Como
respuesta al llamado del SEMA/CIID para la presentación de proyectos
relacionados con el manejo del agua y los residuos a nivel urbano, en
1998 la Intendencia Municipal de Montevideo y la Facultad de Ciencias de
la Universidad de la República presentan este proyecto. El mismo resultó
seleccionado y se puso en funcionamiento a principios del año 2000,
habiendo culminado en diciembre de ese año.
El
Proyecto se propone como objetivos generales: promover formas de
actividad cooperativa e innovadora entre el municipio, la Universidad y
la sociedad civil; generar instancias de participación ciudadana en
temas ambientales; fortalecer el proceso de descentralización y
democratización del gobierno de la ciudad; promover y ejercitar nuevas
tecnologías geográficas de manejo y gestión territorial. Sus
objetivos específicos son: generar el mencionado Sistema de Información
Geográfica (SIG); elaborar pautas de gestión territorial y ambiental
para la zona; colaborar con la inserción de la Facultad de Ciencias en
su nueva localización; aumentar el nivel de empoderamiento de los
vecinos y las vecinas del barrio.
Se
parte de la idea de que la ciudad constituye un fenómeno complejo y dinámico,
a la vez objeto real e imagen construida desde las ópticas de los
diferentes actores. Se ve el medio ambiente como sinónimo de espacio
geográfico, producto y escenario de la relación sociedad-naturaleza.
En la ciudad capitalista la renta del suelo constituye el principal
factor de localización habitacional, de manera que frente a la
debilidad o ausencia de regulaciones, los sectores de menores ingresos
ocupan las áreas ambientalmente más frágiles. Se genera un conflicto
por el uso de los recursos Bdado por la disputa entre grupos- y uno en
el uso de éstos, resultante de la su utilización inadecuada. La creación
del medio ambiente por parte de los ocupantes de un territorio resulta
de la interacción de factores sociales, económicos, culturales, etc.
Se considera la gestión ambiental urbana como una forma de intervención
conjunta de autoridades y pobladores, a efectos de evitar o mitigar los
efectos negativos que este proceso conlleva, con potencialidades y
limitaciones.
El
Arroyo Malvín es un pequeño curso de 2,82 km de largo, ubicado al
sureste de la ciudad. Sus tramos superior e inferior están entubados,
en tanto la parte media se presenta a cielo abierto, constituyendo el
epicentro de la problemática ambiental estudiada. La cuenca del arroyo
tiene una superficie de 828 hectáreas. A efectos del estudio, y
considerando las características del paisaje, se delimitó un área de
570 hectáreas, que tiene como eje el tramo a cielo abierto del arroyo.
Desde
fines de la década de 1950 se vienen instalando en sus orillas y
proximidades asentamientos marginales, dedicados mayormente a la
reclasificación de la basura y la cría de animales domésticos para
consumo y venta. Hay tres asentamientos más antiguos y extendidos
(Cantera de los Presos, Boix y Merino y Aquiles Lanza) y varios otros
menores. A pesar de las diferencias en cuento a localización y
relaciones entre sus moradores que existen entre ellos, en todos se
registran importantes carencias de servicios básicos, alto índice de
Necesidades Básicas Insatisfechas y elevado porcentaje de población en situación de riesgo social y ambiental, en especial niños y
niñas. Estos asentamientos tienen la particularidad de no estar
ubicados en los bordes de la trama urbana, sino en una zona
relativamente céntrica y próxima al barrio costero Malvín, de nivel
social medio-alto. Se constató que el nivel de impacto ambiental
provocado por los asentamientos es alto debido al aporte de basura al
curso y sus márgenes y a la llegada de materia fecal y efluentes como
consecuencia de la falta de saneamiento. A su vez la presencia de los
asentamientos genera inquietud en el resto de la población por razones
de seguridad. El uso programado de los bordes del arroyo por parte de
las autoridades municipales, como parque lineal, ha sido implementado
parcialmente.
La
cuestión de los asentamientos irregulares en la zona estudio es parte
de una problemática más amplia, que afecta en forma creciente a
Montevideo y otras ciudades del Uruguay. Si bien su causa primaria
radica en la política socioeconómica que se ha aplicado en el país
desde los gobiernos nacionales en las últimas décadas, la Intendencia
se ve directamente enfrentada a encontrar una solución viable a esta
difícil situación.
El
aporte de basura de manera clandestina por particulares y empresas, al
igual que lo inadecuado del servicio de recolección de residuos,
constituyen también factores de deterioro del arroyo, que deberían ser
urgentemente atendida por medidas de vigilancia municipal y/o policial,
y una revisión de la modalidad de recogida de basura.
Otro
de los puntos a destacar como generadores de problemas ambientales es la
presencia de complejos habitacionales, de iniciativa pública, privada y
cooperativa (INVE, VICMAN, Malvín Alto, Euskal Erria), que comenzaron a
extenderse en la zona desde la década de 1970. Ello fue percibido en la
época como una solución habitacional para el creciente número de
personas que no podía acceder al elevado costo de los alquileres y las
propiedades en zonas más antiguas de la ciudad. Además de su características
de espacio cerrado en si mismo, lo que no colabora a la inserción
barrial, por su alta densidad poblacional los complejos generan elevados
volúmenes de basura, para los que no se realiza un manejo especial. Se
constataron asimismo denuncias en el sentido que en los complejos no se
respeta el horario de recolección de residuos.
Para
evaluar la calidad el agua del arroyo y cañadas afluentes en este
momento se realizó toma de muestras y análisis en puntos determinados
y se comentaron resultados de análisis previos realizados recientemente
por otro equipo de Facultad de Ciencias. Se constató que las frecuentes
roturas en la red de saneamiento y el aporte de residuos desde los
asentamientos constituyen dos causas importantes del deterioro del agua,
que se acentúa en épocas de sequía y en verano, acompañado de
contaminación estética y malos olores.
A efectos de confeccionar el referido SIG el
equipo del Proyecto realizó un relevamiento de la zona estudio en
cuanto a calidad de infraestructura vial, veredas, arbolado, saneamiento
y viviendas. Se confeccionó cartografía de uso del suelo, comparando
el mismo en el año 1954 con el actual. Ello permitió observar gráficamente
la transformación de lo que era una zona de chacras y canteras en un área
urbanizada de manera fragmentaria, dominando las superficies sin
amanzanamientos y amplios espacios baldíos, sin un destino definido. Se
realizaron asimimismo mapas geomorfológico y de pendientes para
estudiar la dinámica hidrológica. Se trabajó con información censal
de 1996 suministrada por el Instituto Nacional de Estadística.
A partir de la combinación de dos variables del medio físico-natural
(distancia al curso de agua y geoformas) y tres socio-económicas
(presencia de saneamiento, porcentaje de cobertura de salud y porcentaje
de hacinamiento) se realizó una zonificación de riesgo ambiental. De
ella resulta que existen tres zonas de riesgo: la que bordea al arroyo
en toda su extensión a cielo abierto, el área próxima a las cañadas
del asentamiento Aquiles Lanza y la corrrespondiente al más reciente
asentamiento La Cantera. Si bien la primera de ellas es la más visible
y la que ha sido objeto de mayor intervención, el equipo advierte la
necesidad de atender la evolución de las otras dos zonas, la segunda
por presentar una problemática compleja Bincluso desde el punto de
vista social- no manifiesta ni atendida, y la tercera porque el problema
es incipiente y, por lo tanto, de relativamente fácil solución.
Como
pautas para la gestión ambiental,
el Proyecto menciona la ausencia de la planificación territorial y
ambiental en la cultura de gobierno en Uruguay. Hace énfasis en la
necesidad de una planificación territorial acorde con la escala de la
zona, lo que exige una profundización del Plan de Ordenamiento
Territorial (POT) de Montevideo. Se advierte que existe una tensión entre
el gobierno municipal y el nacional por estar en manos de fuerzas política
opuestas, lo que resulta negativo para los intereses de la población y su
ambiente. Se constata asimismo descoordinaciones entre los diversos
servicios municipales encargados de la cuestión ambiental, así como en
el Centro Comunal Zonal (CCZ) Nro. 6 Bque administra una porción de la
ciudad donde de incluye el área estudio- y la Intendencia central. Se
sugiere la conveniencia de que se realice una descentralización no sólo
territorial Bcomo la que está en marcha- sino también funcional, para
que el CCZ cuente con maquinaria y herramienta a mano como para atender
las emergencias de una zona conflictiva como la tratada. A juicio del
equipo, los problemas concretas y de urgente atención en la cuenca son:
la gestión de la basura y del agua en los asentamientos; la disposición
de basura en los complejos habitacionales; la recolección de residuos en
varios puntos, y el estado y mantenimiento de la red sanitaria. Se
sugieren medidas para cada uno de ellos.
La
utilización del SIG por parte de los tomadores de decisiones como
herramienta apta para simular dinámicas territoriales y evaluar su
impacto, el comienzo de estudios de la relación salud-calidad ambiental
en las zonas identificadas como de riesgo, y la
generación de un programa de educación ambiental aprovechando
valiosos antecedentes de escuelas y organizaciones barriales de la zona,
son los temas que el Proyecto propone para encarar a futuro.
Equipo
del Proyecto:
Ing.
Agr. Alvaro González Gervasio (Coord.) B
Lic. Carlos Céspedes B cespedes@fcien.edu.uy
Prof. Gabriela Fernández B gabifer@fing.edu.uy
Lic. Virginia Fernández B vivi@fcien.edu.uy
Lic. Yuri Resnichenko B yresni@fcien.edu.uy
Bach. Mónica de la Torre
|