original persa y versión española por
la traductora iraní Parvín
Zarazvand
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El disfrute sexual que parece sugerir Jayyam, es como en el caso de la embriaguez una figura literaria tomada de la poesía sufí. Siempre que el Científico-Poeta alude a los "deleites del amor", logra describirlos como una experiencia enmarcada dentro de las que producen las satisfacciones naturales más completas. Y no deja dudas de que sus alusiones al amor jamás se refieren a la práctica del mero libertinaje ni al disfrute que conlleve el desencanto o frustracíón de otro ser humano. La agraciada joven que adorna varios robaíes, representa la belleza, la energía y la productividad. La lectura del Robaiyyat, muestra que Jayyam, que en vida ejerció como juez y fue considerado como un Imam, tenía una estricta moral y siempre preconizó que la paz espiritual sólo es posible si se tiene gran respeto a los principios que permiten una convivencia en armonía con los demás. |