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El tema del aborto se plantea
casi siempre de manera simplista. Se dice que algunas personas
están "a favor" y otras " en contra" del
aborto, porque las primeras opinan que su práctica no debe ser
castigada y las segundas piensan que sí debe castigarse. Sin
embargo, esa distinción no es correcta, pues no corresponde a
lo que las personas piensan en realidad. La división "a
favor"/"en contra" se utiliza con el propósito
de influir sobre quienes todavía no tienen una opinión formada
al respecto.
En realidad, el asunto es
mucho más complejo.
A pesar de las grandes
diferencias de opinión que existen respecto de este tema, hay
algo en lo que todas las personas coincidimos: nadie piensa que
el aborto es una práctica deseable en sí misma. Topdas las
personas reconocemos, con mayor o menor claridad, que es
preferible no tener que recurrir al aborto, y que la decisión
de abortar es difícil y generalmente dolorosa.
Todas las personas deseamos
que ninguna mujer tenga la necesidad de practicarse un aborto.
La prueba de que el aborto no es una práctica deseable para
nadie es que ninguna mujer se embaraza deliberadamente para
luego ir a abortar.
Por eso no es cierto que
existan personas que estén "a favor" del aborto. En
contraste, sí hay muchas personas que están a favor de que las
leyes no consideren el aborto como un delito. Estar a favor de
la despenalización del aborto no equivale a estar "a
favor" del aborto, ni mucho menos promoverlo. Significa
simplemente aceptar que la penalización no soluciona el
problema del aborto, pues, a pesar de estar prohibido por la ley
y condenado religiosamente, miles de mujeres se lo practican.
Estar a favor de su despenalización implica solamente plantear
que las mujeres que no puedan solucionar de otra manera el
problema del embarazo no deseado tengan oportunidad de hacerse
un aborto en condiciones que no pongan en riesgo su salud ni su
vida.
Esta es la razón por la que
es engañoso afirmar que hay quienes están "a favor"
y quienes están "en contra" del aborto. Además,
cuando se plantea el problema de esa manera, se hace pensar que
lo que se está discutiendo es la posibilidad o imposibilidad de
que las mujeres aborten en el futuro, y se pierde de vista el
hecho de que hoy en día cientos de miles de mujeres ya están
teniendo abortos a pesar de que las leyes lo prohiban.
Lo que actualmente hay que
debatir no es si, en caso de despenalizar el aborto, las muejres
van a abortar o no. Las mujeres ya abortan a pesar de la
prohibición. Lo que hay que discutir son las condiciones en las
que las mujeres abortan y podrían abortar. Porque en realidad sólo
hay dos posibilidades:
1.mantener la prohibición
legal del aborto
2.despenalizar su práctica
Ambas opciones han sido
ensayadas en otros países. La primera no ha conseguido nunca
poner fin al problema, puesto que las mujeres abortan
clandestinamente. La clandestinidad del aborto sólo agrava la
situación, porque quienes no pueden conseguir servicios médicos
seguros se ponen en riesgo de perder la vida o la salud a causa
de abortos mal practicados.
La segunda opción, en cambio,
ha sido adoptada en la mayoría de los países con resultados
importantes para la salud de las mujeres y de la sociedad. La
despenalización del aborto permite evitar que las mujeres
enfermen o mueran a consecuencia de abortos mal practicados,
porque los servicios de salud las pueden atender oportunamente.
Además, en muchos casos disminuye el número de abortos porque
la despenalización suele ir acompañada de programas eficaces
de anticoncepción y educación sexual. Sobre todo, la
despenalización elimina la desigualdad entre las mujeres que
pueden pagarse un aborto ilegal y el resto que se arriesga con
malos abortos ilegales. Al establecer un acceso igualitario al
servicio de aborto, la "salud" de la sociedad, en el
sentido de justicia social, mejora también.