interrumpir un embarazo dentro de las 12
primeras semanas de la gestación; proseguirá con el asunto el próximo 4
de mayo.
Una de las peculiaridades de los cinco argumentos sustentados desde la
hora 17 hasta las 19.57 por parte de los senadores Julio Herrera (Foro
Batllista), Alberto Cid (Asamblea Uruguay), Marina Arismendi (Partido
Comunista), Rafael Michelini (Nuevo Espacio) y José Korzeniak (Partido
Socialista) es que lo hicieron a favor y la mayoría de ellos se
pronunció a favor de que la ciudadanía se pronuncie en un referéndum.
"Hipocresía social". El senador forista Julio Herrera sostuvo que en el
tema del aborto en Uruguay existe "una hipocresía total" y abogó por "un
pronunciamiento de la sociedad en su conjunto".
"La sociedad uruguaya va a tener que optar, que decidir, mirar hacia su
interior, luchar contra su propia hipocresía, la nuestra, la de todos, y
adoptar una decisión, y ésa la aceptaremos todos, sagradamente, como se
acepta un veredicto popular", dijo Herrera.
Agregó que "hoy lo que quiero es votar este proyecto de ley y firmar
para que haya un referéndum y la sociedad uruguaya se pronuncie en esta
materia, porque no son las corporaciones, ni las políticas ni las
sociales, ni las de la sociedad civil. No alcanza con la posición de la
iglesia católica. No alcanza con la posición de la iglesia evangélica,
ni con las organizaciones feministas ni con el PIT-CNT".
"Eso lo podemos hacer exclusivamente en el ejercicio de la democracia
directa, que tenemos que habilitar con nuestro voto, votando esta ley",
indicó el legislador colorado. "Por su dimensión se ha convertido en un
tema social, extendido, doloroso y negativo", desde el momento en que la
cifra básica del informe elaborado por la Universidad para la Paz sitúa
la práctica de por lo menos 33.000 abortos sobre 52.000 nacimientos.
"Muchos de estos casos terminan en el Pereira Rossell o en algún otro
hospital público atendiéndose por graves infecciones, y muchas veces
imponen el riesgo de esa mujer que en un momento de su vida entendió que
no debía parir", sostuvo. Sin embargo, en algunos casos "pierde su
capacidad de maternidad por el resto de su vida".
"Numéricamente no son tantas las muertes (de estas mujeres), pero una
sola es importante, como decía el senador Riesgo, y estamos todos de
acuerdo, pero cuántas son las infecciones, las mutilaciones y las vidas
que no nacen como consecuencias de la pérdida de la maternidad de esas
mujeres", estimó Herrera. Por tanto, "si dejamos todo como está, seguirá
habiendo 33.000 abortos o más. En el año 1938 convertimos al aborto en
un delito: bajó la tasa de nacimientos y crece el número de abortos; no
parece ser la estrategia adecuada".
Como un aporte a la mejora del proyecto, aludió a "la objeción de
conciencia que deberían poder hacer las instituciones, como el Círculo
Católico o el Hospital Evangélico, y pudieran poner en conocimiento de
sus afiliadas y afiliados que la práctica abortiva en ese centro, por
razones de fe, de convicción y filosóficas, no se realiza".
En tanto, el senador encuentrista Alberto Cid fundamentó su postura
favorable a la iniciativa en base a su experiencia, como estudiante de
Medicina primero, y como médico después, "donde nos tocó asistir a
jóvenes y mujeres de todas las edades que con un aborto incompleto
asistían al servicio de emergencia del Hospital Pereira Rossell, y donde
debíamos completar aquel aborto incompleto llevado adelante en
condiciones realmente lamentables".
A su entender estamos "enfrentados a un dilema ético". "No es una
afirmación falaz y sin contenido el afirmar que los sectores menores
privilegiados son los que han sufrido con más intensidad la mutilación,
la muerte y la infertilidad posterior a los procedimientos médicos para
salvar la vida", señaló Cid.
Para el legislador de AU "esta ley (la actual) ha demonizado el tema del
aborto". Reiteró que el objetivo del emprendimiento es evitar en la
mujer "exponerla a un aborto en condiciones inseguras, la mutile o la
mate". Cid manifestó que "de presentarse una iniciativa de consulta,
estaría dispuesto a apoyarla calurosamente porque sería la forma de
laudarlo definitivamente".
"Trascendente". La senadora comunista Arismendi calificó esta discusión
de "trascendente". "Hay un gran manto de hipocresía que tapa otras
hipocresías", indicó. Desde su punto de vista, "no se puede plantear
como una disyuntiva vida o muerte". Sobre los "anuncios apocalípticos
cuando se amenaza con el plebiscito, siempre los defendimos. No es
motivo de temblor ni de temores que se hable de pronunciamiento
popular".
Arismendi puntualizó que "acá no existe nadie que está a favor de la
muerte. No estoy a favor del aborto. Si pudiera resolverlo, todas las
mujeres uruguayas, las adolescentes no tuvieran ninguna necesidad en que
tengan que pasar por eso. Es totalmente traumático y lo marca de por
vida".
Contrarrestando los dichos del senador Riesgo respecto a que este
proyecto constituye habilitar la pena de muerte, manifestó que "todos
sabemos que existen desde madres adolescentes o muertas de hambre que
ahogan a sus hijos en el momento de nacer". La legisladora estimó que
"es un gran negocio porque está penalizado. Cobran porque está
penalizado".
"Salva vidas". Para el líder del Nuevo Espacio, Rafael Michelini, "si la
ley no se vota hoy, ¿qué es lo que tenemos? Miles de abortos". Precisó
que "no hay ninguna sociedad en el mundo que haya eliminado la
interrupción del embarazo. No hay Dios que la pueda cambiar". Sin
embargo, esta ley permitirá "disminuir las interrupciones de embarazo".
"Me aferro a salvar la mayor cantidad de vidas. También salvará a
mujeres, en buena hora. El proyecto salva vidas, y es la mayor virtud",
reivindicó Michelini. No obstante, "el marco de la ley del 38, los
condena. No hay una legislación en el mundo que salve a todos". Sostuvo
que "ningún ministro desde el año 38 a la fecha pudo resolver el tema
con esta ley. Tampoco pudo resolverlo ningún ministro del Interior de
ningún país".
"Contenido social". A su turno, el socialista José Korzeniak valoró de
la iniciativa su "contenido social, ético, y está marcado también en el
derecho penal". "Me ha resultado interesante, atendible, y diría que
hasta casi necesario que este tema de la interrupción del embarazo sea
resuelto por una manifestación del cuerpo electoral", dijo.
Para Korzeniak "el conocer todas las opiniones no va a impedir que el
tema sea sometido al cuerpo electoral de este país, mecanismo dentro de
los cánones constitucionales". "La segunda condición es que este tema el
día que se plebiscite no esté inserto en los procesos de la elección de
los gobernantes de este país", expresó.
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