Madre Esmeralda VOZ DE DIOS
MENSAJES DIVINOS:
14. OFRECIMIENTO
Quieren que les hable del “Ofrecimiento''...
Hijos míos, así como presenté,
así se ofrecieron allá.
Me mimaban, Me rodeaban,
fueron fieles,
y son fieles hasta la Eternidad.
Y ahí dijeron:
–“Esto no puede continuar,
largo es el tiempo de sufrimiento,
que llevamos en este hogar,
porque el hogar era el Cielo.
Medidas debemos tomar,
pero, ¿qué podemos hacer,
si todo, todo esto es Cielo?...
No los podemos sacar, y mucho menos apartarlos,
¿adónde los podemos enviar?
Queremos estar con cada uno,
y queremos estar Contigo también.
¿Qué hacemos?''...
Y así, hijos míos, era todo Cielo,
se creó como un galpón para los desechos,
y en ese inmenso galpón,
que se llama Universo,
creado dentro del Cielo,
así fue como se ofrecieron;
los hermanos aquellos,
como niños tan traviesos,
y ustedes como fieles,
se consagraron,
a acompañarlos en este exilio,
y Yo por igual.
Que no quería el dolor en mis hijos,
pero ustedes se impusieron:
–“todos debemos estar,
esto no puede continuar''...
Y así, por el inmenso amor,
que sentían por los hermanos,
decidieron acompañarlos,
y en ninguno hay traición,
ni siquiera en aquel Judas,
pero después de ello hablaré.
Se ofrecieron para venir con ellos,
como cuando un hermano está enfermo,
y lo llevan a un hospital,
y el otro hermano dice:
– estaré contigo en todo momento,
que no te voy a abandonar.
Y no le reprochará luego,
por tí me perdí una fiesta,
por tí me perdí un jornal,
al contrario, se sentirá contento de decir:
– Estuve siempre junto a tí,
cómo me iba a apartar,
si es tanto lo que te amo,
si tu enfermedad puede ser mortal,
y puede ser mortal para mí,
porque las llagas que tienes en tí,
se pueden curar,
pero si a mí me contagian,
en mí podrían ser fatal...
Sin embargo no hay reproche,
al contrario, hay amor.
Por eso así se ofrecieron,
por ese infinito y supremo amor,
por esa comprensión y esa fe,
sabiendo que luego,
ellos iban a cambiar.
Y así hijos míos,
cuando dijeron y se impusieron:
–“todos iremos allá''...
dije: bueno, si van todos,
con todos también voy Yo,
pero no como Uno más,
sino como el Papá en cada uno,
y de cada uno,
multiplico en Mi el dolor.
AMEN
(13/12/88)
