Para estudiar el origen y evolución de la Luna se busca si el proceso que la conformó dejó sus huellas en las grandes formaciones geológicas observables desde la Tierra, y en la constitución química de las rocas lunares. La Geología lunar implica el estudio de las características geológicas de la Luna así como el de las constituciones químicas de sus principales componentes: las rocas. La información y consecuentes investigaciones
sobre estos temas se suele clasificar y agrupar en las siguientes disciplinas
específicas:
La existencia de volcanes en la Luna, así
como las inundaciones de los mares por lavas, fueron posibles gracias a
una acumulación de calor, en cantidad superior a la que la Luna
podía radiar, que dio lugar a una elevación de su temperatura
interior. Como se comentó al exponer el proceso de formación
de la Luna, el origen de esta energía térmica, que se acumuló
durante un período relativamente breve ocurrido hace unos 4 giga
años, se atribuye a los procesos de fisión de compuestos
radioactivos, pérdidas por inducción magnética y fricción
mecánica generada durante la acreción y por efecto de las
mareas. Los rasgos topográficos generados por la actividad volcánica,
sólo fueron modificados por el bombardeo meteórico, y de
su estudio se puede conocer valores atendibles de la duración y
magnitud del volcanismo, que relacionados a la masa de la Luna y sus vínculos
dinámicos con la Tierra permiten ajustar los respectivos modelos
teóricos.
Los domos lunares son accidentes topográficos, que se muestran al telescopio del aficionado como colinas de contorno generalmente circular, que tienen un perfil cónico o redondeado y que a veces presentan uno o más cráteres centrales ubicados en su cima. La forma de los domos lunares es similar a la de los volcanes de escudo terrestres, que consisten en montañas volcánicas de paredes poco empinadas, que se forman cuando lava relativamente fluida surge de una fuente central. Los domos lunares, que no tienen nada en común con los domos terrestres, se encuentran, principalmente, en los mares o en el interior de cráteres inundados, como el Ptolemaeus y fueron formados por lavas lunares relativamente viscosas. (Aclaramos que en la nomenclatura lunar, los términos: mare, oceanus, lacus, sinus, palus hacen referencia indistintamente a zonas inundadas por lavas, visibles como áreas oscuras sobre el disco lunar.) Los diámetros de los domos varían entre los 3 y 60 Km y el hecho de que rara vez superen unos pocos cientos de metros de altura es la causa de que no proyecten sombras apreciables, a menos que el terminador esté muy próximo. Esto hace de la observación de domos, una actividad con fecha y hora, y es por ello que han sido relativamente poco observados. Corte de un domo como
se vería inmediatamente _____
después de su formación______________ El parecido que presentan con los volcanes terrestres fue señalado por vez primera por el astrónomo William Pickering hacia el 1890, y ratificado por Eugene Shoemaker unos 60 años más tarde. De hecho, los domos constituyen la mejor evidencia del volcanismo lunar superficial con que se cuenta actualmente. Su importancia como tal, se hace notar cuando volvemos treinta años hacia atrás, justo antes de las misiones Apollo. Por entonces, la gran mayoría de los selenólogos creía que los cráteres eran casi todos de origen volcánico. Así, por ejemplo, creían que el Alphonsus era una enorme caldera volcánica, una versión gigante de las muchas que existen en la Tierra. Pero luego del regreso de algunas de las Apollo y al ver que casi todas las rocas traídas eran brechas, el volcanismo lunar pasa a abarcar únicamente los domos lunares. Los domos que se encuentran en los mares o en los interiores de cráteres inundados se designan como domos de mare, y son los mejor conocidos pues hay diversos estudios geológicos en los que se teoriza las etapas de formación así como la composición química de varios de estos domos de los que ya se identificó unos 600. Su coloración es tanto o más oscura que la de los mares. Generalmente se presentan en grupos, como los domos de Marius o del Birt o del Cauchy. Dichos grupos pueden componerse de un par o hasta decenas de domos. Pero también hay muchos aislados. Los domos ubicados en las tierras altas (áreas brillantes del disco lunar) son muy poco conocidos y hasta 1990 sólo había dieciocho reportados. La dificultad para distinguirlos se debe a que poseen un albedo (brillo superficial) mayor que los domos de mare, lo que los confunde con las montañas, y también a la rugosidad del relieve que los rodea. Se cree que estos domos de tierras altas son muy antiguos y que son la única evidencia de un volcanismo primitivo, anterior a la formación de gran parte de los mares, hace 3,9 giga años (giga = 109). A su vez, su composición química sería distinta a la de los basaltos de mare, lo cual explicaría el menor albedo de los mares respecto a los domos de tierras altas. La extensión física del volcanismo de las tierras altas permanece desconocida y su naturaleza exacta, inexplicada. La actividad volcánica lunar temprana está asociada a las interacciones gravitatorias con la Tierra, a la evolución térmica y a la evolución química de la Luna, lo que torna pertinente el conocimiento de la extensión física y la naturaleza de este volcanismo de tierras altas, primitivo, anterior al gran impacto del Imbrium. Es necesario aclarar que ninguna sonda, tripulada o no, se posó sobre alguno de estos domos por lo que dependemos mucho de lo que seamos capaces de observar. Además, si algún día no muy lejano hubiera que elegir donde explorar, un domo de tierra alta podría ser un objetivo provechoso y para ello es imprescindible conocer dónde están. Formación de los domos - Ver animación de 341 KBCuando tuvieron lugar las masivas inundaciones
de los mares, la lava fue lo suficientemente fluida como para extenderse
y cubrir grandes zonas sin apilarse y formar volcanes. Los domos, en cambio,
fueron formados por lavas más viscosas y seguramente de menor temperatura.
Éstas no pudieron alejarse mucho de la surgente ya que llevaban
velocidades menores y se enfriaban más rápido. Se cree, además,
que las erupciones debían tener duraciones relativamente cortas
y que debían estar intercaladas con pequeños episodios de
erupción de ceniza para permitir el posterior enfriamiento y apilamiento
de capas sucesivas para formar un domo. El cratercito central que algunos
domos presentan en su cima, se forma cuando el magma deja de surgir y hay
un colapso alrededor de la surgente, como resultado del enfriamiento y
la contracción del tapón de lava que queda en la boca del
domo.
Los domos presentan relaciones entre su
altura y el radio de la base del orden de 1 a 12, que corresponde aproximadamente
a una inclinación que rara vez supera los 5 grados respecto al suelo
circundante. Los bordes de los domos tienden a ser más empinados
que sus zonas centrales, casi planas, y es por ello que los domos arrojan
sombra aunque el terminador se encuentre a unos 10 grados del mismo. También
hay domos con inclinaciones tan pequeñas, que solamente son visibles
sobre el terminador.
___ Son valles largos y se distinguen dos tipos: ___
Estos tipos, que pueden aparecer combinados, son originados por cuatro mecanismos, que operaron de uno en uno o conjuntamente:
Hay Rilles que no son de origen volcánico y no les corresponde llamarse así, pero se los nominó de este modo antes de que se conociera la naturaleza de los graben. Cráteres de halo oscuro Se presentan como cráteres redondeados
de borde bajo, rodeados por un manto obscuro de cenizas que cubre la topografía
circundante. Algunos están ubicados sobre fisuras y pueden haber
sido bocas eruptivas. No han sido visitados por astronautas.
Fallas Las fallas son fracturas del suelo, a lo
largo de las cuales han ocurrido movimientos de desplazamiento.
Plegamientos
Se muestran como arrugas de unos kilómetros
de ancho y cien o más km. de largo. Su formación en las planicies
de lava de los mares es debida al hundimiento de las lavas solidificadas
de un mare y posterior compresión al acuñarse entre sus paredes.
Se presentan como arcos paralelos al contorno de los mares. Algunos pueden
haber sido fuentes de flujos de lava.
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