Actuación del Instituto Nacional de la Mujer y la Familia
Niki Johnson
II. El Instituto Nacional de la Familia y la
Mujer: orígenes y desarrollo
III. Evaluación general del INFM
IV. Funcionamiento y actuación del INFM,
Noviembre 2000 - Octubre 2000
V. Conclusión
I. OBJETIVOS, METODOLOGÍA Y ESTRATEGIAS DE LA INVESTIGACIÓN
El objetivo de este informe es presentar un resumen de lo
planificado y realizado por el Instituto Nacional de la Familia
y la Mujer (INFM) en el período noviembre 2000–octubre 2001, y
un análisis de su rendimiento, con respecto a sus objetivos,
líneas de trabajo, actividades y funcionamiento
En primer lugar, se hace una breve descripción de los orígenes y
el desarrollo del INFM con respecto a su estructura interna,
cometidos y acciones y enfoques. A continuación se evalúa su
institucionalidad más allá de su permanencia en el tiempo como
órgano estatal, haciendo referencia a su rango y ubicación
dentro del organigrama estatal y los recursos económicos que
tiene a su disposición. Tercero, se describe y analiza el
funcionamiento y actuación del INFM para el período señalado
arriba, con referencia a las siguientes cinco áreas:
a. Objetivos, líneas de acción y actividades concretas.
b. Recursos humanos y económicos.
c. Relaciones interinstitucionales a nivel del estado nacional
d. Relaciones con el sector no gubernamental.
e. Participación en espacios de coordinación con contrapartes
regionales.
Y por último, de modo de conclusión, se hace un breve análisis
global del rendimiento del INFM para ese año.
Este informe se basa en información relevada, primero, de
materiales documentales. Estos incluyen medios de prensa
escrita, de todo el período; la versión taquigráfica de la
sesión de la Comisión Especial de Género y Equidad (CGE) de la
Cámara de Representantes del Parlamento (10 de mayo de 2001), a
la que asistieron como invitados la entonces directora del INFM,
Raquel Trobo Viera, y el Ministro de Educación y Cultura,
Antonio Mercader (CGE 2001); y documentación interna del INFM
proporcionada por la directora a los efectos específicos de este
informe (INFM Documentos). La segunda fuente fue una entrevista
en profundidad con Trobo (7 noviembre 2001).
Para el análisis se emplearon dos estrategias de investigación.
Primero, la de evaluar el rendimiento del Instituto según el
marco normativo constituido por sus propios cometidos,
consagrados en Ley 16.226, artículo 234, y por las
recomendaciones dirigidas a los mecanismos nacionales para el
avance de las mujeres en los documentos emanados de las
Conferencias Regionales y Mundiales sobre la Mujer de Naciones
Unidas, de todos los cuales Uruguay es signatario, y de los
procesos de seguimiento de los mismos —la Plataforma de Acción
Mundial (PAM), la Declaración de Beijing +5 (B+5), la Plataforma
de Acción Regional (PAR) y el Consenso de Lima (Lima). Segundo,
la de cotejar lo realizado por el INFM a la fecha de la
entrevista con lo detallado por la directora del Instituto en
declaraciones anteriores a lo largo del año.
II. EL INSTITUTO NACIONAL DE LA FAMILIA Y LA
MUJER: ORÍGENES Y DESARROLLO
El original mecanismo nacional en el Uruguay —el Instituto
Nacional de la Mujer— se creó el 5 de mayo de 1987, por decreto
226/87 del Poder Ejecutivo, dentro de la órbita del Ministerio
de Educación y Cultura (MEC). Su creación respondía a la
recomendación emanada de la Conferencia Latinoamericana sobre
Mujer Población y Desarrollo, convocada por el PNUD en
Montevideo en diciembre 1986 (párrafo 11). Según el decreto, el
Instituto tenía tres objetivos principales, que definían su
trabajo como analítico, consultivo y propositivo:
-
hacer un diagnóstico
de la situación de la mujer en el Uruguay;
-
propiciar las
reformas legislativas u otro tipo de políticas de acción,
necesarias para lograr la efectiva
-
participación de la
mujer en la sociedad así como en la toma de decisiones
políticas;
-
proponer las medidas
necesarias para ejecutar las decisiones adoptadas por la
Conferencia "MUJER, POBLACIÓN, DESARROLLO".
(Citado en folleto del Instituto Nacional de la Mujer, s. f.)
Es decir, el
Instituto original no fue pensado como ejecutor de políticas
públicas, sino que se concibió como el órgano rector y
coordinador de políticas de la mujer a implementar por otros
organismos del estado.
Este rol se reflejaba en su estructura interna, que consistió en
una comisión interministerial, integrada por delegados del MEC,
el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social (MTSS), el Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca (MGAP), el Consejo del Niño, el Instituto Nacional de
Colonización, y el Congreso de Intendentes. El decreto
fundacional del Instituto también especificó que la integraran
dos representantes de organizaciones de la sociedad civil.
Al crearse, el Instituto Nacional de la Mujer carecía de
presupuesto propio y además los cargos de sus integrantes eran
honorarios. Por consiguiente, dependía del trabajo no remunerado
de gente que en general tenía importantes compromisos en otros
ámbitos, y que por lo tanto tenía poco tiempo disponible para
dedicar al trabajo del Instituto. Como resultado, en sus
primeros tres años de existencia, no se logró superar la etapa
diagnóstica para introducir una perspectiva de género en las
políticas de estado.
En cuanto a lo diagnóstico, se realizaron investigaciones sobre
la situación de la mujer uruguaya en relación con siete áreas
temáticas: educación, trabajo, familia, salud, medios de
comunicación, mujer rural y legislación. También se crearon en
Montevideo y en el interior del país, en convenio con las
Intendencias Municipales, los primeros Centros de Información y
Asesoramiento a la Mujer (CIAM), que —al igual que el Instituto
del que dependían— dejaron de funcionar al efectuarse el cambio
de gobierno a comienzos de 1990.
Durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle (1990-5) el
Instituto se creó de nuevo por las Leyes de Rendición de Cuentas
números 16.226 (artículo 234) de 1991 y 16.320 (artículo 253) de
1992, consolidándose su estructura jurídica. Se le cambió el
nombre, designándolo el Instituto Nacional de la Familia y la
Mujer, y también hubo otros cambios sustantivos que lo
diferenciaban fundamentalmente de su predecesor.
Por un lado, el Instituto ya no era concebido como una comisión
horizontal, sino como una dependencia de la Dirección General de
Secretaría del MEC, con una estructura interna vertical y
jerárquica. Por lo tanto, no tenía participación directa de
representantes de otros ministerios y tampoco se establecía como
requisito en la normativa que lo regía ningún tipo de mecanismo
de participación o diálogo con organizaciones de la sociedad
civil.
Por otro lado, los cometidos del INFM se ampliaron para incluir:
A. Promover, planificar, diseñar, formular, ejecutar y
evaluar las políticas nacionales relativas a la mujer y a la
familia;
B. Coordinar y coejecutar con los organismos estatales
dichas políticas, a través de la articulación de acciones y de
la capacitación de los recursos humanos, necesarias para la
consecución de sus cometidos;
C. Asesorar a los organismos estatales, sobre los temas
de la mujer y la familia, tanto a nivel nacional como
departamental;
D. Coordinar y supervisar las actividades de sus
dependencias;
E. Realizar convenios con los organismos internacionales
de cooperación técnica y financiera, de los cuales el país forma
parte.
(Artículo 234 de Ley 16.226 "Rendición de Cuentas y Balance
de Ejecución Presupuestal", del 29 de octubre de 1991)
Así que el nuevo
Instituto se designó explícitamente como el organismo rector de
políticas públicas de la mujer, pero a diferencia del anterior
Instituto, esta función incluía el ser ejecutor (cometido A) o
coejecutor (cometido B) de esas políticas. Finalmente, el
artículo 348 de la Ley 16.736 de Presupuesto Nacional para
1995-99 agregó un cometido más: "F) Asesorar sobre la forma de
prevenir la violencia sexual y doméstica."
En esta misma ley (artículo 370) se le asignó al Instituto una
partida propia dentro del presupuesto del MEC, de unos 50.000
dólares anuales, "para atender sus gastos de funcionamiento y
contrapartida nacional en proyectos de cooperación externa".
Esta suma se vio casi duplicada —a un millón ciento sesenta y
dos mil pesos uruguayos— en la Ley 17.296 de Presupuesto
Nacional de 2001 (artículo 306), a raíz de la presión ejercida
por la llamada "bancada femenina" del parlamento, una
coordinación interpartidaria de mujeres legisladoras.
Desde su refundación hasta el presente, el INFM sigue teniendo
como dependencias en el interior del país centros de información
(ahora denominados Centros de Información sobre Derechos de la
Mujer y de la Familia, CIDEMF), creados en convenio con las
Intendencias Municipales. Por otro lado, se creó en 1992 el
Centro de Prevención y Asistencia a las Víctimas de Violencia
Doméstica (CEPAVVD), para brindar un servicio de atención
directa a mujeres golpeadas, y en 1994 el Centro de Información
y Atención al Adulto Mayor. Bajo la actual administración, la
red nacional de CIDEMF ha sido expandido, creándose nuevos
centros en convenios con organizaciones no gubernamentales,
mientras que el CEPAVVD fue cerrado en enero de 200.
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