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Este afiche amanecerá en
los muros de Montevideo este 28 de setiembre
28 de septiembre.
Dia de Lucha por la Legalización del Aborto en Latinoamérica y el Caribe
La campaña en Uruguay
El resultado negativo de la votación del
proyecto de ley de Defensa de la Salud Reproductiva el pasado 4 de mayo
de 2004 en el Senado uruguayo causó indignación tanto dentro como fuera
del país.
u
Porque fue un resultado injusto.
u
Porque fue una decisión que no representó a
la mayoría de la opinión pública.
u
Porque no fue responsable.
u
Porque pretendió eludir y eliminar temas que
complicaran la contienda electoral.
u
Porque se perdió una gran oportunidad de
concretar una normativa de vanguardia para garantizar el ejercicio de
los derechos sexuales y reproductivos, en tanto derechos humanos.
Esta votación, entre otras cosas, ha puesto
a aquellos que ocupan sus bancas en el Palacio Legislativo ante el
compromiso de dar respuestas. Porque decir NO, no es la solución. El
proceso de participación ciudadana ha marcado un punto de inflexión en
la política y en las formas de hacer política de este país que será muy
difícil de soslayar en el futuro
Es una cuestión de tiempo ... de corto tiempo, para que las cosas
cambien.
“Cuánto más informada está la gente sobre el contenido del proyecto de
ley, más lo apoya” nos dijo la empresa consultora que realizó la
encuesta de opinión sobre el proyecto de Ley de defensa de la salud
reproductiva.
La mayor adhesión parece estar en la integralidad del mismo.
Prácticamente hay unanimidad de opiniones sobre la inclusión de la
educación sexual en la enseñanza pública y la facilitación del acceso a
los métodos anticonceptivos (93% y 97% de la población encuestada,
respectivamente). Cuando se trata de que una mujer se realice un aborto
en los tres primeros meses del embarazo, el 45 % está a favor de que
exista la posibilidad y 47% en contra. Pero, entre quienes sintieron
hablar del proyecto, el 56% está de acuerdo en que la mujer tenga la
posibilidad de interrumpir el embarazo, antes de las 12 semanas, sí así
lo decide.
En encuestas realizadas anteriormente, donde se preguntaba por aborto
exclusivamente, los porcentajes de la población a favor de la
posibilidad de interrumpir un embarazo por voluntad de la mujer, eran
del 25% con una marcada mayoría en aquellos sectores de la población con
niveles socio-económico más altos y con estudios terciarios.
Sin duda, cuando la gente está informada se siente respetada e
involucrada en su derecho ciudadano de opinar y decidir.
Esa es la campaña que seguiremos sosteniendo en Uruguay, informar cada
vez más, involucrar cada vez más a la ciudadanía y lograr que el cambio
social genere el cambio de ley que reclamamos.
En el debate electoral no se ha podido soslayar la demanda de la gente.
En todos los lugares del país los presidenciables deben enfrentarse a
las preguntas de la gente: ¿cuáles son las soluciones que proponen a la
falta de educación sexual por parte de la educación curricular?¿cuáles
serán las futuras acciones para que los derechos sexuales y
reproductivos sean respetados y puedan ser ejercidos por todos los y las
ciudadanas ?¿cómo se solucionará la demanda de servicios de salud
integrales y accesibles para toda la población?
Desde las diversas organizaciones de mujeres y feministas, se sostiene
la demanda que se apruebe el proyecto de ley de defensa de la salud
reproductiva en el primer año de la próxima legislatura.
Por eso la campaña por la legalización del aborto en Uruguay lleva
varios 28 de setiembre gestándose y las organizaciones que llevamos
adelante la pelea estamos convencidas que la campaña del 2005 será para
festejar la obtención de una nueva ley más justa, equitativa y
respetuosa del derecho a decidir libremente sobre el número y
espaciamiento de los hijos que se desean tener.
Se aprueban las normas sanitarias para la atención pre y post aborto
El 6 de agosto de 2004, el Ministro de Salud Pública, Dr. Conrado
Bonilla, a través de la ordenanza Nº 369 aprueba las Normas de
“Asesoramiento para una maternidad segura. Medidas de protección materna
frente al aborto provocado en condiciones de riesgo”. Más conocidas como
normas de atención Pre y Post Aborto. Fundamenta esta decisión el hecho
de que “si bien nuestro país presenta resultados sanitarios aceptables
–tanto en el nivel público como privado- en cuanto a la salud materna,
las complicaciones derivadas del aborto provocado en condiciones de
riesgo hace que el Uruguay ocupe uno de los primeros lugares en
mortalidad materna por esta causal. (...) Se estima pertinente
incrementar la adopción de medidas tendientes a prevenir o minorizar los
daños que la practica insegura del aborto provoca, mediante un control y
asesoramiento obstétrico independiente de la intención y/o concreción
del aborto provocado antes y después de su realización. (...) Esta
normativa se considera un avance para procurar el desarrollo de medidas
sanitarias que cumplan con los requerimientos biomédicos y
médico-legales exigidos a los profesionales de la salud en cuanto a la
prevención y conservación del embarazo a la vez que procura la
información, prevención y asesoramiento del daño causado por el aborto
provocado en condiciones de riesgo.” (extracto del texto de la ordenanza
nº 369)
Estas normativas surgieron en el año 2001 como reacción de los
profesionales de la salud del hospital Pereira Rossell ante el aumento
de mujeres muertas por abortos realizados en pésimas condiciones de
seguridad e higiene. La elaboración de las normas fue el resultado del
trabajo conjunto de profesionales de distintas disciplinas de la salud
así como de la participación de integrantes de las organizaciones
sociales. Las normas y guías clínicas contaron con el aval de la
Facultad de Medicina de la Universidad de la República, de la Sociedad
de Ginecotocología y del Sindicato Médico del Uruguay.
Esta problemática se atendía en el proyecto de ley de Defensa de la
Salud Reproductiva estableciendo mecanismos para la prevención de
embarazos no deseados así como la implementación de servicios legales de
aborto hasta las 12 semanas de gestación. Frente a la posible aprobación
de este proyecto pendía la amenaza, del veto presidencial del Dr. Jorge
Batlle por la promesa realizada al Papa Juan Pablo II, a la jerarquía
eclesiástica y a los dirigente de la Unión Cívica. Sin embargo, meses
después, desde el mismo ejecutivo del Dr. Batlle, el Ministerio de Salud
Pública trata de dar respuesta a una realidad que no puede
invisibilizarse más.
A partir de la aprobación de estas normas, las mujeres que estén frente
a un embarazo no buscado, no deseado o no planificado y que decidan
interrumpirlo podrán recurrir a los servicios de salud para asesorarse y
contar con una orientación para evitar prácticas de aborto inseguro.
También podrán recurrir inmediatamente ante cualquier complicación, duda
o necesidad de asesoramiento. El sector salud asume así la cuota parte
de responsabilidad que le compete frente a la situación del aborto en
nuestro país, actuando dentro de los estrechos márgenes que habilita la
ley. Una ley que desde 1938 no ha podido impedir la realización de un
solo aborto a pesar de calificarlo como un delito siempre.
La aprobación de las normativas es un paso sustancial para la inclusión
de esta temática a nivel de la capacitación e involucramiento de los y
las profesionales de la salud, en la reflexión y cambio de prácticas que
incorporen los nuevos paradigmas de la atención en salud sexual y
reproductiva.
Se espera que la aplicación de las normas tenga impacto en la
disminución del riesgo sobre la salud de las mujeres, pero se espera,
también, que esto produzca un cambio en la actitud de muchas y muchos
profesionales de la salud tendiente a mejorar la calidad de atención a
través del respeto de la decisión de las mujeres.
Se ha dado un paso importante en la visibilización del problema y en la
asunción de algunas soluciones, pero que éstas no son suficientes hasta
que no se genere un cambio en la legislación. La realización de abortos
todavía será un problema particular de cada mujer que podrá resolver
mejor o peor de acuerdo a su poder adquisitivo. Y, esta no es la
solución que muchos y muchas reclamamos.
MYSU
Mujer y Salud en Uruguay
mysu@adinet.com.uy
www.mysu.org.u
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