Factum:
La posición varía según las situaciones
El aborto divide a la sociedad uruguaya entre el
apoyo, el rechazo y la duda
Los uruguayos son
claramente favorables al aborto en caso de riesgo de
vida de la madre, malformaciones de la criatura y
producto de una violación, y son inequívocamente
contrarios por el solo hecho de que la mujer sea
soltera o la pareja desavenida. Hay mayoría para
favorecerlo dentro de los primeros meses y también
mayoría para oponerse en caso de familias pobres o
con demasiados hijos. Hay paridad entre permitirlo y
prohibirlo en caso de embarazo de menores.
El aborto, como
interrupción voluntaria del embarazo, es un tema
sobre el que los uruguayos tienen posición tomada
con bastante firmeza y con un fuerte matizamiento de
posiciones. El "sí" al aborto en
cualquier momento y circunstancias es ampliamente
minoritario (lo sostiene el 24% de la población
adulta y joven del país) y su opuesto, el
"no" en todo momento y circunstancia es aún
más minoritario (como que logra la adhesión de tan
sólo el 6%). La importancia del tema surge de que
tan sólo el 1% no se pronuncia en ningún caso ni
emite ninguna opinión, lo que es un porcentaje
extraordinariamente bajo. La investigación del tema
viene siendo llevada adelante por Factum desde 1993,
lo que ha permitido ajustar las preguntas a una más
correcta percepción de la opinión pública.
Vale la pena remarcar
que los datos que se presentan son los resultados
objetivos del estudio, sin que implique ningún tipo
de pronunciamiento de Factum ni de sus técnicos en
relación al tema. Es una radiografía de la
sociedad, para que sobre ella vuelquen sus
argumentos los partidarios y los contrarios al
aborto.
Además de algunas
posiciones genéricas sobre el tema, se indagó en
particular sobre nueve situaciones concretas. Cuando
se resumen las posiciones surge que algo más de la
mitad de la población (el 53% es favorable al
aborto, una amplia tolerancia a casi todo tipo de
interrupción voluntaria del embarazo, o admite
escasas restricciones) y un poco menos de la mitad
(el 42%) o es totalmente contrario o lo admite en
circunstancias muy extremas.
Posiciones
definidas
Las tres situaciones
en que los uruguayos son favorables al aborto de
manera contundente son: en caso de riesgo de vida de
la madre, ante la existencia de malformaciones
importantes de la criatura y cuando el embarazo es
producto de una violación. En dos situaciones la
población es categórica en el rechazo a la
interrupción voluntaria del embarazo: por ser
soltera la madre o porque la pareja se encuentra
desavenida o acaba de separarse. Sobre estos cinco
temas los pronunciamientos no dejan lugar a dudas.
Situaciones
polarizantes
Pero hay cuatro
situaciones que pueden considerarse polarizantes,
donde no surge fácil un consenso en la población.
Hay virtual empate entre los favorables y los
opositores a permitir el aborto de niñas o
adolescentes embarazadas. Hay mayoría en una relación
de seis a cuatro, lo que implica que una decisión
en la materia divide a la sociedad en permitir el
aborto en forma libre dentro de los primeros meses
del embarazo. Hay mayoría también de
aproximadamente seis a cuatro en contra del aborto
por razones económicas o en el caso de madres o
familias con demasiados hijos.
Si todas las
respuestas se procesan y se construye una escala de
posiciones donde 100 representa el apoyo total al
aborto y menos 100 la oposición total, el conjunto
de la sociedad uruguaya está en +3, apenas a favor,
como quien dice casi en equilibrio. Pero dentro del
conjunto de la sociedad las divisiones son muy
claras. Los niveles socioeconómicos alto y medio
son favorables y los niveles semibajo y
especialmente el bajo son contrarios. Los adultos
medios se inclinan a favor y con la misma intensidad
se oponen los mayores de 60 años, mientras que los
jóvenes y adultos jóvenes (las personas de 15 a 30
años) tienden a oponerse. Los hombres tienden a
estar un poco a favor y las mujeres un poco en
contra. La postura abortista tiene más apoyo en
Montevideo y la antiabortista en el interior.
Terreno
político
Pero por donde pasa
la divisoria de aguas es por el terreno político y
el religioso. Por allí están las diferencias más
profundas. Los blancos son fuertemente contrarios,
los frenteamplistas claramente partidarios y los
colorados un poco, no mucho, en contra. Desde el
punto de vista de la pertenencia religiosa y el
grado de religiosidad, los más opositores son el
conjunto de personas pertenecientes a las diferentes
religiones no católicas, y en menor proporción los
católicos de alta y media religiosidad. En el otro
extremo, los mayores partidarios del aborto son los
no creyentes y en menor proporción las personas que
se definen como católicas pero que a su vez
consideran que son poco o muy poco religiosas.
Finalmente, el grupo de personas que cree en Dios o
en un ser superior pero que no adhiere a religión
alguna expresa una paridad perfecta entre el apoyo y
la oposición a la interrupción del embarazo en
forma voluntaria.
(Informe
de Factum Opinión Pública,
especial para El Observador. Derechos reservados)
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